Episodit
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¿Cuántas veces habrás escuchado eso del derecho romano, verdad? En la Antigua Roma, no todos los individuos tenían derechos y de ello dependía su consideración como libres o esclavos; a estos últimos se les negaba cualquier tipo de personalidad jurídica. Para que en Roma se tuviese personalidad jurídica era estrictamente necesario no nacer de forma prematura, estar vivo (era suficiente cualquier movimiento del cuerpo), tener formas y naturaleza humanas (los aquejados de simples deformidades sí eran considerados humanos) y vivir veinticuatro horas separado del claustro materno. El nacido con deformidades suscitaba inquietudes supersticiosas entre los romanos hasta el punto de no ser considerado persona sujeta a ningún tipo de derecho. La única relevancia de su nacimiento era cuantitativa, en el sentido de permitir a la madre obtener algunos privilegios del Imperio, pues de ello dependía –en gran parte– el número determinado de hijos que tenía. Déjanos tu comentario en Ivoox o Spotify, o escríbenos a [email protected] Comparte nuestro podcast en tus redes sociales, puedes realizar una valoración de 5 estrellas en Apple Podcast o Spotify. Texto: Antonio Gámez Higueras Dirección, locución y producción: Iván Patxi Gómez Gallego Contacto de publicidad en podcast: [email protected]
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Un puñado de monedas, unos fragmentos de cerámicas llamadas Terra Sigillata, algunos huesos de aceitunas carbonizadas, restos de enlucidos decorados... son pequeños fragmentos de la historia que nos muestran cómo eran los romanos, en qué pensaban, dónde compraban, cómo eran sus bares, cómo era la vida de un niño en una ciudad y, en definitiva, cómo era la vida corriente. A menudo los romanos nos dejaron muchos relatos e historias; solo tenemos que acercarnos a aquellos rincones de las grandes urbes romanas y tratar de mirar no solo la grandeza de sus construcciones nobles, sino también los barrios pobres y humildes con bloques de pisos donde se apilaban viviendas minúsculas, las callejuelas angostas donde era complicado transitar a ciertas horas sin ser atracado y los baños públicos donde todos defecaban juntos. Escucha la historia completa en el podcast. Déjanos tu comentario en Ivoox o Spotify, o escríbenos a [email protected] Comparte nuestro podcast en tus redes sociales, puedes realizar una valoración de 5 estrellas en Apple Podcast o Spotify. Texto: Vicente Barba Colmenero Dirección, locución y producción: Iván Patxi Gómez Gallego Contacto de publicidad en podcast: [email protected]
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Puuttuva jakso?
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Sabemos mucho acerca de la Roma clásica. Sus cronistas, sus historiadores y sus literatos nos han transmitido ingentes datos que permiten reconstruir las facetas más íntimas de su vida. Pero entre ese torrente de información hay aspectos que siempre permanecieron oscuros, y uno de ellos fue el del manejo de la administración financiera del Imperio. Los romanos tuvieron que aprender a administrarse a marchas forzadas. Pasaron de una economía agrícola y tribal a controlar la riqueza generada en los seis millones de kilómetros cuadrados –12 veces la superficie de España– que llegaron a dominar en el Imperio. Tenían que organizar cosechas, minas, ganado, transacciones comerciales, transporte de mercancías y un sinfín de asuntos. Por supuesto, eso requería una estructura fiscal compleja. Y, además, estaban los gastos militares, un auténtico sumidero para las finanzas imperiales. Escucha la historia completa en el podcast. Déjanos tu comentario en Ivoox o Spotify, o escríbenos a [email protected] Comparte nuestro podcast en tus redes sociales, puedes realizar una valoración de 5 estrellas en Apple Podcast o Spotify. Texto: Alberto Porlán Dirección, locución y producción: Iván Patxi Gómez Gallego Contacto de publicidad en podcast: [email protected]
