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  • Re-visitamos el evocador poema sinfónico El Moldava de Bedrich Smetana, pero ahora dentro de ese grandioso poemario que es el el ciclo Mi Patria.

     

    Escuchamos Vyšehrad, "El alto castillo" (1874), con el arpa del bardo Lumir, sobre la mítica jueza Libuše en el siglo XI y los pioneros Premislidas. Por los muros y corredores de la fortaleza se sienten un rumor legendario: el gran tema del Vyšehrad, con sus invasiones, sus festejos descomunales, y el tema que perdura como el espíritu de la patria checa.

    Sigue El Moldava (1874). Smetana recogió una melodía que nos remite a los ancestros, a abuelos o bisabuelos casi milenarios, porque está en muchas culturas (Italia, Inglaterra, Ucrania, Rumania, los judíos moldavos...). La música recorre las fuentes del río, los prados y bosques, una boda campesina, una noche de náyades, palacios flotando, los rápidos de San Juan, la majestuosa llegada a Praga con el Vyšehrad, y su desembocadura en el Elba. Un río como una vida entera...

    Después, Sarka (1875), la Guerra de las Doncellas, en que se escucha el lamento de la legendaria amazona por los bosques bohemios, y se enfrenta a las tropas de Citrad, hasta que se desencadena el horror de la matanza final por las guerreras de Sarka.

    Escuchamos fragmentos de Por los bosques y prados de Bohemia (1876), y resumimos los últimos dos poemas. Tábor (1878) es la ciudad bohemia de los rebeldes husitas en 1408, cuando se levantaron contra los abusos del papado medieval. Blaník (1879) es el refugio de los caballeros husitas, que duermen en la roca hasta que sean despertados y guiados por San Wenceslao, en busca de la libertad, en los últimos tiempos.

    Épica y afectos familiares con grandiosa belleza constante, queridos-as. Acabamos con ese jazz sutil de la pianista y compositora Younee: Moonlight en the Moldau, sobre esta melodía eterna. Felices glorias libertadoras,,,

     


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  • Empezamos con el Scherzo de la Heroica, dirigido por Alondra de la Parra (que, por cierto, traerá a la ORCAM toda su maestría y su encanto artístico en las próximas temporadas... Así que ¡¡genial!!).

     

    La Heroica es de los mismos meses en que Beethoven se ha decidido a "agarrar al Destino por el cuello" y ha compuesto su Sonata nº 23, Appassionata, en 1804. Y la ha compuesto (según Schindler) bajo los fantasmas de La Tempestad de Shakespeare.

     

    En la Appassionata, Beethoven crea uno de los más memorables "temas sombra" (un tema derivado de otro principal y con psicología opuesta, como los "personajes sombra" en narrativa). Y además evoca el "motivo del Destino", que sólo alcanzará su desenlace -y su transformación- cuatro años más tarde, en la Quinta Sinfonía.

     

    Sobre su tercer movimiento, tan vertiginoso, Ries nos dice que le brotó a Beethoven, como una obsesión y como un aullido, mientras se perdieron por la espesura camino a Döbling.

     

    Salseos variados: no hay pruebas de que Beethoven pensase en Teresa Malfatti, ni en Teresa Brunswick, ni en Santa Teresa de Ávila... cuando compuso esta Sonata. Más bien se relaciona con la virtuosa Marie Bigot (bueno, y con su marido), con quienes su relación se columpió de vez en cuando... Ahí lo explicamos.

     

    Y terminamos con una visión contemporánea, radiante, en una suerte de jazz tornasol que propone la compositora Paloma Cosano: Pathetique, con la big band "Paloma y otros pájaros".

     

    Felices y aladas tempestades, queridas y queridos,,,


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  • Bueno, en realidad oberturas, preludios e interludios (más algún coro): el Wagner sinfónico, más o menos.

     

    El Preludio de Lohengrin (1845-1848) es un viaje desde el reino de la luz (las esferas del Santo Grial), según Wagner: "Desde la soleada altura en que se hallaba Lohengrin, la mujer lo atraía al cálido seno de la tierra". El Preludio del Tercer Acto y la Marcha Nupcial son buena muestra de ello.

