Episoder

  • Hoy exploraremos las historias de aquellos que han tenido sueños, los que han logrado verlos realidad a pesar de la adversidad, los que han tenido que enfrentarse a la dura realidad de la vida y, en el camino, aquellos que han experimentado la desilusión.

    De acuerdo con la Biblia, nuestro manual de instrucciones, los sueños son una forma de comunicación divina y la palabra de Dios. Nos muestra que Dios se manifiesta a través de los sueños, y que la interpretación de los mismos puede revelar lo que Dios quiere decir.

    Pero, ¿qué ocurre cuando los sueños se rompen? ¿Cómo podemos encontrar consuelo y esperanza en esos momentos oscuros?

    La Biblia también nos presenta los sueños como un medio a través del cual Dios se comunica con las personas. Esta comunicación divina puede ofrecer orientación, advertencias, profecías y revelaciones. Uno de los ejemplos más conocidos es la historia de José, el hijo de Jacob, cuya vida fue profundamente moldeada por los sueños.

    Imaginemos juntos la historia de José, un joven cuyo sueño era un futuro lleno de grandeza y reconocimiento. Como nos relata el libro del Génesis, José tenía sueños que predecían su ascenso, pero esos sueños fueron amenazados cuando sus hermanos lo traicionaron y lo vendieron como esclavo. En Génesis 37:5 dice: "Tuvo José un sueño, y lo contó a sus hermanos, y ellos llegaron a aborrecerlo aún más." A menudo, nuestras visiones más queridas pueden despertar la envidia y la traición en quienes nos rodean.Sin embargo, José no se dejó abatir por su situación y, a través de su fe y perseverancia, comenzó a ascender, incluso en la adversidad.

    En la Biblia, José esperó aproximadamente 22 años para que se cumplieran sus sueños. De ese tiempo, 13 años los pasó como esclavo o en prisión.

    Cuando pensamos que ya todo está acabado y vemos los sueños rotos, es necesario, porque Dios usa los problemas como oportunidades para el glorificarse, podemos recordar que, a veces, los planes de Dios son más grandes y mejores de lo que podemos imaginar. En Jeremías 29:11, se nos recuerda: "Porque yo sé los planes que tengo para vosotros, dice el Señor; planes de bienestar y no de calamidad, para daros un futuro y una esperanza." José, aunque atrapado en la oscuridad de la esclavitud, nunca abandonó la esperanza y se aferró a los sueños que Dios le había dado.

    Asimismo, la historia de David nos da otro ejemplo. Antes de ser rey, David enfrentó muchas pruebas y tropiezos que podrían haber destruido sus aspiraciones. En 1 Samuel 16, el profeta Samuel ungió a David, un joven pastor, como rey de Israel, un sueño imponente que se sentía lejanísimo mientras enfrentaba la adversidad, perseguido incluso por el rey Saúl. Escuchemos lo que dice en Salmos 37:4: "Deléitate también en el Señor, y él te concederá las peticiones de tu corazón."

    A menudo, la vida no fluye como habíamos esperado. En medio de los "sueños rotos," recordemos que hay historias de superación y renovación. José y David nos muestran que, aunque a veces nuestros sueños se fracturen, siempre hay un camino para seguir hacia adelante, guiado por la fe, la esperanza y la confianza en Dios.

  • Si le preguntamos a la mayoría de las personas qué es la gracia de Dios, responderán: “un favor inmerecido”. De hecho, la Biblia enseña que, a pesar de nuestra vida pecaminosa Dios nos ama, gracias a la muerte de Cristo somos perdonados y estamos “justificados” ante Dios y tenemos garantizada el acceso al cielo.

    Tito 2:11

    Porque la gracia de Dios se ha manifestado para salvación a todos los hombres,

    No hemos pagado nada para merecerla.

    Pablo dijo en Romanos 3:24: “Siendo justificados gratuitamente por su gracia”. Es decir, la gracia implica que Dios nos da la salvación gratuitamente. Es gracia porque es gratis. Él nos da libremente la salvación y todos los beneficios de la misma.

    Pero ¿qué pasa con mi vida actual?

