Episodes
-
Dos personas en crisis conectadas en Tokyo comparten su confusión. Mas que esto no hay nada, dice la canción de Roxy Music que Bill Murray canturrea en el Karaoke mirando a Scarlett Johansson, no hay nada más que esa conexión de dos almas perdidas. Una joven en ropa interior contempla la gran urbe a través de la ventana, un actor de viaje en el país del sol naciente se pimpla los whiskies que él mismo anuncia en el bar del hotel: “Un momento de relax es un momento Suntory”.
Profundidad de campo, iluminación intimista y el actor, mirando una lámpara, se enciende un habano y bebe en silencio. Bill Murray aporta sus gestos congelados, su cara de póker tan divertida, esas caras que le pone a la joven, natural y bella Scarlett Johansson. Salen de la habitación, entran, se encuentran en la piscina, y comparten su hastío, bucean en compartimentos afines mientras las señoras mayores practican aerobic.
El vestuario, los lugares, la iluminación, los tonos neutros escogidos por Sofía Coppola subrayan el abandono y la estupefacción de la insólita pareja. Los tópicos y los lugares el Japón desde la mirada de un occidental. Con esta película hay que conectar, ocurre algo similar a la más reciente “Aftersun” -Charlotte Wells-, momentos de cierta alegría y otros de tristeza, de soledad ociosa en un hotel. Seguramente la joven licenciada en filosofía y harta de un marido fotógrafo y adicto al trabajo nunca más llame al actor en horas bajas, aún así nos quedamos pensando que le susurró al oído mientras sube la distorsión del “Just like Honey” de los Jesus and Mary Chain.
Esta noche nos vamos de marcha por Tokyo con pistolas de juguete…
Chari Medina. Salvador Limón, Raúl Gallego y Zacarías Cotán -
Se inicia "Jennie" con una introducción de John Keats, los versos inmortales de una de sus odas nos aseguran que la belleza es la única verdad, la que nos alumbra, es todo lo que conocemos en esta vida, y lo único que necesitamos.
Transita el film de William Dieterle y el productor O Selznick por mundos imaginarios, universos brumosos y visitantes fantasmales. Un film a sentir desde el corazón, con tonos surrealistas, una ensoñación profunda y etérea como los motivos de Debussy en la banda sonora compuesta por Dmitri Tiomkim.
Jennie desenfoca el encuadre a lo largo del metraje, en su primera aparición detrás de un muñeco de nieve es una cría inquieta con ropajes de otra época. Jennie canta con aire fantasmal una canción…“De donde vengo, nadie lo sabe, a donde voy van todas las cosas, el viento sopla, el mar se mueve… nadie lo sabe». Antes de separarse, pronuncia un deseo: «Deseo que esperes a que crezca para que estemos siempre juntos».
La soledad del artista solo se alivia con la presencia de su musa, de la sirena que atraviesa el umbral del tiempo y terminará siendo retratada para siempre. A Jennie solo la ve el pintor, espera siempre su llegada, él ve más allá que el resto, más que la dueña de la galería de arte, más que su amigo el mecánico que le invita a comer. Y ella al principio niña, va creciendo en cada encuentro, un eco que procede de otro tiempo para dar solaz a un solitario. Son Las tres edades de la mujer, la infancia, la juventud y la senectud, Ethel Barrymore, la dueña de la galería, fue Jennie también y perdió un amor mucho tiempo atrás. Y nosotros, como espectadores, entramos en el juego, narrado con sensualidad, con un espléndido trabajo del operador Joseph H August en un rodaje largo , no eran capaces de conseguir la luz adecuada y el mismo murió en el rodaje, sustituido por Lee Garmes.
Esta noche encontramos el chal de Jennie de nuevo…
José Miguel Moreno, Raúl Gallego y Zacarías Cotán -
Missing episodes?
-
El montaje de "Whiplash" es uno de sus puntos fuertes. La entrada del profesor en la sala de ensayo, el silencio reinante ante su llegada a la hora exacta, plano del reloj de pared, los zapatos relucientes y las pisadas en el parqué, trombones, clarinetes, y afinaciones, hasta que la calva de Fletcher brilla y su dedo índice marca el compás. ¡No es mi puto tempo!, este hombre no perdona los errores, y utiliza la presión, el castigo para intentar sacar lo mejor de sus aprendices, la excelencia. ¿Merece la pena esa vejación?
El profesor de música (J K Simmons) asegura que “Haz hecho un buen trabajo” es la peor frase de un idioma. Como el buenismo actual en la enseñanza a todos los niveles está titulando a mastuerzos a los que ya la vida pondrá en su sitio. En cualquier caso, tampoco es eso, los métodos del profesor de jazz no son los más ortodoxos, aunque a su alumno en la batería, parece irle la marcha.
Una relación perversa entre alumno e instructor, dependencia que no deja al espectador indiferente, con algún exceso que está de más. No era necesario que el chico llegara sangrante, tras un accidente de su coche alquilado, un latigazo cervical, y con las baquetas a cuestas se arrastra hasta el teatro. Demasiado fuerte el Gong.
Chazelle busca el impacto visual y emocional, y lo consigue, claro está, a base de llagas, tiritas, y guantazos en la cara. Un film de gestos, trabajo eficiente de los dos actores, Simmons y Miles Teller. Maestro y alumno se retroalimentan, respiran una obsesión mutua, en su reguero de pérdidas y sinsabores dos narcisistas se entienden.
Esta noche nos desatamos tras los bombos y los platillos, y tocamos al ritmo de Buddy Rich…Chari Medina, Raúl Gallego, Zacarías Cotán y Salvador Limón -
Un film de Guy Ritchie diferente al resto de sus historias de maleantes y su humor negro y rocambolesco. Carece de la coña y la ironía de “The Gentlemen” o “Snatch, cerdos y diamantes”. Aquí hay poca broma, acción y tiros sí, los comandos profesionales , el héroe vengativo, el castigador sin piedad dispara a sus víctimas, camina como un replicante sin ansias de seguir viviendo. En el cartel de la película, Jason Statham mira al suelo, con un impecable traje y los nudillos llenos de sangre. Acostumbrado a pegar ostias como panes, sabe disparar sin mirar a los ojos.
