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  • Vamos a empezar hoy con un fragmento de Rosario Tijeras, la novela del escritor colombiano Jorge Franco que describe la ciudad en la que nació, vivió y murió nuestra protagonista: “Medellín está encerrada por dos brazos de montañas. Un abrazo topográfico que nos encierra a todos en un mismo espacio. Siempre se sueña con lo que hay detrás de esas montañas, aunque nos cueste desarraigarnos; es una relación de amor y odio, con sentimientos más por una mujer que por una ciudad. Medellín es como esas matronas de antaño, llena de hijos, rezandera, piadosa y posesiva, pero también es madre seductora, puta, exuberante y fulgurosa. El que se va vuelve, el que reniega se retracta, el que la insulta se disculpa y el que la agrede la paga. Algo muy extraño nos sucede con ella, porque a pesar del miedo que nos mete, de las ganas de largarnos que todos alguna vez hemos tenido, a pesar de haberla matado muchas veces, Medellín siempre termina ganando”. Ahí, en esa ciudad con una personalidad matriarcal pero con espíritu de macho, nació una de las pioneras del arte moderno en Colombia. Su vida estuvo rodeada de escándalo y polémica: luchaba por ser libre e independiente en  medio de una sociedad conservadora, donde brillaba la doble moral. La amenazaron varias veces de excomunión. Los políticos de derecha mandaban a cerrar sus exposiciones y a desmontar sus cuadros. Fue la primera mujer en pintar desnudos en Colombia, pero la tildaron de obscena, indecente e inmoral. La crítica la marginó e ignoró su trabajo durante décadas, y ella tuvo que esperar hasta sus casi 80 años para que se reconociera su calidad como artista, aunque en su reconocimiento todavía queda mucho camino por andar. Esta es la historia de Débora Arango, una artista real. Y esta es la biografía sonora que hoy vamos a contar. Soy Juliana González-Rivera y este es un podcast para la campaña Artistas Reales de Pony Malta, artistas del presente y del pasado, para inspirar a las artistas del futuro. Hosted on Acast. See acast.com/privacy for more information.

  • A nuestra protagonista vamos a situarla hoy entre cuatro grandes pintores de su tiempo, que como ella pintaban a la alta sociedad: Francisco de Goya en España, apenas 9 años mayor que ella; Joshua Reynolds y Thomas Gainsborough en Inglaterra, que se ganaban la vida pintando a los miembros de las familias adineradas, y Jacques Luis David, francés, de quien fue gran amiga. Todos fueron retratistas, todos pintores de los poderosos, reyes y  aristócratas, de la alta burguesía. Con una diferencia solamente: con talentos a la par, con fama, reconocimiento y fortunas hechas con su arte, el nombre de los hombres se conoce, y aparece en los libros de historia del arte, pero no el de Elisabeth. Ella, que vivió en el siglo XVIII, pasó de ser la preferida de todos para que les hiciera sus retratos, de ser la pintora mejor pagada, miembro de las Academias de pintura de Francia, Florencia, Roma, Bolonia, San Petersburgo y Berlín –con lo difícil que era en ese momento para una mujer entrar en esas instituciones–, a ser en la actualidad una artista completamente desconocida para la mayoría. ¿Por qué? En esta historia hay celos, envidias, matrimonios por conveniencia, intrigas políticas, reyes a los que les cortan la cabeza en la guillotina, fugas, conspiraciones y exilio, triunfo vital y, finalmente, desaparición….Esta es la historia de Elisabeth Vigée-LeBrun, una artista real. Y esta es la biografía sonora que hoy vamos a contar. Soy Juliana González-Rivera y este es un podcast para la campaña Artistas Reales de Pony Malta, artistas del presente y del pasado, para inspirar a las artistas del futuro. Hosted on Acast. See acast.com/privacy for more information.