     

    El Preludio de Parsifal (1882) -que, por cierto, era padre de Lohengrin- "se desenvuelve como una flor desde su brote, como capas de nubes que se separan y se juntan de nuevo" (Wagner). Ahí vemos el "Tema-Fundamento", con los leitmotivs de la Comunión, la Herida, la Lanza... y los siguientes leitmotivs que sustentarán uno de los más gigantescos discursos conceptuales/musicales de la historia: el Santo Grial, la Fe, el Sufrimiento, las Campanas de Monsalvat... Música para la transformación de la conciencia.

     

    Y acabamos más festivos, con los secretos de la Obertura de Los Maestros Cantores (1867), música "de tesis", que opina sobre arte y donde Walther y Eva combaten a los rectilíneos formalistas simbolizados por Beckmesser, todo en tono de alta comedia. Hay temas para los maestros, los estandartes, el gremio, los aprendices... pero también temas más fluidos y más cromáticos para el amor Naciente, la pasión declarada, el anhelo de Walther, el ardor impaciente... y especialmente el tema de la Canción del Concurso, una soberbia declaración de amor y declaración de Arte.

     

    Por cierto, Wagner al "malo", en vez de llamarlo "Beckmesser", lo iba a llamar "Hans Lich", en honor del ultra-purista y formalista Hanslick. Finalmente no lo hizo. Quizá un poco más adelante lo habría llamado "Hans Schön... Berg"...


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  • A orillas del idílico Lago Worth, Carintia, mirando desde el Castillo de Pörtschach, donde el corazón de Brahms se convertía en mirador... no sólo brotó su Segunda Sinfonía o su Concierto para violín y orquesta, sino la preciosa Sonata para violín y piano nº1, llamada "Sonata de la lluvia", o Sonata Regenlied, en 1878 (con 45 años).

     

    Brahms decía que por aquellos parajes te encontrabas las melodías diseminadas por los bosques y los caminos, y tenías que tener cuidado de no tropezar. Ahí se transformó en música el poema de Klaus Groth "Fluye, lluvia, y despierta de nuevo en mí esos sueños que soñé en la infancia...".

     

    Igual que los versos, que dicen que el frescor de la lluvia ilumina "las pálidas hojas", la música de Brahms, desde ese germen que llamamos "el motivo de la lluvia", da vida a toda nota, todo acorde, toda combinación de líneas, toda entidad abstracta... y la sitúa en aquel porche desde donde Brahms niño entonaba "viejas canciones".

     

    Toda la Sonata rezuma canción, y llovizna de primavera, y una especie de "anhelo de arco iris". Os contamos los tres movimientos de la maravillosa Sonata.

     

    Y terminamos con música contemporánea: Anna Clyne y su Dance para violonchelo y orquesta, basada en los versos de Yalái Rumí (Persia, siglo XIII): "Baila cuando estés abierto. Baila, si te has arrancado el vendaje. Baila en medio de los combates. Baila en tu sangre. Baila cuando estés perfectamente libre". ("Baila cuando escuches a Schönberg, incluso"... este verso es apócrifo, yo creo))).

     

    Felices bailes místicos bajo la lluvia, queridos y queridas,,,


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  • Hoy terminamos el inmortal ballet de Prokofiev.

     

    Segundo Acto: A la mañana siguiente de la escena del balcón, la gente sigue bailoteando por Verona. Romeo le cuenta a Mercucio su amor por Julieta (suenan los temas del diálogo y de las máscaras, amenazados por el tema de la enemistad). Romeo y Julieta se citan secretamente para casarse en la capilla de Fray Lorenzo (el tema de los pasos reverentes). 

     

    Se avecina la tragedia: Teobaldo Capuleto, furioso, insulta a Romeo, quien le responde con una bondad casi sobrenatural. Pero Mercucio, el amigo de Romeo, responde a provocación, y Teobaldo lo atraviesa con su espada. El quasi cómico Mercucio muere entre trágico y grotesco, con el tema de "la alegre Verona" tambaleante. 