    La gracia nos capacita para servir a Dios y compartir el evangelio

    “De este evangelio fui hecho ministro por el don de la gracia de Dios que me fue dado según la operación de su poder .” (Efesios 3:7)

    La gracia potencia las buenas obras

    “Y poderoso es Dios para hacer que abunde en vosotros toda gracia, a fin de que, teniendo siempre en todas las cosas todo lo necesario, abundéis para toda buena obra” (2 Corintios 9:8).Dios nos da gentilmente dones de servicio y nos capacita para usarlos

    “Tenemos diferentes dones , según la gracia que nos es dada” (Romanos 12:6).

    La gracia es dada por el Espíritu Santo, pero Tenemos que abrirnos an ella, tenemos que interactuar con ella mediante el entrenamiento en nuestra vida diaria para recibirla, responder an ella y trabajar con ella. Por supuesto, que el entrenamiento y el trabajo para hacer uso de la gracia de Dios no significa que podamos ganarla. Sino que tiene que ver con una actitud de obediencia, es El esfuerzo ponemos en la acción. Dios nos da la responsabilidad y la elección de obrar bajo su gracia.

    Jesús nos comisionó En Mateo 10:8

    Sanen a los enfermos, resuciten a los muertos, limpien a los que tengan alguna enfermedad en la piel, expulsen a los demonios. Den por gracia lo que por gracia recibieron.

    En términos prácticos, Si fuiste sanado, ve y sana a otro.

    La gracia puede ayudarnos hacer su voluntad de hacer en nosotros y por nosotros lo que nunca podríamos hacer por nuestra cuenta. Es una acción, no un atributo. La gracia nos capacita desde dentro para vivir correctamente y como reflejar la gracia de Dios en nuestras vidas y en nuestras interacciones con los demás . La gracia nos enseña a negar la impiedad y a vivir de maneras que agraden a Dios.

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  • Hay un dicho que dice:

    “La queja solo satisface a quien la da y debilita a quien la recibe “

    Según la Biblia, la queja no es algo bueno y no soluciona ninguna situación. En cambio, la gratitud es un mandamiento que llena de esperanza, alegría, paz y amor.

    En la Biblia se dice que debemos entrar a los atrios de Dios con alabanza y acción de gracias. En Filipenses 2:14-18 se dice: "Hagan todo sin quejarse y sin discutir. Así serán hijos de Dios, sin culpa y sin falta viviendo entre una generación perversa y mala".

    La Real Academia de España define la palabra quejarse como “expresar con la voz el dolor o pena que se siente”.

    Otra manera de describirla es decir que la queja es “expresar nuestro descontento por medio de palabras”. Ahora bien, para el cristiano la definición es un poco más seria y toma otra dimensión: quejarse es una demostración de descontento hacia Dios.

    En la Biblia, la queja se presenta no solo como una expresión de dolor y frustración, sino también como un comportamiento que puede tener consecuencias negativas. A través de diversos personajes bíblicos y sus experiencias, podemos aprender sobre la naturaleza destructiva de quejarse y los efectos que este puede tener en nuestra relación con Dios y con los demás.

  • En este episodio, quiero hablarles de la obediencia. La obediencia es un principio de vida, y puede resultar difícil, sobre todo cuando nos sentimos tentados a creer que siendo obedientes vamos a perder más de lo que podemos ganar. Sin embargo, obedecer a Dios es esencial para agradarle, no sólo en los momentos de tentación, sino en todo momento.

    La obediencia es más que cumplir órdenes, leyes o instrucciones de alguien, en este caso, de Dios. La obediencia a Dios es un acto de fe y confianza.

    Juan 14:15: "Si me amas, guarda mis mandamientos."

  • La ira es puede destruir vidas, romper relaciones y arruinar el testimonio de un creyente. El apóstol Pablo conocía el efecto negativo del resentimiento, y dejo este consejo:

    “Quítense de vosotros toda amargura, enojo, ira, gritería y maledicencia, y toda malicia. Antes sed benignos unos con otros, misericordiosos, perdonándoos unos a otros, como Dios también os perdonó a vosotros en Cristo”

    Efesios 4.31, 32

    La biblia también dice en Efesios 4:26 Airaos, pero no pequéis; no se ponga el sol sobre vuestro enojo,

  • El perdón es un tema central en la palabra de Dios, la Biblia y se nos enseña a perdonar como un reflejo del amor y la gracia de Dios. A través de diversas historias y enseñanzas, la Biblia nos muestra el valor del perdón en nuestras vidas.

    ¿Qué es el perdón?

    -el perdón es un proceso emocional que implica dejar ir el resentimiento o la ira hacia otra persona o hacia uno mismo.