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Conocido como Octavio de 63 a 44 a.C., como Octaviano de 44 a 27 a.C. y como Augusto a partir de entonces, el primer emperador romano es para muchos historiadores, asimismo, el más importante y significativo de todos ellos. En el último siglo antes de Cristo, Roma había sufrido sangrientas guerras civiles y desuniones provocadas por las maniobras de sus generales, ansiosos de poder. La llegada de Augusto lo cambiaría todo. Desde el principio buscó un nexo que uniera a los romanos: quería que creyeran que compartían pasado y futuro, y basó su estrategia en dos pilares. Por un lado, actuó como un imperialista a ultranza, deshaciéndose de sus rivales y unificando los territorios desperdigados para formar un Imperio ordenado. Por otro, dio a este un nuevo orgullo, empezando por un completo lavado de cara a su capital. Su objetivo era canalizar el orgullo colectivo, “nacional”, en su persona, y para ello grabó su leyenda en piedra. Escucha la historia completa en el podcast. Déjanos tu comentario en Ivoox o Spotify, o escríbenos a [email protected] Comparte nuestro podcast en tus redes sociales, puedes realizar una valoración de 5 estrellas en Apple Podcast o Spotify. Texto: Alberto Porlán Dirección, locución y producción: Iván Patxi Gómez Gallego Contacto de publicidad en podcast: [email protected]
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El hombre clave en la agonía de aquella República iba a ser Cayo Julio César, de quien nadie hubiera creído cuando nació que estaba reservado a semejante protagonismo histórico. De sangre noble, con antepasados que se remontaban a la diosa Venus, pero de estatus económico y social mediocre, su bisabuelo y su padre solo habían llegado a ser pretores (magistrados públicos). Pero él era más listo y muchísimo más ambicioso. César fue un hombre extraordinario, en el sentido lato del término. Su personalidad es una de las mejor conocidas de la historia antigua, gracias al interés por el detalle con que redactaron sus biografías Suetonio y Plutarco, dos autores coetáneos que escribieron a fines del siglo I, es decir, siglo y medio después de su muerte. Escucha la historia completa en el podcast. Déjanos tu comentario en Ivoox o Spotify, o escríbenos a [email protected] Comparte nuestro podcast en tus redes sociales, puedes realizar una valoración de 5 estrellas en Apple Podcast o Spotify. Texto: Alberto Porlán Dirección, locución y producción: Iván Patxi Gómez Gallego Contacto de publicidad en podcast: [email protected]
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El Senado y el Pueblo Romano: eso mismo –Senatus Populusque Romanus– significa el acrónimo SPQR que, en la última etapa de la República (desde el año 80 a.C.) y hasta muchos años después de que desapareciera (la época de Constantino, en el siglo IV), blasonó las monedas, los documentos, las inscripciones en piedra o metal, los monumentos y los estandartes de las legiones como denominación legal de Roma. De origen incierto, pero probablemente de la etapa fundacional de la ciudad Estado republicana (cuyo nombre oficial entonces era solo “Roma”), resulta irónico que la frase que designa al Senado y al pueblo como depositarios de la soberanía se institucionalizase, precisamente, cuando dicha soberanía agonizaba, próxima a extinguirse, entre otras cosas por la lucha entre ambos estamentos: la patricia clase senatorial y el pueblo (la plebe). Esa contradicción de base, nunca resuelta, traería la decadencia de la República romana y, en último término, las guerras civiles, caldo de cultivo para la irrupción de diversos hombres providenciales o “salvapatrias”. Y serían los más exitosos de todos ellos –también los más inteligentes y cautivadores–, Julio César, y sobre todo su heredero, Octavio Augusto, quienes le dieran la puntilla a una forma de gobierno que parecía eterna pero que, en realidad, había nacido hacía menos de cinco siglos. Escucha la historia completa en el podcast. Déjanos tu comentario en Ivoox o Spotify, o escríbenos a [email protected] Comparte nuestro podcast en tus redes sociales, puedes realizar una valoración de 5 estrellas en Apple Podcast o Spotify. Texto: Nacho Otero Dirección, locución y producción: Iván Patxi Gómez Gallego Contacto de publicidad en podcast: [email protected]
