Episoder
-
Hablar de profecías en el presente, versus la Palabra profética más certera, la Biblia, es una premisa que de entrada, puede sonar incómoda para algunos creyentes, incluso polémica. Pero no debería ser así para cualquier cristiano que atesore la Palabra de Dios y que verdaderamente confíe que lo que lee a diario en la Biblia, es exactamente la voz de Dios escrita a puño y letra por hombres que fueron inspirados por el Espíritu Santo. Un cristiano que defiende la vigencia de los dones como el de profecía, no debería tener mayor anhelo de que alguien le hable de parte de Dios, que el deseo por experimentar las riquezas que puede encontrar directamente en su Palabra.
-
Si en verdad hemos de conocer a Dios, es absolutamente necesario que Dios nos revele quién es. De otra manera, nos quedaríamos en extrema oscuridad. Es por esto por lo que la Biblia hace énfasis con tanto entusiasmo sobre la autorevelación de Dios. Esta revelación es personal. Dios se revela a sí mismo al decirnos su nombre. Inicia un pacto con nosotros y se nos da a conocer.
-
Manglende episoder?
-
La Biblia está compuesta por sesenta y seis libros agrupados en dos grandes secciones conocidas como Antiguo Testamento y Nuevo Testamento. El evento que marcó la historia en dos partes es la encarnación de Cristo, el Hijo de Dios, y la misma es relatada a lo largo de los cuatro Evangelios. Pero es importante aclarar que toda la Biblia habla de una sola historia desde el primero hasta el último libro. Es decir, desde Génesis hasta Apocalipsis se nos habla del gran plan de Dios.
-
¿Existe algún peligro en no creer en la inerrancia bíblica? ¡Definitivamente, sí! A lo primero que nos enfrentamos es a quienes afirman que la Biblia es falible. Estos deducen que existe error en el mensaje bíblico, implicando entonces que Dios miente. Pero, de acuerdo a Números 23:19 “Dios no es un hombre; por lo tanto, no miente. Él no es humano; por lo tanto, no cambia de parecer”. Implicar que Dios miente es un grave error y una afrenta directa al carácter santo de Dios.
-
Debemos recordar que nunca estamos solos con nuestra habilidad cognitiva para entender la Biblia. Si fuera así, entonces sí tendríamos que preocuparnos. Pero no es así. Nuestro Señor Jesucristo nos prometió el Espíritu Santo, quien nos “enseñará todas las cosas, y recordará todo lo que Él ha dicho” y nos “guiará a toda verdad”. Esta es una realidad que no podemos pasar por alto. Debemos orar al Señor por la dirección de su Espíritu cada vez que nos acercamos a la Palabra y no apoyarnos en nuestro propio entendimiento.
-
La Escritura es infalible, pero nosotros no. Nuestra interpretación de algún pasaje bíblico puede que no sea el mismo mensaje que Dios intencionó dejarnos. Esto se vuelve aún más probable y más cierto cuando usamos textos aislados para apoyar principios no bíblicos que muchas veces son totalmente contrarios a la intención y el contexto para el cual se escribió. La corriente humanista de nuestra sociedad tiende a usar textos bíblicos para sigilosamente establecer pautas no bíblicas de una manera que aparente que sí lo son.
-
Hoy día vemos algunas versiones encontradas de algunas lecturas bíblicas y un mal uso de textos para sostener pensamientos humanos no bíblicos. El ser humano, al hacer cualquier tipo de lectura, puede inconscientemente traer a colación sus experiencias, aprendizajes, sesgos culturales y sociales que tiene arraigados en su ser, haciendo la interpretación una particular, individual y personal. Es por esta razón que tenemos que estar apercibidos de esta situación y buscar la razón innata del texto, en el contexto y situación en que se escribió, y buscar el propósito del autor al escribir para poder darle una interpretación más certera y verdadera. De manera que el mismo pasaje nos diga lo que el autor en realidad nos quiso decir en su inspiración por el Espíritu Santo en los momentos que lo hizo.
-
Lo que Jesús quiere enseñarles a estos religiosos y fariseos del pasaje de hoy, es que el amor y la gracia de Dios están por encima de las leyes, de los dogmas y la rigidez religiosa. Que el amor ha llegado para sanar, salvar y libertar, no importando el día ni la hora. Jesús vino a enseñar sobre el reino, a sanar y salvar lo que se había perdido. A los que nadie quería. Jesús ve mucho más allá. Más allá de las intenciones.
-
La santa y divina Palabra de Dios es la fuente y método principal de interpretación de la Biblia misma, como fundamento sólido e inequívoco. Este es uno de los principios más importantes dentro de la hermenéutica: la creencia de que la Biblia es la herramienta indispensable para interpretarse a sí misma. A través de todo el canon bíblico, están plasmados los relatos y ejemplos que conducen hacia esta afirmación. Es por esto que queremos resaltar diligentemente por medio de la guía del Espíritu Santo varios pasajes que afirman dicha conclusión.
-
Cuando hablamos de Dios Padre y de Cristo Su Hijo, debemos hacer distinciones sutiles pero importantes para entender las particularidades de los términos “Palabra” y “Logos”. El evangelio de Juan 1:1-4 presenta un “Verbo” y un “Logos” coexistiendo de manera perfecta, clara, libre de confusiones, donde el “Verbo (Palabra) es hecho carne”.
-
Enfocarse únicamente en el testimonio de Cristo y los apóstoles en cuanto a la naturaleza de las Escrituras y no ver la Biblia en su totalidad como inspirada por Dios, es un error, en sí mismo es ilógico, irreverente e injustificado. El camino correcto consiste en tratar la Escritura sobre la presuposición de que, habiendo sido dada por Dios, es fiel a los hechos físicos, morales y espirituales; porque ese es el enfoque que los fundadores del cristianismo modelaron en su propio ministerio y que con toda autoridad enseñaron a sus seguidores.
