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  • A pesar de que a lo largo de su carrera completó las delanteras vocales de dos jazz bands de importancia como la "Hermanos Castro" y la "Casino de la Playa", podemos asegurar que Felo Martínez fue -esencialmente- un cantante de conjunto.

    Superada su etapa trovadoresca como parte del trío Hermanos Díaz, en 1950 participaba en la fundación del conjunto del pianista Luis Santí, fiel seguidor del estilo del Conjunto Casino, completando su trilogía vocal junto a Pitín y Colacho.

    La voz de Felo Martínez, aguda, algo nasal y con buena potencia, cualidades típicas del sonero, así como su sentido del ritmo y creatividad para las inspiraciones, demostró ser ideal para el formato que desde los años 40 conquistó los salones bailables.

    Los conjuntos que durante los años 50s continuaron su evolución lógica, para 1953 sumaban a las guarachas, montunos, guajiras, guaguancós, congas y boleros, el nuevo ritmo que entonces rescató de la inercia a las orquestas típicas o charangas.

    "El peletero", un cha cha chá de Hilario Ariza que nunca fue llevado a las sesiones de estudio del Conjunto Casino, llega desde el estudio teatro de La Onda de la Alegría (Radio Progreso) con fecha marzo de 1956.

    Junto a Felo Martínez las voces de Roberto Espí, René del Mar y Fernando Álvarez.

    En la memoria: Felo Martínez. Falleció en La Habana el 12 de julio de 1999.

    A 25 años de su desaparición física recordamos a este notable cantante, buen amigo y fiel guardian de la memoria de sus compañeros.

    Había nacido el 19 de febrero de 1930 en La Habana, la ciudad de sus grandes triunfos.

    Y de La Habana nos vamos al Nueva York de los años 40. En la gran ciudad alcanzaba su máximo esplendor el estilo de Panchito Riset.

    Su trasiego por innumerables agrupaciones soneras definió ese peculiar sabor interpretativo que lo hizo sobresalir entre sus contemporáneos.

    Desde sus antológicas grabaciones como parte del Cuarteto Caney sentó cátedra en el bolero soneado.

    Combinación perfecta que le acompañó a lo largo de una extensa trayectoria artística, parte de la cual rememoramos seguidamente.

    Nadie como Panchito para ponerle voz y sentimiento al más auténtico son cubano.

    Le acompañarán, entre otros, el ciego maravilloso Arsenio Rodríguez, el percusionista Chano Pozo y el cantante y compositor cienfueguero Marcelino Guerra.

    Sesiones históricas con el tres de Arsenio marcando el patrón del más recio son montuno.

    Músicos cubanos cuyo legado le sigue dando la vuelta al mundo. A propósito de Chano Pozo y su clásico "Manteca" hacemos un alto para recordar al saxofonista baracoense Chombo Silva.

    Como un notable instrumentista lo recordó siempre el maestro Leonardo Acosta. Músico influyente, tanto en lo jazzistico como en lo bailable, en aquel incesante movimiento artístico musical de los años 40 y 50, entre otras formaciones integró las bandas del genial Beny Moré y de su colega Emilio Peñalver.

    En la memoria de Cubakústica, y en dos tiempos: el feeling de Chombo Silva.

    Celeste Mendoza fue sin discusión la reina del guaguancó. A fuerza de talento desde el cuerpo de baile del célebre cabaret "Tropicana", saltó a los primeros planos de la popularidad con el apoyo de la etiqueta independiente Gema, fundada por los hermanos Alvarez Guedes a finales del año 1957.

    Temperamental y única en la expresión de géneros como el bolero, la rumba y el guaguancó, contra viento y marea se mantuvo en activo en los escenarios durante poco más de 40 años.

  • La voz y el magnetismo escénico de Fernando Collazo lo convirtieron en una de las figuras predilectas del danzonete de los años 30.

    El flautista Antonio Arcaño le llamaba jocosamente "el venao" por un extenso prontuario amoroso que, en definitiva, terminó provocando su separación de la orquesta "Maravillas del Siglo" fundada por ambos músicos hacia 1937.

    Hoy recordamos algunos de sus éxitos grabados con la orquesta del pianista y compositor Armando Valdespí mediando los años 30.

    A pesar de la inestabilidad económica, política y social de esos años, el creciente esplendor de la radio en directo y las grabaciones discograficas reforzaron su popularidad. Todo parecía sonreírle cuando su extensa fama donjuanesca le costó la vida.

    Considerado, después de Pablo Quevedo, la voz más hermosa que tuvo el danzonete de los años 30, los ecos de su misterioso suicidio estremecieron los cimientos morales de la sociedad cubana de ese tiempo.

    Las especulaciones fueron muchas y variadas, pasando por el agobio de una supuesta impotencia sexual, su relación más o menos oculta con el famoso modisto Bernabeu, hasta la hipótesis de que una mano ajena fue la encargada de "suicidarlo" por tener amores con la esposa de cierto personaje vinculado al poder político.

    Lo cierto es que el 16 de octubre de 1939 la música popular cubana perdió a un idolo genuino de pueblo, cuya voz e imagen han trascendido las brumas del tiempo gracias al modesto corto fílmico con sonido: "Maracas y bongó", rodado en 1932 y considerado uno de los primeros de su tipo producido en Cuba.

    En la memoria: Fernando Collazo.

    Algo de la obra de René Touzet, notable pianista, arreglista, compositor y conductor de orquesta a quien recordaremos en el 108 aniversario de su natalicio. Versátil en cada una de estas facetas en su amplia carpeta autoral sobresalen hermosas canciones y boleros.

    Este breve segmento lo inicia la guantanamera Bertha Dupuy. Apoyo orquestal a cargo del maestro Adolfo Guzmán. "Anoche aprendí", letra y música de Touzet.

    "La noche de anoche", otro de los clásicos de René Touzet a la manera del chileno Lucho Gatica le da paso a Esther Borja. "No te importe saber", arreglo y conducción orquestales de otro maestro: Roberto Sánchez Ferrer.

    Nueva York, la gran ciudad que hizo suya René Touzet, la conquistó Vicentico Valdés a puro bolero. "Por todas mis locuras", acompaña otro gran pianista cubano: René Hernández.

    Olga Guillot, uno de los grandes amores del maestro.Su monumental bolero "Me contaron de tí" fue uno de los grandes exitos que la Guillot grabó para la etiqueta "Puchito" en Cuba. Le acompañó la orquesta de Humberto Suárez.

    Durante más de 50 años de trayectoria artística su compromiso, fidelidad y entrega a lo más valioso de la cancionistica cubana la han convertido en una de las voces imprescindibles de nuestros escenarios.

    El paso de Miriam Ramos por el mundo del disco siempre ha estado vinculado a esa verdad interpretativa que hace trascender a los verdaderos artistas, más allá de modas pasajeras, intereses comerciales o, sencillamente, lo más superficial promovido por algún productor o mecenas.

    En la frontera del 2001 al 2002 se gestó este álbum que, con el título de "Obsesión", rindió tributo al gran Beny Moré.

    En la despedida dos grandes que se fueron con las botas bien puestas: Rolando Laserie y Cachao López. Legados invaluables representando lo más auténtico de nuestra memoria.

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  • Con una descarga al estilo de los años dorados de los 50s, años que vivió intensamente, siendo parte de la Orquesta Aragón, el flautista, clarinetista, pianista, arreglista y compositor Richard Egües, recibía el nuevo milenio.

    Con varios tracks de la producción "Richard Egües y sus amigos", editada por la etiqueta "Latin World" en 1999, el veterano músico, alquimista del sonido "Aragón" junto a su conductor y violinista Rafael Lay, revisitó ciertos clásicos del repertorio bailable nuestro. Entre estos por supuesto que no podía faltar el universal cha cha chá "El bodeguero".

    Junto al maestro Richard Egües se apuntaron a las sesiones de estudio: el violinista Pedro Depestre y Chucho Valdés. Como resultado esta formidable versión del clásico danzón de Felix Reyna: "Angoa".

    El 1ro de septiembre de 2006 falleció en La Habana Richard Egües.

    A 28 años de su desaparición física, recordamos su trascendental paso por los escenarios de Cuba y el mundo.

    A tiempo de bolero continuamos gracias a una de las voces altas e imprescindibles de la música popular cubana: la santiaguera Olga Guillot.

    Con una de sus últimas grabaciones recordamos a esta inmensa intérprete que debutó en discos Panart a mediados de los años 40, gracias al apoyo de la pianista, arreglista, compositora y directora coral Isolina Carrillo.

    Como parte del Cuarteto "Siboney" de la autora de "Dos Gardenias", comenzó a destacar en las programaciones que promovía, desde RHC Cadena Azul, el guajiro Amado Trinidad Velazco.

    Otras importantes emisoras de la época habían incidido también en el despegue de su carrera: la CMQ y la llamada "emisora del pueblo": "Mil Diez".

    Legendaria y temperamental, con su voz inalterable y casi 60 años en los escenarios, en pleno auge el boom comercial del "Buenavista Social Club", reclamaba su sitial entre los grandes de Cuba.

    "Faltaba yo", álbum producido por Warner Music en 2001, fue la excusa perfecta para que Olga Guillot retomara algunos clásicos de su repertorio.

