Episodios
-
Ya, ya, ya. Hemos hecho este episodio 300 veces. O, al menos, que recordemos dos veces más. ¿Y qué? Lo cierto es que en una sociedad obsesionada con el pensamiento positivo creemos que es nuestra labor recordar de vez en cuando lo importante que es dar rienda suelta a nuestras emociones, aunque estas sean negativas. La tristeza, que en el mundo en el que vivimos suele esconderse bajo las alfombras, es tan importante para nuestro bienestar como la alegría. De hecho, una sin la otra no puede existir.
-
Todos aspiramos a ser diferentes y especiales, a sentirnos de alguna manera fuera de esa masa que va a ver musicales a la Gran Vía, disfruta de Friends no irónicamente y compra en Temu. Sentirse diferente nos hace creer que somos más listos, más interesantes y más guays que el resto pero, ¿se puede ser diferente en la actualidad o solo estamos encajando en otros nichos de mercado? Y sobre todo, ¿no queremos todos, al final, que nos quieran? ¿Quién te va a querer a ti siendo la rara?
-
¿Faltan episodios?
-
¡Nos encanta conversar! De otro modo no llevaríamos 64 episodios de palique. ¿Pero qué es exactamente conversar y para qué sirve? ¿Sabemos escuchar realmente o sólo esperamos nuestro turno para soltar nuestra milonga? Debatimos sobre todas estas cosas y lo acompañamos de nuestras habituales referencias a actividades y sustancias en los márgenes de la legalidad.
-
Aunque últimamente parezca el patio de recreo de los criptobros, hubo un tiempo en el que Internet fue la gran vía de escape para las personas solitarias que no encontraban su lugar. Una puerta de entrada a un mundo que todavía no podíamos acariciar ni siquiera con la punta de los dedos que nos permitía explorar nuestros intereses o pedir fotos de p***** a señores de Cuenca. En este episodio, defendemos Internet como herramienta, o más bien como varita mágica para descubrir todos esos mundos que están dentro de este y que la humareda que producen los fachorros a veces no nos permite ver con claridad.
-
No tenemos una descripción muy detallada de este episodio porque nos pilló en un día en el que se fue la luz en toda España y creímos que una tormenta solar terminaba con el mundo y solo corrimos a comprar vino, pero creemos recordar que hablamos sobre la soledad, sus ventajas y su belleza invernal, victoriana y reposada.
-
En Arsénico Caviar no nos quedan máscaras que quitarnos, siempre hemos sido honestos al hablar de nuestra atracción por los sentimientos y emociones más miserables del ser humano, por eso queríamos comenzar esta temporada charlando sobre esas personajes y personajes que tienen toda nuestra admiración: los villanos. Crueles y perversos sí, pero algo hay que reconocerles: sin villanos no hay héroe que valga. Es más, sin villanos ni siquiera tendríamos historia.
-
El mundo ahí fuera es horrible, así que hemos decidido dedicar un capítulo a lo que nos parece calentito, reconfortante, bello y esperanzador aquí dentro. Y ese “aquí dentro” es en realidad tan simbólico como el “ahí fuera”: es el mundo que hemos hecho nuestro, que puede ser nuestro hogar, nuestro barrio, nuestros amigos, nuestros libros, nuestras películas o nuestra propia cabeza. O sea, nuestra burbuja. Hay otros podcasts que te invitan a salir de tu zona de confort. Pero nosotros, en este episodio, te ofrecemos gentilmente unos ladrillos para cerrarla a cal y canto y no volver a a salir hasta que florezcan los almendros.
-
Esta temporada hemos decidido dedicaros un episodio a vosotros, nuestros oyentes, en el que vamos a resolver todas vuestras dudas, todas vuestras cuestiones, todos vuestros problemas (que, según hemos comprobado, son muchísimos). O, al menos, vamos a intentarlo. En nuestro episodio más fan service hasta la fecha, queremos convertirnos en vuestra guía espiritual y material para la vida. Por supuesto, en todas las respuestas os recomendamos que abuséis de las d*****. Jamás penséis que hemos hecho este episodio para ahorrarnos hacer el guión de otro, que esto no es la temporada cinco.
-
En Arsénico Caviar estamos constantemente al límite de nuestra propia contradicción por culpa del neoliberalismo y el patriarcado, pero una cosa sí que la tenemos clara: odiamos a los buenos. No odiamos la bondad, ojo, sino a ese tipo de persona que siempre se posiciona en un plano moral superior, que dicta y decide cómo debe comportarse (e incluso sentir) el resto de la gente y que te recuerda constantemente lo mal que lo estás haciendo. Porque los buenos, amigos, no son tan buenos y la búsqueda de LA BONDAD pasa, irremediablemente, por asumir que podemos errar, equivocarnos y, en definitiva, ser un poco malos de tanto en tanto. ¿De qué otra manera vamos a aprender?
-
Sentirse culpable es una cosa que roza el absurdo. Según nuestra vieja amiga la RAE, la culpa es la “acción u omisión que provoca un sentimiento de responsabilidad por un daño causado”, ¡pero qué tontería! ¿Cuántas veces nos sentimos culpables sin hacer absolutamente nada, sin causar ningún daño, sin realizar ninguna acción? ¿Y cuantisima gente que debería sentirse realmente culpable por sus malos actos duerme cada noche a pierna suelta? Pues eso, la culpa, como el dinero, está mal repartida en este mundo injusto y cruel. Ya no nos sorprende. Por eso reivindicamos librarnos de ese sentimiento tan amargo. Hoy y siempre.