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Los Borgia se forjaron su propia leyenda negra, y desde luego se la ganaron a conciencia. Sin duda, los Borgia han sido una de las dinastías más odiadas de la historia. No hay escándalo que no se les haya atribuido: orgías, incesto, hijos ilegítimos, nepotismo, sobornos, envenenamientos, etc. Aunque no fueron personas de conducta irreprochable, muchos de los rumores que aún circulan sobre ellos son exageraciones o simples invenciones, según los historiadores contemporáneos. La leyenda negra, que se consolidó cuando Alejandro VI murió, fue la venganza de unos enemigos que en vida de los papas Borgia no consiguieron derrocarlos. El nepotismo de Calixto III puso los cimientos de muchas enemistades y la vida inmoral y el exceso de Alejandro VI dieron la mejor excusa a sus enemigos para fabular todo tipo de acusaciones y mentiras. No obstante, las últimas investigaciones históricas coinciden en que, si bien los Borgia romanos no fueron unos santos, el mundo les debe una reivindicación más allá de los mitos y las leyendas truculentas que les rodearon. Escucha la historia completa en el podcast. Déjanos tu comentario en Ivoox o Spotify, o escríbenos a [email protected] Comparte nuestro podcast en tus redes sociales, puedes realizar una valoración de 5 estrellas en Apple Podcast o Spotify. Texto: Covadonga Álvarez Dirección, locución y producción: Iván Patxi Gómez Gallego Contacto de publicidad en podcast: [email protected]
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Dominaron Roma y la cristiandad, pero no pudieron dejar la huella en la historia que ellos hubieran querido y por la que mataron (literalmente). Muerto Alejandro VI –seguramente con los mismos métodos que él empleó mil veces con otros–, sus enemigos se repartieron el botín como quisieron y el halo de su leyenda negra les robó hasta un monumental descanso final: los restos de los papas Borgia duermen olvidados en una humilde iglesia romana. El odio hacia los Borgia fue equivalente al poder que ejercía la familia. El hecho de que alguien proveniente de la península ibérica accediera al trono papal era una ofensa para muchos de los ilustres clanes italianos, pues este solo podía ser ocupado por compatriotas; con su elección se le estaba otorgando poder a un extranjero, algo imperdonable, y además a un extranjero que nada más ponerse el solideo papal se rodeó de los suyos y empezó a dar cargos relevantes a su familia y amigos, en especial a sus hijos. Escucha la historia completa en el podcast. Déjanos tu comentario en Ivoox o Spotify, o escríbenos a [email protected] Comparte nuestro podcast en tus redes sociales, puedes realizar una valoración de 5 estrellas en Apple Podcast o Spotify. Texto: Iván Mourín Dirección, locución y producción: Iván Patxi Gómez Gallego Contacto de publicidad en podcast: [email protected]
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César, más conocido como Duque Valentino, es otro de los personajes de la familia Borgia que más dio hablar durante su vida, aunque como veremos lo perdió absolutamente todo. Príncipe, cardenal y guerrero, es el hijo más recordado de Rodrigo Borgia, entre otras razones por su ambición y talento militar. César, llamado duque Valentino, tenía nula vocación por la carrera eclesiástica a la que su padre le destinó en un primer momento como trampolín hacia otras empresas. Su auténtica pasión era la guerra y, sirviéndose de la fuerza –y del dinero y el poder del Vaticano–, intentó crear un Estado propio en el centro de Italia. Alcanzó la gloria a la sombra de Alejandro VI y con la desaparición de este lo perdió todo, hasta la vida. Escucha la historia completa en el podcast. Déjanos tu comentario en Ivoox o Spotify, o escríbenos a [email protected] Comparte nuestro podcast en tus redes sociales, puedes realizar una valoración de 5 estrellas en Apple Podcast o Spotify. Texto: Gonzalo Pulido Dirección, locución y producción: Iván Patxi Gómez Gallego Contacto de publicidad en podcast: [email protected]