    A pesar de haber encabezado por largos años -junto a Celia Cruz- las listas negras de la censura oficialista, Olga Guillot mantuvo un sitio importante en la memoria afectiva de su gente, representando lo más genuino y auténtico del bolero cubano.

    Seguidamente la banda sonora victrolera cubana de la frontera de los años 50 a los 60. Últimos vestigios del pulso victrolero y de la discografia independiente a través de las producciones de la etiqueta Rosy .

    En 1959 las grabaciones de José Tejedor, editadas en singles de 45 r.p.m por el sello fundado ese año por Rogelio Martínez (hijo) impulsaban la carrera de este genuino cantor de pueblo.

    Tras largos años de duro bregar por las noches habaneras interpretando boleros y canciones junto a su inseparable Luis Oviedo, Tejedor alcanzaba el reconocimiento con el respaldo musical del conjunto dirigido por el pianista, arreglista y compositor Javier Vázquez.

    Si a finales de 1952 el conjunto Saratoga estrenaba en su sección de metales la combinación del trombón con dos trompetas, ocho años más tarde el conjunto de Tejedor aportó a esa peculiar sonoridad la utilización del Tres, sin dudarlo un paso de avance en el desarrollo armónico de los conjuntos de sones y una efectiva modalidad tímbrica que matizó la banda sonora de los primeros años sesenta. Del catálogo Rosy a los discos Modiner.

    El jazz afrocubano más contemporáneo nos llega desde una producción Bis Music del año 2019.

    "Clásicos al Jazz", producción musical a cargo del contrabajista Néstor del Prado. Así revisitó el clásico de Emilio Grenet: "Yambambó".

    En la despedida Julito Padrón. Sentimiento, arte y poesía en el sonido de su trompeta. Homenaje a dos grandes compositores de la música popular cubana: Ernesto Grenet, el autor de "Drume negrita" y José Antonio Méndez "el king", "el ronco": "Mi mejor canción".

  • Su reinado en las victrolas coincidió con los últimos años 50s. Más de seis décadas después Blanca Rosa Gil continúa siendo una de las voces más hermosas y distintivas del bolero cubano.

    Sus primeros singles, producidos por la etiqueta Panart hacia 1957 cristalizaron una creciente popularidad ganada, a puro aplauso, en la pista del "Ali Bar" el famoso local regenteado por Alipio García, ubicado en la periferia citadina.

    Para 1960 redoblaba sus éxitos en radio y televisión mientras que sus grabaciones producidas por el sello Modiner asentaban ese estilo tan suyo, entre sentimental y tanguero, acentuado por los arreglos de los pianistas Severino Ramos y Joaquín Mendivel, a cargo también de las conducciones orquestales.

    Los ecos de los éxitos de "La muñequita que canta" son parte indisoluble de las memorias de una nación que, negándose a desvanecerse del todo, persiste en la nostalgia de más de una generación de cubanos, dentro y fuera de la isla.

    Eliades Ochoa: de Songo la Maya para el mundo. Su temprano vínculo con un instrumento como el tres lo llevó inevitablemente al mundo del son, la guajira, el bolero y la canción trovadoresca.
    Su trasiego por el Quinteto "Oriental", el Septeto Típico y el Cuarteto "Patria", así como su similitud vocal con el mítico Guillermo Portabales, han definido su huella en la música popular de los últimos treinta años.

    Hoy repasamos algunas de las grabaciones de Eliades Ochoa con el Cuarteto "Patria".

    Sin dudas el empuje comercial del proyecto "Buena Vista Social Club" fue decisivo para que su carrera fuese bien reconocida dentro y fuera de la isla. En su voz la obra del genial Antonio Fernández (Ñico Saquito).

    José Antonio Méndez: "el King", "el Ronco", a pesar de tener "pegados" en las victrolas de los primerísimos años 50s varios temas de su autoría, decidió probar fortuna en tierras aztecas como lo hicieron otros artistas y músicos cubanos que le antecedieron.

    José Antonio, con su habitual humildad, creyó que el representante de la RCA Víctor mexicana Mariano Rivera Conde "lo estaba vacilando" cuando le propuso grabar varios discos con arreglos y respaldo orquestales del tremendo melodista, pianista y compositor Mario Ruiz Armengol.

    El sorpresivo éxito que tuvieron estas grabaciones fuera de Cuba validó el estilo interpretativo del King. La calidez de su voz y la sencillez con que "ponía" los temas en el escenario con su guitarra le aseguraron, desde entonces, la fidelidad del público mexicano.

    Entre sus trabajos discográficos de los primeros años 60 sobresale una producción en complicidad con los pianistas Frank Emilio Flynn, Rafael Somavilla y el violinista urugüayo Federico Britos.

    En los minutos finales algunas de las voces entrañables de la radio cubana.

    Los ecos de los veteranos estudios habaneros, aquellos importantes escenarios del éter donde artistas y agrupaciones ofrecieron su arte en directo.

    Desde los estudios de la CMQ de Monte y Prado: Gerardo Pedroso, una de las voces olvidadas del danzón. El 21 de agosto de 1948 le acompañó la Orquesta Gris a cargo del maestro Armando Valdés Torres. Así cantó la guaracha de José Claro Fumero: "Bemba colorá".

    Los tiempos de gloria de la música popular cubana. Gerardo Pedroso regresa como bolerista. "Mira que eres linda", otro clásico cubano original del maestro Julio Brito.

    Sonidos que nos recuerdan la importantísima plaza artística que fue La Habana.

    Seguimos viaje ahora a los estudios del guajiro Amado Trinidad Velazco, el mayor competidor de CMQ.

    En julio de 1947 en RHC Cadena Azul, bajo el influjo del llamado danzón de nuevo ritmo, la Orquesta Unión interpretaba "Las cosas de Vega", combinación de la pieza de Orestes López con un fragmento de la suite "Cascanueces". La última parada es en los estudios de la Radio Cadena Suaritos ubicados en la calle 25 del Vedado habanero. María Teresa Vera y Lorenzo Hierrezuelo cubrieron infinidad de horas en las míticas audiciones del gran Laureano Suárez.

  • El catálogo de la etiqueta independiente Velvet del año 1960 nos devuelve la sonoridad de la orquesta del guitarrista, arreglista y compositor holguinero Juanito Márquez.

    "Sax cha chá" es el título del álbum donde este importante músico, bien conocido en el ambiente musical desde la década anterior por sus trabajos para diversas agrupaciones habaneras como la "Riverside", reafirmaba su presencia en los escenarios de la capital de la república.

    Germán Piferrer, también notable arreglista y conductor de orquesta, le ponía voz y sentimiento a las creaciones de Juanito.

    Bola de Nieve se atrevió a hacer en los escenarios de México lo que hasta ese momento sólo hacia en descargas y reducidos círculos de amigos.

    Corría 1933 y, desde entonces, no dejó de interpretar canciones de manera muy original.

    Hoy las antenas de la CMQ Radio nos acercan algunos fragmentos de aquellos shows en directo donde el Bola derrochaba talento y cubania.

    Los olvidados ecos de la fiebre del tango en Cuba nos permiten volver a los estudios de la Radio Cadena Suaritos. En su staff artístico destacaron María Teresa Vera y Lorenzo Hierrezuelo. En sus voces "Suena guitarra querida", un estilo campero de Gardel y Razzano, dándole paso a uno de aquellos ídolos que el pueblo cubano recibió con los brazos abiertos bautizándolo además como el "cantor del pueblo": Alberto Gómez. En reciprocidad dejó en discos Víctor el pregón más famoso del mundo: "El Manisero".

    Unos minutos para recordar -en tiempo de danzón de nuevo ritmo- a la formidable radiofónica de Antonio Arcaño desde la emisora "Mil Diez". Le seguirá Frank Emilio Flynn con Gustavo Tamayo en güiro recordando las históricas audiciones radiofónicas del Mago de las teclas: Antonio María Romeu.

    Los tesoros de la música popular cubana. En la despedida Antonio Machín, el cantante cubano que se hizo indispensable en la banda sonora de los españoles durante más de cuarenta años.

  • Durante los primeros minutos del programa sintonizamos la histórica señal de la radio independiente cubana. Música en directo desde el estudio teatro de "La Onda de la Alegría" Radio Progreso devolviéndonos un tiempo único.

    El esplendor de una época a través de sus micrófonos registrando los primeros grandes exitos de Benny Moré al frente de su propia banda.

    A continuación el jazz cubano más contemporáneo a la manera del pianista Michelle Fragoso. Continuamos reproduciendo algunos cortes del álbum "Rompimiento", producción grabada en La Habana en agosto de 2017.

    Formidable travesía discográfica completada por los talentos de Julito Padrón en trompeta; Néstor del Prado en contrabajo; Guillermo del Toro en las tumbadoras y Oliver Valdés en drums, entre otros.

    Celio González, con un estilo muy original y un variado repertorio de guarachas, sones montunos y boleros, le puso voz, sabor y sentimiento a la era dorada de los conjuntos soneros. Su paso por diversas agrupaciones de importancia como los conjuntos "Jóvenes del Cayo", "Luis Santí", "Casino" y "Sonora Matancera" dejó una huella memorable.

    En la despedida el trovador Frank Delgado. Algunos tracks de su formidable álbum "Más", producción Bis Music del año 2016.

