エピソード
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Este es un mensaje para todos los megáfonos: vengan a nuestros grandes almacenes que hoy la megafonía está que arde, que está caliente, hot super hot… ¡que está cachonda, vamos!
Bueno, nosotros a lo nuestro. Es que ha pasado una cosa increíble, INCREÍBLE. No se lo van a creer. Resulta que cuando el cliente llega, una máquina le dice que han despedido al dependiente. DESPEDIDO. Bueno, más o menos. Pero flipante. Y luego viene otro y dice que es el nuevo dependiente. ¿Os lo podéis creer? Imaginaos la cara del cliente, claro. Eso sí… todo buen drama tiene un algo de amor. Y qué AMOR. Se nos van las mayúsculas sólo de pensarlo. Ay… -
Este es un mensaje para todos los megáfonos: vengan a nuestros grandes almacenes que hoy la megafonía está que arde, que está caliente, hot super hot… ¡que está cachonda, vamos!
Bueno, nosotros a lo nuestro. Es que ha pasado una cosa increíble, INCREÍBLE. No se lo van a creer. Resulta que cuando el cliente llega, una máquina le dice que han despedido al dependiente. DESPEDIDO. Bueno, más o menos. Pero flipante. Y luego viene otro y dice que es el nuevo dependiente. ¿Os lo podéis creer? Imaginaos la cara del cliente, claro. Eso sí… todo buen drama tiene un algo de amor. Y qué AMOR. Se nos van las mayúsculas sólo de pensarlo. Ay… -
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Hola, buscaba la segunda temporada de ‘¿En qué puedo ayudarle?’ Pues buscaba la segunda temporada de ‘¿En qué puedo ayudarle?’ Pues buscaba la segunda temporada de ‘¿En qué puedo ayudarle?’ y así continuamente. Lo que ocurre es que tanto a los de estos grandes almacenes como a Podium Podcast se nos acumulan las series. Para poder oír todas necesitamos un helicóptero. Siempre está bien escuchar las cosas con perspectiva. Eso sí, nosotros no somos como el cliente, no nos atrevemos a subir con el dependiente. El motivo es que se le suele ir la pinza. Por la ventanilla del helicóptero. Y luego nos hace tirarnos para cogerla al vuelo.
Está muy loco: escucha Mecano, no os digo más. Ala. Nos despedimos a la francesa, ¡aufn wiedersehen! -
Hola, buscaba la segunda temporada de ‘¿En qué puedo ayudarle?’ Pues buscaba la segunda temporada de ‘¿En qué puedo ayudarle?’ Pues buscaba la segunda temporada de ‘¿En qué puedo ayudarle?’ y así continuamente. Lo que ocurre es que tanto a los de estos grandes almacenes como a Podium Podcast se nos acumulan las series. Para poder oír todas necesitamos un helicóptero. Siempre está bien escuchar las cosas con perspectiva. Eso sí, nosotros no somos como el cliente, no nos atrevemos a subir con el dependiente. El motivo es que se le suele ir la pinza. Por la ventanilla del helicóptero. Y luego nos hace tirarnos para cogerla al vuelo.
Está muy loco: escucha Mecano, no os digo más. Ala. Nos despedimos a la francesa, ¡aufn wiedersehen! -
El cliente viene esta vez a por un saco escrotal. Sí, sí. Escrotal. Pero están fuera de stock, no lo queríamos decir por aquí pero es que… el hombre del saco es un comprador compulsivo. Bueno, ¡pero la oferta es muy amplia! en los grandes almacenes tienen sacos de todo tipo. De hecho el cliente encuentra uno que le encanta pero el dependiente, que a veces resulta un poco ‘vaguete’ le manda a que se lo cobre otra: Mari Carmen, Mari Carmen avaricia. ¿Y sabéis lo que hizo Mari Carmen?
A cualquiera se le habrían hinchado los huevos con esta situación. Debe ser que como el cliente no tiene saco escrotal pues sólo puede responder como una persona calmada y tranquila. -
El cliente viene esta vez a por un saco escrotal. Sí, sí. Escrotal. Pero están fuera de stock, no lo queríamos decir por aquí pero es que… el hombre del saco es un comprador compulsivo. Bueno, ¡pero la oferta es muy amplia! en los grandes almacenes tienen sacos de todo tipo. De hecho el cliente encuentra uno que le encanta pero el dependiente, que a veces resulta un poco ‘vaguete’ le manda a que se lo cobre otra: Mari Carmen, Mari Carmen avaricia. ¿Y sabéis lo que hizo Mari Carmen?
