Episoder
-
Ser formados para vivir en Dios significa entender y vivir el evangelio, que es la buena nueva de que Cristo nos ofrece redención, perdón y libertad. Al aceptar este mensaje, el Espíritu Santo nos ilumina, dándonos paz y transformando nuestras vidas. En Cristo, tenemos victoria sobre el pecado y la muerte, y todas las promesas de Dios se cumplen en Él. Vivir en fe y gratitud es reconocer Su fidelidad.
-
El sacrificio de Jesús en la cruz es el evangelio que predicamos. Y este sacrificio de salvación nos transforma en creaturas nuevas; nos crucifica con Cristo y nos trae a una vida nueva y diferente. Lo más importante del caminar con Cristo no es saber, porque la letra mata; sino ser transformados en el espíritu, pues esto es lo que vivifica. El discípulo no es que el oye las palabras de nuestro Maestro Jesús, sino aquel que las hace.
-
Manglende episoder?
-
Vivir una vida de agradecimiento puede ser incluso extraño en esta era. Hoy en día el egocentrismo impera en nuestra cultura. Esta forma de vida deteriora las relaciones y genera conflictos interpersonales. ¿Sabías que existen estudios científicos que prueban que la parte del cerebro que procesa la ansiedad y la preocupación se desactivan cuando se expresa gratitud? Vivamos agradecidos primeramente con la obra de Dios en nuestras vidas, y encontremos cosas qué agradecer en nuestra interacción con otros.
-
Muchas veces nos autoengañamos, justificamos nuestras acciones y no nos damos el espacio para reflexionar profundamente. El examen personal a la luz de la palabra de Dios es esencial para crecer y ser transformados. Como hizo el profeta Natán con David, Dios nos confronta con amor, mostrando nuestras fallas para que podamos arrepentirnos y alinearnos con su voluntad. La verdadera transformación viene cuando permitimos que su palabra sea el filtro a través del cual examinamos nuestras vidas.
-
La fe es el motor que nos impulsa a seguir adelante, confiando en que, aunque a veces nos desvíemos o nuestros planes no se alineen con los de Dios, Él tiene el control y siempre nos guía hacia lo mejor. Cuando nuestra vida está alineada con Su voluntad, experimentamos paz y seguridad, sabiendo que Él proveerá lo que necesitamos, incluso en tiempos de dificultad. La verdadera libertad se encuentra en confiar plenamente en Él, pues somos hechos para Su gloria.
-
Un carácter enseñable nos acerca a cumplir los propósitos de Dios. Un espíritu enseñable se cultiva. La humildad y la capacidad de recibir consejo y corrección permite a los hijos de Dios ser usados para su Gloria en bendición.
-
Para servir al Señor (y en cualquier ámbito en el que nos desarrollemos) es necesario autoevaluarnos. Otra evidencia de áreas de oportunidad para el servicio es la presencia de celos. El Apóstol Pablo confrontó los celos de la iglesia en Corinto. En este pasaje se relaciona de nuevo la inmadurez con estos rasgos nocivos para el cuerpo de Cristo.
-
Una señal de inmadurez para el servicio en la edificación de la Iglesia es el perfeccionismo. Es el signo y síntoma de una inseguridad propia. La Palabra de Dios reconoce que todos somos imperfectos, solo Dios nos hace perfectos por su Gracia.
-
Para vivir en propósito es necesario tener una meta. Un objetivo al cual apuntar. No es conveniente ir a la deriva. Vivir con propósito requiere una meta definida que convierta lo invisible en visible.
-
¿Te has preguntado por qué servir a otros o servir a Dios? Nuestra naturaleza es servir a los demás; en ello encontramos un sentido para nuestra vida. Pero es importante identificar y desarrollar nuestras motivaciones para servir.
-
Nuestra vida fue creada con un propósito. Una vida con propósito es una vida plena y bien vivida. Nuestro llamamiento por Dios responde a la gloria de Dios mismo. La realización personal en esta humanidad se alcanza cuando se vive bajo su Voluntad y para su Gloria.
-
¿Te has hecho esta pregunta? Al llegar a Cristo cargamos un bagaje que explica nuestra mundanalidad. Es necesario reconocer nuestro estado y trabajar de la mano del Espiritu Santo en el crecimiento de mi carácter en Cristo.
-
Servir a Dios es un deseo en el corazón del hombre que agrada al Señor; pero servirlo con excelencia requiere una evaluación interna personal. Las heridas y aprendizajes de vida que cargamos deben sanar y ser transformadas por la Gloria de Dios para ofrecerle nuestra mejor adoración y nuestro mejor servicio.
-
En el libro de Exodo Dios tuvo que convencer a Moises de que quien le hablaba era El Gran Yo Soy. Fue hasta ese momento en que Moises descubrió su razón de vivir. Sólo en el Señor y entendiendo sus caminos, nuestras vidas cobran propósito, porque "en Él vivimos, nos movemos y somos" (Hch. 17:28).
-
Todos queremos servir a Dios de alguna manera, pero asimismo todos mantenemos áreas en nuestra vida que necesitan ser ordenados por Él. La Palabra enseña que Sus Caminos son santos. Si queremos discernir la voluntad de Dios debemos buscar Sus Caminos. Nuestras dificultades en muchas ocasiones tienen su origen en que no hemos agudizado nuestros sentidos espirituales para conocer las sendas del Padre.
-
Es necesario desarrollar muchas áreas en nuestra vida antes de hacer cosas para el Reino de Dios. El Señor nos llama y nos quiere preparar para su obra, pero en nosotros está dejarnos moldear. En esta serie aprenderemos a alinearnos a la Voluntad de Dios de acuerdo con nuestra identidad en Dios.
-
Cuando caminamos en el Señor, nuestro anhelo ha de ser conocer Su Voluntad. Cuando Jesús enseña a sus discípulos a orar, la oración que les transmite muestra que antes de pedir cualquier cosa, es preciso pedir Su Voluntad para nuestras vidas.
-
Dios tiene que manifestarse a nosotros para mostrarnos Sus Caminos. Qué peligroso creer que servimos a Dios, pero estamos en realidad siguiendo nuestros propios intereses. Podemos conocer su Voluntad y sus Caminos leyendo su Palabra y manteniendo una comunión íntima con Él; alineando nuestras intenciones a las de nuestro Padre. Que recordemos siempre que todo fue hecho por Él y para Él. Jesús enseñó hablando sobre la oración y el ayuno la importancia de que nuestro servicio a Dios no se enfoque en nuestra propia gloria, intereses o recompensa. La Biblia enseña a no apoyarnos en nuestra propia prudencia (o caminos), sino a confiar en el Señor y él enderezará nuestro camino.
-
Anhelar su Presencia es vital en nuestro caminar con Cristo. Qué trágico sería ir por la vida creyendo que contamos con Su Presencia y no darnos cuenta que se ha apartado de nosotros. Que en nuestro corazón esté el anhelo de Moisés: Si tu Presencia no va conmigo, no me saques de aquí. A donde sea que vaya quiero estar en tu Presencia.
- Vis mere