  • Ibrahim Ferrer le pone voz y sentimiento a los primeros minutos del programa recordándonos el son montuno de Faustino Oramas "Ay Candela", uno de los temas que mantuvo en su repertorio hasta el final de sus días y que, allá por 1968, alcanzó a grabar con el conjunto "Los Bocucos".

    A 19 años de su fallecimiento recordamos a este cantante santiaguero que en 1957 destacaba en la célebre Orquesta Oriental de Electo Rosell "Chepín" grabando para la etiqueta Valle el son montuno: "El platanal de Bartolo", su primer gran éxito.

    A pesar de poseer un excelente fraseo, afinación y oído armónico notables, de demostrar también una buena capacidad para la improvisación y dominar géneros tan diversos como el son, el montuno y el bolero, su presencia en el conjunto "Los Bocucos", completando la delantera vocal junto a Carlos Querol, no pasó de garantizarle los coros al gran Pacho Alonso.

    Definitivamente Ibrahim Ferrer no era un animal de su tiempo. Por esas ironías del destino tuvieron que pasar más de 25 años para que, desencantado, ya retirado de la música, desaparecidos muchos de sus antiguos compañeros de batalla, sus condiciones como vocalista llegaran a ser valoradas.

    En 1997, como parte del proyecto "Buenavista Social Club", junto a otros músicos y cantantes veteranos, sin perder la humildad que siempre lo caracterizó, alcanzó éxito y reconocimiento internacionales.

    Buen recuerdo para Ibrahim Ferrer, sin dudas uno de los grandes intérpretes de la música popular cubana.

    Más victrolero imposible. Domingo Lugo como parte del Conjunto Club, fundado y dirigido por el trompetista Alfonso Salinas, destacaba en la banda sonora de los últimos años 50 gracias al auge de la industria discográfica independiente.

    En las ediciones de los sellos Panart y Fama, su estilo -bastante similar al del veterano Panchito Riset- comenzó a llamar la atención inmerso en un creciente repertorio de boleros de corte victrolero.

    Domingo Lugo sobrevivió a duras penas los convulsos años sesenta, etapa difícil donde la férrea política cultural determinó que el bolero de victrola no tuviera cabida posible en la sociedad cubana.

    A partir de 1968 sucesivas comisiones artísticas lo "devaluaron" teniendo que sobrevivir ejerciendo diferentes oficios, todos ajenos a la música. Sin embargo, Domingo Lugo alcanzó a tener un segundo aire en 1990.

    "La vida es siempre mucho más" tema casi autobiográfico, original de Alberto Vera, dió título a un álbum producido por el sello estatal EGREM donde el cantante, fiel a su estilo, repasó buena parte de su antiguo repertorio. En particular la versión que hizo del bolero “Murmullo” fue bien recibida.

    Paradójicamente un bolero enmarcado en la otrora proscrita atmósfera de bares y cantinas, compuesto además por Amaury Pérez Vidal, uno de los representantes de la Nueva Trova de los años 70 el movimiento del que años atrás se había servido la cultura oficial para poner "en jaque" al bolero de victrolas.

    Arsenio Rodríguez: en sus creaciones el fuerte caudal afro heredado por línea directa de sus ancestros congos.

    Ciego desde muy pequeño, de extracción muy humilde, la música fue su refugio, reflejando en ella todos aquellos cantos, rituales y toques africanos que acompañaron su niñez y adolescencia.

    Con su tres, a fuerza de talento y perseverancia, logró imponerse en el difícil y competitivo ambiente de la música popular. Al frente de su agrupación, durante la llamada "era de los conjuntos soneros", estableció uno de los patrones estilísticos más notables de ese formato dejando honda huella en el caudal musical de Cuba y el mundo.

    Con algunos clásicos de Arsenio Rodríguez en el repertorio de varias agrupaciones e intérpretes, nos despedimos: Miguelito Valdés, Rolo Martinez con la banda de Ernesto Duarte, Rolando Laserie, Carlos Embale y el Raspa con el septeto Nacional de Ignacio Piñeiro, Merceditas Valdés y Oscar Valdés con Irakere.

  • Su excelencia en la flauta y el histórico hábito de bautizar con sobrenombres a los artistas y músicos cubanos, convirtieron a Joaquín Oliveros en "El Jilguero de Centro Habana".

    El 27 de julio de 2024 falleció en La Habana este músico que desde muy jóven tuvo como referente fundamental a José Antonio Fajardo.

    Aunque no fueron menos importantes para Joaquín los estilos de Antonio Arcaño, Juan Pablo Miranda y Richard Egües, su admiración por el legado de Fajardo, así como su incidencia en la evolución de la música popular cubana, lo vinculó mayormente al formato charanguero. Luego de integrar la orquesta "La Fascinación", en 1962 pasó a la nómina de la "Sensación" de Rolando Valdés.

    Notable preámbulo de un extenso peregrinar artístico donde destacarán la orquesta "Melodías del 40", el Grupo de Peruchín, el Grupo de Senén Suárez, el proyecto "Estrellas de Areito", el "remake" discográfico de "Arcaño y sus Maravillas", la orquesta de Enrique Jorrín, "Pancho el Bravo" y la Charanga de Rubalcaba, entre otras tantas formaciones.

    Buen recuerdo para Joaquín Oliveros, un singular sinsonte de la música popular cubana cuyo legado, afortunadamente, ha quedado registrado en numerosas producciones discograficas.

    En diciembre de 1999 grabó en el histórico estudio-teatro número 2 de la CMQ RadioCentro, rebautizado entonces como "SonoCaribe" por la empresa estatal RTV Comercial, el álbum "De bala", título de uno los grandes éxitos de "Fajardo y sus estrellas" de la década del 50.

    Finalizando los años 40 del siglo XX, coincidentes con el poderoso y renovador movimiento del feeling: los talentos de Giraldo Piloto y Alberto Vera confluyeron en el ambiente artístico musical.
    Además del altísimo nivel de sus piezas, el esplendor de la industria discográfica independiente de los 50s favoreció su rápida aceptación en los repertorios de los intérpretes y agrupaciones musicales más sobresalientes de esa época.

    El quinteto de música moderna del año 1959, con Frank Emilio a la cabeza, nos devuelve el clásico: "Scheherezada cha cha chá".

    "Inútil es ya", una canción-fox a la manera de Olga Guillot con la orquesta de Humberto Suárez dará paso a la orquesta "Aragón" y al Conjunto Casino. "Guajira con tumbao" y "Mambo infierno" la visión renovadora y el buen gusto de las creaciones de Piloto y Vera a la hora de abordar géneros tan cubanos como la guajira, el montuno y el mambo.

    El cuarteto vocal "Los Zafiros" le cederá el paso al feeling de Moraima Secada y Elena Burke. Otros dos temas míticos de Piloto y Vera. "Perdóname conciencia" y "Duele".

    Víctima de un lamentable accidente de aviación el 5 de septiembre de 1967, falleció Giraldo Piloto. Sólo la muerte alcanzó a poner punto final a esta auténtica hermandad familiar y musical que tanto realce dió a la cultura cubana.

    Alberto Vera sobrevivió 29 años a su compañero de canciones. Falleció en La Habana el 18 de diciembre de 1996.

    Con "Y son así". Con el septeto "Sierra Maestra" despedimos este breve repaso a la obra de Piloto y Vera.

    Quedó en la historia de la música popular cubana con el nombre artístico de "Pello el Afrokán".

    Pedro Izquierdo, formidable percusionista, rumbero, bailarín y cantante, atado para siempre a los poderosos tambores de nuestra nación, despide el programa con algunos de aquellos toques y cantos con que solían alegrar los desaparecidos carnavales los habitantes de cada barrio habanero con sus típicas comparsas.

    "Los Dandys" de Belén, "El Alacrán" del Cerro, "Las jardineras" del barrio de Jesús María y "Los Marqueses" de Atarés, entre otros.

    Los ecos de tiempos más felices, colmando de música, bailes, fiesta, alegría y colorido a los hoy destruidos barrios de La Habana.

  • El sentimiento del malogrado trovador, guitarrista y compositor yucateco Guty Cárdenas, haciendo dueto con Chalín, uno de sus colegas de trova, nos sirve de pretexto para acercarnos a ciertas letras y melodías con las que se emocionaron nuestros mayores.

    "Que lejos estoy", una olvidada y nostálgica canción grabada por Guty, finalizando los años 20 del siglo pasado, le da paso a una hermosa pieza del insigne pianista Ignacio Cervantes.

    En su título y sus notas la profunda tristeza del destierro político, tal como lo sufrió el maestro obligado a marchar a los Estados Unidos por sus ideales independentistas: "Adiós a Cuba".

    Del destierro forzoso al incesante peregrinar del emigrante. Condiciones marcadas por los malos gobiernos condenando a los cubanos a buscar en otros suelos libertad y mejores horizontes.

    Dos joyas de nuestro cancionero vinculadas a la dictadura de Gerardo Machado: "Dime adiós, me voy de Cuba". El italiano Alberto Rabagliatti, la voz de seda de la Lecuona Cuban Boys, nos recuerda esta canción de Armando Oréfiche. Le seguirá Esther Borja con la orquesta de cámara de Madrid bajo la conducción del pianista y compositor Fernando Mulens. "Lamento cubano", pieza que le costó el exilio a su autor: Eliseo Grenet.

