Desde el primer día que tuve contacto con los saberes femeninos me sorprendió y atrapó, su magia y su grandeza, era la punta de un iceberg que me llevaría a conocer las profundidades de mi SER, del SER MUJER. Me reconocí cíclica, espiral y Naturaleza con la habilidad de usar el poder del ciclo menstrual a mi favor día tras día, a darle luz a mis sombras y maternar en cada proceso, porque mientras más nos conocemos más nos acercamos a la Fuente. El ciclo menstrual tiene el poder alquímico de renovarnos cada mes, es nuestra capacidad biológica de renacer.