     

    Romeo se encoleriza y desafía a Teobaldo: es la escena del combate veloz ("Allá fueron como el rayo", dice Shakespeare). Romeo mata a Teobaldo. El Príncipe de Verona condena a Romeo al destierro.

     

    Tercer Acto: la Muerte cubre la escena, con el tema atonal del Príncipe de Verona. Romeo y Julieta se despiden al amanecer, prometiendo encontrarse. Suena, como una promesa, el "tema de la mañana", que va transmutándose por los siniestros presagios.

     

    Fray Lorenzo ayuda a la pareja: le da a Julieta un brebaje que la hará parecer muerta, para que tras su funeral pueda escapar con Romeo a Mantua. En la soledad de Julieta van sonando los temas del odio, del baile, de la mañana... Julieta se toma el brebaje y queda como muerta.

     

    La familia la encuentra y llora desgarradoramente su "muerte": es el funeral de Julieta. Suena el tema del amor trágico y el tema del lamento. Mientras, Romeo no sabe nada y recibe la noticia de que Julieta ha muerto. Reacciona violentamente y corre a su tumba (suena el tema de la mañana oscurecido). Llega a la tumba, allí el Conde Paris lo ataca y Romeo, desesperado, lo mata. Después, Romeo se despide del cuerpo de Julieta, ingiere una droga y cae muerto.

     

    Julieta despierta y ve a su amado Romeo muerto. Entonces desenvaina su daga y se atraviesa, para morir junto a él: suena el último grito del tema del amor. Las familias se reconcilian, y es el final del ballet.

     

    Felices amores trágicos, queridas y queridos,...


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  • Por fin exploramos el ballet completo Romeo y Julieta de Sergei Prokofiev ¡¡en dos programas!!

    Prokofiev lo compuso en 1935, en vísperas de la Gran Purga del "amado" camarada Stalin (750.000 muertos por presunta oposición al bolchevismo).

    La música penetra en el texto de Shakespeare, y bucea en las almas de los protagonistas, e incluso en la atmósfera de una Verona a la vez encantada y maldita.

    Tenemos el "tema de la mañana" en la Introducción, que es la referencia musical más extendida en el ballet, y la que más transformaciones experimentará. Aparece Romeo, con su tema ensoñador, mientras despierta la ciudad con el "tema de la alegre Verona".

    Aparecen los conflictos entre Capuletos y Montescos, con el "tema del odio" de las familias, y el terrible tema atonal que presenta al Príncipe Scala.

    Por fin se muestra la joven Julieta Capuleto con sus tres temas: el "tema de la ligereza" (relacionada con los jugueteos con su nodriza Gertrudis), el "tema de la inocencia" y el "tema de Julieta enamorada".

    A Julieta la pretende el Conde Paris, pero a ella no le atrae nada. Los Capuleto hacen un baile esa noche. Y acude de extranjis Romeo (que es de la familia enemiga Montesco), con su primo Benvolio y con su amigo Mercucio, caracterizado por el "tema de las máscaras".

    Y llega el número más estremecedor y más famoso del ballet: la Danza de los Caballeros, con los arpegios fatídicos del "tema de la enemistad", y otra vez el "tema del odio". 

    Los arpegios malditos parecen dulcificarse cuando Romeo se acerca a Julieta y ambos se enamoran. Prokofiev "enamora" la música y los temas que reaparecen. Hay un amago de violencia por parte de Teobaldo Capuleto, y estallan fugazmente los temas del odio. Pero el padre Capuleto lo apacigua. El primer acto termina con la Escena del Balcón, poniendo en música los inmortales versos de Shakespeare ("Claro ángel, eres tan gloriosa para esta noche... como un alado mensajero del cielo caminando por las nubes"), y el propósito de Romeo y Julieta de verse a la mañana siguiente.

    Daremos el acto segundo y el tercero la próxima semana. Felices amores de balcón (o sea, primera fase), queridas y queridos,,,


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  • Revisitamos la obra más querida de Cesar Franck (a juzgar por los casi 20 millones de oyentes que tiene en Spotify), esta vez en la personalísima versión de Ana Valderrama y Víctor del Valle.