    A continuación las voces del exilio cubano asentado en el Nueva York de los años 60 y 70. Entre ellas recordaremos al rumbero Virgilio Martí, integrando el formidable Grupo Folklórico y Experimental Nuevayorquino: "Cuba linda".

    Con un tema que resultó ser al mismo tiempo poderoso resumen de vida y testamento sonoro, cierra este breve recuento la más universal de las figuras de la música popular cubana: Celia Cruz.

    El cancionero cubano generado por las dictaduras.

    Un año antes había comenzado a ubicar en la calle San Miguel no.410 el equipamiento indispensable para registrar y prensar sus grabaciones.

    En La Habana del año 1944 el ingeniero de sonido Ramón Sabat sentaba -con sus producciones- el primer esfuerzo de discografia independiente en la isla.

    Su etiqueta Panart, con una producción sostenida de discos de 78 revoluciones por minuto, muy pronto se convirtió en referente dentro y fuera de Cuba.

    Entre las atracciones de su catálogo inicial sobresalía Orlando Guerra, el original "Cascarita", con el respaldo de la orquesta del trompetista Julio Cueva.

    La rapidez con que prensaba sus discos le permitió a Sabat desbancar muy pronto al competidores extranjeros de larga permanencia en Cuba, el de mayor peso: RCA Víctor.

    El trío "La Rosa" antecede a dos formaciones que distinguieron comercialmente el catálogo Panart de la segunda mitad de los 40: el Conjunto "Sonora Matancera" y el Conjunto "Casino".

    La "Sonora Matancera", finalizando los años 40, gracias a la exitosa fórmula vinculada al boricua Daniel Santos, abriría un provechoso capítulo comercial con la etiqueta norteamericana "Seeco" que alcanzó los primeros años 60.

    Al cabo de siete años de contrato con RCA Víctor, finalizando 1948, el Conjunto Casino firmaba con Panart. El nuevo acuerdo se mantendría vigente hasta enero de 1956.

    Dejamos atrás los años 40 para repasar los singles que reproducían los tocadiscos cubanos en el mismo centro de los años 60 cuando el sello estatal EGREM monopolizaba la grabación y edición musicales.

    Los abuelos del rock and roll cubano comenzaban a enfrentar entonces un panorama bien difícil.

    La intolerancia de la política cultural impulsada por el nuevo régimen se puso de manifiesto en todos los ámbitos de la sociedad incidiendo lógicamente en el ambiente artístico musical.

    Si el feeling, el reconocido movimiento composicional e interpretativo que floreció durante los últimos años 40, corrió mejor suerte al ser "oficialmente" vinculado al blues y a las antiguas luchas de los negros norteamericanos, los rockeros criollos lo tuvieron bien difícil.

    Sin embargo Los Bucaneros, Danny Puga, Luisa María Güel y Lita del Real, entre otros, hicieron lo suyo, a pesar de todo, suavizando aquellos difíciles y agitados años.

  • El 16 de julio de 2024 se cumplieron 21 años de la desaparición física de Celia Cruz, una de las figuras universales de la música y la cultura cubanas.

    Durante la era dorada de la radio independiente con su infinidad de programaciones musicales en directo, sus notables cualidades vocales e interpretativas le abrieron las puertas de las radioemisoras más populares de La Habana de los años 40 y 50, entre ellas: Mil Diez "la emisora del pueblo", Radio Cadena Suaritos, CMQ RadioCentro y "La onda de la alegría" Radio Progreso.

    Formidable intérprete brilló tanto en el género afrocubano como en los ritmos eminentemente bailables, llegando a ser reconocida como "La Guarachera de Cuba".

    Aunque mantuvo su carrera independiente en infinidad de shows teatrales, radiofónicos y televisivos con igual número de acompañamientos, su vínculo con el conjunto Sonora Matancera marcó discográficamente su carrera durante los años 50 y primeros 60, siendo "artista exclusiva" de la etiqueta norteamericana "Seeco".

    En el exilio, a partir de 1960, su voz continuó siendo una extensión espiritual de su tierra en todos los escenarios del mundo.

    Celia ya era una leyenda cuando en Nueva York, a comienzos de los años 70s, sumó su talento al sello "Fania" dándole impulso y consistencia a la etiqueta "salsa" bajo la cual continuó interpretando los ritmos cubanos.

    Trascendentales en el poderío de su voz: el afro, la conga, el son, la guaracha, la rumba, el bolero, el guaguancó, la guajira y el son montuno.

    Unos minutos más junto a nuestra eterna Celia Cruz. La banda sonora de una vida dedicada por entero a la música cubana.

    Una familia esencialmente musical conjuntamente con las inspiraciones y "tumbaos" soneros de su padre Nené, pianista de "Chappotín y sus estrellas", marcaron la niñez de Pupy Pedroso llevándolo muy pronto a los escenarios.

    Los convulsos años 60 aparejados a los cambios radicales que transformaron todos los ámbitos de la sociedad cubana, y por supuesto el panorama artístico musical, marcharon a la par de sus primeros pasos en la música donde el formato charanguero tuvo mayor incidencia.

    En orquestas ya establecidas como "Sensación", el bisoño pianista fue haciéndose un camino hasta llegar a la orquesta "Revé" donde coincide con el joven bajista Juan Formell que con el "changüí 68" prefiguraba la renovación de las charangas.

    En 1969, al formar parte de la fundación de "Los Van Van", Pupi tuvo la oportunidad de desarrollar al máximo toda su creatividad musical. Además de pianista destacó en la emblemática banda como arreglista y compositor, siendo en esta última faceta decisiva su labor en la popularidad de los "Van Van" y un paso más en la evolución de la sonoridad y el formato charangueros.

    Después de poco más de tres décadas de permanencia en los "Van Van", Pupy sorprendió a los bailadores al fundar en 2001 su propia orquesta dándole otros aires al songo vanvanero, insertándose además en la corriente de la timba.

    Con "Pupy y los que Son, Son" completó una trayectoria sostenida en los salones bailables de Cuba y del mundo este músico que falleció el 17 de Julio del 2022, dejándonos un legado importante como muestra fehaciente de la constante evolución de la música popular cubana. Recordamos hoy al Pupy Pedroso vanvanero.

    Nos despedimos con otra de las sublimes y ancestrales voces del son cubano: Carlos Embale en tres tiempos hará nuevamente la magia de la buena música.

    Le acompañarán el conjunto "Oriental" de Ñico Saquito, el conjunto "Cubason" a cargo del pianista Rubén González y, el eterno septeto "Nacional" del poeta del Son: Ignacio Piñeiro.

  • La prehistoria de la discografia y la radio independientes nos permiten recordar los primeros éxitos de Celina González y Reutilio Domínguez.

    En 1948 los contrató Laureano Suárez (bien conocido en el ámbito radiofónico como "Suaritos") ansioso siempre por renovar la programación de su emisora.

    Una jovencísima Celina conquistó con su voz clara y precisa la radio audiencia de Suaritos con inspiradas décimas y un variado repertorio de rumbas, guajiras, guarachas y cantos vinculados al espiritismo y a la religión afrocubana.

    Los días de esplendor de la radio independiente cubana nos devuelven al actor, presentador y humorista Rolando Ochoa.

    Las ocurrencias de su simpático personaje "Mongo Meneíto" lo convirtieron alguna vez en el "rey del goce", el "emperador del cariño" en aquella Habana que apenas dormía.

    La señal de la veterana CMQ RadioCentro nos permite sintonizar el gran "Show de la Mañana". El 1ro de enero de 1951 lo presentaba Manolo Iglesias.

    La música a cargo del Trío Servando Díaz y el Conjunto Casino.

    Junto a sus colegas Jesús Alvariño, Julito Díaz, Luis Etchegoyen y Velia Martínez, entre muchos otros, protagonizó infinidad de momentos humorísticos en aquel estelarísimo show de la radio en directo.

    Y esta maravillosa máquina del tiempo nos permite retroceder de los años 50 a los 40. La misma señal de la CMQ, esta vez desde su estudio teatro de Monte y Prado.

    Buena ocasión para recordar a Natalia Herrera. Su extensa trayectoria como actriz, bailarina y cantante, estuvo vinculada en sus inicios a las presentaciones radiofónicas en directo.

    Falleció en La Habana el 3 de julio de 2018. Había nacido el 28 de mayo de 1923.

    El auge de las jazz bands en Cuba alcanzó su pico más alto durante los años 40 y 50. A continuación cuatro formaciones de primera línea ocuparán nuestra banda sonora.

    Para 1954, cuando figuraba en el staff artístico de la recién fundada etiqueta "Puchito" de Jesús Gorís, la orquesta Hermanos Castro era considerada como una de las más antiguas jazz bands de la isla.

    Como "artista Puchito" en el ámbito discográfico apoyó muchos de los grandes éxitos que grabó Olga Guillot para esa etiqueta. "Dos caminos" es un bolero de Francisco Fellove Valdés.

    En el oriente cubano, durante los primeros años 30, el violinista Electo Rosell y el pianista Bernardo Chauvín asumían de manera muy original el jazz band. El binomio Chepín-Choven comenzaba su andadura musical.

    Para los años 50s, disuelto el dueto, Electo Rosell defendía en los salones bailables la efectiva sonoridad, apoyándose en numerosos danzones y montunos. En las filas de su orquesta "Oriental", un juvenil Ibrahim Ferrer.