A cualquiera se le habrían hinchado los huevos con esta situación. Debe ser que como el cliente no tiene saco escrotal pues sólo puede responder como una persona calmada y tranquila. -
Ritmo...ritmo, ritmo de la noche…I turn the music up, I got my records on…¡Ay, perdonen! No me había dado cuenta que ya estaban aquí. Es que está esto muy musical hoy, ¿saben?
El cliente necesita ritmo y en estos grandes almacenes lo tienen. Vamos que si lo tienen: ritmo cardiaco o musical. Lo que sí no se puede confundir NUNCA el ritmo musical con dar golpes sin ton ni son. Eso es una verdadera aberración y se debería penar con una financiación a 30 años. Menos mal que aquí tenemos buen ritmo y el dependiente saca arte hasta del ruidito para hacer pis. -
Ritmo...ritmo, ritmo de la noche…I turn the music up, I got my records on…¡Ay, perdonen! No me había dado cuenta que ya estaban aquí. Es que está esto muy musical hoy, ¿saben?
El cliente necesita ritmo y en estos grandes almacenes lo tienen. Vamos que si lo tienen: ritmo cardiaco o musical. Lo que sí no se puede confundir NUNCA el ritmo musical con dar golpes sin ton ni son. Eso es una verdadera aberración y se debería penar con una financiación a 30 años. Menos mal que aquí tenemos buen ritmo y el dependiente saca arte hasta del ruidito para hacer pis. -
A primera vista parece que hay líneas por todos lados, que son muy accesibles y fáciles de comprar. Existen líneas de teléfono, líneas ideológicas… hay, incluso, líneas que hay que mantener (sobre todo en verano). Al principio el cliente no tiene muy claro qué tipo de línea quiere. El dependiente le ofrece una línea normal, de esas que se unen formando puntos de sutura. Pero es importante que no sea ni horizontal, ni vertical, ni quebrada, ni diagonal, ni ondulada, ni curva, ni zigzagueante. Sobre todo zigzagueante, siempre provocan quebraderos de cabeza.
El cliente se decanta por una invisible. ¡Qué idea! ¿Y cómo va a saber que la ha comprado? ¿Cómo sabe que no le han ‘tongado’?. Pues porque compra una línea de la hostia. De la hostia que se lleva por comprarla. El mismísimo meridiano.
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A primera vista parece que hay líneas por todos lados, que son muy accesibles y fáciles de comprar. Existen líneas de teléfono, líneas ideológicas… hay, incluso, líneas que hay que mantener (sobre todo en verano). Al principio el cliente no tiene muy claro qué tipo de línea quiere. El dependiente le ofrece una línea normal, de esas que se unen formando puntos de sutura. Pero es importante que no sea ni horizontal, ni vertical, ni quebrada, ni diagonal, ni ondulada, ni curva, ni zigzagueante. Sobre todo zigzagueante, siempre provocan quebraderos de cabeza.
El cliente se decanta por una invisible. ¡Qué idea! ¿Y cómo va a saber que la ha comprado? ¿Cómo sabe que no le han ‘tongado’?. Pues porque compra una línea de la hostia. De la hostia que se lleva por comprarla. El mismísimo meridiano.
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El cliente busca un inhibidor, suponemos que para desinhibirse. Además, hoy hay descuentos de un céntimo sobre todos los productos así que, si no tiene miedo, seguro que encuentra uno de amplio espectro. El problema es que el dependiente ha perdido los ojos, se le han ido con un bulto… uno un tanto… exuberante. Es que claro, con esos mensajes de whatsapp, con esos bultos, ¡no hay quién se concentre!
