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“La Epístola de Pablo el Apóstol a los Romanos” puede ser mencionada como el tesoro de la Biblia. Principalmente trata con el asunto de cómo obtener la justicia de Dios, creyendo en el evangelio del agua y el Espíritu. Comparando Romanos con la epístola de Santiago, alguien definió lo primero como ‘la palabra de los tesoros’ y lo segundo ‘las palabras de paja’. Sin embargo, Santiago es la Palabra de Dios tanto como lo es Romanos. La única diferencia es que Romanos es valioso, ya que provee una visión general de la Biblia, y Santiago es valioso por que es la palabra que hace que el justo viva por la voluntad de Dios.
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El apóstol Pablo no se avergonzaba del evangelio de Cristo. El testificaba del evangelio orgullosamente. Sin embargo, una de las razones por las que mucha gente llora, aunque cree en Jesús es por sus pecados. También se debe a su ignorancia en reconocer la justicia de Dios. Podemos ser salvados creyendo en la justicia de Dios y entregar nuestra propia justicia.
¿Porque el apóstol Pablo no estaba avergonzado? Primero que nada, era porque la justicia de Dios estaba revelada en el evangelio.
El evangelio, ‘euaggelion’ en griego, significa ‘buenas noticias’. Cuando Jesucristo nació en Belén, aparecieron los ángeles de Dios y le dijeron a los pastores que estaban cuidando los rebaños en la noche, “¡Gloria a Dios en las alturas, Y en la tierra paz, buena voluntad para con los hombres!” (Lucas 2:14). Eran buenas noticias- ‘paz, buena voluntad para con los hombres.’ El evangelio del Señor nos salvó de todos los pecados y lavo todos los pecados del mundo. Jesús lavo todos nuestros pecados. El, él mismo, lavó todos los pecados de aquellos que se revolvían como gusanos en estiércol y que pecaban en el lodo. -
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¿Porque vive el justo? Por fe. El justo vive por fe. De hecho la palabra ‘fe’ es muy común, pero es el corazón mismo de la Biblia. El justo vive por fe solamente. ¿Por qué vive el justo? Viven por la fe en Dios. Espero que lleguemos a ser iluminados por esta sección, porque tenemos la carne y al Espíritu Santo viviendo dentro de nosotros. Tendemos a interpretar mucho de las escrituras con nuestros propios pensamientos sin saber el significado real escondido en la Biblia, aunque podemos entender la Biblia literalmente. Simultáneamente tenemos la carne y el espíritu. Por lo tanto, la Biblia dice que nosotros, los justos, viviremos por fe porque tenemos la remisión de pecados.
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Escrito está, “El justo por la fe vivirá.” ¿Vivimos por fe o no? La única manera por la cual el justo vive es a través de la fe. La fe le permite al justo vivir. Podemos vivir y continuar con todas las cosas cuando creemos en Dios. Solo el justo vive por fe. La palabra ‘sólo’ significa que nadie, excepto el justo puede vivir por fe. ¿Entonces, que pasa con los pecadores? Los pecadores no pueden vivir por fe. ¿Vives por fe ahora? Debemos vivir por fe.
Toma mucho tiempo aprender la fe verdadera. De lo que debemos darnos cuenta es que nosotros vivimos cuando creemos en Dios y morimos cuando no creemos en Dios. Debemos darnos cuenta que el destino del justo es vivir por fe. -
Podemos ver que el apóstol Pablo predicó el mismo evangelio que nosotros predicamos. ¿A quiénes es revelada la ira de Dios? El juicio de Dios es revelado a los pecadores que suprimen la verdad en injusticia, particularmente, a aquellos que tienen pecados y ocultan la verdad con sus propios pensamientos.
El apóstol Pablo claramente dice que la ira de Dios es revelada, antes que nada, a aquellos que ocultan la verdad en injusticia. Aquellos serán juzgados por Dios. ¿Cómo será la ira de Dios? La ira de Dios arrojará su carne y espíritu al infierno.
No debemos pensar que sólo la carne será juzgada, por que los hombres también tienen espíritus. Por lo tanto, Dios juzgará a ambos la carne y el espíritu. Hay algunos que ocultan la verdad de Dios con sus pensamientos terrenales. Existen algunos que están en contra de la justicia, teniendo pecados. La ira de Dios y su juicio está revelada a aquellos con el pecado de un corazón endurecido, y que no tienen temor de Dios.
El apóstol Pablo dice en Romanos 1:17, “Mas el justo por la fe vivirá.” También dice que el juicio y la vida de Dios están revelados a aquellos que ocultan la verdad con sus pecados. -
En este mundo, dos grupos, los judíos y los cristianos, creen en Dios y entre esta gente, existen aquellos que creen en Jesús y aquellos que no. Dios considera la fe de aquellos que no creen en Jesús, como inútil. Sin embargo, el problema más serio que los cristianos enfrentan, es que de alguna manera, creen en Jesús, pero no han sido remitidos de sus pecados. El apóstol Pablo habla acerca de este tema en Romanos capitulo 2, no sólo a los judíos y a los griegos, sino también a los cristianos de hoy.