    Finalizando los años 50s, fuera de Cuba, el saxofonista Mariano Mercerón, otro pionero de las jazz bands orientales, grababa sus discos para la etiqueta RCA Víctor. Un lujo escuchar con la banda del legendario músico al montunero de Cuba: Pío Leyva en su doble faceta de autor e intérprete. "Me voy para Jaronú". Apoyo vocal de Los Roberto.

    La orquesta "Riverside", bajo la conducción de Pedro Vila y posteriormente Adolfo Guzmán, produjo sin dudas uno de los sonidos más progresivos entre los jazz bands cubanos. Tito Gómez con su dicción perfecta, voz clara y potente, identificó su estapa de mayor brillo.

    Últimos años de la década del 50 y, gracias al auge de la industria del disco, la etiqueta "Momo", Pacho Alonso poniéndole voz y sentimiento a las creaciones de su coterráneo Enrique Bonne.

    Sin que ello lastre su originalidad en Cimafunk convergen diferentes corrientes que este intérprete cubano ha adaptado a su singular repertorio con el único fin del disfrute y el baile.

    "... soy Cimafunk y lo mío es terapia con "groove". Mezclo la música afrocubana con el funk global, el hip hop, el soul y lo que sea necesario para hacerte bailar...."

    Cimafunk ha logrado mantener el complejo equilibrio entre la creatividad y el constante juego con esa variedad de corrientes.

  • El jazz cubano más contemporáneo nos permite comenzar el programa acercándonos al mundo creativo de Román Filiú.

    Verdadero disfrute revisitar algunos tracks de "Blowing reflections", álbum de lujo gestado en 2006 durante la temporada madrileña de este valioso saxofonista quien hace ya algunos años fijó residencia en los Estados Unidos.

    Notable travesía musical -a quinteto- donde le acompañaron: "Melón" Lewis y Pepe Rivero en piano, Carlitos Sarduy en trompeta, el guantanamero Yelsy Heredia en contrabajo y Noah Shaye en drums.

    En el quehacer de Román Filiú el eterno mestizaje del swing y el bebop con la síncopa cubana a través de una visión muy personal, asentada a su vez en un riquísimo mundo melódico y armónico.

    En su original ejecución transpiran luminosos los espíritus de Charly Parker, Dizzy, Coltrane y Chombo Silva. Román Filiú, sin dudarlo, es uno de los grandes saxofonistas cubanos de las últimas décadas.


    Dos tristes notas: la primera nos trae el recuerdo de Efrain Rodríguez Mondéjar, guitarrista y líder del grupo "Los Gafas", fallecido el 30 de junio de 2024.

    "Búscame", uno de los primeros grandes exitos de Héctor Téllez de mediados de los años 70s, nos devolverá la sonoridad de esta popular agrupación, fundada en la localidad habanera de Santiago de las Vegas en 1968 y que Efraín, contra viento y marea, mantuvo en activo durante poco más de 55 años.

    Eugenio Rodríguez "El Raspa", en innumerables escenarios lo distinguió un timbre vocal agudo y potente, típico de los soneros. Con un sentido melódico y armónico impresionantes, también dominó la guitarra, destacando además como percusionista.

    Estas cualidades le permitieron abarcar todo el espectro rítmico cubano, haciendo verdaderas creaciones de sones, guarachas y boleros.

    Hasta el final de sus días defendió el auténtico son cubano. Hoy lo recordamos como elemento indispensable en las filas del legendario Septeto "Nacional" de Ignacio Piñeiro, completando la delantera vocal junto al inmenso Carlos Embale.

    El Raspa nos dijo adiós el 1ro de julio de 2024.

    Gracias a la magia del disco y de esta cápsula del tiempo el violinista urugüayo Federico Britos nos acercará algo de la banda sonora de los años 60. Notable instrumentista, arreglista y compositor vivió en Cuba durante buena parte de esa década.
    Junto a su compatriota Federico García Vigil y el contrabajista cubano Mario Lagarde, fundó hacia 1962 "Los Federicos".

    Con un repertorio afincado en las melodías de Brasil, endulzó de alguna manera la convulsa madeja sonora de los años 60s.
    Otro proyecto notable lo desarrolló hacia 1966 junto a Guillermo Barreto en drums, el contrabajista Orlando "Cachaíto" López, el guitarrista Abelardo Buch y Durán en la flauta.

    Con este último proyecto hoy recordamos a Federico Britos.

    En la despedida Santiago Feliú. Finalizaban los ochenta y, sumado al naufragio sistémico, los nuevos aires latentes en una generación ansiosa de cambios, estremecían los cimientos de la llamada "nueva trova".

    Víctima del desgaste propio de las etiquetas, ya no parecía tan nueva. En vano intento de prolongar el "efecto molde", la oficialidad intentó encapsular el importante cambio generacional en otra etiqueta: "la novisima trova".

    En las canciones de Santiago Feliú resonaba, inequívocamente, aquel espíritu incisivo y renovador que incidió en las artes en medio de lo que fue pulsante antesala de los durísimos y definitorios años 90.

    Definieron esa franja en transición en la obra del Santi los álbumes: "Para mañana" (1988), "Nauseas de fin de siglo" (1991) y "Futuro inmediato" (1999).

  • A propósito del auge de la industria discográfica independiente cubana que en la frontera de los años 50 a los 60 permitió la aparición de numerosos sellos, volvemos a las últimas producciones de la etiqueta Maype.

    En su catálogo: la orquesta de Enrique Jorrín.

    El próspero negocio de las victrolas fue el punto de partida. A finales de 1959 Arturo Machado y Pepe Fernández fundaron la etiqueta Maype.

    Hasta 1963, aproximadamente, en el catálogo de Maype sobresalieron intérpretes y agrupaciones de primera línea.

    El conjunto 'Estrellas de Chocolate' antecede a Orlando Contreras con el conjunto de Severino Ramos.

    A continuación el combo del pianista Felo Bergaza, la dupla sonera de Miguelito Cuní y Chappottín -sorprendiendo con la sonoridad del combo- y el Conjunto Casino, nos recordarán la importantísima labor que disqueras como 'Maype' realizaron, hasta que les fue posible, defendiendo los últimos atisbos de discografia independiente.

    Y a propósito del esplendor de la industria independiente del disco en Cuba un grupo de grabaciones producidas por Gema, la etiqueta fundada en La Habana de 1957 por los hermanos Álvarez Guedes y para 1961 reubicada en Miami, Estados Unidos, nos permite celebrar el centenario del cantante Roberto Ledesma.

    Los éxitos de Roberto Ledesma producidos por Gema, con arreglos y respaldos musicales de los pianistas y compositores Pepe Delgado y Ernesto Duarte, indistintamente, marcaron los primeros años del exilio cubano.

    En su repertorio de ese tiempo descubrimos piezas de compositores como Rolando Rabí, Trini Márquez, Roberto Angleró y René Touzet. Uno de los boleros de este notable pianista le abrió las puertas del éxito. Su título incluso pasó a convertirse en nombre artístico: el 'romántico primero'.

    La fiebre del tango en Cuba tuvo su pico más alto entre los años 30 y 40 del siglo XX, dejando gratísimos recuerdos en la fanaticada.

    En los tiempos de esplendor de la radio y la televisión muchos de sus ídolos llegaron a la capital de la república, siendo La Habana, una de las plazas artísticas más relevantes de las Américas.

    Las presentaciones habaneras del trío Argentino, completado por Agustín Irusta, Roberto Fugazot y Lucio de Mare al piano, fueron uno de los grandes acontecimientos artísticos del año 1948.

    Llevaban diez años separados cuando el genio de la radio independiente cubana Laureano Suárez, logró contratarlos para que volvieran a unirse y se presentaran en su popular emisora. La histórica señal de la Radio Cadena Suaritos nos devuelve parte de aquel repertorio.

    Hugo del Carril, otra figura emblemática del tango, nos devuelve a La Habana de 1941 y a la grandísima acogida que tuvieron sus presentaciones en directo, en los estudios de la CMQ de Monte y Prado.

    Alberto Castillo, como su compatriota Hugo del Carril, fue un notable cantor y actor. Su arte, precedido por numerosas películas, fue ovacionado por el público cubano allá por el mes de octubre de 1951.

    Despide esta cápsula dedicada al tango en Cuba: 'la novia de américa': Libertad Lamarque.

    Los aires de cambio que de alguna manera oxigenaron los últimos años 80 incidieron en el ámbito de las artes plásticas, la literatura, el teatro y la música.

    Movimiento espiritualmente renovador sacudió de manera singular los cimientos de la llamada 'nueva trova', para entonces ya no tan nueva, dando paso a formas y maneras más alternativas que se hicieron sentir en infinidad de espacios entre los que recordamos 'La Casa del Creador', '13 y 8' y 'La Casona de Línea'.

    Este último sitio marcó la feliz confluencia vocal, melódica y armónica de Gema Corredera y Pável Urquiza, resumiendo ambos buena parte del espíritu de ese momento y conectándolo al mismo tiempo, gracias al genio creador de la compositora Marta Valdés, con un movimiento epocal anterior igualmente oxigenante: el 'feeling'.

    Con algunos tracks de 'Síntomas de fé', uno de los álbumes joyas de este formidable dúo, nos despedirnos.