    ¿Por qué es tan apreciada esta Sonata?... Tal vez por lo que decía su discípulo Vincent D'Indy: la palabra preferida en las clases de Franck era "amar". "Esto es de amar", decía el maestro cuando una idea musical le parecía memorable.

    Y así es: esta Sonata derrocha empatía. Jean Clausse dice que es "un poema de amor en cuatro fases": 1) sueño lleno de amor, 2) desafíos y turbulencias, 3) búsqueda de la esperanza, 4) la deseada y feliz unión. Por eso se lo regaló a Eugène Ysaÿe el día de su boda (1886).

    Y todo parte de una célula, o un embrión sonoro: una tercera (Si-Re), que se magnifica, se transfigura, construye largas derivas, largas incertidumbres... y al final un regreso a la ingenuidad. Perfecto autorretrato de un hombre cuya ingenuidad natural se mantuvo poderosa por sobre las tragedias que lo acecharon.

    Y acabamos con otra Fuga de Josep Castanyer: "Never Gonna Gifuge Up", otro de sus geniales divertimentos contrapuntísticos sobre el famoso temón de Rick Astley.

    ¡¡We never gonna give you up, queridas y queridos!!


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  • Homenaje de Mendelssohn a Martín Lutero, paladín de la primera gran Reforma contra los abusos de la iglesia medieval.

    La compuso en 1830, tricentenario de la famosa Dieta de Augsburgo (1530), en que los príncipes luteranos se plantaron ante el todopoderoso emperador Carlos V, y acabaron consiguiendo la anhelada y relativa libertad religiosa (tras unas dietas más y algunas guerras más durante el siglo XVI) en sus territorios.

    Mendelssohn, con 21 años y admiradísimo en Alemania, Inglaterra y Francia, compuso ésta, su segunda Sinfonía (más tarde catalogada como la quinta) para que se tocase en los fastos, pero no pudo ser. Más tarde él mismo perdió el interés porque, hipercrítico, decía que era "una obra de juventud".

    Pero ¡es magnífica! independientemente de su luteranismo o su ex-judaísmo, porque lo que prevalece en él es su filosofía de la conciliación, que heredó de su abuelo Moses Mendelssohn. También despliega la cualidad representativa de la música, siguiendo a su maestro Adolphe Marx (ponemos como ejemplo el Scherzo para piano que "pinta" las flores del jardín inglés de su amiga Honora como "trompetas de las sílfides"). 

    La Sinfonía empieza con un "tema de concordia" (que habían usado Bach y Mozart), después, unos apuntes al autoritarismo religioso medieval, una evocación de la espiritualidad (con el "Amén de Dresde"), y ya entonces se despliega la épica del tema principal, contra el despotismo, un segundo tema que retrata la humanidad de los pueblos germanos subyugados, y el consiguiente nudo dramático y desenlace tan conflictivos.

    El Scherzo es otro homenaje desenfadado a la pureza de la gente común alemana. El tercer movimiento, el lento, es un lamento prolongado. Y el cuarto, el Finale, canta el avance del gran himno "Ein Feste Burg ist Unser Gott", la "marsellesa de los luteranos" por entre las persecuciones y las turbulencias de los siglos. La música se va construyendo como una batalla íntima hasta convertirse justamente en una fortaleza invencible.


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  • Para Mozart, sus conciertos eran "un medio feliz entre lo fácil y lo difícil [...] pueden causar satisfacción a los muy conocedores [...] y a los menos instruidos".

     

    El espíritu de la ópera, del gran espectáculo, entra en casi todas las obras de Mozart, con sus caracteres y sus afectos, accesibles para el aristócrata y para el cochero. Es la marca de la Ilustración, pero formateada por el genio de alguien sin igual.

     

    Su primer movimiento tiene dos temas líricos, "femeninos" (como se decía machistamente en la época), que parecen personajes de El rapto del serrallo.

     

    El segundo ha salido en decenas de pelis y anuncios, y es lo último que escuchó el dictador Stalin, un disco en la versión de Maria Yudina, que lo consideraba ¡¡en público!! un criminal y nunca fue detenida por ello, curiosamente. Un asesino afrontando la muerte con Mozart. Cosas.