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Lucrecia Borgia fue presentada por el escritor Víctor Hugo como una mujer viciosa, despiadada y maestra en venenos. La realidad es que la verdadera Lucrecia, la que emerge de los archivos y los documentos históricos, era radicalmente distinta: una mujer espléndida, culta, gentil, delicada y también valiente y fuerte. Acusada de todo tipo de atrocidades, seguramente es una de las mujeres más calumniadas de la historia. Solo en los últimos años se ha empezado a hacer justicia a la hija de Alejandro VI y a contar una historia muy distinta a la de su leyenda negra. Ni ninfómana ni envenenadora ni incestuosa, simplemente fue la hija de un hombre poderoso que sería utilizada por él para sus intereses; una mujer de noble cuna, bella e inteligente, que se vio arrastrada por las circunstancias que rodearon a su familia, los poderosos, temidos y envidiados Borgia. Escucha la historia completa en el podcast. Déjanos tu comentario en Ivoox o Spotify, o escríbenos a [email protected] Comparte nuestro podcast en tus redes sociales, puedes realizar una valoración de 5 estrellas en Apple Podcast o Spotify. Texto: Sandra Castellanos Dirección, locución y producción: Iván Patxi Gómez Gallego Contacto de publicidad en podcast: [email protected]
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Sobrino de Calixto III, el segundo papa Borgia se formó en las intrigas religiosas, diplomáticas y militares y llegó a acumular un enorme poder. Protagonizó un pontificado de más de una década, caracterizado tanto por el escándalo y la tiranía como por la audacia administrativa y política, y con su extraña muerte se inició el declive de la dinastía. La leyenda negra de los Borgia fue generosamente alimentada por Calixto III y el resto de parientes coetáneos, pero a la muerte del primer pontífice Borgia aún habría de escribirse un nuevo capítulo en la historia de la dinastía valenciana, salpicado –como no podía ser de otra manera– por el nepotismo, la corrupción y la amoralidad marca de la familia. Sería el protagonizado por Rodrigo Borgia, el papa Alejandro VI. Escucha la historia completa en el podcast. Déjanos tu comentario en Ivoox o Spotify, o escríbenos a [email protected] Comparte nuestro podcast en tus redes sociales, puedes realizar una valoración de 5 estrellas en Apple Podcast o Spotify. Texto: Henar. L. Senovilla Dirección, locución y producción: Iván Patxi Gómez Gallego Contacto de publicidad en podcast: [email protected]
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Calixto III, el papa español de nombre Alejandro de Borja, es una de los personajes más importantes de la historia de la cristiandad, y las historias de su ambición desmedida ha llegado hasta nuestros días. Aunque la sombra del ‘gran Borgia’, Alejandro VI, desmesurada colosalmente por la leyenda negra, redujo a su tío y protector al modesto papel de ‘pequeño Borgia’, los hechos muestran su pareja estatura. En su breve pero intenso pontificado –tres años y cuatro meses–, Calixto III canceló definitivamente el Cisma de Occidente, frenó a los turcos en Belgrado, enriqueció al Vaticano, beatificó a Juana de Arco y canonizó a su paisano san Vicente Ferrer, dando cumplimiento a la doble profecía: “Tú serás papa y a mí me harás santo”. Escucha la historia completa en el podcast. Déjanos tu comentario en Ivoox o Spotify, o escríbenos a [email protected] Comparte nuestro podcast en tus redes sociales, puedes realizar una valoración de 5 estrellas en Apple Podcast o Spotify. Texto: Violeta Ché Dirección, locución y producción: Iván Patxi Gómez Gallego Contacto de publicidad en podcast: [email protected]