El acabado del film es pulcro, las localizaciones aéreas, las grúas, las tomas de los rascacielos, los planos cenitales de los polígonos industriales, sazonado de un nihilismo descorazonado y una violencia que se cierne sobre todos y cada uno de los personajes.
Ritchie y sus colaboradores introducen al espectador en la empresa de transporte de dinero, sigue los pasos de este calvo de espaldas de costalero, y juega con los estereotipos: uniformados con cascos amenazantes, parecen salidos del “Heat” de Michael Mann, trabajadoras de pelo corto que saben utilizar el lenguaje masculino con soltura, por cierto, el protagonista se equivocará y pensará que ella es la infiltrada.
Ritchie narra con ritmo la pesadilla de este hombre que ha perdido lo que más quiere por su culpa, como suele ocurrir en sus films, la trama no es lineal. El asalto inicial al furgón blindado es rodado desde diferentes perspectivas, Statham, Rashomon frío y directo al grano, como no, hay guiños a Tarantino, el final recuerda a Kill Bill. También están ahí los métodos de Harry el sucio, el villano en este film es Scott Eastwood, el hijo de Clint, el más pirado de la banda de militares retirados que echan de menos las montañas de Afganistán y se han pasado al lado oscuro.
Este castigador no se deja atenazar por nada ni por nadie, ha perdido su alma tras comprar dos hamburguesas, se ha ido con el último estertor de un chaval asesinado a sangre fría. En la retribución de H no hay catarsis. Es el baile final del Black Friday más mortífero.
Esta noche disparamos al hígado, a los pulmones, al bazo y al corazón…
Raúl Gallego, Salvador Limón, José Miguel Moreno y Zacarías Cotán -
Ella no es mía, tampoco soy suyo,
lo nuestro es temporal, somos un
préstamo voluntario de momentos
inolvidables que quizás podría
durar la vida entera.
Mario Benedetti
Adaptación libre de la novela de Mario Benedetti, trasladada de Montevideo a Buenos Aires, donde se enmarca una historia de amor entre una pareja con bastante diferencia de edad. Ana María Picchio y Héctor Alterio, él, viudo, cansado de levantarse cada día para ir a una oficina, a quien los hijos le regalan en su cumpleaños un batín gris, y de pronto una nueva empleada en el trabajo, y una conexión inesperada que iluminará sus días, solo algunos días, porque el tiempo pasa y va a su aire, y además hay que contar con los caprichos del destino. Renan traslada los diálogos internos de Santomé en la novela a la sintaxis fílmica mediante los gestos, las emociones, con tanto acierto que el film resultó un éxito de taquilla en su Argentina natal. Además toca otros temas de manera audaz, estamos en la década de los setenta, la homosexualidad del hijo, o la rutina alienada de los chupatintas en la oficina. El film optó al Oscar por película en habla no inglesa, que terminó llevándose “Amarcord” de Fellini.
La naturalidad de esa pareja, la humanidad de cada plano, los dos pasean por la ciudad, los diálogos, las salidas en días de lluvia, acaso eso era la felicidad. Secuencias de un sentimentalismo maravilloso, sin cursilerías, que seguro inspiraron al Garci de “Volver a empezar” o al Campanella de “El mismo amor, la misma lluvia”.
Al ritmo del bandoneón de Julián Plaza y pasos de tango, de la nostalgia de un corazón al que el destino dio una tregua, un breve lapso de alegría y brillo en las miradas, y de pronto, una tos repetitiva, el destino llama a la puerta con malas nuevas.
Y entonces en el restaurante Santomé le dice que él es demasiado viejo, que es mejor sufrir que estar viviendo así, y Laura contesta que no va a pasar por alto ese episodio, y suenan los violines, y Renán se las arregla para que no quede eso dulzón, que no parezca impostado, que se agarren las manos y los recuerdos nos asalten.
Esta noche nos preguntamos si puede uno caer en que consiste la felicidad…
Salvador Limón, Raúl Gallego y Zacarías Cotán -
Existen películas que buscan la indignación en el público, suelen ser hechos deleznables que le han ocurrido a algún infeliz en el lugar y el tiempo menos indicado. En el caso del largometraje de Jim Sheridan, En el nombre del padre, la condena perpetua, la tortura y la muerte por las penalidades en la cárcel del padre del protagonista laceran, nos hacen preguntarnos hasta que límites de miseria puede llegar la condición humana. Gerry Conlon se entrevista con su abogada y le asegura que él ya no cree en la compasión, no puede, fue encerrado junto con su padre y otros sospechosos de pertenecer al IRA y colocar una bomba en un pub. Con pruebas manipuladas y otras ocultas, eran inocentes, parias irlandeses, cabezas de turco en la altiva democracia inglesa de los años 70.
La narración de Sheridan avanza como la pólvora por las calles de Belfast, con las tanquetas armadas del ejército británico pisando los talones de un chaval de pelo largo y pocas luces. Encontrará un amigo del colegio y se embarcará en su aventura fatídica por tierras inglesas. El film se ensombrece en las dependencias policiales, las torturas, las conversaciones en la misma celda de un padre y un hijo que nunca se han entendido y terminan conociéndose, acercándose en su sufrimiento. Esa relación paternofilial bien trazada al principio, el padre intenta resolver los entuertos de un hijo con poca cabeza. Siempre utilizaba frases hechas para todo, comenta el joven, rabioso de vivir. Cuando sale de casa en busca de fortuna para tomar el ferry a Inglaterra, la madre susurra al cerrar la puerta que como mucho en un mes estará de vuelta.