     

    El tercer movimiento es festivo y exuberante. El mejor Mozart, que compuso con profunda empatía y profunda seducción siempre.

     

    Nuestra música contemporánea hoy es el Lacrimosa de Francisco Estévez, compositor súper-avanzado desde los años 70, post-estocástico, post-serialista... que alterna este lenguaje con música accesible, conmovedora, y hasta sentimental.

     

    Felices empatías, queridos-as...


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  • Conclusión de la Octava Sinfonía, quizá la más sombría de Bruckner, o quizá cumpliendo la idea de los ángeles para Rilke: lo bello está próximo a lo terrible.

     

    El Adagio (25 minutazos) tiene tres exposiciones, cada una más inmensa que la anterior, con el tema del lamento, el motivo de la circulatio afirmativa, y el tema de la elevación con la secuencia extra-terrena del "aura de los ángeles", o el "sendero de los ángeles". Temas sometidos a constantes transfiguraciones. Entre sus conflagraciones asomará el tema de "la llamada de la trompa" de Sigfrido, el héroe que no conocía el temor, según Wagner.

     

    El Finale tiene tres temas: el Tema A de las fanfarrias oscuras que se iluminan, el Tema B reflexivo, y el Tema C como una marcha sombría. El Desarrollo se extenderá durante episodios intemporales: conflictos cósmicos, desvanecimientos, monumentos abandonados, evocaciones épicas... hasta que el tema de "la llamada de la muerte" (primer movimiento) experimenta su metamorfosis decisiva al final de la Sinfonía.


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  • ¡¡Feliz Año Bruckner!!... Por fin escucharemos la Octava de Bruckner completa, en dos programas.

     

    La compuso en 1887 y es como un inmenso bosque, un bosque como una conciencia o como un templo infinito: terrible, incierto, confortable, luminoso, nostálgico, colosal.

     

    En el primer movimiento, el estremecedor Tema A es -según Bruckner- "la anunciación de la muerte". Le sigue un Tema B como una canción amorosa. Y un Tema C como una marcha siniestra. A partir de ahí, los temas, como personajes o como entidades indescifrables, sufren metamorfosis, conflagraciones y resurrecciones. La coda será, según Bruckner, "la renuncia".

     

    El segundo movimiento es un scherzo vigoroso, cuyo protagonista es Deutscher Michel, un héroe rústico, honrado, bucólico, fuerte, ingenuo y glorioso. Su tema es enérgico, aunque la sección central "narra" los sueños de Michel, como símbolo del hombre germano.

     

    Y la Sinfonía queda abierta, queridas y queridos, hasta su conclusión, en dos de los más soberbios movimientos que compusiera Anton Bruckner, y que daremos la próxima semana.

     

    Felices transformaciones gloriosas...


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  • Queridas y queridos... Feliz Año Nuevo.

    Hoy repasamos los greatest hits del año 2023, según vuestras preferencias, likes y estadísticas.

    Mil gracias por vuestra percepción siempre, vuestros comentarios tan reveladores, y vuestra amistad en torno a los grandes genios y genias de la música. ¡¡Por muchos años!!


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  • Miklos Ròzsa (Rey de Reyes) para ambientarnos en aquella antigua Judea dominada por el Imperio Romano. "Personent Hodie", canción medieval de Adviento, para contar los días previos al gran acontecimiento.

    Vaughan Williams (On Christmas Night) y Gian Carlo Menotti (La ciudad celeste) nos dan vida al pre-relato: el mensajero que anuncia al anciano Zacarías que él y Elisabet van a ser padres de Juan (el profeta del desierto).

    Con Gustav Holst (Hymn of Jesus) nos situamos en la visita del mensajero a Miryam o María, la joven de Nazaret comprometida con José. La resonancia luminosa de este anuncio la subraya Mack Wilberg ("Hark, the Herald Angels sing", que cita el famoso villancico de Mendelssohn).