    El apóstol Pablo, nos exhorta en:

    Efesios 4:32 - "Sed bondadosos unos con otros, misericordiosos, perdonándoos unos a otros, así como Dios también os perdonó a vosotros en Cristo."

    Este versículo subraya que el perdón debe ser una práctica habitual en nuestras relaciones, imitando la gracia que hemos recibido de Dios.

    El perdón de Dios está basado en su gran amor incondicional por la humanidad y en su gracia, nosotros no lo merecemos, el perdón nos libera del castigo de Dios por infringir sus leyes.

    El perdonar a otro no es opción, ¡es una orden! Jesús nos enseñó a perdonar las deudas, ofensas y faltas de otros como también Dios ha perdonado nuestras deudas y pecados.

    Mateo 6:12

    Y perdónanos nuestras deudas, como también nosotros perdonamos a nuestros deudores.

  • La Palabra de Dios dice:

    Que sin fe es imposible agradar a Dios; porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que le hay, y que es galardonador de los que le buscan. Hebreos 11:6

    Debemos tener una fe que agrade a Dios.

    Pero muchas veces, cuando tratamos con cosas o situaciones que nos producen temor o desesperación, tendemos a sentirnos débiles en nuestra fe.

    Nuestras dudas se incrementan, cuando nos encontramos abrumados. Sin embargo, cuando decides creer en Dios, a pesar de lo difícil del problema, y entiendes que el tiene control y que El lo gobierno de todo, entonces posees una fe que le agrada, porqué confías en quien es Él.

  • Hola! gracias por acompañarnos y escucharnos el día de hoy, y gracias por seguirnos en nuestras redes sociales, y por compartir nuestro contenido con otros. Hoy quiero hablarles sobre algo por el cual todos pasamos, y aún los que estamos en Cristo padecemos “Las Dificultades”.

    Y es que a lo largo de nuestra vida tendremos momentos o situaciones que pueden ser muy difíciles de superar. Problemas económicos, una enfermedad, la muerte de alguien... son muchas las dificultades que se nos presentan. Pero que bueno es saber que Dios está con nosotros en cada momento y que nos ayudará siempre.

    Mientras estemos en esta tierra vamos a tener dificultades. El mismo Jesús nos advierte sobres esto.

    En Juan 16:33

    "Estas cosas os he hablado para que en mí tengáis paz. En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he vencido al mundo".

  • Bienvenidos!

    Hoy compartimos el episodio titulado “El Temor”

    El temor puede convertirse en un arma poderosa en manos del adversario, e incluso podría alejarnos de Dios. Pero Podemos elegir entre tener miedo en nuestros pensamientos y quedarnos paralizados, o tener fe y confianza en Dios.

    A lo largo de la Biblia, hay cientos de historias sobre hombres y mujeres que lucharon contra el temor. El libro de Jueces describe la historia de un joven llamado Gedeón, un humilde agricultor lleno de temor, sentimientos de inferioridad y dudas acerca de lo que Dios podía hacer a través de él.

  • En los últimos tiempos tanto en los noticieros como en las redes sociales, solo vemos malas noticias como guerras, crisis económicas, salud mental y tragedias, y es que el solo hecho de pensar en estos sucesos nos causan ansiedad y desesperanza. Pero en Cristo tenemos algo mucho mejor. Nos aseguró que, aunque enfrentemos dificultades, podemos descansar en Él.

    Reposa en Dios, su presencia irá contigo y te dará descanso. No te preocupes ni te turbes, tu vida esta en las manos de Dios. Aunque haya caos, Dios está al

    control, aunque hayan momentos difíciles no te impacientes, Espera en Él y descansa.

    ‘Echando todo vuestra ansiedad sobre Él, porque Él tiene cuidado de vosotros’. (1 Pedro 5:7)

  • Cuando estamos desanimados, hemos perdido la motivación para seguir adelante. La montaña parece más grande e empinada, la batalla demasiado intensa, o los planes y proyectos no salen como esperamos, y perdemos el ánimo y el coraje para continuar.

    El desánimo puede ser una señal de advertencia de que hemos perdido nuestro principal objetivo. Cuando nos sentimos desanimados, es de gran ayuda estar a solas con Dios, y permitirle al Señor que examine nuestros corazones y nuestras motivaciones.