Respecto al guion Sheridan y George se permiten algunas licencias, padre e hijo nunca compartieron celda, el director lo hizo para mantener la tensión y no hacer aburrida la segunda parte del film. No tuvo lugar el motín en la proyección de El padrino ni tampoco le metieron fuego al funcionario de prisiones. Efectismos que podían haberse ahorrado, no hacían falta, la historia es potente, y nos deja dubitativos, pensamos igual que Gerry. Dónde está la compasión, la justicia en un sistema podrido de intereses creados y burocracia.
Esta noche corremos por las calles de Belfast arrojando cócteles molotov…
Zacarías Cotán, Salvador Limón, Raúl Gallego, Chari Medina y José Miguel Moreno. -
Conspiración y paranoia en un thriller de culto de Brian De Palma. Impactante como el sonido del motor de un coche que se aproxima, el reventón de un neumático, y salvarle la vida a una chica con aire ingenuo de la que te vas a enamorar, si rizamos el rizo, el piloto cadáver resulta ser un candidato a la presidencia del país. Y la ciudad de Filadelfia, emblema de la independencia y la campana de la libertad.
Los personajes de este film no son libres en absoluto. Con el reciente escándalo de Chappaquiddick de fondo, suceso en que murió la acompañante del senador Ted Kennedy, o la propia grabación de la muerte real de su hermano, JFK. Jack y Sally viven una relación condenada al fracaso. Un técnico de sonido y una maquilladora que hace trabajitos extras de dama de compañía. Las notas de piano de Pino Donaggio acentúan el sabor amargo de los besos de Jack y Sally, la atracción y la tragedia.
La psicosis de John Lithgow, asesino del acervo de De Palma, los clásicos de Hitchcock siempre ahí, la escena en la ducha del slasher, o algunos planos cenitales y de ventanas indiscretas. De Palma es un voyeur, igual que nosotros, el Vértigo del maestro también planea sobre la obsesión de Jack, el técnico de sonido antes trabajó para la policía, igual que James Stewart, y salva a su amada de perecer ahogada,
La labor del operador Vilmos Zigmond incrementa el pesimismo y la oscuridad reinantes, travelling desesperados, la lente bifocal, los giros excesivos de 360 grados, en una ocasión llega a marear al espectador con Travolta saliendo y entrando en el plano varias veces, la pantalla partida, un absoluto ejercicio de estilo y puesta en escena. De Palma hace un homenaje al cine con el ingeniero de sonido rehaciendo toma a toma lo que vio aquella noche, sincronizando el sonido, desvelando lo imperceptible.
Esta noche escuchamos el grito de terror más real…
Chari Medina, Salvador Limón, Juana Ruiz, Zacarías Cotán y Raúl Gallego -
Los surcos arados en el campo, las arrugas marcadas en el rostro, las cicatrices del día a día en la gran ciudad. Los Pérez llegan del campo en un tren de provincias, cargados de bártulos, les llaman palurdos, realquilan las habitaciones de un pariente que antes hizo lo mismo y no le fue tan mal. Volver al pueblo sería la peor vergüenza, sería reconocer el fracaso. Hay que aguantar, acudir a la oficina de empleo, trabajar en la fábrica, malvivir vendiendo caramelos, servir a la señora y ponerse sus medias cuando no esté.
Un Madrid en blanco y negro, deshecho y mezquino. La agresividad a flor de piel en todos los rincones y peleas a puñetazos cada dos por tres. El Chamberlain hace y deshace, controla todos los chanchullos, y da trabajo a las pobres almas, dando el soplo, vendiendo tabaco de contrabando, o subiendo en camiones en marcha para robar mercancía a la luz de las estrellas.
Nieves Conde rodó este film extraordinario con guion de Torrente Ballester, en plena autarquía del primer franquismo. Tiempos de estraperlo y tranvía, como cantaba Serrat. Una ambientación estupenda, el bar de la época, decorados geniales, los patios de corralas o las calles de Madrid con la estación de Lavapiés de fondo.
Con las interpretaciones memorables de Félix Dafauce, María Asquerino o José Prada, y la influencia del neorrealismo italiano, incluso hacen alusión al estilo en un diálogo entre el Chamberlain y la señora burguesa cuando deciden ir al cine, ella le dice que le saque donde sea, está tan aburrida: “Ahora lo que se lleva son las películas neorrealistas, gentes de barrio, problemas sociales…” Mientras la hija de los labriegos, Tonia -Marisa de Leza-, aspirante a artista de la copla, friega la cocina de rodillas.
Esta noche nos tomamos unas cañas con el Mellao, la Pili y el Chamberlain…
Rosario Medina, Juana Benítez, Raúl Gallego y Zacarías Cotán -
La figura del caballo y el jinete se recorta contra el cielo, las crines del equino mecidas por el viento de la sierra y la sonrisa de Kirk Douglas, Jack Burns, el bravo cowboy de Los valientes andan solos. El director David Miller tuvo varios desencuentros con Douglas a lo largo del rodaje, y aún así éste era el papel favorito de Kirk. El resultado es potente, acompañamos las andanzas de este caballero que se niega a comprarse un coche y dejar su montura, a Jack le ha alcanzado la modernidad, se echa sobre un peñasco a contemplar el cielo que ahora surcan aviones, y su huida se ve interrumpida por alambradas y carreteras de asfalto.
Atractivos hay para dar y regalar en este film, las miradas y abrazos entre una jovencita Gena Rowlands y su amigo errante, la complicidad entre el pistolero y su yegua semisalvaje, la pelea con el manco excombatiente de Okinawa, un diálogo que seguro el guionista Dalton Trumbo inspiró en su encuentro con John Wayne, un camionero sudoroso que transporta cientos de retretes, o el sheriff Walter Matthau, acompañado por ayudante incapaz, persigue con desgana al fugitivo y escupe su sed a las rocas de la montaña, parece desear que Burns escape más que atraparlo, nada que ver con las mala ostia del sheriff de Acorralado (First Blood), interpretado por Brian Dennehy, una película con muchas conexiones con ésta, un argumento similar al western crepuscular de Miller, y con el mismo compositor, Jerry Goldsmith.
