Spilt
-
31 de Marzo
Kenneth
De hijos a siervos
«... y de cierto sobre mis siervos y sobre mis siervas en aquellos días derramaré de mi Espíritu, y profetizarán. Y daré prodigios arriba en el cielo, y señales abajo en la tierra, sangre y fuego y vapor de humo.» (Hechos 2:18-19)
Vivimos en los días más emocionantes que el mundo jamás haya visto. Dios está derramando su Espíritu para llevar a cabo el avivamiento del tiempo final, el cual traerá una culminación gloriosa a esta era.
Algunos hijos de Dios son sólo espectadores que se limitan a mirar lo que Él hace. Pero otros forman parte vital de todo lo que está sucediendo; se han ofrecido como voluntarios para el servicio en este gran ejército del tiempo final. Han llegado a ser lo que la Biblia llama: los siervos y las siervas de Dios.
¿Quiénes son esos siervos y esas siervas? Son los que se han entregado completamente a su Señor. Son los que no se han contentado sólo con ser hijos de Dios nacidos de nuevo, sino que han ido más allá y se han hecho siervos y siervas por amor al Padre.
Son los que han dicho: “Queremos involucrarnos en lo que Dios está haciendo. Queremos ser Sus esclavos, dispuestos a cumplir Sus órdenes las 24 horas del día”.
Aquellos que toman esa decisión experimentan el gran derramamiento del Espíritu de Dios del que habló el apóstol Pedro en Hechos 2. Son aquellos cuyas palabras de profecía y oración inspiradas por el Espíritu liberan el poder de Dios sobre la Tierra. Son aquellos cuyas palabras abren el camino para las señales y maravillas.
¿Quieres estar entre ellos? Puedes hacerlo. Dios desea que lo hagas. ¡De hecho, Él necesita que te involucres! Él necesita personas dispuestas a dejar todo lo que las tenga atadas a este mundo. Asimismo siervos a quienes pueda llamar a la media noche para que intercedan, a pesar de que estén muy cansados.
Ésa es la calidad y la profundidad de dedicación que requieren los siervos y las siervas. Es un llamado que exige mucho, pero sus recompensas son muy ricas. Los que estén dispuestos a desempeñar ese papel serán los portavoces de Dios en la Tierra en estos días finales. Serán canales de Su Espíritu y de Su gran poder. Serán los actores clave en la producción más grande que el Espíritu Santo está preparando.
Decídete ahora a ser uno de ellos. Da el paso de fe al servicio.
Lectura bíblica: Hechos 2:1-21