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Vamos a hablar de la ley. El apóstol Pablo dijo a los Judíos que se apoyaban en la ley, “Por lo cual eres inexcusable, oh hombre, quien quiera que seas tu que juzgas;, porque en lo que juzgas a otro, te condenas a ti mismo,porque tu que juzgas haces lo mismo. Mas sabemos que el juicio de Dios contra los que practican tales cosas es según la verdad. ¿Y piensas esto, oh hombre, tu que juzgas a los que tal hacen, y haces lo mismo, que tu escaparás del juicio de Dios?” (Romanos 2:1-3) Los legalistas piensan que honran a Dios correctamente. Esta clase de gente no cree en Dios con sus corazones, sino con su falso orgullo que está basado en sus propias obras. A esta gente le gusta juzgar a otros y son buenos para hacerlo. Sin embargo, mientras juzgan a otros con las palabras de Dios, no se dan cuenta de que ellos son exactamente iguales a aquellos que están siendo criticados y que cometen los mismos errores.
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“La circuncisión es la del corazón.” Somos salvos cuando creemos con el corazón. Debemos de ser salvos en el corazón. Dios dice, “la circuncisión es la del corazón, en espíritu, y no en letra. La alabanza del cual no viene de los hombres, sino de Dios” (Romanos 2:29). Debemos tener la remisión del pecado en nuestros corazones. Si nosotros no tenemos el perdón de los pecados en nuestros corazones, es inválido. El hombre tiene una “parte interna y una parte externa,” y cada uno debe recibir la remisión del pecado internamente.
El apóstol Pablo dice a los judíos, “La circuncisión es la del corazón.” ¿Entonces que circuncidaron los judíos? Ellos circuncidaron una parte de la carne. Sin embargo, el apóstol Pablo dice, “La circuncisión es la del corazón.” Los judíos se circuncidaron externamente, pero Pablo dice que la circuncisión es la del corazón. Dios nos dice en nuestro corazón cuando llegamos a ser sus hijos. -
Pablo dijo que la incredulidad de la gente, no hacía que la fidelidad de Dios no tuviera efecto. Continuando del capitulo 2, él apóstol Pablo señaló en este capitulo que los judíos no tenían ninguna ventaja sobre los gentiles. En este capitulo, Pablo comparó la ley y la ley de la justicia de Dios, antes el hablo de la ley de la justicia de Dios, la cual permite a los pecadores recibir su justicia y los guía a una vida verdadera. También enfatizó en este capítulo que la salvación del pecado no es a través de nuestras obras, sino a través de la justicia de Dios.
El apóstol Pablo dijo que aún si los judíos y otra gente no cree en la justicia de Dios, su incredulidad no hace que su justicia no tenga efecto. Dios no puede mentir y la fidelidad de su justicia no desaparecerá. El efecto no será nulificado, solo porque los judíos no creen en su justicia. -
El apóstol Pablo dice que el cumplimiento de la ley y la redención de la gracia de Dios no son dadas a nosotros a través de nuestras obras, sino a través de la fe. Somos salvados de nuestros pecados y somos hechos justos a través de la salvación de Dios. “¿Qué ventaja tiene, pues, el judío? ¿o de qué aprovecha la circuncisión? Mucho, en todas maneras. Primero, ciertamente, porque les ha sido confiada la palabra de Dios. ¿Pues qué, si algunos de ellos han sido incrédulos? Su incredulidad, ¿habrá hecho nula la fidelidad de Dios? ¡De ninguna manera!” (Romanos 3:1-4).
La ventaja del judío es que la palabra de Dios les fue dada a ellos. Vivían mientras oían su palabra de sus antecesores. Ya que Dios les dio su palabra y les fue pasada de sus generaciones, ellos pensaban que eran mejores que los gentiles. Sin embargo, la Biblia dice que Dios abandonó a los judíos porque no creyeron a Jesús, quien los había liberado de sus pecados. -
Romanos 3:10-12 afirma, “Como está escrito: No hay justo, ni aún uno; no hay quien entienda, no hay quien busque a Dios. Todos se desviaron, a una se hicieron inútiles; no hay quien haga lo bueno, no hay ni siquiera uno.” Delante de Dios, todos estamos llenos de pecado debido a la carne. ¿Puede uno acaso, llegar a ser justificado por sus propios medios con la carne? ¿Puede existir justificación natural por la carne ante Dios? Un ser humano nunca podrá ser justificado con la carne. La carne nunca puede ser justificada sin haber sido liberada de sus pecados a través de Jesucristo.