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El origen español de la dinastía de los Borgia procede de la localidad aragonesa de Borja, de hecho Borgia es la adaptación fonética italiana. En la segunda mitad del siglo XV, cuando la época medieval daba paso a la Edad Moderna, pasaron en pocas décadas de ser una familia casi desconocida de la pequeña nobleza del Reino de Valencia (cuya estirpe tuvo su origen en el Alto Aragón) a colocarse en el epicentro del poder de Roma y, por tanto, del mundo occidental. Aunque su fortuna comenzó cuando uno de los suyos, Alfonso de Borja, se convirtió en papa con el nombre de Calixto III y el definitivo golpe de suerte les llegó cuando Rodrigo Borgia fue elegido asimismo pontífice, en 1492, como Alejandro VI, lo cierto es que los Borja eran una familia de antigua estirpe que aparece establecida en el Reino de Valencia desde el siglo XIII. Remontándonos un poco más atrás en la historia, sus orígenes están ligados a la localidad de Borja, en la provincia de Zaragoza, en el Alto Aragón, y a la disputada fortaleza que la corona. Tomada en la Edad Media por los moros que habían expulsado del territorio a los cristianos, la denominación de la localidad deriva de la etimología árabe que le dieron los musulmanes, que se establecieron en el siglo VIII sobre la antigua Borsao. Escucha la historia completa en el podcast. Déjanos tu comentario en Ivoox o Spotify, o escríbenos a [email protected] Comparte nuestro podcast en tus redes sociales, puedes realizar una valoración de 5 estrellas en Apple Podcast o Spotify. Texto: Carolina del prado Dirección, locución y producción: Iván Patxi Gómez Gallego Contacto de publicidad en podcast: [email protected]
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Habían oído hablar de un rincón de las Indias recién descubiertas donde el oro abundaba como en ningún otro lugar, un paraíso con tal cantidad de metales preciosos que en él todo desprendía brillos dorados. Encontrarlo se convirtió en una obsesión por la que los conquistadores de mediados del siglo XVI estuvieron dispuestos a adentrarse en tierras desconocidas, aunque las duras condiciones del viaje llevaran a algunos de ellos incluso hasta la muerte. Cristóbal Colón esperaba que su expedición descubriera riquezas en forma de metales preciosos (en su diario de a bordo menciona 139 veces la palabra oro, por las 51 que cita a Dios). Sin embargo, sería unos años después, entiempos de las expediciones de Pizarro, cuando los españoles comenzaron a escuchar los primeros rumores sobre un mítico lugar cargado de oro. Lo llamaban El Dorado, y la posibilidad de encontrarlo desató las inquietudes aventureras de decenas de exploradores. Muchos llegaron a arruinarse para poder embarcar en ese viaje. Por eso, la recompensa no podía ser otra que conseguir una gran fortuna. O, al menos, intentarlo. Escucha la historia completa en el podcast. Déjanos tu comentario en Ivoox o Spotify, o escríbenos a [email protected] Comparte nuestro podcast en tus redes sociales, puedes realizar una valoración de 5 estrellas en Apple Podcast o Spotify. Texto: Beatriz González Dirección, locución y producción: Iván Patxi Gómez Gallego Contacto de publicidad en podcast: [email protected]
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Con apenas un puñado de hombres y la insaciable sed de oro por bandera, el conquistador trujillano venció al imperio más grande de América, convirtiéndose con ello en un héroe para unos y en un villano sanguinario para otros. No fue Francisco Pizarro un hidalgo precisamente ejemplar. Bastardo, analfabeto y, según la leyenda negra, criador de cerdos, el de Trujillo fue un hombre hecho a sí mismo, un superviviente que supo exprimir como nadie sus contadas virtudes para convertirse en uno de los nombres propios de la historia de la conquista española de América. Hijo ilegítimo del capitán Gonzálo Pizarro, nació en 1478. Sobrevivió a una infancia de penurias para, posteriormente, forjarse una reputación de soldado aguerrido en las guerras de Italia sirviendo a las órdenes del Gran Capitán, antes de cruzar el océano en busca de fama y fortuna en dirección al Nuevo Mundo. Allí logró mantenerse durante años en un discreto segundo plano en las expediciones de Alonso de Ojeda en América Central y Colombia y de Vasco Núñez de Balboa, primer europeo en alcanzar el Pacífico. Escucha la historia completa en el podcast. Déjanos tu comentario en Ivoox o Spotify, o escríbenos a [email protected] Comparte nuestro podcast en tus redes sociales, puedes realizar una valoración de 5 estrellas en Apple Podcast o Spotify. Texto: Roberto Piorno Dirección, locución y producción: Iván Patxi Gómez Gallego Contacto de publicidad en podcast: [email protected]