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  • “Me dedico al dolor para dar sentido y forma a la frustración y el sufrimiento. No puedo hacer desaparecer el dolor. Ha venido para quedarse”. La frase es de una artista francoamericana que cuando pronunció estas palabras tenía casi 100 años. Un siglo de dolor. Tal vez es demasiado.Soledad, miedo, abandono, angustia, nostalgia, fragilidad. Y sobre todo, los recuerdos de una infancia llena de sombra, de memorias dolorosas, de traumas. “¿De dónde somos?”, se preguntó el escritor Antoine de Saint Exupéry mientras sobrevolaba, como piloto de guerra, el castillo de su niñez. Y respondió: “Somos de nuestra infancia”. En el caso de la artista de la que hablaremos hoy, esta idea cobra más sentido que nunca. Habitó su niñez toda la vida, para nunca dejar del todo la casa familiar en la creció, los dolores que se formaron allí y la acompañaron hasta los 98 años. Nietzsche decía que hay que agradecer al sufrimiento, y que hay que darle forma, porque el alma agradece su profundidad, su grandeza y su fuerza. “Hay que demorarse en lo negativo y entenderlo: “Inventiva y valentía en el soportar, perseverar, interpretar y aprovechar la desgracia”, aconsejaba el filósofo. Y si alguien supo hacer esto fue la protagonista de esta historia, porque su arte, a lo largo de casi un siglo de trabajo, fue la forma que le dio a su niñez herida, que no solo es la suya, sino una con la que podemos conectar todos los que nos acercamos a su obra. En arte, “la historia de un hombre está llamada a ser la historia de todos los hombres”, decía Borges. Y la de ella es, un poco, la de todos nosotros. Esta es la historia de Louise Bourgeois, una artista real. Y esta es la biografía sonora que hoy vamos a contar.  Soy Juliana González-Rivera y este es un podcast para la campaña Artistas Reales de Pony Malta, artistas del presente y del pasado, para inspirar a las artistas del futuro. Hosted on Acast. See acast.com/privacy for more information.

  • Imagina que eres la primera mujer que logra entrar en el gremio de pintores de tu ciudad, lo que te permite ser independiente y recibir encargos. Imagina que eres una artista famosa desde los 19 años, y que en tu taller contratas ayudantes y aprendices, logrando el éxito económico. Imagina que eres tan talentosa que tus cuadros los confunden con los del pintor más famoso de tu ciudad. Pero imagina que, poco después de tu muerte, todas tus pinturas desaparecen. No queda ninguna. Y solo 243 años después se descubre que no es que tus cuadros se hubieran esfumado, sino que fueron atribuidos a tu marido, que también era pintor, y tu firma fue suplantada por la de otro artista muy famoso de tu tiempo, solo para poder venderlos más caros. Y en cuanto se supo que eran tuyos, obra de una mujer, su precio se vino abajo. Esta es la historia de Judith Leyster, una artista real. Soy Juliana González-Rivera y esta es la biografía sonora que hoy vamos a contar.  Hosted on Acast. See acast.com/privacy for more information.

  • Imagina que eres una de las fotógrafas más talentosas del surrealismo, tanto que tus cuadros se exhiben en las principales exposiciones del movimiento a principios del siglo. Imagina que montas un estudio exitoso, al que acuden los grandes diseñadores de la época y numerosas marcas comerciales para que hagas sus fotos. Imagina que produces varias series de fotografía documental, pero solo se habla de los hombres de tu época que hicieron lo mismo. Imagina que inmortalizas el proceso creativo de uno de los cuadros más famosos de la historia del arte, y tus fotos aparecen en cientos de periódicos y revistas, pero nadie te paga por haberlas publicado. Imagina que te enamoras del artista más famoso del siglo XX, que te maltrata psicológicamente y hasta llega a golpearte, pero hay quienes dicen que lo permitiste por masoquismo. Imagina que llegas a estar tan maltratada, que te derrumbas frente a tu pareja, pero él termina inmortalizándote como la mujer que llora en más de 60 cuadros. Imagina que tras la ruptura él te interna en un psiquiátrico, y te dan electrochoques. Imagina que mueres sola, a los 90 años, y a tu entierro solo asisten la portera, la vecina, un galerista. Y en la historia del arte no se te menciona como pintora, fotógrafa y autora de montajes y collages extraordinarios, sino como la musa y amante de Pablo Picasso. Esta es la historia de Dora Maar, una artista real. Soy Juliana González-Rivera y esta es la biografía sonora que hoy vamos a contar. Hosted on Acast. See acast.com/privacy for more information.

  • Imagina que eres una de las artistas  más conocidas del Renacimiento, tanto que los reyes quieren tenerte en su corte. Imagina que el gran Miguel Ángel, el escultor más famoso, se interesa por tu talento y hasta te da sus bocetos para que practiques la técnica del dibujo. Imagina que eres tan talentosa que tus contemporáneos te admiran, el rey más poderoso de tu tiempo te emplea como profesora de pintura de la reina y haces retratos de la familia real, un oficio del que estaban excluidas las mujeres. Imagina que pintas el cuadro más copiado durante casi un siglo. Imagina que vives más de 90 años, cosechas fama y fortuna con tu trabajo, y hasta recibes visitas de pintores famosos que quieren aprender de ti. Pero pasa el tiempo y caes en el olvido. Tus mejores cuadros se le atribuyen a otros pintores, hoy en día muy pocos saben que abriste el camino para otras mujeres artistas, y en la historia del arte es raro que se mencione tu nombre.Esta es la historia de Sofonisba Anguissola, una artista real. Soy Juliana González-Rivera y esta es la biografía sonora que hoy vamos a contar.  Hosted on Acast. See acast.com/privacy for more information.