Es posible que el cliente se vaya con lo puesto, con bulto, pero sin inhibidor y dejando al dependiente ciego. Y con los calzoncillos de Ryan Gosling. -
El cliente busca un inhibidor, suponemos que para desinhibirse. Además, hoy hay descuentos de un céntimo sobre todos los productos así que, si no tiene miedo, seguro que encuentra uno de amplio espectro. El problema es que el dependiente ha perdido los ojos, se le han ido con un bulto… uno un tanto… exuberante. Es que claro, con esos mensajes de whatsapp, con esos bultos, ¡no hay quién se concentre!
Es posible que el cliente se vaya con lo puesto, con bulto, pero sin inhibidor y dejando al dependiente ciego. Y con los calzoncillos de Ryan Gosling. -
Aunque muchos piensen que las libretas solo sirven para apuntar, lo cierto es que también se pueden utilizar para apuntar-se, ¿por ejemplo? Para apuntarse a un bombardeo. En ese caso, el dependiente siempre recomienda la libreta militar, con sus tapas de camuflaje y sus anillas reforzadas. Pero a veces, en vez de apuntarse a un bombardeo, lo mejor es generarlo usted mismo, comprando una buena cantidad de booooooooombas, para bailar esto es una bomba, para gozar esto es una bomba, para menear esto es una bomba.
Todo el mundo una mano en la cabeza, un movimiento sexy, una mano en la cintura, suavecito para abajo, suavecito para arriba, suavecito para arriba...
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Aunque muchos piensen que las libretas solo sirven para apuntar, lo cierto es que también se pueden utilizar para apuntar-se, ¿por ejemplo? Para apuntarse a un bombardeo. En ese caso, el dependiente siempre recomienda la libreta militar, con sus tapas de camuflaje y sus anillas reforzadas. Pero a veces, en vez de apuntarse a un bombardeo, lo mejor es generarlo usted mismo, comprando una buena cantidad de booooooooombas, para bailar esto es una bomba, para gozar esto es una bomba, para menear esto es una bomba.
Todo el mundo una mano en la cabeza, un movimiento sexy, una mano en la cintura, suavecito para abajo, suavecito para arriba, suavecito para arriba...
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"Buenax nochex buxco una excusa".
Hay excusas que son verdaderas obras de arte. Tienen más ornamentación, más colorinchis y más imaginación que muchas verdades que, al final, te pueden salir caras. Porque claro, estas excusas de las que hablamos siempre son baratas. El dependiente rocía al cliente con excusas... de mierda: que si no eres tú, soy yo; que si necesito un tiempo; que si la indemnización que se pactó fue una indemnización en diferido. Y como fue una indemnización en diferido, en forma, efectivamente, de simulación o de lo que hubiera sido en diferido en partes de una de lo que antes era una retribución, tenía que tener la retención a la Seguridad Social...
Total, excusas. En estos grandes almacenes se venden millones. Igual te puedes ahorrar lo que te van a costar y comprar una excusa que valga para todo: "me corté... las uñas".
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"Buenax nochex buxco una excusa".
Hay excusas que son verdaderas obras de arte. Tienen más ornamentación, más colorinchis y más imaginación que muchas verdades que, al final, te pueden salir caras. Porque claro, estas excusas de las que hablamos siempre son baratas. El dependiente rocía al cliente con excusas... de mierda: que si no eres tú, soy yo; que si necesito un tiempo; que si la indemnización que se pactó fue una indemnización en diferido. Y como fue una indemnización en diferido, en forma, efectivamente, de simulación o de lo que hubiera sido en diferido en partes de una de lo que antes era una retribución, tenía que tener la retención a la Seguridad Social...
Total, excusas. En estos grandes almacenes se venden millones. Igual te puedes ahorrar lo que te van a costar y comprar una excusa que valga para todo: "me corté... las uñas".
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El dependiente de siempre no está disponible y el señor cliente es atendido por la máquina Olaf, que habla veinte idiomas, pero casualmente no habla castellano. Así que la mejor idea va a ser comprarse un traductor. Pero, ¿de qué clase? ¿Simultáneo? ¿Subtitulado? ¿Especializado? ¿Doblado?
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El dependiente de siempre no está disponible y el señor cliente es atendido por la máquina Olaf, que habla veinte idiomas, pero casualmente no habla castellano. Así que la mejor idea va a ser comprarse un traductor. Pero, ¿de qué clase? ¿Simultáneo? ¿Subtitulado? ¿Especializado? ¿Doblado?
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