La fotografía de Philip Lathrop refleja en blanco y negro la fisicidad de los rostros, el sudor del sheriff, los rasgos curtidos de Burns, o la belleza serena de una mujer sola, encantadora, la esposa del amigo preso, Gena Rowlands, el efímero remanso de paz del inadaptado.
Esta noche escuchamos los últimos relinchos de Whisky bajo la lluvia, y conseguimos ver de cerca a Burns…
Salvador Limón, Raúl Gallego y Zacarías Cotán -
Programa especial sobre el Festival de Cine Europeo de Sevilla
Vuelve al programa José Miguel Moreno, fundador de La gran Evasión. Raúl Gallego y José Miguel hablan de Ozu, de los hermanos Machado, del magma del cine, de algunas peripecias en las salas y fuera de ellas en esta edición de transición de nuestro Festival sevillano.
Palmarés del 21 Festival de Sevilla
SECCIÓN OFICIAL
Premio Giraldillo de Oro a la Mejor Película de la Sección Oficial: AND THEIR CHILDREN AFTER THEM (Ludovic y Zoran Boukherma)
Gran Premio del Jurado de la Sección Oficial: FLOW (Gints Zilbalodis)
Premio a la Mejor Dirección: Magnus von Horn (THE GIRL WITH THE NEEDLE)
Premio al Mejor Guion: Sandhya Suri (SECRETOS DE UN CRIMEN)
Premio a la Mejor Actriz: Trine Dyrholm (THE GIRL WITH THE NEEDLE)
Premio al Mejor Actor: Paul Kircher (AND THEIR CHILDREN AFTER THEM)
Premio al Mejor Montaje: Gints Zilbalodis (FLOW)
Premio a la Mejor Fotografía: Michał Dymek (THE GIRL WITH THE NEEDLE)
Premio a la Mejor Dirección Artística: Jagna Dobesz (THE GIRL WITH THE NEEDLE)
PUERTA AMÉRICA
Premio Puerta América: FLOW (Gints Zilbalodis)
LAS NUEVAS OLAS
Premio a la Mejor Película de Las Nuevas Olas: THE FLAME OF A CANDLE (André Gil Mata)
Mención especial del jurado de Las Nuevas Olas: PREFIRO CONDENARME (Margarita Ledo Andión)
RAMPA
Premio a la Mejor Película de Rampa: DROWNING DRY (Laurynas Bareiša)
Mención especial del jurado de Rampa: Valeria Bruni Tedeschi (SOMEWHERE IN LOVE)
Premio Jurado CampUS: Saïd Hamich Benlarbi (ACROSS THE SEA)
ALUMBRAMIENTO
Premio a la Mejor Película de Alumbramiento: LADS (Julien Menanteau)
Mención especial del jurado de Alumbramiento: O VENTO ASSOBIANDO NAS GRUAS (Jeanne Waltz)
PANORAMA ANDALUZ
Premio Juan Antonio Bermúdez a la Mejor Película de Panorama Andaluz: LOS RESTOS DEL PASAR (Luis (Soto) Muñoz y Alfredo Picazo)
Mención especial del jurado de Panorama Andaluz: CAJA DE RESISTENCIA (Concha Barquero Artés y Alejandro Alvarado Jódar)
Premio Rosario Valpuesta al Mejor Cortometraje de Panorama Andaluz: TUMBAS VECINAS (José Antonio Gutiérrez Bustos)
Premio Especial Rosario Valpuesta a la Contribución Artística: EL CAMBIO DE RUEDA (Begoña Arostegui)
OTROS PREMIOS
Premio AC/E a la Mejor Dirección de Película Española: Aitor Echeverría (DESMONTANDO UN ELEFANTE)
Premio AAMMA Women in Focus: THIS LIFE OF MINE (Sophie Fillières)
Premio Queer Ocaña a la Libertad: UN HOMBRE LIBRE (Laura Hojman)
Premio Cinéfilos del Futuro: YOUNG HEARTS (Anthony Schatteman)
Premio Europa Júnior: DUNIA Y EL ECO DEL TAMBOR (Marya Zarif y André Kadi)
XVII Premio Europeo de Cine-Guion Cinematográfico Universidad de Sevilla en categoría de ficción
Primer Premio: Y AHORA QUE DUERMES (Beatriz Hohenleiter Márquez y Mario Lerma)
Segundo Premio: MADRE PUESTA (Álvaro del Moral Otero)
Gran Premio del Público a la Mejor Película de la Selección EFA: SEGUNDO PREMIO (Isaki Lacuesta y Pol Rodríguez)
Blog: cinemalagranevasion.blogspot.com
Instagram: la_gran_evasion1_
https://www.instagram.com/la_gran_evasion1_/ -
Lúgubre melancolía en cada fotograma del Fuego Fatuo de Louis Malle. Cada ademán del dipsómano Alain Leroy -Maurice Ronet- transmite su su hartazgo de todo, parece que cumplir los 30 le ha postrado en una crisis vital sin retroceso, por mucho que el médico de la clínica afirme que está totalmente curado.
Una voz en off en primera persona nos acerca al personaje desde la distancia, con una lente inocua nos hace receptores de la desidia de vivir de un hombre enfermo de si mismo, cansado de un mundo que ha perdido todo el encanto , si alguna vez lo tuvo. Hay mucho más que la mera adicción al alcohol, para que este hombre decida quitarse de en medio, hombre de acción. Al volver del ejército, durante su último recorrido parisino de despedida se reunirá en un bar con dos compañeros de armas, Alain se encoge de hombros y juguetea con su pistola, el 23 de julio escrito en el espejo de la alcolba, ese es el dia escogido.