  • Imagina que eres la única pintora que pintó el estilo de vida glamuroso, sofisticado y excesivo entre la primera y la segunda guerra mundial. Imagina que eres la personificación de la nueva mujer que surgió en el siglo XX: de espíritu libre, independiente, dueña de sí misma, que decide sobre su destino y su cuerpo. Imagina que tienes tanto éxito como pintora que ganas premios internacionales, eres la favorita de la realeza y las celebridades, y eso te permite una vida de lujo, con champaña y caviar. Pero los críticos e historiadores del arte le dan más importancia a tu estilo de vida que a tu arte, te excluyen de los libros de referencia, y te tildan de cabeza hueca, frívola y superficial. Esta es la historia de Tamara de Lempicka, una artista real. Soy Juliana González-Rivera y esta es la biografía sonora que hoy vamos a contar.  Hosted on Acast. See acast.com/privacy for more information.

  • Imagina que eres fundadora de uno de los movimientos artísticos más queridos hoy en día, el impresionismo, pero nadie sabe que tú fuiste parte, y solo se habla de los miembros masculinos del grupo. Imagina que uno de los pintores más famosos de tu tiempo, que encima era tu amigo, reconoce tu talento pero dice: “lástima que no sea un hombre”, y más bien recomienda que defiendas la pintura casándote con un académico. Imagina que tienes más éxito en vida que muchos de tus compañeros y que tus cuadros eran mejor valorados por la crítica y hasta mejor pagados, pero hoy en las subastas se paga 4 o 5 veces menos por tus obras que por las de ellos. Imagina que en el epitafio de la tumba de todos tus compañeros impresionistas se menciona la palabra pintor, pero en la tuya dice simplemente viuda de, y en el certificado de defunción dice “sin profesión”...Esta es la historia de Berthe Morisot, una artista real. Soy Juliana González-Rivera y esta es la biografía sonora que hoy vamos a contar.  Hosted on Acast. See acast.com/privacy for more information.

  • Imagina que eres una niña con un gran talento para pintar, pero tu mamá se para detrás de ti cuando dibujas, te arrebata los pinceles y te rompe las pinturas. Imagina que llegas a Nueva York, con 20 años, con ganas de comerte el mundo, y lograr exponer tus creaciones geniales, pero varios artistas hombres te roban tus ideas, ganan todo el reconocimiento por ellas y ninguno te da el crédito por la idea original. Imagina que pasas una década haciendo happenings innovadores y únicos, pero todos te acusan de hacer payasadas para llamar la atención. Imagina que tienes que volver a tu país derrotada, pero tu familia no te apoya ni respeta tu trabajo, borran tu nombre hasta de la lista de egresados de tu colegio y el mundo del arte te olvida por completo. Imagina que has sufrido problemas mentales desde niña, pero nunca has podido tratarlos, y a los 40 años estás sola y no tienes más opción que recluirte por voluntad propia en un hospital mental. Pero imagina que pasan dos décadas, alguien redescubre tu trabajo, y con casi 80 años llegas a la cima del arte mundial. Esta la historia de Yayoi Kusama, una artista real. Soy Juliana González-Rivera y esta es la biografía sonora que hoy vamos a contar.  Hosted on Acast. See acast.com/privacy for more information.

  • Imagina que ayudas a crear uno de los movimientos artísticos más importantes de la historia del arte, uno que cambia por completo la forma de pintar en el siglo XX. Imagina que tienes un talento excepcional para dibujar desde niña, pero que no puedes estudiar en ninguna academia de arte solo porque eres mujer. Imagina que vives hasta los 85 años, pintas toda tu vida, dejas una obra poderosa que incluye pinturas, fotografías, grabados y terminas pasando a la historia como la amante y estudiante de un artista con el que saliste en tu juventud pero que te dejó plantada sin ninguna explicación y sin cumplirte la promesa de matrimonio.Esta es la historia de Gabriele Münter, una artista real. Soy Juliana González-Rivera y esta es la biografía sonora que hoy vamos a contar.  Hosted on Acast. See acast.com/privacy for more information.

  • Rara vez las llamaron por su nombre. Y más bien decían: Hija de, madre de, esposa de, alumna de, amante de, colega de. Durante siglos, las mujeres artistas tuvieron que vivir a la sombra de algún hombre, y eso significó para la mayoría ser invisibles, ignoradas, haber tenido que firmar con seudónimos masculinos o no haber podido ni siquiera firmar sus obras Hosted on Acast. See acast.com/privacy for more information.