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Tras las primeras exploraciones del vasto Nuevo Continente y la peripecia de Hernán Cortés, las expediciones y conquistas se multiplicaron de uno a otro confín del territorio americano. El interés por encontrar una ruta a través de América que abriera la puerta del Pacífico a los barcos españoles para alcanzar las maravillas de Oriente quedó relegado a un segundo plano cuando se extendieron los rumores de la existencia de riquezas incalculables en el interior del continente. Durante los primeros treinta años posteriores al Descubrimiento, los españoles se asentaron en las Antillas, donde no encontraron las oportunidades de hacer fortuna que esperaban. Decepcionados, dirigieron su atención hacia el oeste y emprendieron toda una serie de malogradas expediciones que no alcanzaron su objetivo. Déjanos tu comentario en Ivoox o Spotify, o escríbenos a [email protected] Comparte nuestro podcast en tus redes sociales, puedes realizar una valoración de 5 estrellas en Apple Podcast o Spotify. Texto: Jose Luis Hernández Garvi Dirección, locución y producción: Iván Patxi Gómez Gallego Contacto de publicidad en podcast: [email protected]
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“Os haré señores de lo que nuestros paisanos ni siquiera han alcanzado a soñar”. Con frases y promesas tan ambiciosas como esta, un aventurero convertido en capitán general arengó a sus hombres en el cabo San Antonio, la punta más occidental de la isla de Cuba, justo antes de partir en pos de lo desconocido. Era el 18 de febrero de 1519. "Sois pocos en número, pero fuertes en arrojo”. Seiscientos sesenta y tres hombres escuchaban a Hernán Cortés, líder de una escuadra comisionada por el gobernador de Cuba, Diego Velázquez de Cuéllar, para ir al otro lado del mar Caribe a buscar al capitán Grijalva, comandante de una expedición anterior al mismo lugar. Debían hallar a sus compatriotas perdidos o presos, traer la máxima información sobre aquellos enclaves desconocidos y, sobre todo, comerciar con los nativos, a los que invitarían a convertirse al cristianismo y ofrecer lealtad al rey de España. “Si he trabajado duramente y me he jugado todas mis posesiones en esta empresa es por amor de ese renombre que constituye la más noble recompensa del hombre”, resumió Cortés. Había invertido todo el dinero ganado como rico terrateniente en Cuba, más el que pudo obtener hipotecando sus haciendas en la colonia, para financiar una expedición que, según sus seguidores, casi corría completamente a su cargo, pese a tratarse de una misión oficial española. Déjanos tu comentario en Ivoox o Spotify, o escríbenos a [email protected] Comparte nuestro podcast en tus redes sociales, puedes realizar una valoración de 5 estrellas en Apple Podcast o Spotify. Texto: Jose Angel Martos Dirección, locución y producción: Iván Patxi Gómez Gallego Contacto de publicidad en podcast: [email protected]
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El descubrimiento del Nuevo Mundo supuso una revolución económica y política para los reinos de Castilla y Aragón y el encumbramiento de Cristóbal Colón como un marino genial, si bien pronto se verían sus carencias como gobernante de La Española. Un hastiado Colón abandonaba Portugal y se trasladaba a Castilla para ofrecer su proyecto a los Reyes Católicos. Tras arduas negociaciones, el marino logró que la reina Isabel financiara su expedición y le concediera varios privilegios, entre ellos nombrarlo Almirante de la Mar Oceana. Fray Bartolomé de las Casas aseguró que Colón sabía que había tierra al otro lado del Atlántico, una hipótesis que defendió siglos después el historiador