La última lectura del suicida es El gran Gatsby de Fitzgerald, otro ser con aguijón letal, que aun así disfrutó de los placeres de la vida. Alain lamenta la hipocresía despreciable de todos, los momentos que nunca volverán, la carta que espera de su mujer en New York y nunca llega. Se llama borracho, y da la nota rompiendo un vaso en la reunión de pseudoculturetas de salón. Así se despide al final de este filme magnífico :
“Me suicido porque no me habéis amado, porque tampoco yo os amé. Me suicido porque nuestras relaciones fueron cobardes, para estrecharlas. Dejaré sobre vosotros una mancha indeleble.”
Esta noche derribamos el castillo de cajetillas de tabaco vacías…
Salvador Limón, David Velázquez, Raúl Gallego y Zacarías Cotán
Blog: cinemalagranevasion.blogspot.com
Instagram: la_gran_evasion1_
https://www.instagram.com/la_gran_evasion1_/ -
Al final del sendero un carro llega desde la ciudad, es el nuevo maestro de la escuela, al fin van a tener uno en la pequeña aldea. La joven protagonista de este poema de Yimou se quedará prendada de las lecciones en voz alta del maestro, la escuela aún en construcción, los alumnos repiten las letanías, las frases de todas las mañanas.
Todos se irán cansando de acercarse a la escuela, todos menos nuestra heroína. Ella se hace la encontradiza en el camino, el maestro pregunta a los niños su nombre mientras la joven se aleja nerviosa, olvidando su cesto. Es la inocencia, el amor original, la pureza de uno de los más cautivadores films de Zhang Yimou, “El camino a casa”. La determinación femenina, la audacia de una chavala en la China de los años 50, la misma que mantendrá en el albor de su vida cuando se obstine en enterrar al marido siguiendo la tradición, así se lo pedirá al hijo que llega de la gran ciudad. Todo contado con un respeto a lo ancestral, a los mayores, así lo repiten los niños en la clase cada día, “respetar a los mayores”, eso que olvidamos en nuestras sociedades occidentales.
Se idealiza el pasado rural sin cargar las tintas contra la represión del sistema maoísta, como sí hizo en “Vivir” o en “El regreso a casa”. Un aula presidida por un retrato de Mao, tan austera como la de Antonio Machado en Baeza, el sentimiento de la honestidad de un maestro que da su vida por enseñar es universal, por eso nos llega, el amor primero también lo es. Ese elogio de la docencia, enmarcado en una historia de amor en la China de Mao en una película que abre y cierra en blanco y negro, la tristeza de una mujer que acaba de perder a su compañero. El corazón del film en color es mágico y sensorial, reparando en objetos para transmitir la sencillez de un tiempo, la horquilla en el pelo, el cuenco roto y reparado por el artesano, las dos chaquetas de la campesina.
Todo enmarcado en la sencillez expositiva y los colores prodigiosos de la fotografía de Yong Hou, los trigales, los campos de mijo, los verdes, los rojos, los naranjas y los amarillos de las verduras en la cocina humilde. Yimou se embelesa y nos enamora del rostro de Zhang Ziyi.
Esta noche una anciana teje un paño rojo…
Salvador Limón, Chari Medina, Raúl Gallego y Zacarías Cotán
Blog: cinemalagranevasion.blogspot.com
Instagram: la_gran_evasion1_
https://www.instagram.com/la_gran_evasion1_/ -
El mundo gansteril de Coppola y Scorsese inspiran el primer film de Robert De Niro. A través del tamiz nostálgico de la obra escrita por Chazz Palminteri. De Niro utiliza la voz en off siguiendo la estela de Scorsese, tanto en la infancia, el niño sube al autobús del padre y habla del bateadores de los yankees, como en la adolescencia , en que Calogero se mueve por las gradas del hipódromo como un miembro más de la banda de Sonny, y se enamora de una chavala negra del instituto. Se muestra el racismo en carne viva del momento, desde críos los negros y los italianos del Bronx se odian a muerte.
De Niro está genial de padre y Palminteri en el otro lado de la ley, también le protegerá. El mafioso le debe una, desde el día de aquel asesinato en plena calle ¿Fue todo por un aparcamiento?
El fondo moral del film recuerda al cine de Frank Capra. Que bello es vivir cuando uno se gana el sustento de forma honrada. Esos son los verdaderos tipos duros, los currantes que se levantan temprano cada día para ganarse el sustento, para conducir el bus otro día haciendo las mismas paradas, las mismas caras, el recorrido conocido. Procurar que el crío no se corrompa, a pesar del barrio donde viven, y la querencia del chico por meterse en el bar de al lado, y admirar desde un rincón los trapicheos de la banda de Sonny.
“Hijo has hecho algo bueno por un hombre malo", le dice su padre real. A Calogero le insisten que ya entenderá las cosas cuando crezca. A De Niro no le preocupan mucho las correrías de los delincuentes. Aunque el film tenga mucho en común con “Uno de los nuestros”, es más suave, más edulcorado, prefiere mostrar la vida en el barrio, los niños jugando en la calle, los puestos de verduras, la música de fondo, el dudúa de los sesenta, en cada esquina había grupos de chicos cantando, y jóvenes italianos cortejando a sus mujeres.
Esta noche nos preguntamos si aquel crimen fue por un maldito aparcamiento…
Salvador Limón, Chari Medina, Raúl Gallego y Zacarías Cotán
Blog: cinemalagranevasion.blogspot.com
Instagram: la_gran_evasion1_
https://www.instagram.com/la_gran_evasion1_/ -
♂️ ¡Esto es INICIATIVA VAMPIROS de @IniciativasPod!
Disfruta de 30 podcasts tratando la figura del vampiro en el cine y otras plasmaciones.
#️⃣ Apóyanos siguiendo el hashtag #IniciativaVampiros en X e Instagram.
✅ https://linktr.ee/IniciativaVampiros
A través de los ventanales del castillo la luz se hace cada vez más tenue. La efigie del no muerto de pronto abre los ojos ensangrentados, las tres notas del compositor James Bernard invocan las tres sílabas del conde Drácula.
