Episoder
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Hablamos en Rock al Parque con la agrupación colombiana sobre este festival público y también sobre la celebración de los 20 años de su emblemático álbum, un clásico del rock colombiano.
Foto: Emilio Barriga
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El 9, 10 y 11 de noviembre será una nueva edición de Rock al Parque, el tradicional festival de entrada libre hecho en Bogotá por la alcaldía de la ciudad. Continuando con la curaduría del año pasado, que dio un giro hacia la esencia del evento, cuando se convirtió en un eje de la música alternativa iberoamericana, para su edición 28 aumenta la presencia de propuestas del continente, con algunos clásicos del rock.
Hablamos con Héctor Mora, el programador de este festival del Instituto Distrital de las Artes-Idartes de Bogotá sobre lo que trae el cartel 2024.
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Manglende episoder?
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Sin importar el mes del año en el que se haga Rock al Parque, la lluvia ha sido una de sus fieles acompañantes. Fuera en mayo, julio, octubre o noviembre, parecía imposible evadir el mal clima, como si el festival tuviera un imán para atraerlo. Solo de vez en cuando los rayos del sol iluminaron el Parque Simón Bolívar en las más recientes ediciones del festival, acostumbrando al público a llevar siempre el vestuario para soportar horas seguidas de agua.
El pasado Rock al Parque fue la excepción. Los chilenos de Los Jaivas aterrizaron en una soleada Bogotá, sin creer que los días anteriores el agua había provocado estragos en la ciudad. Ante los asistentes al Teatro Jorge Eliécer Gaitán, brindaron un emotivo recital. “Es el mejor concierto que hemos hecho en Colombia”, dijo bromeando Mario Mutis, uno de los integrantes originales del grupo, ante una sala llena de chilenos y colombianos que lo habían esperado por décadas, tras 60 años de trayectoria sin haber pisado el país.
Los días pasaron y el sol se mantuvo. Desde el sábado y durante el puente festivo, entrar al Parque Simón Bolívar parecía un viaje en el tiempo, cuando el calor sofocaba a los asistentes de camisa negra en las primeras ediciones del festival, en los años 90.
El primer día, no parecieron ser tantos los metaleros asistentes como en los años anteriores, ni los mismos. Las hipótesis lanzadas por los expertos en el género musical son que este año no hubo tanto black ni death metal y el grupo más reconocido que debutaba era In Flames de Suecia que, en su momento, los noventa, conquistó oídos de un público más amplio y menos radical, menos vestido de negro. Por eso, faltaron los fanáticos del metal más extremo.
Los otros dos días evocaron también las viejas épocas. El sonido aún por pulir de algunas de las agrupaciones distritales, más los clásicos del ska latinoamericano que solían convocar a las multitudes y las propuestas experimentales atrajeron al parque a nuevos públicos y a bogotanos que llevaban años sin asistir al parque. Combos de 'cuarentañeros' estuvieron frente al imponente show de la española Ana Curra -ligada a la icónica movida madrileña-, una población que hizo presencia de nuevo en Rock al Parque, tras un largo rato de preferir ver el festival por televisión para evitar jornadas extenuantes y frías al aire libre.
Un momento memorable fue el del show de LosPetitFellas, quienes llamaron una nueva generación -y tal vez algo de público diferente- al parque y recordaron aquellas propuestas que sorprendían por su originalidad cuando aparecían en las tarimas de Rock al Parque. Por un instante, las reacciones del público parecían las que en su momento lograron los ya desaparecidos Los Tetas de Chile o, incluso, los argentinos de Illya Kuryaki & The Valderramas, que atraían miles de jóvenes por su novedosa música, cuando no había redes sociales y los públicos alternativos se formaban gracias a MTV, a las revistas independientes o a la Radiodifusora Nacional de Colombia. Esta vez fueron 'los Fellas' los que hicieron prender miles de luces de celulares y, conmovidos con la respuesta por parte del público, lograron una profunda conexión con ese instante, que recordarán por siempre.
También hubo lugar para los conciertos de propuestas diversas como las de los chilenos Javiera Mena o Matías Aguayo, y la de los mexicanos de Sonido Gallo Negro, que evocaron aquellas sensaciones que en 2001 provocaron sonidos como los de los mexicanos de Kinky, Sussie 4 o Nopal Beat, cuando la electrónica latinoamericana se empezó a incluir en el festival, contra la voluntad de los puristas y los rockeros radicales, que más de 20 años después aún se oponen a que propuestas como estas sean incluidas en el evento.