  • Gracias al empeño de Ramón Sabat y su etiqueta Panart, primer esfuerzo discográfico independiente en Cuba, comenzamos el programa escuchando al gran tresero Isaac Oviedo en su poca conocida faceta de cantante.

    Le acompañaban sus antiguos compañeros del Café 'Vista Alegre': Barbarito Diez y Graciano Gómez reviviendo -bajo el nombre de 'Los Gracianos'- en los míticos estudios de San Miguel 410, algo del repertorio con que, a comienzos de los años 30, encantaban a la bohemia habanera.

    En el catálogo de la etiqueta Víctor de principios de los años 30 sobresalía el Cuarteto Machín. 'A Baracoa me voy', éxito original de su vocalista principal: Antonio Machín.

    'A orillas del Guaso', uno de los maravillosos sones de Matamoros. El inconfundible empaste de Siro Rodríguez, Rafael Cueto y Miguel Matamoros difundido también por la etiqueta Víctor de comienzos de los 30.

    Y en el Nueva York del año 1927 el Sexteto 'Nacional' de Ignacio Piñeiro, presentaba sones y credenciales. Un bisoño Abelardo Barroso llega desde una edición de la etiqueta Columbia. 'Cuatro palomas', uno de los clásicos del poeta del son.

    Seguimos con el afinque montunero del tresero Arsenio Rodríguez y su conjunto. Una sonoridad que aportó consistencia a la llamada era de los conjuntos soneros de los años 40.

    Buena memoria.

    La trompeta de Óscar Velazco 'Florecita' nos permite seguir haciendo memoria.

    A comienzos del siglo XX el emporio discográfico norteamericano 'Victor Talking Machine' comenzó a sobresalir en el naciente mercado de la música grabada. En su catálogo las ediciones 'Victrola' de etiqueta roja.

    Hacia 1939 comenzaron a llegar a Cuba unos novedosos artilugios que muy pronto fueron bautizados con el nombre de la conocida marca.

    Sin embargo la novedad tecnológica no fue bien recibida por el sector musical entendiendo que representaría una desleal competencia.

    Ubicadas en bares, restaurantes y bodegas de barrio, comenzaron a amplificar la popularidad de intérpretes y agrupaciones.

    'Cuánto se debe' es una guaracha de Agustín Ribot que su autor dejó en discos RCA Víctor completando la famosa trilogía vocal del Conjunto Casino junto a Roberto Faz y Roberto Espí.

    Volvemos a los 40: la combinación del estilo del boricua Daniel Santos con el respaldo del conjunto 'Sonora Matancera' fue otro acierto comercial de la naciente etiqueta Panart.

    'Dos gardenias', clásico original de la pianista y compositora Isolina Carrillo, nos recuerda que fueron los boleros -con su carga de amor, despecho y alcohol- los que verdaderamente conquistaron las victrolas hasta bien entrados los años 60.

    Repetimos con el gran Abelardo Barroso, en su segundo aire como parte de la Orquesta Sensación de Rolando Valdés, llega con un bolero del flautista y compositor Juan Pablo Miranda: 'Es en vano'.

    La aceptación popular de un repertorio típico de victrolas perfiló además un estilo distintivo que tuvo ídolos sin discusión: Puchito, Meca, Velvet y Modiner: Ñico Membiela.

    Rosendo Rosell fue un artista todo terreno. Desde los años 30, a la par del auge de la radio independiente cubana, inició su longeva trayectoria que abarcó también salas teatrales, cine y televisión, como cantante, actor, productor, guionista, director de programas y compositor.

    Falleció en Miami -a los 92 años- el 26 de octubre del 2010. Había nacido en Placetas, Las Villas, el 25 de junio de 1918.

    Seguidamente: Julio Valdés, la orquesta 'Aragón', la jazz band Hermanos Castro y el Conjunto 'Casino', nos recordarán el arte del multifacético Rosendo Rosell como compositor.

    Música Popular Cubana que, majestuosa en su trono, a pesar de todo y de los que continúan pretendiendo desvirtuar la autenticidad de sus raíces y legado con etiquetas netamente comerciales que sólo han logrado empañar la riqueza cultural del Caribe.

    En la despedida le damos paso a los grandes de la rumba y el guaguancó. Celeste Mendoza, Carlos Embale y Roberto Maza nos permiten seguir haciendo memoria.

  • Una histórica imagen del trovador Manuel Corona identifica nuestro podcast. Bohemio empedernido, a más de un siglo de distancia, su obra representa la época romántica de la trova tradicional cubana.

    Aunque también compuso sones, rumbas y guarachas, sobresalieron en el quehacer de Corona las canciones de temática amorosa. Entre ellas tuvieron especial destaque las dedicadas a la figura femenina.

    Le escuchamos a Las hermanas Martí: 'Adriana'. 'Santa Cecilia', otro de sus clásicos, a la manera de Ramón Veloz.

    Quizás la intérprete más fiel de Corona fue María Teresa Vera. La Trovadora Mayor, a lo largo de su vida, no ocultó su especial predilección por la obra de su compañero de trovas. En su voz: 'Longina'.

    Y es que los contemporáneos del autor aseguraban, con cierta dosis de humor, que 'Villalón las mataba y Corona las enamoraba' estableciendo con la simpatica sentencia un singular paralelo entre ambos trovadores quienes, junto a Rosendo Ruiz y Sindo Garay, fueron conocidos como los 'cuatro grandes de la Trova'.

    Manuel Corona compuso su vida como una más de sus célebres canciones. Abundaron en ella: amores, licor y bohemia.

    En un cuartucho que servía a la vez de almacén al fondo del Bar 'El Jaruquito', en la playa de Marianao, uno de aquellos puntos álgidos que tuvo La Habana donde trasegaban los músicos populares, en la más completa indigencia, falleció el 9 de enero de 1950. Junto a su cuerpo sin vida: la inseparable guitarra.

    Despide esta cápsula Barbarito Diez: 'Mercedes' es otra de las piezas de Manuel Corona. Un grande de Cuba que hay que recordar.

    Apegado al estilo de los crooners o cancioneros que comenzaron a imponerse en los escenarios entre los años 30 a los 40, escuchamos a Gerardo Portillo Scull.

    Nacido en La Habana, pero criado en Matanzas, fue un fiel seguidor de aquella corriente interpretativa. Finalizando los años 50s, de vuelta a la capital de la república, su voz cálida comenzó a resaltar en la banda sonora citadina como integrante de la orquesta del percusionista guantanamero Elio Revé.

    A partir de 1960 con el combo del guitarrista y compositor Senén Suárez registró los primeros éxitos para la etiqueta independiente Panart, ocupando además las carteleras del club 'La Red' y más tarde la del 'Salón Rojo' del Hotel Capri.

    Unos minutos más junto al gran Portillo Scull. Asi volvemos al ambiente musical de los primeros años 60, y celebramos la presencia de este notable cantante en los escenarios.

    Gerardo Portillo Scull falleció el 15 de junio de 2010 en La Habana. Había nacido el 25 de septiembre del 1929.
    Buena memoria.

    En la memoria discográfica el original sonido del conjunto del tresero Arsenio Rodríguez.

    Una de las etapas fundamentales de su trayectoria la cubrió el ciego maravilloso con sus grabaciones habaneras para la etiqueta norteamericana RCA Víctor.

    A mediados de los años 40s el ambiente musical cristalizaba la era de los conjuntos soneros cuando la agrupación liderada por Arsenio redondeaba sonidos como estos.

    Los talentos del trompetista Chocolate Armenteros y el pianista Luis Martinez Griñán (Lilí) incidiendo en el repertorio de la formidable agrupación. De sus autorias: escucharemos 'Me boté de guaño' y 'Pueblo Nuevo se pasó'.

    Unos minutos más junto al tresero Arsenio Rodríguez y su conjunto. 'Dundumbanza' es una de sus muchas piezas con el afinque montunero que lo hizo trascender su tiempo.

    Nacido en La Habana el 12 de junio del 1893, recordamos a Grenet. Los históricos catálogos Victor y Columbia nos traerán a un joven músico que, al frente de su orquesta, también se buscó la vida como vocalista allá por 1932.

    Luego el Caruso cubano: Abelardo Barroso pondrá en clave sonera -con el Sexteto Nacional de Ignacio Piñeiro- el tango-congo: 'Mama Inés'.

    En la despedida el contrabajista Néstor del Prado con un excelente arreglo de 'Tabaco Verde'.

  • 'Saxo en Conga', una histórica grabación del saxofonista Tito Rivera, registrada en los estudios de la Radio Cadena Suaritos, nos permite activar nuestra banda sonora.

    Así honramos la labor de este maestro que, durante largos años, simultaneó su pasión por la música con la venta e importación de instrumentos, accesorios y partituras editadas en aquella Habana de los años 40 y 50, inculcando en su pequeño hijo el amor, respeto y entrega a la música.

    De esta forma celebramos el 76 cumpleaños del gran Paquito de Rivera, nacido en La Habana el 4 de junio de 1948. A la par de la exigente tutela artística de su padre, quien le mostró siendo apenas un niño la grandeza del icónico clarinetista Benny Goodman, muy pronto demostró su virtuosismo.

    La prodigiosa vida nocturna habanera de los años 50 le abriría, pocos años después, los primeros caminos al joven músico iniciando así su formidable y extensa andadura por los escenarios.