Un hito en el cine vampírico, el primer Drácula que se nos viene a la mente es el Christopher Lee de la Hammer, sus ojos y colmillos inyectados en sangre, atormentado, elegante, sus movimientos animalescos congelarían el aliento al público en los cines en Technicolor. La sangre es roja, no en blanco y negro, y el erotismo mucho más marcado que en los films de la Universal. Estas vampiras duermen de día en camisón, por la noche esperan ávidas al príncipe de las tinieblas. Bastantes críticos de la época (1958) tildaron el film de pornográfico, los colmillos abyectos desvirgaban los cuellos pálidos de las doncellas, y las estacas penetraban el pecho a martillazo limpio.
Terence Fisher y su guionista Jimmy Sangster transforman al negociante Jonathan Harker de la novela original de Stoker en un cazavampiros. El invitado repara en algo extraño, en los alrededores del castillo no se escucha el canto de los pájaros. Fisher nos encierra en la alcoba entre elipsis y saltos vertiginosos. Nos dejamos llevar por un montaje sincopado y dinámico, saltando los escalones de tres en tres. Peter Cushing parece un galgo, se arroja contra las cortinas del castillo, para que entre el sol y el monstruo se desmorone. Las fuerzas del bien y del mal en eterno conflicto continuarán la saga del conde en la británica Hammer, la casa de la sangre, secuelas como “Las novias de Drácula” “Drácula, príncipe de las tinieblas” o “Las cicatrices de Drácula”.
Esta noche adornamos con ajo las ventanas de Lucy…
Salvador Limón, Raúl Gallego y Zacarías Cotán
Blog: cinemalagranevasion.blogspot.com
Instagram: la_gran_evasion1_
https://www.instagram.com/la_gran_evasion1_/
En INICIATIVA VAMPIROS participan:
Bibliocracia, Café Con Podcast, CronoCine, Doble Sesión, El Café De Rick, El Calabozo Del Reverendo Wilson, El Secreto Del Pentagrama, El Terror No Tiene Podcast, Estación Caladan, Familia Asimétrica, Just Live It, La Camarilla, La Gran Evasión, La Nevera De La Sra. Baker, La Taberna Del Irlandés, Los Archivos Secretos Del Dr. Orloff, Maniatic Podcast, +QCine, No Apaguen El Proyector, Pinkerton Podcast, Planeta Bob, Planeta Terror, Podcastwood, Policías Pelis, Puro Vicio, Rancho Drácula, Recamera Horror Podcast Show, Saco De Dados, The Majestic Podcast y Universo Enmascarado.
El apartado visual y las miniaturas son obra de Rediseña (The Majestic Podcast).
INICIATIVA VAMPIROS ha sido coordinada por Rafa Gambín (Doble Sesión) y Fran Maestra (Podcastwood) con la colaboración de Gonzalo Cuélliga (Podcastwood) y Luis Millán (Just Live It).
✅ https://linktr.ee/IniciativaVampiros
Blog: cinemalagranevasion.blogspot.com
Instagram: la_gran_evasion1_
https://www.instagram.com/la_gran_evasion1_/ -
Burlarse de los monstruos quizá los ahuyenta. Los tronados Mel Brooks y Gene Wilder se rieron hasta de su propia sombra en todo lo que hicieron juntos, de los productores, de los westerns, no podía ser menos en El jovencito Frankenstein. Tanto es así que durante el rodaje tenían que repetir las tomas porque no podían aguantar la risa. Eso sí, uno de los motivos que dan la inmortalidad a esta comedia es el tono tenebroso del blanco y negro de Gerald Hirchsfeld, imitando los modos del original de James Whale, así como el respeto a la esencia del texto de Mary Shelley. Wilder y Brooks recurren a las mitologías de Shelley y la saga fílmica de la Universal, añadiendo de su cosecha una serie de gags memorables. El monstruo interpretado por Peter Boyle inspira compasión como el de Boris Karloff. Wilder escribió el libreto original de la comedia, y Mel Brooks se enteró del proyecto durante el rodaje de “Blazing Saddles”.
Entre la sonrisa y la carcajada se pasa en un instante la obra de Mel Brooks más recordada por la crítica. Debe ser irresistible mirar fijamente a Igor, ni el propio Gene Wilder podrá con Marty Feldman haciéndole ojitos desencajados. En una de las alucinantes escenas iniciales, el doctor imparte una clase magistral sobre el sistema nervioso y sus respuestas reflejas, utiliza como conejillo de indias a un señor escuálido ante la mirada atenta de su alumnado. El cirujano que renegaba del estigma de su abuelo, el mismísimo Barón de Frankenstein, viaja a las tierras de Transilvania al heredar su castillo. Recién llegado a la estación, le recibe Igor, él podría arreglar esa joroba tan incómoda. ¿Joroba? ¿Qué joroba? Mejor cambiemos de tema. Esa joroba es reversible, cambia de lado según el momento.
Con un reparto tocado por la gracia, aparte del gran Gene Wilder y los ojos saltones de Marty Feldman, una divertidísima e inocente Teri Garr, la asistenta de las buenas aldabas, Cloris Leachman, o Frau Blücher, cuya mera presencia aterroriza a los caballos , el inspector tullido surrealista y jugador de dardos interpretado por Kenneth Mars, o Madeline Kahn, la novia del doctor que conocerá los atributos secretos de la criatura y lucirá los peinados de la mismísima novia de Frankenstein.
Esta noche bailamos claqué con el doctor y su creación…
Salvador Limón, Raúl Gallego, Zacarías Cotán, Chari Medina y David Velázquez
Blog: cinemalagranevasion.blogspot.com
Instagram: la_gran_evasion1_
https://www.instagram.com/la_gran_evasion1_/ -
La renuncia y la mortificación pueden enmarcarse en un cuadro oriental de enorme belleza. En los templos, los palacios de Pekín, el desierto de Gobi o los bosques de bambú levitan, luchan y se aman las leyendas mágicas de Tigre y Dragón, ideadas por el escritor chino Wang Du Lu en uno de los cinco libros de su pentalogía de hierro.