    Ese intervalo de incertidumbres que sigue a la visita lo ambientamos con Gerald Finzi ("Et in Terra Pax"), hasta la decisión de José de continuar con aquella historia, valentía que enfatizamos con la Song of Thanksgiving de Vaughan Williams.

    La llegada de la pareja a Belén, y aquel nacimiento prodigioso, en un establo, rodeado de aparente soledad y de mil voces invisibles, la marcamos con Wilberg y su arreglo del eterno "What child is this" (el antiguo Greensleaves). Así es como nace Jesús, el Hijo de Dios, en este mundo.

    Para la escena con los pastores acudimos a la Cantata de Navidad de Honegger, y al compositor afro-americano Samuel Coleridge-Taylor, que también cita el villancico de Mendelssohn.

    Para el sombrío Herodes, Vaughan Williams de nuevo, y el Trittico de Respighi. Para la escena más atroz de la Navidad, la matanza de los Inocentes, las secciones siniestras de la Cantata de Honegger.

    Y, para la aventura de aquellos misteriosos Magos de Oriente, y su viaje épico, la música heroica de Franz Liszt en su Christus: "Marcha de los Magos".

    De manera que, queridas y queridos, igual que iluminamos el invierno con luces y destellos de colores, pues también iluminamos nuestras almas invernales con esta Navidad musical: "Gloria in Excelsis Deo" (el antiguo villancico francés) en versión de Mack Wilberg dirigiendo él mismo el Tabernacle Choir y los solistas de la Metropolitan de Nueva York).


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  • En 1848 Robert Schumann parecía el padre más feliz del mundo. Su Álbum para la juventud lo dedicó a sus tres hijas mayores: Marie, Elise y Julie.

    Y está repleto de gratitud por los bosques y los campos ("Canción de primavera", "El pequeño paseante mañanero", "El campesino alegre de vuelta del trabajo", "Canción de la cosecha"), fascinación por lo lejano como puerta a la infancia encantada ("El extranjero", "Canción del marinero", "Marineros italianos", "Scheherezade oriental", "Canción del Norte"), felicidad familiar/navideña ("El sirviente Rupert", "Canción de San Silvestre" para fin de año), alusiones a Bach como ídolo familiar ("Pequeña fuga", "Coral figurado").

    Schumann no rehúye la poética de lo triste, de la nostalgia, y evoca su infancia súper-literaria ("Mignon", "Redondilla"), o el encanto detenido ("Pequeño estudio") y sus desdichas tempranas como el suicidio de su hermana Emilie ("Primera pérdida", "Canción popular" triste). Recuerda a su amigo recién fallecido Félix Mendelssohn ("Recordatorio"). O en "Tiempo invernal II" evoca la melancolía agitada de su admirado Chopin.

    También parece que retrata a sus tres hijas: la inclinación literaria de Marie en "Ecos del teatro"; la energía de Elise en "Jinete" y "Jinete salvaje"; la suave melancolía de Julie en la pieza nº30, sin título, que Brahms (que llegaría a enamorarse de Julie) citó en su Sonata para clarinete nº1.

    Hay algo que Clara Schumann apuntará unos meses después sobre su esposo: "Los [violentos] acontecimientos externos despiertan en él sentimientos contrarios: sobre todas sus canciones flota un hálito de la más elevada paz, en cada nota yo adivino una primavera, una primavera sonriente como las flores húmedas".

    Eso se respira en "Mayo, gentil mayo, bien pronto regresarás". Felices primaveras interiores, queridos-as,,,


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  • La impetuosa Cantata 205, "Eolo apaciguado", con Bach domesticando los vientos y las carcajadas del dios fastidioso (fasti-dios-o).

    La Cantata 212, "Cantata Campesina",  homenaje a un recaudador de Hacienda que cita las Folías de España y parece que evoca el precioso villancico catalán "Desembre Congelat".

    Cantata 147, muy de Adviento, con los gestos de Juan el Bautista (todavía en las entrañas de Elisabet), cuando recibe la visita de María.

    Cantata 206, "Dramma per Musica",  donde rumorean y fluyen continuamente los cuatro ríos: Vístula, Danubio, Elba y Pleisse.