Entre las sorpresas nacionales estuvieron los clásicos de Medellín Los Árboles, las originarias de Pasto (sur de Colombia) Las guaguas del punk o los bogotanos de La Real Academia del Sonido, que sobrepasaron las expectativas de asistencia en sus presentaciones y mostraron la existencia de los diferentes nichos de la música hoy día. Asimismo ocurrió con los españoles de Carolina Durante o los mexicanos de Daniel, me estás matando, cuyas canciones fueron coreadas por cientos de fervientes seguidores.
Rock al Parque es un evento público que fue creado originalmente para destacar a los grupos locales, por lo que es importante resaltar dos actuaciones. Una es la del grupo Armenia, que rápidamente se ha hecho a una gran fanaticada entre los más jóvenes, y la otra es la de LaTenaz, con su propuesta de 'rock arrabalero', protagonizada por la fuerza de la voz de Tana Vallejo, una artista que ha acompañado el sonido bogotano desde la escena alternativa las últimas dos décadas.
Otra presentación clave del festival fue la de Aterciopelados. Aunque cuando su participación fue anunciada abundaron los comentarios negativos en redes sociales, reclamando oportunidades para nuevos artistas, allí, en vivo y en directo, se demostró una vez más que los haters virtuales no son el público real. Tal vez las críticas se dieron porque no se explicó a tiempo que los 'atercios' estarían allí con un repertorio especial, el de su álbum El Dorado, y no con una presentación habitual. Ante los aplausos y, como en LosPetitFellas, las luces cubriendo toda la plaza del Parque Simón Bolívar, se hizo evidente, de nuevo, que Andrea Echeverri es la figura más carismática del rock colombiano. Es indiscutible.
Sin lluvia, miles de aficionados al reggae, el ska y sus parientes musicales cercanos volvieron también al parque, como en los viejos tiempos, a disfrutar de Javier Alerta, Los Auténticos Decadentes, Los Pericos, Salón Victoria, Los Calzones y Tijuana No. Un momento mágico pudo haber sido el de Julieta Venegas haciendo una aparición en Pobre de ti, pero no ocurrió. Eso sí, la mexicana recordó en su concierto la importancia de Rock al Parque en su carrera, ante miles de personas felizmente estrujadas de poder ver gratis a la ahora gran estrella pop.
Entonces, los momentos mágicos o al menos cautivantes no los proporcionaron solamente los artistas más famosos y estuvieron también en las presentaciones de debutantes en el Simón Bolívar. Las puestas en escena de los venezolanos de La Vida Boheme y de la argentina Malirina Bertoldi fueron un poco más allá de las canciones.
Henry D’Arthenay encarnizó su personaje de frontman en tarima, que excede al de un cantante común por su vigor y teatralidad, y convirtió el concierto en un performance, de la mano de la interpretación musical impecable de sus compañeros en escena. Con sus overoles amarillos, mientras una nube gris intentaba sin éxito opacar el sol, los integrantes de La Vida Boheme por fin pudieron estar en el tan anhelado festival, para el cual intercambiaron su típica canción de cierre La vida mejor por un oportuno tema, como si hubiera sido compuesto para ese momento. Con Acción (o decreto de guerra a muerte a los traidores del rock latinoamericano) se despidieron de Rock al Parque.
En la noche, frente a un público más discreto pero apasionado por su primera aparición en Colombia, Marilina Bertoldi se presentó con un set en el que hizo gala de sus habilidades artísticas y su hambre por explorar los matices de sus distintas canciones, a veces en la guitarra y otras en la batería. Mientras las multitudes bailaban ska en el final del festival, hablamos con ella y le dimos nuestro cierre a la edición 27 de Rock al Parque.
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Escucha el análisis especial que hace Renata Rincón desde el Festival Cordillera en Bogotá. Un repaso por las actuaciones mas importantes de la segunda edición del festival colombiano.
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Entre el diverso cartel latinoamericano que presenta el Festival Cordillera en su versión del 2023 se encuentran dos grupos que se han mantenido activos en las tarimas desde su nacimiento en los años 90, cuando no había redes sociales y las escenas de las ciudades se construían solamente a través de los conciertos.