Espiritualidad, tradición, taoísmo y mitologías de la China soñada por el taiwanés Ang Lee. Lee transgrede el género Wuxia tradicional situando en el centro a tres mujeres fascinantes, Shu Lien -Michelle Yeoh-, la experta en artes marciales, la joven rebelde Jen -Zhang Ziyi-, una muchacha valiente y guerrera, capaz de lo que sea por recuperar su peine de jade y su espada mágica, y la zorra de Jade, la mentora de las sombras interpretada con grandeza por Cheng Pei Pei. El peso del film lo llevan estas heroínas. La presencia de estas mujeres aporta emociones más fuertes que la mera violencia de un film clásico de artes marciales. Con alguna salvedad, la zorra de Jade no entiende de sentimentalismos y, en una de las primeras peleas le clava en medio de la frente un cuchillo de cuerno de ciervo a un inspector de policía. Esas peleas de artes marciales coreografiadas por el especialista Yuen Wo-Ping, impresionaron al público en su primera proyección en Cannes, los contrincantes flotaban sobre los tejados del palacio, sobre los árboles de bambú, volaban como los personajes de Bola de Dragón. Aplaudían en las salas con júbilo mientras Jen y Jade Fox se elevaban en la noche, o el maestro Li Mu Bai – Chow Yun-Fat- animaba a la taimada ladrona de su espada a ser su discípula. Desde una perspectiva occidental Lee conectó con el gran público, reinventó el género Wuxia con una narrativa lineal y un flashback a la mitad del film que ralentiza el ritmo y desvela la historia de amor de los dos jóvenes, el ritual de acercamiento y distancia del tigre agazapado y el dragón escondido.
En este melodrama de rojos manchúes, nubes inmensas y verdes montañas, la otra pareja, Li Mu Bai y Shi Lien, se juran amor eterno, el amor más intenso y doliente, el no consumado. Mu Bai afirma que lo tangible no es permanente. Del mismo modo que en “El banquete de boda”, “Sentido y Sensibilidad”, “La tormenta de hielo”, “La vida de Pi” o cualquiera de sus películas, la renuncia, la represión de los sentimientos, y la falta de entendimiento lastran la existencia de mayores y jóvenes.
Esta noche entramos en el templo Wudang para conocer el camino…
Chari Medina, Salvador Limón, Raúl Gallego y Zacarías Cotán
Blog: cinemalagranevasion.blogspot.com
Instagram: la_gran_evasion1_
https://www.instagram.com/la_gran_evasion1_/ -
El matrimonio protagonista, el de Mary – Jean Simmons y Fred -John Forsythe- hace aguas, se está derrumbando. Tienen una hija adolescente, que en uno de los diversos flashbacks que conforman el film pregunta a la madre porqué todos los cuentos acaban después de casarse. ¿Y después qué pasa?
Brooks, director y guionista, en este proyecto personal parece ofrecernos un capítulo de su propia vida, de su amor a Jean Simmons, que aparte de ser la actriz principal era su esposa. A Jean le costó mucho interpretarse a sí misma, una mujer adicta al alcohol y a las pastillas con un intento de suicidio camuflado. Le ayudó mucho en los parones del rodaje su amiga Theresa Wright, su madre en la película, una madre que no la apoya, es la suegra perfecta del marido paternalista, todas las decisiones de su hija le parecen fallidas y más que ninguna su impulsiva escapada a Las Bahamas. Cambiar el plomizo Denver por el sol de Nassau y olvidarse de todo, o quizá recordar más que nunca. Ver a su hija pequeña en la niña que construye un castillo de arena, encontrar en el avión a su amiga de la universidad (Shirley Jones), que mantiene una relación con un hombre casado con otra, toparse con una pareja de novios enamorados que parecen flotar sobre las olas. Ella dejó de flotar hace tiempo, y buscó levitar con fármacos y Smirnoff. Mary esconde el alcohol en cualquier sitio, en una bota, hasta en la cisterna, y tiene siempre a mano el espray para disimular el olor a aguardiente. Hasta que el derrape sea de órdago, la borrachera termine en la comisaría, denunciada y agarrando la mano del marido a través de los barrotes.
La vida real no era como en las películas de Hollywood, la llama eterna unía a Spencer Tracy a Katherine Hepburn, a Ingrid Bergman y a Bogart, solo en el celuloide. Después la película termina y el llanto es real, las mañanas se repiten, ya no hay más lunas de miel, los desayunos con resaca, la ama de casa en bata no aprecia el American way of life, su marido es un abogado bien remunerado. Mary tiene hasta sirvienta –Nanette Fabray- su confidente, la única que parece entenderle.
“Si en estos momentos no estuviéramos casados y fueras libre, ¿te casarías otra vez conmigo?” Ella al fin es la más valiente, él no responde, mira hacia abajo. Y llega el final, no es tan feliz como decían, sin fuegos artificiales ni grandes fastos, el pastel de aniversario ya quedó en el cubo de la basura.
Esta noche observamos a una mujer beber vodka en un frasco de perfume…
Salvador Limón, Raúl Gallego y Zacarías Cotán
Blog: cinemalagranevasion.blogspot.com
Instagram: la_gran_evasion1_
https://www.instagram.com/la_gran_evasion1_/ -
Dixon, un guionista amargado, bebe ginebra con soda y no suele ver las películas que escribe. Irascible, al borde del precipicio, sus ojos demacrados se reflejan en el retrovisor, ya en la primera escena quiere partirle la cara a un tipo al volante, es su carta de presentación en este noir esplendido realizado por Nicholas Ray.
