Episoder
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Lo que creemos que nos va a dar el gozo supremo, fuera de Dios, puede causarnos mucho dolor.
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Ten cuidado de que tu amor por Dios y los hermanos no se enfría por culpa de la situación que estamos viviendo.
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Debemos compartir lo que tenemos para la gloria de Dios: tiempo, dinero, y esperanza.
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El gozo es un imperativo de la vida Cristiana, sin embargo a veces nuestro corazón está triste. Podemos tener gozo en medio de la tristeza si ponemos los ojos en Jesús y el cumplimiento de sus promesas.
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La fe nos ayuda a ver que Dios está con nosotros cuando le necesitamos. Nos enseña a esperar su tiempo y a no perder la esperanza.
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Dios tiene que tratarnos como a vasijas de barro para que el mensaje que se note que el mensaje que tenemos es de Dios y no nuestro.
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Las pruebas de la vida son como la oscuridad de la noche, nos atemorizan. Por eso anhelamos la luz de Dios para enfrentarnos a ellas.
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Cuando conocemos a Dios, podemos enfrentar las malas noticias con la esperanza de que usará todo para nuestro bien porque nuestro peor problema está solucionado: tenemos paz con Dios por medio de Jesucristo.
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La sed es algo normal en el ser humano. La falta de sed muestra que hay un problema. Así mismo la falta de sed de Dios muestra que nos falta vida.
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De la misma manera cuando estamos en la oscuridad, en medio de los peligros y sufrimientos de esta vida, nos asusta no ver al enemigo, y ver la luz de Dios es nuestro anhelo más profundo.
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El que confía en la soberanía de Dios y en su misericordia puede descansar en Dios y no temer.
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Si no tienes sed de Dios, tienes un problema espiritual grave. Esa sed se manifiesta en un deseo de leer la Palabra, orar, estar con otros creyentes y compartir la fe.
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Dios elige a hombres y mujeres imperfectos con el propósito de perfeccionar nuestra vida hasta el día de Jesucristo.
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Dios está hablándonos constantemente esperando que respondamos obedientemente a su llamada.
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A pesar de las dificultades de esta vida, podemos seguir cantando al Señor porque Jesús ha prometido devolvernos a casa.
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¿Estamos despreciando el nombre de Dios cumpliendo con una religión sin que nuestro corazón busque de verdad a Dios? ¿Le ofrezco lo mejor o lo peor de mi vida?
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Dios nos ha llamado a ser sus hijos y como tales debemos vivir de forma que honremos su nombre.
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Dios no deja de llamarnos para que nos acerquemos a Él. Su obra no terminará hasta que Jesús vuelva.
- Se mer