    El río como fluir de la Concordia...


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  • Pues es que Rachmaninov se sentía muy inseguro como compositor de sinfonías en 1907, con 34 años, a causa del fracaso de su Primera Sinfonía, que había dirigido el acohólico nada anónimo Alexander Glazunov diez años antes. Pero había tenido exitazo con su Concierto nº2, y se había casado con su amor/prima hermana Natalya. Pero el caso es que lo acusaban los críticos de no ser más modernista y más futurista.

    Con todo, compuso su Sinfonía nº2, llena de torrentes extremos, invocaciones de la Rusia tétrica, y de un oculto intelectualismo en el tratamiento de los temas: por ejemplo, el motivo de la Introducción está presente en casi toda la sinfonía, de manera visible o de manera sutil. El temazo más recordado es el del tercer movimiento, "bajo el hechizo de Chaikovski", como él mismo decía. El Finale es un homenaje a la lección que había aprendido con el Dr. Dahl desde que le aplicó aquella hipnoterapia en 1900: el fracaso puede estar situado a sólo un paso, un paso mágico, del exitazo.

    En cuanto a "mal futurista", miren ustedes las estadísticas del "futuro" de Rachmaninov, que somos nosotros: decenas de millones de oyentes actuales, al contrario que los que profetizaron el triunfo de los ángeles vengadores atonalistas disonantes (perdón, Schoenberg, una vez más...))


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  • Era 1957, y el camarada Stalin ya llevaba muerto tres años y pico. Shostakovich dejó a un lado su desencanto existencial, sus lentes expresionistas, y regresó al desenfado adolescente o algo así, para componerle un Concierto a su hijo Maxim de 17 años, virtuoso del piano como él.

    Su primer movimiento lo usó Disney para Fantasía 2000, para el cuento de "El soldadito de plomo" de Andersen. Y la verdad es que le pegaba. Explicamos las conexiones, especialmente porque el tema principal tiene un tópico marcial "de juguete".

    El segundo movimiento es uno de esos greatest hits delicadamente románticos, una elegía muy ensoñadora y casi cinematográfica. Y el tercero es puro vértigo y pura brillantez, a ritmo de balalaika incluso...

    Y aprovechamos para repasar "el caso Shostakovich": si era bolchevique estalinista, si era idealista del leninismo, si aborrecía todo eso, o si era de otra galaxia... Repasamos el caso del libro de Volkov, Testimonio, las reacciones de Taruskin, Laurel Fay, Karen Khachaturian, su esposa Irina... Y los que decían que Shostakovich era un "disidente silencioso": su hijo Maxim, su hermana Zoya, Elizabeth Wilson, Galina Vishnevskaya, Emil Gilels, Richter...

    Saquen sus propias conclusiones, queridas y queridos, sin la amenaza de la KGB (¿o no?)...


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  • Continuamos, en vista del exitazo de las Cantatas de Bach. Cantata 201 "de Febo y Pan": en el primer número, el coro increpa a los "vientos turbulentos" y les dice que se apacigüen y se retiren a sus antros.

    Cantata 208 "de Caza". En el Aria nº4, el enamorado Endimión reprocha a Diana que no se someta a "las redes que tiende Amor". Bach presenta el amor como "redes" y "lazos" que padece un "preso". Y para simbolizar este amor/prisión, recurre a un ostinato (diseño musical obstinado) en el bajo, del que no puedes escaparte.

    Cantata 207: felicitación al Doctor Korrte por ganar su cátedra de Derecho en Leipzig. El coro final es una aclamación grandiosa.

    Cantata 156: la famosa Sinfonía inicial, con su inmortal melodía del oboe, anticipando la serenidad ante la muerte, porque el texto dirá: "Estoy con un pie en la sepultura".

    Releemos ese pasaje del Demian de Hermann Hesse, en que Sinclair queda transfigurado cuando escucha a Pistorius tocar a Bach, y con esto preparamos el ambiente para la Cantata 106, "Actus Tragicus": en el inicio (la Sonatina), las dos flautas de pico nos confortan otra vez ante la muerte, como un eco bastante incorpóreo.

