Episodes
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Meditación en el lunes de la II semana del Tiempo Ordinario, durante un retiro mensual de enero (año impar). Año nuevo, lucha nueva. La humildad es el odre nuevo capaz de contener el vino nuevo de los acontecimientos de este año que comienza.
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Meditación en el II Domingo (año C) del Tiempo ordinario. Esta es la segunda meditación del retiro del mes de enero (año par). Del mismo modo que Jesús transformó el agua en buen vino en las bodas de Caná, transforma el amor humano de los esposos en caridad conyugal, es decir, un amor absoluto, incondicionado y para siempre.
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Episodes manquant?
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Meditación en el sábado de la semana I de Tiempo Ordinario. El Evangelio nos narra la vocación de Mateo. Resulta asombroso que con solo una palabra del Señor: "Sígueme", Mateo se levantara y le siguiera. ¿Cómo es posible? La oración colecta nos da la respuesta: las llamadas de Dios son luz en la inteligencia, pero también fuerza en la voluntad.
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Meditación en el viernes de la I semana del Tiempo Ordinario. El Evangelio de hoy nos presenta a esos cuatro amigos que llevan a un amigo paralítico a que Jesús lo sane, y al encontrarse una multitud a la entrada de la casa del Maestro que les impide el paso, suben al tejado y lo descuelgan frente a Jesús. Todos nosotros tenemos alma sacerdotal: hacemos a Dios presente ante los hombres, y ponemos a los hombres delante de Dios. Ojalá que aprendamos a superar los obstáculos, como estos 4 amigos.
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Meditación en el jueves de la I semana del Tiempo Ordinario. El Evangelio de hoy nos narra la curación de un leproso que se acercó a Jesús, se puso a sus pies y le dijo: "Si quieres, puedes curarme". ¡Qué ejemplo de delicadeza al pedir! Jesús lo curó y le pidió que no lo dijera a nadie, pero él no fue capaz de contener su alegría, no fue capaz de ser discreto. Como consecuencia, Jesús ya no podía entrar abiertamente en las aldeas y se quedaba fuera. La indiscreción dificulta la tarea apostólica.
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Meditación en el miércoles de la I semana del Tiempo Ordinario. El Evangelio de hoy, junto con el de ayer, nos presentan una jornada de Jesús en Cafarnaún. El Señor trabajaba y mucho, pero no por eso olvidaba la oración, que era como el aire que respiraba y necesitaba. Nosotros igual. También podemos aprender de la suegra de Pedro, que al ser curada, inmediatamente se pone a servir al Señor.
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Meditación con el Evangelio del martes de la I semana del Tiempo Ordinario. Los paisanos de Jesús se asombran de su predicación, llena de autoridad, no como la de los escribas. Y para corroborarlo, Jesús expulsa un espíritu inmundo de uno de ellos con un mandato: "¡Calla y sal de él!" La multitud queda entusiasmada. Solo el Señor tiene palabras llenas de autoridad. Los nuevos "escribas" de nuestro mundo: los poderosos, los que marcan la moda, etc., dicen y no hacen, prometen y no cumplen.
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Meditación en el lunes de la I semana del Tiempo Ordinario. El Evangelio nos presenta el comienzo de la vida pública tal y como la narra Marcos: Jesús proclama la conversión para creer en el Evangelio, y llama a cuatro discípulos en medio de su faenas de pesca a ir en pos de Él y convertirse en pescadores de hombres. Todo esto aplica a nuestra vida ordinaria.
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Meditación en la fiesta del Bautismo del Señor. La predicación de Juan el Bautista da la señal de salida a la vida pública de Nuestro Señor. Acude a bautizarse con un bautismo de penitencia, no solo para darnos ejemplo, sino para hacerlo en nuestro lugar: tomar nuestras miserias sobre sí. El Cielo se abre y se revela la Santísima Trinidad: comienza una nueva época en las relaciones entre Dios y los hombres, definida por esta frase: «Tú eres mi Hijo amado, en ti me complazco».