-
Desde el Génesis hasta Apocalipsis, una cosa parece ser la constante; el hombre se presenta como un ser incrédulo, y tal incredulidad lo lleva a desobedecer a Dios pues no le es posible obedecer a algo o alguien en el cual no puede verse genuina y profundamente identificado, a menos que ocurra un cambio radical en su corazón endurecido y rebelde a su Creador. Tal cambio transforma a ese hombre, muerto en su propio pecado, en uno nacido de nuevo y por lo tanto, dispuesto a responder a la Palabra de su Dios. Es lógico entonces pensar que el creer antecede a la obediencia. En el creer se manifiestan tres aspectos importantes que nos ayudan a entender el resultado del llamado de nuestro Padre: la confianza, la obediencia y la entrega. Sin un cambio de mente, es decir, sin el milagro de la metanoia, ninguno de estos aspectos se podrían manifestar.
-
Para el creyente, que el canon cerrado sea la revelación autoritaria completa es importante ya que, la Sagrada Escritura contiene todas las cosas necesarias para la salvación: así pues, todo lo que no se lea en ella, ni se pueda probar por medio de ella, no se exige a nadie que lo crea como un escrito de la fe, ni se considera un requisito o algo necesario para la Salvación. Es decir, puede el creyente confiar en que lee, estudia y vive en las palabras y mandatos inspirados por Dios por medio de cada uno de los libros del canon, y que este está completo, que no cambiará, y que es la Palabra autoritaria de Dios.
-
La Biblia es la palabra de Dios. Por tanto, es completamente segura, confiable e incapaz de fallar. También, es suficiente, pues contiene todo el consejo de Dios para el hombre. Además, tiene toda autoridad, respecto a todos los temas, que plantea de principio a fin. Esto quiere decir que no se puede alterar o quebrantar de ningún modo y bajo ninguna circunstancia, pues es dada por Dios y representa el carácter santo, inquebrantable e inmutable de quien la inspiró y quien la sustenta por la eternidad.
-
La Biblia misma afirma ser la Palabra de Dios en diferentes pasajes. Por ejemplo, en Mateo 4:4 Jesús dijo: —Escrito está: “No sólo de pan vive el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios”. 2 Pedro 1:20-21 muestra que: "Ante todo, deben saber que ninguna profecía de la Escritura surge de la interpretación de uno mismo, porque la profecía nunca ha tenido origen humano, sino que los profetas, impulsados por el Espíritu Santo, hablaron de parte de Dios"
-
Jesús le está diciendo a la gente en este pasaje de Lucas 13.22-35, 'ustedes tienen que esforzarse por entrar por la puerta'. ¿Está diciendo Jesús que la salvación es por obras? ¿Es que acaso Dios cambió el método de salvación? En realidad nosotros sabemos con claridad que en el Antiguo Testamento la salvación era igualmente por gracia. Porque por las obras de la ley ningún ser humano será jamás justificado. Entonces, ¿a qué se refirió Jesús al hablar de esforzarse para entrar por la puerta?
-
La autoridad de la Palabra de Dios no está determinada por la creencia individual de una persona. La Biblia, como la revelación de Dios, tiene una autoridad objetiva y sobrepasa las opiniones y creencias personales. Si alguien no cree en la Biblia, aun así, no puede negar la influencia que la Palabra de Dios ha tenido en la historia, cultura y moralidad de la humanidad. Además, la Biblia sigue teniendo un impacto significativo en la vida de las personas que la leen y la estudian. La Biblia misma nos dice en Hebreos 4:12: "Porque la palabra de Dios es viva y eficaz, y más cortante que cualquier espada de dos filos; penetra hasta la división del alma y del espíritu, de las coyunturas y los tuétanos, y discierne los pensamientos y las intenciones del corazón".
-
La Biblia tiene autoridad para revelar a Dios y cautivar la conciencia del hombre, pues es la Palabra inspirada por Dios y tiene el poder de revelarnos su voluntad y enseñarnos cómo vivir una vida justa delante de Él. (2 Timoteo 3:16-17). A través de la Biblia, podemos conocer quién es Dios, su carácter y sus propósitos para la humanidad. En ella encontramos enseñanzas morales y éticas, que nos ayudan a discernir entre el bien y el mal. También nos muestra el camino de salvación a través de Jesucristo y nos guía en nuestra relación con Dios y los demás.
-
La Biblia es autoritativa porque es considerada la Palabra de Dios. Creemos que Dios reveló su voluntad y su mensaje a través de los autores inspirados por el Espíritu Santo, y que esta revelación se encuentra contenida en las Sagradas Escrituras. La autoridad de la Biblia se basa en el carácter y la naturaleza de Dios. Como seres humanos limitados, no podemos conocer a plenitud la mente de Dios o entender todos sus caminos. Sin embargo, a través de la Biblia, Dios nos ha dado una revelación suficiente y confiable sobre quién es Él, su plan de salvación y cómo vivir una vida que le agrada.
-
Todas las palabras de las Escrituras son palabras de Dios. Esto es lo que la Biblia afirma en cuanto a sí misma. La autoridad de las Escrituras significa que la Biblia es la Palabra de Dios y, por lo tanto, tiene la máxima autoridad en la vida de los creyentes. Quiere decir además, que la Biblia es la norma suprema para la verdad y la guía en cuanto a la fe y la conducta.
- Vis mere