-
¡El talento! Ese concepto huidizo, misterioso, origen de todo el placer y todo el sufrimiento del mundo. En este episodio nos ponemos las gafas de la presbicia para inventar averiguar por qué unos lo tienen (nosotros, por ejemplo) y otros no y, sobre todo, si sirve de algo por sí mismo si no estás dispuesto a convertirte en un ser humano repugnante y autocomplaciente para demostrarlo al mundo entero. Talentosos sí, pero nunca g*lip*llas.
-
Sí, desde nuestra pose de amargados y listillos revenidos nos hemos atrevido a hacer un episodio contra la pose. La pose de los que dicen que no usan WhatsApp, los que no tienen tele en casa, los que no hacen caso de las redes sociales, los que pasan de tener un smartphone. La pose de los que posan para simular otra pose que no es la suya. Y al final, de regalo, diez minutos seguidos de sonido del olas porque nos queríamos ir pronto al bar.
-
¿Qué es un cuerpo? Es nuestra carcasa, nuestro disfraz, nuestra armadura o, en realidad, nuestro propio campo de batalla, porque sobre él se libran casi todas nuestras luchas. En este episodio nos ponemos el chándal para hablar de los complejos, la edad, los músculos, los espejos, las barrigas, los selfis y, sobre todo, intentamos dibujar esa frontera en la que nuestra cabeza y nuestro cuerpo se unen para conformar uno de los elementos más inciertos y complejos que hemos conocido: ese al que llamamos "yo".
-
Hemos hecho algo que da verdadero miedo: rendirnos a la actualidad y el tardocapitalismo y hablar del miedo justo a tiempo para Halloween. Pero ni truco, ni trato. A la luz de una hoguera, rodeados de frondosos y oscuros bosques y atemorizados ante la posible presencia de jabalís, debatimos sobre el miedo, sus utilidades, sus dobleces y sobre lo que más miedo nos ha dado en nuestro terreno favorito: el de la ficción, que siempre es una forma elegante de decir "mentira".
-
Este es el primer (y esperamos último) episodio sin guion en la historia de Arsénico Caviar. Hemos tenido que afrontar la actualidad y la noticia de última hora, rompiendo con la esencia de este podcast, puesto que la noche del martes 15 de octubre de 2024... a Beatriz Serrano se le ocurrió hacer una cosa.
-
Sabemos que es octubre, pero es que septiembre no es un mes, sino un estado mental. Septiembre significa volver y no parar. Significa tiempo de urgencias, de propósitos, de cambios y de responder a todos esos "a ver si nos vemos pronto". En Arsénico Caviar estamos profundamente en contra de llevar una vida acelerada llena de planes que no quieres hacer y de gente a la que no quieres ver y, pese a todo, esta temporada regresamos optimistas, tranquilos y más sobrios que nunca. Os prometemos que esto no será como nuestra infame temporada cinco.
-
En este episodio epistolar celebramos el final de la quinta temporada de Arsénico Caviar y el principio del verano recordando algunas de nuestras mejores postales veraniegas: cuando estuvimos una semana sin hacer nada en un todo incluido de Lanzarote, cuando nos emborrachamos en Nápoles, cuando vomitamos en Sicilia o cuando nos cruzamos en una cafetería de Los Ángeles con James Franco antes de que lo cancelasen por aquello de ******** ******. ¡Viva el verano!
-
Todo está en los libros, dicen. Podrías no salir nunca de una biblioteca y descubrir más sobre el mundo que yéndote a Japón. Los libros, para las personas solitarias como nosotros, han servido históricamente como guía y también como refugio. Y escribir, casi como bálsamo.Por otro lado... no todo está en los libros. Hay libros que son una basura, escritores a los que les deberían revocar la licencia, influencers que hacen cosplay de la lectura, la escritura y la literatura y, en general, gente que se ha puesto a leer para contarlo en Instagram y ver si así por fin folla. Este programa está dedicado a todos ellos.
-
No nos gusta planchar, pero nos gusta que esté bien visto ir planchado. En este episodio nos metemos de lleno en ese fascinante mundo de la norma social, la pompa y el protocolo. En lo necesarias que son las normas, aunque sea para romperlas, y en lo útil que resulta que haya ciertas guías que te digan cómo comportarte en la mesa, en un cóctel o en una redada. Aunque luego, como siempre, acabemos haciendo todo lo contrario de lo que deberíamos.
-
¡Nombres, puestos, currículum, acción! Dice la RAE que el mundillo es ese "conjunto limitado de personas que tienen una misma posición social, profesión o quehacer" y la palabra clave es, precisamente, "limitado". Analizamos los mundillos, sus trampas, sus penurias, sus ídolos de cartón piedra y también repasamos todas esas ocasiones en las que nosotros mismos intentamos formar parte de alguno. Ah, y como fue un episodio grabado en directo en la Academia de Cine, hablamos de cine un poco también, ya que estamos.
- Mostrar más