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Meditación en el 11 de enero, previo al Bautismo del Señor, aún en el Tiempo de Navidad. El Evangelio nos presenta la curación de un leproso, que postrándose a los pies del Señor, le dijo: Señor, si quieres, puedes limpiarme. Meditamos sobre las condiciones que ha de tener nuestra oración de petición.
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Meditación en el día 10 de enero, durante el tiempo de Navidad. Al hilo del Evangelio y la Primera Lectura, tomada de la 1 Carta de San Juan, meditamos algunos puntos de una Carta del Beato Alvaro sobre la vida de familia y la caridad.
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Meditación del 9 de enero. La primera lectura de San Juan nos dice que "no hay temor en el amor". Los cristianos no tenemos miedo a nada ni a nadie, porque confiamos en el Amor de Dios por nosotros, manifestado en Cristo Jesús. El Evangelio de hoy nos presenta esa escena en la que, mientras Jesús vela en oración, los discípulos reman contra el viento. De madrugada Jesús va a ellos andando sobre el mar, y le confunden con un fantasma. Pero Él les tranquiliza: "No tengáis miedo, soy yo". Eso mismo nos dice a nosotros.
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Meditación del 8 de enero. El Evangelio nos presenta al Señor, que se compadece de las multitudes que le siguen, porque andan como ovejas sin pastor, y se pone a enseñarles. Cada cristiano debe vivir esta obra de misericordia espléndida de enseñar al que no sabe. Con humildad y respeto, sin arrogancia, consciente de que la eficacia viene de Dios. Como ocurrió con la multiplicación de los cinco panes y dos peces.
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Meditación en el 7 de enero, tras la Epifanía. Al final del tiempo de Navidad, el Evangelio nos presenta la llamada de Jesús a la conversión, como diciéndonos: todo lo que has contemplado esta Navidad, el Amor de Dios encarnado en un Niño humilde y pobre que se manifiesta a los sencillos, te ha de llevar a cambiar el modo de pensar y de vivir, te ha de llevar a convertirte.
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Meditación en la fiesta de la Epifanía, predicada en un Centro del Opus Dei. Los Magos de Oriente inician un viaje para ver a Jesús, que es una imagen del viaje de nuestra vida. También nosotros tenemos una estrella en el cielo de nuestra alma, que descubrimos con nuestro trabajo, que nos guía a Jesús. También nosotros contamos con la ayuda del buen consejo de los demás. También nosotros hemos de desprendernos de las comodidades de los palacios para encontrar al Señor, llenarnos de alegría y adorarle.
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Meditación del 5 de enero, en el segundo Domingo de Navidad, víspera de los Reyes Magos: meditamos en lo extraño de que unos Magos poderosos dejaran todo para seguir a una estrella. ¿Qué vieron? ¿Cómo fue posible? También nosotros tenemos en nuestras vidas una estrella que nos guía, y hemos de ser valientes para seguirla con sacrificio. Porque experimentaremos la alegría de descubrir a Jesús y su Madre.
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Meditación con el Evangelio del 4 de enero. Juan y Santiago siguen al Señor con una despreocupada libertad, probablemente fruto de no tener el corazón apegado a cosas. Meditamos sobre la libertad para seguir a Jesús que da la templanza, que no es sino una forma de amar bien.
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Meditación en el 3 de enero, sobre el Santísimo Nombre de Jesús. "Bajo el cielo no se nos ha dado otro nombre que pueda salvarnos", dice San Pedro. "Pierde el miedo a llamar al Señor por su nombre, Jesús, y a decirle que le quieres", recomendaba San Josemaría.
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Meditación en el 2 de enero, tomando pie del Evangelio de la Misa, en el que se narra el interrogatorio de los judíos al Bautista. Juan les dice que "en medio de vosotros hay uno que no conocéis". También nosotros tenemos necesidad de conocer más y mejor a Jesús: en los Evangelios, la oración, las clases de formación y el estudio, y en los más necesitados.
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Meditación en el día 1 de enero, solemnidad de Santa María, Madre de Dios. El nuevo año está puesto bajo el signo de una mujer, María, que permitió un tiempo oportuno para un nuevo comienzo. Siguiendo su ejemplo mantengamos el corazón limpio, con una buena disposición, para este año que comienza.
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