    Avanzada la convulsa década del 60 formó parte del importante Teatro Musical de La Habana. Más tarde, junto a Chucho Valdés y otros notables músicos, participó en la fundación de la Orquesta de Música Moderna, agrupación que debutó en las tablas del veterano teatro 'Auditorium' en 1967, marcando además el preámbulo de la que será, a comienzos de la década siguiente, una de las formaciones más influyentes y progresivas de la música popular cubana: 'Irakere'.

    Celebramos también con estos sonidos la excelencia artística de Paquito de Rivera, creador todo terreno quien desde el exilio no ha dejado de promover y representar lo más auténtico de la música popular cubana en todos los escenarios del mundo.

    Primero con 'Lucha Almada', compartiendo micrófonos y cuerdas con Alejandro Gutiérrez, mediando los años 90, y luego integrando el mega proyecto 'Habana Abierta', Vanito comenzó a marcar el pulso de su generación con sus canciones.

    En sus ingeniosas composiciones destacan indistintamente la temática amorosa, la más tierna canción infantil, la problemática social y, por supuesto, lo netamente bailable pues en el genio creativo de Vanito no han dejado de manifestarse la alegría, la fiesta y el disfrute de vivir.

    Vanito tiene la gentileza de compartir con nosotros una de sus grabaciones más recientes: 'Boca arriba y sobre cama', Vanito Brown.

    Y muchísimo feeling nos traen los próximos minutos. La novedosa corriente que finalizando los años 40 del siglo XX cubano, le abrió nuevos caminos formales, melódicos y armónicos a la canción y al bolero en la isla.

    Sucedieron sus integrantes a una generación de pianistas y compositores que, en la frontera de los 30 a los 40, habían trazado otras rutas.

    Aquellos muchachos del feeling, en su inmensa mayoría, se acercaron a la composición desde la guitarra con una visión completamente empírica.

    Próxima a sus 90 años es un gusto volver sobre algunas de las piezas de la gran Marta Valdés.

    Gema Corredera, Haydée Milanés, Miriam Ramos, Doris de la Torre y Elena Burke, algunas de nuestras voces más altas, nos recordarán a continuación algo de la obra de nuestra filinera mayor.

    El contrabajista guantanamero Yelsy Heredia vuelve a la carga. Siempre creativo y defendiendo lo más raigal de la música cubana esta vez ha emprendido una travesía entre la isla y Colombia.
    Tiene esta nueva producción un sugerente título: 'Los mismos negros'.

    Con algunos tracks de este album nos despedimos.

  • El estilo del guitarrista, arreglista y compositor Elmer Ferrer nos acerca sonoridades más contemporáneas.

    De su formidable trabajo discográfico, titulado 'Metrópoli', producido por la etiqueta Abdala en 2002, escogimos 'Yerbabuena'.

    En dos tiempos la visión rítmica, melódica y armónica con la que este virtuoso instrumentista (afincado en Canadá hace ya 15 años) ha acogido uno de los géneros más hermosos de la música popular cubana: la guajira.

    Regresa Elmer Ferrer, esta vez desde una producción de la etiqueta 'Ahí na má' del año 2008.

    Álbum 'Lo que quiero es fiesta', protagonizado por el flautista Orlando Valle. Otro músico talentoso, conocido desde siempre con el sobrenombre de 'Maraca'. 'Guajira para Mimi' es una guajira-chá de su autoría.

    De nuevo la guajira nos lleva al mundo creativo de los músicos cubanos.

    El pianista, arreglista y compositor Michelle Fragoso, afincado en los Estados Unidos desde 1995, ha mostrado también una visión muy personal de géneros raigales de la música popular.

    'Rompimiento', excelente trabajo discográfico producido por Michelle junto al bajista eléctrico y contrabajista Néstor del Prado en 2017.

    De la guajira al bolero, esta transición la propicia el guitarrista Nam San Fong quien con un breve y hermoso intro reverencia el legado melódico y armónico de un veterano del jazz cubano: Mario Romeu.

    Algo de la mítica 'Canción de Rachel', pieza del maestro Romeu, subyace en este interludio con que Nan Sam dió paso al clásico 'Nosotros', bolero original del malogrado compositor pinareño Pedro Junco.

    El desaparecido músico e investigador Helio Orovio siempre recordaba una antigua sentencia: 'aquello que no seas capaz de honrar, o embellecer, mejor no tocarlo'.

    Lamentablemente y durante largos años así ha sucedido con algunas agrupaciones clásicas de la música cubana cuando ha prevalecido -tras el uso y abuso de sus nombres por parte de las llamadas 'empresas artísticas' estatales- la cuestión meramente burocrática que una verdadera labor de amor, rescate o tributo hacia sus emblemáticos legados.

    Por esta razón, hoy distinguimos la excelencia de músicos como el bajista José Dumé, al frente del conjunto Arsenio Rodríguez, del trompetista Gustavo Fleites a cargo del conjunto Roberto Faz, y, por supuesto: Rafaelito Lay, cuidadoso guardian del legado de sus mayores y de la sonoridad de la Orquesta "Aragón" que por estos días celebra su 85 aniversario. La actualidad de algunas de estas formaciones clásicas acompaña los próximos minutos del programa.

    Y en la evolución musical, como en la vida misma, siempre habra un antecedente. Para entender la timba, modalidad que comenzó a reinar en los durísimos años 90 cubanos, habrá que retroceder dos décadas para detenernos en el quehacer de la banda más influyente y progresiva de los primeros años 70: 'Irakere'.

    El Tosco, flautista virtuoso, con referentes tan diversos como la música cubana, el rock y el jazz, logró desarrollar con 'NG La Banda' no sólo un proyecto musicalmente renovador. Aquel pulso que venía latiendo en 'Irakere' cristalizó en función del bailable popular.

    El Tosco pasó a convertirse en el artífice mayor de la timba en tiempos donde nuevas fórmulas comerciales para activar la maltrecha economía estatal fueron bienvenidas. La timba captó (lírica, melódica, armónica y rítmicamente) el explosivo punto de giro que estremecía en lo social, económico y político a la sociedad cubana.

    Temas como 'La Bruja' y 'El trágico', tras su aparente ingenuidad, pusieron el dedo en llagas largamente ignoradas como la prostitución, augurando además los 'nuevos tiempos' donde estarían a la orden del día el 'todo vale ', o más claro: 'el tanto tienes, tanto vales'.

    Volvemos al Tosco y a 'la timba', la criatura renovadora y formal que, a pesar de los pesares, llegó para sacar de la absoluta inercia y de los lastres comerciales de la llamada 'salsa' a la música popular cubana.

    'Timba pa' bajo' con el Tosco. Así nos despedimos hoy.

  • En el catálogo RCA Víctor del año 1945, teniendo en cuenta el retardo con que llegaban a Cuba los discos en físico del poderoso sello norteamericano, comenzó a sobresalir el estilo de Alberto Ruiz con su conjunto 'Kubavana'.

    Cantante completo, excelente en la improvisación, recorrió casi todo el espectro rítmico nuestro poniéndole sentimiento a un importante número de guarachas, montunos y boleros.

    A finales de 1943, a punto de iniciar el Conjunto 'Casino' su provechosa temporada mexicana, se fundó el 'Kubavana' para cubrir la plaza vacante en el 'Zombie Club'.

    Junto al gran Alberto Ruiz, entre 1944 y 1947, completaron la delantera vocal del 'Kubavana': Mario Recio, Roberto Faz, Carlos Querol, Orlando Vallejo y Laíto Sureda.

    En estos tiempos donde la indiferencia institucional permite que se pudran, a conciencia, importantes archivos es necesario recordar la presencia en el éter radiofónico de grandes colegas, lamentablemente ya desaparecidos, como Manuel Villar, Sigfredo Ariel y Felipe Morfa.

    Realizadores talentosos que entregaron lo mejor de su arte en función del rescate y difusión de la música popular cubana.

    Moraima Secada es, increíblemente, una de las voces femeninas cubanas más olvidadas. Los cuartetos D'Aida y Los Méme fueron claves para que, mediando los años 60, desarrollara su carrera en solitario.

    Hoy la recordamos con varios cortes del magnífico álbum 'La razón no valía', producido por Felipe Morfa y Mayra González para la etiqueta Bis Music en 2019.

    Moraima Secada en grabaciones únicas, tomadas de aquellos musicales de la televisión cubana de los años 60, regresa junto al gran Bobby Jiménez y los pianos de Samuel Téllez y Adolfo Guzmán.

    Sirvan estos sonidos para reverenciar el inmenso aporte de estos grandes a la cultura cubana.

    El centenario sonido de la orquesta de Felipe Valdés nos trae el danzón '20 de Mayo'. Inspirados en la fundación de la república (el 20 de Mayo de 1902) fue ésta una de tantas piezas que los músicos cubanos dedicaron al crucial acontecimiento patrio. Teníamos república y a pesar de su imperfección, este hecho nos distinguía en las Américas.

    A 122 años de distancia volvemos a la música popular para seguir desentrañado sus tesoros más queridos y celebrar, a nuestra manera, esa chispa de unidad, democracia y libertad tan necesaria, que aún hoy, a pesar de todo, anima a muchos cubanos dentro y fuera de la Isla.

    Tres registros históricos nos devuelven la grandeza de compositores como Arsenio Rodríguez.