Aunque nunca alcanzaron la fama internacional de Aterciopelados, el gran referente colombiano del rock, sí lo son en el país. A grandes rasgos, las 1280 almas por construir una escena a lo largo y ancho de Bogotá haciendo conciertos en todos los lugares posibles de la ciudad, manteniendo siempre una postura contestataria y haciendo rock desde los sonidos bogotanos; y Superlitio, por arriesgarse a salir de su ciudad (Cali) a cultivar seguidores en el resto del país y a emprender una aventura en Estados Unidos, de la que resultó el icónico álbum Tripping Tropicana (2004), que marcó radicalmente su camino musical desde entonces.
Ambos grupos son imperdibles para los visitantes que llegan al Cordillera del exterior. Hablamos con Juan Carlos Rojas de 1280 almas y con Pedro Rovetto de Superlitio, quienes nos contaron brevemente sobre la importancia de este nuevo festival para la región y nos dieron un abrebocas de sus presentaciones.
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Pablito, el vocalista de esta agrupación argentina y de otros proyectos como Lubumba, reconocido por su particular voz y su interpretación del reggae, falleció el pasado fin de semana. Ya a través de sus redes sociales había compartido sobre su estado de salud y había pedido apoyo para costear los tratamientos médicos.
Molina se dio a conocer desde los años 90 por su estilo como cantante de Todos Tus Muertos y Lubumba, agrupaciones pioneras en combinar el rock, el punk y el reggae de Argentina, con integrantes como Felix Gutiérrez, Fidel Nadal, Horacio Villafane, entre otros.
Aunque no fueron parte del mainstream en América Latina, canciones como "Gente que No" del disco Todos tus muertos (1997) y "Andate" del disco Dale Aborigen (1994) se convirtieron en himnos de la escena alternativa de varios países.
Todos tus muertos ha tenido dos etapas marcadas. La primera hasta el año 2000 y luego un regreso en 2004, liderado por Pablito Molina y Félix Gutiérrez, a quienes recordamos en esta entrevista hecha en 2006, en su visita a Colombia, sobre este reencuentro.
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El compositor, productor y multi-instrumentista Gustavo Santaolalla esta de regreso en Europa para presentarse en varias ciudades de España y Francia.
El argentino continua con la gira Desandando el Camino, con la que se encuentra repasando su trayectoria musical que incluye desde sus primeros trabajos con Arco Iris, su trabajo en BajoFondo, su material como solista y diferentes historias sonoras en las que ha participado para proyectos audiovisuales, incluyendo las premiadas y reconocidas Bandas Sonoras de Brokeback Mountain y Babel, así como la música de la reciente serie de The Last of Us.
Gustavo Santaolalla se presentara en: El Festival de Guitarra de Cordoba, el Teatro CDP Gran Via de Madrid, el Festival PortAmérica en Galicia y en Barcelona, ademas de la Sala Bataclan en París.
Las entradas se encuentran en este enlace
Escucha la primera parte de nuestro encuentro especial con Gustavo Santaolalla.
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Se anunció una nueva edición del Festival Cordillera, que se llevará a cabo en Bogotá el 23 y 24 de septiembre, un evento que concentra los sonidos latinos en el segundo semestre y que, seguramente, como en su primera edición el año pasado, atraerá a visitantes de varios países a la capital colombiana.
En su versión 2022, el Cordillera tuvo en sus tarimas a Los Fabulosos Cadillacs, Caifanes, Café Tacvba, Draco Rosa, Maná, Zoé, Babasónicos, Molotov, Aterciopelados, Los Amigos Invisibles, Los Auténticos Decadentes, Julieta Venegas y Mon Laferte, entre muchos otros, una selección musical que dejó como interrogante si después de reunir a la mayoría de artistas de la plana mayor de América Latina podría para el 2023 tener un cartel lo suficientemente llamativo y potente como el del primer año.
En su primera versión, hubo varias coyunturas que llevaron al éxito a este festival. Además de su cartel, que reunió a varias de las leyendas del rock en español, el 2022 fue marcado por una asistencia masiva y casi desesperada a conciertos, en los que, por primera vez desde el inicio de la pandemia, en Colombia se dejó de solicitar a los asistentes certificación de vacuna o tapabocas. La gente acudió en masa a los conciertos y los artistas también tocaron en cuanto escenario estuvo disponible, una tendencia que se ha logrado mantener hasta ahora, a pesar de los altos costos que representa para los bolsillos colombianos la devaluación del peso frente al dólar y aumenta los precios de la boletería.
En cuanto a la música, para 2023 el Cordillera presentó un cartel anunciado en cuatro bloques en su afiche oficial. El primero para las grandes estrellas, las más reconocidas, con Juanes, Residente, Andrés Calamaro, Los Ángeles Azules, Café Tacvba -que es el único que repite- y Damian Marley, asiduo visitante a Colombia.