Aquellos cuyos pecados han sido borrados no tienen nada de que jactarse en la carne. Nosotros cuyos pecados han sido borrados, no podemos hacer otra cosa en nuestra carne que desviarnos, ya que no tenemos la habilidad de hacer el bien. No podemos decir que vivimos buenas vidas, excepto cuando servimos al Señor y hacemos el trabajo espiritual. Como dijo Jesús, “Lo que es nacido de la carne, carne es; y lo que es nacido del Espíritu, espíritu es” (Juan 3:6), la carne sólo quiere caminar en sus deseos y el espíritu, en el Espíritu. La carne nunca podrá ser transformada en espíritu. -
En Romanos 4:6-8 Pablo habla acerca de la gente bendecida ante Dios. Una persona que ha sido verdaderamente bendecida delante de Dios, es aquella cuyas obras ilícitas han sido perdonadas y cuyos pecados son cubiertos. Así que Pablo declara, “Bienaventurado el varon a quien el Señor no inculpa de pecado” (Romanos 4:8).
Entonces Pablo introduce a Abraham como una persona bendecida. Usando a Abraham como una persona típica en la Biblia, Pablo explica cual es la fe verdadera y bendecida. Abraham tendría algo de que jactarse si sus propias obras lo hubieran justificado, pero en realidad, no fue así. La justicia de Dios que él obtuvo, solo fue posible por creer en la Palabra de Dios. -
Yo doy gracias al Señor por haber salvado tantas almas en estos días. La Biblia habla acerca de la gente bienaventurada en Romanos capitulo 4, así que me gustaría hablar acerca de aquellos que han sido bendecidos.
“Como también David habla de la bienaventuranza del hombre a quien Dios atribuye justicia sin obras, diciendo: ‘Bienaventurado aquellos cuyas iniquidades son perdonadas, y cuyos pecados son cubiertos. Bienaventurado el varon a quien el Señor no inculpa de pecado’” (Romanos 4:6-8). La Biblia habla acerca de aquella gente que ha sido bendecida ante Dios. Verdaderamente bendecidos son aquellos cuyos pecados han sido borrados ante Dios y a quienes al Señor no culpa de pecado.
Antes de profundizar en las Escrituras, examinemos como está nuestro estado actual. La Biblia habla acerca de la gente bienaventurada que ha recibido la remisión de pecados. Vamos, entonces, a pensar si también nosotros merecemos ser bendecidos o no. -
Pablo proclama por fe en este capitulo que solo aquellos que creen en la justicia de Dios “tienen paz con Dios.” La razón de esto es que Dios Padre hizo que Cristo fuera bautizado por nosotros y aún hizo que él derramará sangre sobre la cruz.
Sin embargo, frecuentemente somos testigos de que la mayoría de los cristianos son incapaces de tener paz con Dios, ya que no tienen el más mínimo conocimiento de la justicia de Dios. Esta es la realidad de aquellos que creen en la cristiandad actual. Por lo tanto, la Doctrina de la Justificación no es correcta ante Dios. -
Hoy, quiero hablar acerca del origen del pecado. No pienses, “habla de las mismas cosas cada día. Dígame algo nuevo.” Quiero que escuches cuidadosamente. El evangelio es lo más precioso. Si un santo, cuyos pecados han sido borrados, no escucha el evangelio repetidamente, para recordarle a él/ella cada día, él/ella morirán. ¿Cómo pueden él/ella vivir sin escuchar el evangelio del agua y el Espíritu? La única forma en el que él/ella pueden vivir es escuchando el evangelio. Abramos la Biblia y compartamos el significado real en ella.
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Llamamos a Juan, quien bautizó a Jesús, Juan el Bautista. Entonces, ¿qué significa bautismo? “Bautismo es “βάφτισμα” en griego. Significa, “ser sumergido.” Y el significado más importante de bautismo es “quitar el pecado y la muerte.”
La frase “ser sumergido” implica muerte. Todos los pecados del mundo fueron pasados a Jesús cuando Juan el Bautista lo bautizó a él y así él los tomó todos y murió en la cruz para dar la paga por todos nuestros pecados. Jesús murió en nuestro lugar. La muerte es el resultado del pecado porque “la paga del pecado es muerte” (Romanos 6:23).
Bautismo también significa, “ser lavado.” Todos nuestros pecados fueron lavados, sin dejar ni una pizca de pecado, porque Jesús tomó todos los pecados del mundo sobre su carne a través de su bautismo. Todos los pecados en los corazones de los seres humanos fueron lavados y pasados a Jesús a través del bautismo. -
El apóstol Pablo nos dice como deben de vivir los justos, después de haber sido salvados del pecado, en Romanos 6. Él clarifica de nuevo “la fe” con el bautismo de Jesús. Nuestros pecados fueron perdonados de una vez y para siempre, a través de la fe en el bautismo, la cruz y la resurrección de Jesús.
No podemos ser llenos de la justicia y de la salvación de Dios, sin el bautismo de Jesús. Si Jesús no hubiera quitado todos nuestros pecados cuando él fue bautizado, no podríamos decir que somos justificados después de recibir la remisión de pecados.