español Juan Manzano. Es probable que el genovés hubiera obtenido de alguien información precisa sobre los alisios. Con esos datos en su cabeza y con una copia del mapa de Toscanelli, el marino zarpó de Palos de la Frontera el 3 de agosto de 1492 al mando de dos pequeñas carabelas (la Pinta y la Niña) y una nao más grande (la Santa María). Tras varios días de navegación, la flotilla recaló en las islas Canarias. Escucha la historia completa en el podcast. Déjanos tu comentario en Ivoox o Spotify, o escríbenos a [email protected] Comparte nuestro podcast en tus redes sociales, puedes realizar una valoración de 5 estrellas en Apple Podcast o Spotify. Texto: Fernando Cohnen Dirección, locución y producción: Iván Patxi Gómez Gallego Contacto de publicidad en podcast: [email protected]
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Donde hoy se alza Ciudad de México se fundó Tenochtitlán, la capital de los mexicas o aztecas. Cultos y tecnológicamente muy avanzados, lograron transformar una inhóspita zona pantanosa en el corazón de un imperio que llegó a sumar 500.000 km2. Un antiguo mito cuenta que los aztecas (autodenominados mexicas, de donde procede el topónimo México) abandonaron la isla de Aztlán (“lugar de las garzas”). El dios Huitzilopochtli les predestinó a convertirse en el Imperio del Sol, pero antes debían encontrar una señal divina: un águila devorando a una serpiente. Eso les indicaría dónde estaba la tierra en la que debían instalarse. Aquel grupo de cazadores nómadas peregrinó –esto es un hecho probado, al margen del mito– durante más de 200 años hasta que, en 1325, halló la señal. Allí fundaron Tenochtitlán, sobre las aguas del lago Texcoco, como una reminiscencia de su mítica isla de Aztlán. Aquel largo periplo y los lugares donde se fueron asentando están descritos en varios códices que recogen dibujos y textos prehispánicos, entre ellos el conocido como Tira de la peregrinación. Sin embargo, las informaciones que albergan estas obras son en general mitológicas y además contradictorias entre sí. Déjanos tu comentario en Ivoox o Spotify, o escríbenos a [email protected] Comparte nuestro podcast en tus redes sociales, puedes realizar una valoración de 5 estrellas en Apple Podcast o Spotify. Texto: Laura Manzanera Dirección, locución y producción: Iván Patxi Gómez Gallego Contacto de publicidad en podcast: [email protected]
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Isabel II y los Spencer querían un sepelio familiar y lo más íntimo posible para Diana (pues ya no era miembro de la familia real), pero no fue posible. Su cortejo fúnebre recorrió las atestadas calles de Londres durante dos horas y la marcha a pie junto al ataúd de sus hijos conmovió aún más al mundo. El sábado 6 de septiembre de 1997 a las 9:08 de la mañana, la campana tenor de la Abadía de Westminster marcó la salida del cortejo fúnebre desde el Palacio de Kensington. Las flores llovían sobre el féretro y más de un millón de personas inundaban las calles de Londres a ambos lados del recorrido de casi dos horas de duración, algunas llorando, otras paralizadas por la emoción, otras gritando: “¡Diana, Dios te bendiga!”. Encima del ataúd, tres ramos de flores blancas, del hermano de Diana y de sus dos hijos. Al pasar por el Palacio de St. James, se unieron al cortejo fúnebre, caminando en línea con impecables trajes negros, Guillermo y Enrique, los hijos de Diana, de 12 y 15 años, a ambos lados de su tío, el conde Spencer, y flanqueados por su padre, el príncipe Carlos, y su abuelo, el duque de Edimburgo. Utiliza el código CIENCIADIGITAL y obtén tu descuento a la suscripción de Muy Interesante, sigue con este link https://bit.ly/3TYwx9a Déjanos tu comentario en Ivoox o Spotify, o escríbenos a [email protected] Comparte nuestro podcast en tus redes sociales, puedes realizar una valoración de 5 estrellas en Apple Podcast o Spotify. Texto: Laura G. de Rivera Dirección, locución y producción: Iván Patxi Gómez Gallego Contacto de publicidad en podcast: [email protected]
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