    En el punto más álgido de la dictadura batistiana, instaurada con el golpe militar del 10 de marzo de 1952, Arsenio compuso el bolero lamento: 'Adórenla como Martí'.

    Registro que pertenece al único álbum que le produjo la etiqueta independiente 'Puchito' al tresero.

    Última grabación efectuada por el 'ciego maravilloso' en Cuba.
    Carlos Embale, voz altísima de la música popular cubana de todos los tiempos, regresa con el apoyo del Septeto Nacional de Ignacio Piñeiro.

    Cierran este breve segmento, dedicado a la fundación de la república cubana, las líneas de un viejo son montuno. Así nos trasladamos a los estudios de la Radio Cadena Suaritos en la calle 25 del Vedado habanero.

    Suaritos, bien reconocido por la radio audiencia de los años 40 y primeros 50, por sus originales grabaciones, contrató a Panchito Riset, el notable cultor del bolero soneado.

    Finalizando los años 40 quedó esta excelente versión del son de Felipe Neri Cabrera: 'En Guantánamo'.

    Buen recuerdo para el cantante santiaguero Fernando Álvarez. En enero de 1956, completó la cuarteta vocal del renovado Conjunto Casino junto a Roberto Espí, René del Mar y Orlando Reyes.

    Por esas mismas fechas, nuestra inmensa Celia Cruz, se presentaba en las alegres ondas de Radio Progreso con la banda de Ernesto Duarte.

    Así nos despedimos.

  • Casi despidiéndonos de este increíblemente caluroso mes de mayo, y entre apagones, volvemos a otra fecha importante en la evolución del Son cubano.

    El 8 de mayo de 1917 vio la luz en la occidental provincia pinareña: Miguel Arcángel Conill quien, por esos caprichos del destino y de la música popular (donde ha sido costumbre achicar los nombres de los más grandes cantantes) muy pronto le cedió paso a Miguelito Cuní.

    Un disfrute volver al grandioso legado discográfico de este importante sonero que en la frontera de los 30 a los 40, fijó su residencia en la capital de la república. Su paso por la orquesta del flautista Antonio Arcaño y el conjunto del tresero Arsenio Rodríguez fueron importantes experiencias, pero aún faltaba lo mejor.

    Un grupo de grabaciones producidas por las etiquetas independientes Panart y Puchito (efectuadas entre 1952 y 1955) nos devuelven el estilo de Miguelito Cuní con el inconfundible apoyo de 'Chappottín y sus estrellas'.

    El 3 de marzo de 1984 su voz pasaba a la inmortalidad. Miguelito Cuní y Felix Chappottín, dos grandes del son cubano en la memoria.

    Con un grupo de boleros celebramos la vida y obra del compositor Juan Arrondo. Su talento natural para combinar letras y melodías logró imponerse en aquel incesante mundo artístico de los años 40 y 50 del siglo XX cubano donde se integraban, como piezas importantísimas de una inmensa maquinaria de producción, edición y difusión musicales: intérpretes, repertoristas, instrumentistas, editores, arreglistas y compositores.

    En la habanera villa de Guanabacoa vivió y murió este incansable trovador que, de manera peculiar, plasmó alma, corazón y vida en sus creaciones.

    El dueto romántico de Cuba: Clara y Mario, abre este segmento con una formidable versión del bolero 'Que pena me da'.

    El gusto musical del pueblo pulsaba en las victrolas, reproduciendo incesantemente los éxitos de los intérpretes y agrupaciones más populares de esos años. Felo Martínez con el conjunto del pianista Luis Santí, nos trajo otro de los temas de Juan Arrondo: 'Hilo negro'.

    El catálogo RCA Víctor de la segunda mitad de los 50s nos traerá a la Orquesta Aragón y al Beny Moré con su tribu gigante. Así cierran este segmento dedicado a Juan Arrondo: 'Los pescadores de Varadero' (co autoría con el montunero de Cuba: Pío Leyva) y el monumental: 'Fiebre de ti'.

    Otra de las creaciones de Juan Arrondo nos conduce ahora a los antológicos estudios de la CMQ. Grabaciones históricas que nos permiten destacar la dualidad interpretativa de actrices y actores de primer nivel que en aquellas inolvidables transmisiones radiales y televisivas presentaban su arte en vivo y en directo.

    Con un versión del bolero 'Más daño me hizo tu amor' llega la primerísima actriz Gina Cabrera. Seguidamente María de los Angeles Santana.

    'Mi corazón se fue', obra del maestro Ernesto Lecuona antecede a una improvisada versión del clásico 'Venecia sin tí', original del cancionero Charles Aznavour, donde la acompaña Enrique Santiesteban.

    Más de los entrañables musicales de la Televisión Cubana de la década del 60. José Antonio Rivero y Aseneth Rodríguez despiden esta breve cápsula con una simpática parodia del éxito del argentino Leonardo Favio: 'Ding Dong'.

    Con el sugerente título de 'Recordar es vivir' salió al mercado en 2009 una producción muy poco conocida de la etiqueta estatal Bis Music.

    Con arreglos y dirección musicales de José Luis Cortés 'El Tosco', las voces de Yeny Valdés, Coco Freeman y Tony Calá, resucitaron algunos clásicos de la música popular cubana. La clásica sonoridad del conjunto típico de sones de los años 40 y 50 nos permite despedirnos.

  • Su excelencia en la improvisación, sobre todo en los sones montunos, consagró a Pío Leyva.

    Los primeros minutos del programa los acompaña en tres tiempos este legendario cantor quien, a lo largo de su extensa trayectoria, mantuvo en alto el emblema sonero.

    Lo escucharemos con la orquesta de Nabú Antúnez, andadura musical que lo llevó poco tiempo después al catálogo Panart, la pionera disquera independiente cubana, como parte del grupo de Francisco Repilado "Compay Segundo".

    Para los últimos años 50s el inquieto sonero de Morón ya sentaba cátedra en los salones bailables cristalizando la leyenda de "el montunero de Cuba". El desarrollo alcanzado por la industria del disco, como parte de la sólida maquinaria de producción y difusión musicales en la Isla, propiciaba el surgimiento de numerosas etiquetas.

    Bebo con su banda 'Sabor' le brindó apoyo al inquieto Pío Leyva en numerosos singles.

    'Pío mentiroso', uno de sus grandes éxitos, nos permite disfrutar del arte de este incansable sonero. El inesperado boom comercial del 'Buenavista Social Club' le dió la oportunidad de despedirse en grande. El 22 de marzo de 2006, a los 88 años, se detuvo su corazón. Había nacido el 5 de mayo de 1917.

    Los históricos catálogos discográficos RCA Víctor, Panart y Maype nos permitirán recordar a Roberto Espí en el 25 aniversario de su partida.

    Con el respaldo de su Conjunto Casino, y en tiempo de bolero, nos acompañará este trovador que vio la luz el 26 de mayo en el Cienfuegos de 1913.

    Siendo apenas un adolescente se vinculó al mundo de la trova y el son. En 1931 fundó el Conjunto Lírico Caunabó y cuatro años más tarde su travesía artística lo llevó a trasladarse a La Habana donde integrará varios tríos junto a Mario Soto, Angel Alday y los hermanos Izquierdo.

    Desde 1940 hasta 1974 completó las diferentes trilogías y cuartetas vocales del Conjunto Casino. Al frente de esta agrupación la influencia del mundo trovadoresco lo llevó a fomentar la combinación de las voces prima, segunda y tercera.

    Memorables en ese sentido fueron los numerosos duetos que dejó en discos y presentaciones radiofónicas, combinando su voz segunda con las primas de Nelo Sosa, Alfredito Valdés, Roberto Faz y Orlando Vallejo, entre otros.

    En 1962 se despidió del mundo del disco estrenando -para la etiqueta independiente Maype- el bolero de su antiguo colega de trovas Jesús Díaz titulado: "Así me pagas tú".

    Buen recuerdo para Roberto Espí quién falleció en La Habana el 14 de mayo de 1999.

    Seguidamente los catálogos de los sellos independientes Panart y Kubaney nos acercarán algo de la vida y obra del maestro Luis Carbonell.

    Artista todo terreno, a la par de su brillante carrera como declamador, desarrolló igualmente en lo musical una notable labor como repertorista, director coral, productor discográfico y pianista acompañante.

    Hoy comenzamos recordándolo junto al trío femenino "Antillano", conformado por Francis Nápoles, Isaura Mendoza y Nelia Núñez. Acompañó la orquesta Panart bajo la dirección del Niño Rivera.

    Luis Carbonell y un álbum joya que vio la luz gracias a su notable talento como productor y director coral: "Esther Borja canta a dos, tres y cuatro voces". Una producción "Kubaney" donde intervino como instrumentista y donde también destacó la compositora y pianista santiaguera Nutmidia Vaillant.

    Y el 6 mayo de 1995 se despedía la voz de cristal del danzón cantado: Barbarito Diez. La mítica danzonera del "mago de las teclas" Antonio María Romeu fue la orquesta de sus triunfos definitivos.

    Los tiempos dorados de la bohemia, la trova y las tertulias del habanero Café "Vista Alegre" de los primeros años 30, regresan gracias a otro buen empeño de Ramón Sabat y su etiqueta Panart.

    Barbarito junto a Isaac Oviedo y Graciano Gómez, las entrañables voces del mítico café habanero.