En el segundo y tercer bloque, el festival trae a aquellos artistas que han entrado y salido del mainstream a lo largo de sus carreras y han logrado entrar en el engranaje de la industria musical para quedarse, algunos reconocidos por un público masivo gracias a canciones que los han puesto en las emisoras TOP 40 o en los Grammy Latinos, y otros clásicos o de nicho, que no necesariamente son fuertes en redes sociales, pero tienen seguidores fieles.
De esos, durante los 17 años que cumple Latin Roll hemos acompañado las carreras de Bomba Estéreo, El Cuarteto de Nos, Los Bunkers, Plastilina Mosh, Siddhartha, Superlitio, Vetusta Morla y las 1280 almas, y también hemos tenido en el radar a artistas como Jorge Drexler y a la joven estrella Wos.
También en ese bloque de artistas de la edición de este año del Festival hay dos leyendas. Están Los Enanitos Verdes, cuyo vocalista Mariano Cantero había fallecido unos días antes de la primera edición del Cordillera y este año será el gran ausente, y Claudio Narea de Los Prisioneros, que interpretará los clásicos de la agrupación chilena.
Otros nombres que aparecen allí son Cypress Hill, un clásico novelero que apuesta a la nostalgia y a un público hip hop, además de Los Caligaris, Cultura Profética y Los Cafres.
Entre las apuestas que ocupan el último bloque del cartel están algunos artistas que ya han pasado por Colombia en los Festivales al Parque como Los Espíritus o iLe, las colombianas de Las Añez, unas de las más reconocidas en los circuitos musicales más exigentes o Astronomía Interior, el grupo de Ángel Mosqueda y Jesús Baez, integrantes de Zoé.
Así que este año hay un cartel que cubre un amplio espectro musical y que permitirá presenciar los reencuentros de Plastilina Mosh o de Los Búnkers, y seguramente traerá esas colaboraciones en tarima (palomazos) gracias a la coincidencia en el cartel, como tal vez la de Vetusta Morla con Wos o, posiblemente, la de los hermanos René e Ileana Cabra, aunque desde sus carreras como solistas han mantenido la distancia.
Como lo dijimos el año pasado, el Festival Cordillera es un nuevo espacio que, como lo hacía únicamente el Vive Latino, ofrece más al sur del continente una reunión de la identidad cultural latina y es un imperdible para quienes quieren disfrutar en un solo lugar, un fin de semana, de lo más representativo de los artistas musicales latinos.
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Tras varios años sin tocar en Colombia Vetusta Morla agotó todas las entradas tanto del Teatro Jorge Eliecer Gaitan en Bogotá como el Teatro Pablo Tobon de Medellín.
Tras su primera visita por Ecuador y presentarse en Cuenca y en Quito la banda española pudo compartir con el publico colombiano las canciones del nominado Cable a Tierra junto a varios ya clasicos de su repertorio musical.
Fue la sexta visita de Pucho y sus compadres de banda a un país en el que cada vez se consolidan con mas fuerza.
Por otro lado La Vida Boheme también llevaba casi 4 años sin pisar suelo colombiano y su sonido se consolida como uno de los mas poderosos de los últimos años en nuestra lengua
Renata Rincón nos cuenta todos los detalles y algunos impresiones de Chevi de La Vida Boheme aquí
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Escucha el resumen especial de Renata Rincón.
La capital de Colombia fue testigo de un momento histórico y único, donde se dieron cita las leyendas latinoamericanas de los últimos años: Los Fabulosos Cadillacs, Caifanes, Cafe Tacvba, Zoé, Los Auténticos Decadentes, Babasonicos, Julieta Venegas, Mon Laferte, Molotov, Aterciopelados, LosPetitFellas y más.
Más de 25 artistas estuvieron presentes en el cartel oficial del Festival Cordillera 2022, tres escenarios y que se consolida como uno de los más importantes espacios para los sonidos latinoamericanos en vivo. “Sentimos que este nuevo espacio para la música latinoamericana en vivo se posicionará como uno de los más importantes del continente. El público colombiano y de otros países podrán ver en el Festival Cordillera un lugar para celebrar su herencia latinoamericana y nuestro idioma cantando las canciones que nos definieron, nos unieron y que siguen retumbando en nuestros corazones.", comparte Sergio Pabón, promotor de Páramo Presenta.