    Y más sobre la muerte (perdón, que parece el programa del Halloween): la Cantata 95, donde el Aria del tenor dice: "Haz sonar, hora bendita, la última campanada", y Bach hace resonar el tic-tac de mil relojes.

    Cantata 29: su Sinfonía se basa en la Partita 1006 para violín,  pero ahora para órgano y orquesta.

    Cantata 182,  para el Domingo de Ramos: Bach no hace una aclamación popular, exterior, para el Mesías que entra en Jerusalén, sino una especie de aclamación íntima, silenciosa, muy callada.

    Cantata 130: San Miguel Arcángel como ángel guerrero contra los ángeles dark, entre los aleteos luminosos que dibuja Bach con la orquesta, y entre fanfarrias de luz.

    Y acabamos angélicos (luis-angélicos) con música contemporánea: la compositora ucraniana Galina Grigorjeva y su Paradisum para coro. Felices conexiones angélicas esta semana, queridos-as.


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  • Se iba a llamar "Sinfonía Clara" cuando la concibió en 1841, recién casados Clara y Robert. Por eso evoca uno de los "temas Clara": Fa-Mi-Re-Do#-Re en el inicio, y vuelve sobre este tema a lo largo de la sinfonía. Ella dijo que esta sinfonía la escribía Robert "desde el fondo de su alma".

    Su estructura nada convencional despistó al público de aquellos días, cuando la estrenó como "Segunda Sinfonía", y por eso no tuvo el exitazo de la Primera Sinfonía "Primavera". Por eso la revisó en 1852, que es la versión que se toca hoy día.

    Por cierto, Brahms sería el que más utilizase en sus obras ese "tema Clara". Pero bueno, ya sabéis: amores románticos tipo Werther que se estilaban entonces.

    Os detallamos estas estructuras tan personales, donde abundan los desarrollos sin reexposición, y con temas insospechados que surgen y se erigen en temas brillantes durante los finales de los movimientos, para terminar tan frenéticamente como sólo el vitalismo de Schumann podía aparecer.

    Y acabamos poperos: el Concierto "Beatles" para dos pianos y orquesta de John Rutter. Lennon/McCartney (y un poco Harrison) se visten de Rachmaninov y hasta de Gershwin. Felices triunfos del alma, queridos-as,,,


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  • Parece que a todos nos retrata esa interrogación existencial del comienzo. A través de corredores oscuros, bóvedas góticas, acantilados amenazantes con las resonancias siniestras del Re menor... se va a abrir paso la luminosidad de los temas en Fa mayor, y se va a presentar esa conflagración entre Ahriman y Ormuz (según la interpretación de Frank Shera) que relata el eterno viaje de las sombras a la luz, tantas veces narrado en música, y nunca tan magistralmente como esta Sinfonía de Franck (1889, con ¡¡66 años!!).

    Temas del anhelo, de la búsqueda, de la consolación, de la fe (según D'Indy), del "antiguo cortejo" (según Franck mismo), del júbilo festivo... se conducen como actores de alta dramaturgia, y nos catapultan, durante tres movimientos, hasta su estremecedor final.

    Y acabamos con nuestra mención a la peli Sound of Freedom ("Sonido de Libertad", 2023), con música de Javier Navarrete (dirigida por Alejandro Monteverde y protagonizada por Jim Caviezel y Mira Sorvino, producida entre otros por Mel Gibson y Eduardo Verástegui), sobre el tráfico sexual ¡¡actual!! de niños y niñas. Impactante película que se exhibe estos días en España. Cuenta una de las acciones de Tim Ballard, ex-agente auténtico de la CIA, que deja esta institución para poder luchar contra los pedófilos de manera eficaz, en países asiáticos y americanos. No sabía que este tráfico de niños y niñas ¡¡mueve ya más dinero que el tráfico de armas!!, y pronto alcanzará al tráfico de drogas.

    Inolvidable y emotiva, sin una sola escena explícita, sobre una criminalidad global, más extendida y más cercana de lo que suponíamos. Muuuy recomendable, queridas y queridos,,,


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