    La única forma de vencer el desánimo es recordar las promesas de Dios y aplicarlas. Cuando conocemos al Señor, podemos pararnos en las promesas que Él nos ha dado en Su Palabra. Si podemos descansar en él, vernos el cumplimiento de esas promesas en nuestra vida, y es que Sus promesas aún siguen vigentes.

  • ¿Cómo reaccionamos cuando las situaciones se escapan de nuestras manos? En muchas ocasiones vivimos obsesionados con el control; creemos ser dueños de nuestra vida, nuestras circunstancias y nuestro porvenir. Para ello confiamos en nuestros recursos, nuestra planificación o nuestras capacidades. Sin embargo, muchas veces vivimos circunstancias sobre las que no tenemos ningún control, circunstancias que simplemente no dependen de nosotros...

  • Nuestra vida cada vez más enfrenta situaciones adversas, confrontamos nuevos desafíos y, por qué no decirlo? Nos involucramos en tareas por encima de nuestra capacidad adoptando un estilo de vida que demanda esfuerzos casi imposibles que provoca nuestro ritmo cardíaco se acelere, con alta posibilidad de convertirnos en algo que no deseamos. 2 Corintios 4:16 dice
    Por tanto, no desmayamos; antes aunque este nuestro hombre exterior se va desgastando, el interior no obstante se renueva de día en día. El afán y la ansiedad no hacen más que hacernos daño por dentro, querer alcanzar lo correcto pero de manera inapropiada, alimentarse de manera No Saludable, el no cuidar nuestro cuerpo que es templo del Espítitu Santo, nos daña por fuera y por dentro. Aquello que no suma ni aporta valor va desgastando no tan sólo nuestro cuerpo físico, sino también emocianalmente, hasta quedar sin ánimo de continuar el viaje de nuestra vida.

  • Muchas veces creemos que con esto o aquello nuestras vidas están completas y que no necesitamos de nada o nadie. Por otro lado, hay quienes no encuentran salida a situaciones incómodas en sus vidas por el sólo hecho de estar comprometidos con algo o alguien que ha estancado sus sueños. Permíteme asegurar que siempre o casi siempre, habrá algo o alguien por el qué depender y… no depender.
    Hechos 17:24 y 25 dice: El Dios que hizo el mundo y todas las cosas que en él hay, siendo Señor del cielo y de la tierra, no habita en templos hechos por manos humanas, ni es honrado por manos de hombres, como si necesitase de algo; pues él es quien da a todos vida y aliento y todas las cosas.
    Si todo ha sido hecho por Dios, por qué dependemos tanto de lo creado y no así del creador de todas las cosas?

  • De tiempo en tiempo y, sobre todo, cuando estamos en víspera de un nuevo año, es costumbre predisponernos con expresiones tales como: “el año nuevo viene dificil”, viene duro, etc… y es posible que asi sea si lo crees en tu corazon y tu mente, puesto que muchos de nosotros, somos producto de lo que nuestra mente cree. Asi como pensamos, actuamos y, hasta que no cambiemos ese estado mental que por mucho tiempo nos mantiene en la misma posición, nunca llegaremos al lugar al cual, muy probablemente, fuimos predestinados.
    Efesios 5: 15-16 dice:
    Mirad, pues, con diligencia cómo andéis, no como necios sino como sabios, aprovechando bien el tiempo, porque los días son malos.
    En este tiempo crucial para toda la humanidad, como estas tu administrando el tiempo que se te ha asignado mientras vivas en esta tierra?

  • Cómo humanos la mayoría de las veces nos fijamos más en la apariencia exterior de una persona, pero sobretodo juzgamos según las apariencias y no según su corazón. Sin embargo, para conocer realmente a una persona, debemos saber qué hay en realidad en su interior,

  • A lo largo de nuestra vida necesitamos semáforos. Y es que el trabajo y las agendas apretadas también necesitan interrupciones y tiempo de reflexión. Pues sin esto nos enfermamos a causa del el estrés, la ansiedad. producido por el exceso de trabajo Por otro lado el tiempo que se dedica a la recreación puede rejuvenecer nuestro espíritu.

  • Ya sea por el afán o la ansiedad, dejamos pasar por alto los detalles que perdemos las expectativas, Y es que de hecho nos habituamos tanto a las rutinas que comenzamos a disminuir nuestras expectativas. Pero a pesar de ello, los milagros acontecen.