Destila magia a borbotones la atracción entre dos almas vecinas de soledad, Humphrey Bogart y Gloria Grahame. El guionista tiene una invitada que su vecina mira de reojo, en pocas horas será sospechoso de su asesinato. Dixon -Bogart- no aprecia en absoluto la novelucha que relata la pobre chica del guardarropa que morirá después, se la cuenta en su apartamento porque así le ahorra tener que leerla. En el film real a Nicholas Ray tampoco le convencía la obra original de Dorothy Hugues, en la que Dixon si era un asesino, en lugar de un tipo violento y bebedor que no sabe controlarse, y contó con Andrew Solt para adaptarla. Otro paralelismo entre la ficción y la realidad estriba en que Ray y Gloria Graham eran pareja y estaban al borde de la ruptura, y por supuesto las semejanzas del protagonista con el propio Bogart.
El caso sin resolver de la chica asesinada sirve como pretexto para el interés real del film, la atracción entre Laurel y Dixon. Quizá el último refugio del lobo, esa mujer de ojos somnolientos que ríe mientras sueña y sufre en la vigilia, que le mira desde la ventana contigua y es capaz de decir en una comisaría con policías por medio que el sospechoso le parece un hombre atractivo.
"Nací cuando ella me besó, morí el día que me abandonó, y viví el tiempo que me amó", la frase que ha escrito Dix y no sabe donde colocar, le pide su opinión a Laurel y ella le sugiere que la utilice de nota de despedida.
En un lugar solitario es uno de los grandes films de cine negro sobre un romance y sobre el propio cine, a la altura de otros dos tan buenos como El crepúsculo de los dioses -Wilder- o Barton Fink de los Coen, más descarnado y cínico si cabe, no podía ser de otra forma siendo obra del director de “Los amantes de la noche” o “La casa en la sombra”, o “Más poderoso que la vida”.
Esta noche intentamos no sospechar del guionista…
Salvador Limón, Raul Gallego y Zacarías Cotán
Blog: cinemalagranevasion.blogspot.com
Instagram: la_gran_evasion1_
https://www.instagram.com/la_gran_evasion1_/ -
Hace mucho tiempo, mucho tiempo, en el reino subterráneo, vivía una princesa que soñaba con el mundo de los humanos, un mundo más accesible, con un padre al lado y una madre siempre alegre. Soñaba con un mundo sin sapos que vomitan su bilis, sin cíclopes que devoran a sus cercanos, sin tenazas que cortan la piel ni guantes negros.
Guillermo Del Toro sabe sacar lo mejor de su equipo de actores, todos españoles, Sergi López, Maribel Verdú, Ariadna Gil, Álex Angulo, y la niña Ivana Baquero. Recrea un momento histórico posterior a la guerra civil en el norte de España, cerca de la frontera con Francia, guerrilleros rebeldes aún resisten en las montañas, con la guerra ya perdida. En este ambiente hostil una adolescente corre tras un insecto alado que la llevará al umbral de un mundo fantástico, es una Alicia buscando las maravillas que la alejen de lo que está viendo, del capitán, de los tiros, de una madre que ya no juega con ella como antes.
Esta potente producción fluctúa entre dos esferas conectadas por la fantasía de Ofelia, una niña enfrascada en sus cuentos de hadas, faunos y mandrágoras. No le interesa el vestido que le acaba de regalar su madre, tampoco los zapatos de charol, ella quiere escapar y encontrar el laberinto del fauno. Y aunque parezca ajena al mundo real, no es así, se da cuenta de la conexión entre el médico y la criada, porque no es soberbia, no se cree por encima de los que trabajan a su cargo. No es como ese déspota que nunca será su padre, el Capitán Vidal, un villano magistralmente interpretado por Sergi López.
Esta noche probamos la fruta del hombre pálido…
Salvador Limón, Raúl Gallego y Zacarías Cotán
Blog: cinemalagranevasion.blogspot.com
Instagram: la_gran_evasion1_
https://www.instagram.com/la_gran_evasion1_/ -
George Stevens demuestra su saber hacer en esta deliciosa comedia, con un ritmo más pausado que el de Hawks o Capra, La chica soltera vive sola en tiempos de guerra, la segunda guerra mundial amenaza el mundo al otro lado del océano, y Connie -Jean Arthur- ofrece su piso en tiempo de escasez de viviendas en las ciudades norteamericanas. Tiempos de zozobra en los que todos deben arrimar el hombro y salir adelante. Y allí llega el señor Dingle, un sensacional Charles Coburn, y adopta su frase favorita del almirante Farragut, héroe de otra guerra, la de secesión:
“¡Malditos torpedos! ¡Avanzad a toda velocidad!” Curiosamente el propio Frankin D Roosevelt apelaría a esa frase en discursos arengando a los oficiales de la marina tras el ataque a Pearl Harbour.
En esta encantadora comedia todos los instrumentos están perfectamente afinados. La narración bien hilada, McCrea, Arthur y Coburn se mueven como peces en el agua en ese apartamento que conocemos desde que la metódica mujer entregue al nuevo inquilino un horario imposible de cumplir.
Tetlaff filma los devaneos y los desencuentros, los planos frontales en los ventanas con cada habitante del apartamento en su habitación. O el travelling memorable del paseo nocturno de la pareja , Joe manosea a Connie sin freno y a ella parece no importarle, la intimidad entre Jean Arthur y Joel McCrea traspasa la pantalla, y el prometido del tupé falso se queda esperando en el salón de baile. Todo gracias al casamentero señor Dingle, no tiene prisa y se ríe de casi todo, sabe que una mujer joven que escribe un diario pertenece al grupo de personas que tienen suficiente tiempo para hacerlo, y claro está, la vida es mejor vivirla que escribirla.
Esta noche cantamos la canción de los torpedos con el señor Dingle…
Salvador Limón, Zacarías Cotán y Raúl Gallego.
Blog: cinemalagranevasion.blogspot.com
Instagram: la_gran_evasion1_
https://www.instagram.com/la_gran_evasion1_/ - Show more