Episódios

  • Rafael Prieto-Curiel publicó esta semana en la revista Science un artículo que ha generado mucha polémica, pues utiliza una fórmula matemática para especular sobre la penetración del crimen organizado en la sociedad mexicana y afirma que los carteles son, en la actualidad, el quinto mayor empleador del país. Quizás debamos prestar atención a la ecuación usada en ese estudio, ya que, dada nuestra cercanía geográfica y la presencia de los cárteles de la droga en nuestro país, muchos de los hallazgos de Prieto-Curiel podrían ser extrapolados también para Honduras.

  • Esta semana, el discurso de la presidenta Castro en la ONU y por que las sanciones son más complejas. La lápida sobre el banco de los trabajadores, el acuerdo con el FMI y detrás de todo la migración.

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  • Esta semana es un espacio de análisis de los más trascendental de la noticia nacional e internacional. Esta semana la cumbre del G77+China y el discurso de la presidenta Castro donde, nuevamente, sale en defensa de los dictadores del vecindario. ¿Qué implicaciones tiene? Veamos:

  • ¿A dónde habita el Horror? ¿Acaso se esconde en la paz que siente el asesino en serie luego del crimen, o en las últimas imágenes que quedaron grabadas en las pupilas de la víctima? ¿Es la impotencia que sentimos cuando comprendemos, con espanto, que somos incapaces de prevenir que un criminal ataque a nuestros hijos? ¿En un culto satánico?

    Un extraño en nuestra casa que actúa como si allí viviera y por más que intentamos razonar con él ignora nuestros argumentos; un niño que se transforma en otro niño sin que sus padres lo sepan, hasta ser un desconocido para todos y quedar por eso en el abandono; un hombre busca repetir el miedo que sintió de pequeño, durante años cazó fantasmas con la esperanza de sentir ese filo de agujas en la piel que le quitó el sueño décadas antes, pero todo lo que intenta es inútil, el miedo no se repite igual por más que se esfuerce, compra entonces una casa abandonada que nadie ha querido comprar, porque en ella se sucedieron una serie de horrendos crímenes y espera, con los nuevos asesinatos que planea cometer, capturar los fantasmas desde el primer momento de existencia y ser por ellos atormentado. ¿Allí está el Horror?

    Como el hombre de su cuento, Kalton Harold Bruhl busca el Horror que se esconde en nuestro subconsciente, explora cada rincón del mundo para saber a dónde está y de allí sacarlo a la luz, para exponerlo. Como nosotros, Bruhl seguramente sintió de niño aquellas agujas en la piel viendo las películas John Carpenter o Alfred Hitchcock, o leyendo las novelas de Stephen King o Guy de Maupassant, y busca replicar la experiencia en sus lectores, dándonos esta colección de cuentos. Jorge Luis Borges afirmaba que la literatura es un sueño dirigido, otro de los resquicios del miedo que explora Bruhl, que como los grandes maestros nos dirige por esa búsqueda para dejarnos saber, al final, que el miedo habita en nuestras manos, esas que son capaces de apretar el cuello de un niño para matar al demonio que solo existe en nuestra cabeza.

    Rituales, ésta nueva colección de cuentos de Kalton Harold Bruhl, es uno de los libros más sólidos que el autor nos ha entregado hasta el momento. Una obra que marca un nuevo estándar en la literatura de horror centroamericana, para bien de todos, necesaria en estos tiempos de pandemia, donde el terror parece habitar en todas partes.

  • Este año tuve el honor de trabajar en la segunda edición de la novela "La casa del cementerio", del escritor amapalino León Leiva Gallardo.

    La casa del cementerio del cementerio transcurre en la isla de Amapala, en los años 80, durante los ejercicios militares del ejército norteamericano en la zona, en una guerra encubierta contra Nicaragua y la guerrilla salvadoreña. El clima es opresivo, noches lluviosas, una isla abandonada a su su suerte, personajes que esperan en un ambiente de desesperanza. César López Cuadras Profesor de la Universidad de Guadalajara, autor de La novela inconclusa de Bernardino Casablanca (1993), Cástulo Bojórquez (2001), y Cuatro muertos por capítulo (2013) escribe en la revista Contratiempo de Chicago, a propósito de la novela de León Leiva:

  • Conversamos con Javier Suazo Mejía sobre la segunda edición de la novela Invisibles, una historia de migración y brujería tan vigente ahora como cuando salió hace 10 años. 

  • El escenario del libro en Honduras está cambiando, la pandemia ha obligado a reinventar los espacios editoriales que sumado a las nuevas tecnologías nos permiten expandir la oferta literaria, pero que más está pasando? Los invito a acompañarnos mañana a las 6/8 en Casa Llena, el espacio de Casasola Editores, para hablar de literatura hondureña y mercado editorial con los escritores Salvador Madrid y Javier Suazo Mejia.

  • El paraíso no es para todos. El título de este cuento resume, quizás con demasiada precisión, el nuevo libro de Javier Suazo Mejía.

    Cuando éramos niños avizorábamos el futuro con esperanza. Ahora lo percibimos como una amenaza.Recuerdo las viejas series de televisión en las que la pantalla se llenaba de autos voladores y de personas sonrientes enfundadas en sus trajes plateados. Para obtener comida bastaba con apretar un botón y para combatir una enfermedad, el médico solo tenía que apuntarnos con su pistola de rayos curativos.

    Nada de eso ocurre en los relatos de Suazo Mejía. Los niños todavía deben salir a buscar agua y el crédito no se obtiene de un banco, sino que de un peligroso prestamista. Por supuesto que la ciencia ha avanzado; pero nosotros hemos sido demasiado lentos y demasiado pobres para alcanzarla.

    En algún momento Arthur C. Clarke se quejó de que el futuro ya no era el mismo de antes. Luego de leer las historias de Javier Suazo Mejía podemos disentir y aceptar con amargura que, para nosotros, los que habitamos en la región menos transparente del aire, el futuro será siempre el mismo.

    Kalton Harold BruhlPremio Nacional de Literatura «Ramón Rosa», 2015, Honduras.

  • Kalton Harold Bruhl es uno de los autores hondureños a los que hay que seguirle la huella. Abogado de profesión, ha construido una obra sólida, compuesta literaria, principalmente con sus cuentos y relatos breves. Ganó el Premio Nacional de Literatura Ramón Rosa de Honduras y este viernes nos acompañará en la presentación de la segunda edición de su novela "La mente dividida".

    "La mente dividida" es una novela corta, apenas de unas 120 páginas muy bien construidas que cuenta la historia de un profesor universitario de nombre Jeff, quien recibe el diagnóstico de un tumor cerebral que le depara una muerte segura. Pero el anuncio, lejos de derrotarlo, le sirve para conocer a Fred, que llega a su vida y lo convierte en un monstruo que nunca se imaginó ser. Ya no hay límites para Jeff. Las leyes que rigen a los hombres no pueden alcanzarlo.

    Para los que han comentado, no, no es una copia de Breaking Bad, pero de eso hablaremos esta noche.

  • Nada surge de la nada y en literatura Centro América cuenta con raíces sólidas que en Casasola Editores nos proponemos mantener vivas. La Colección de Clásicos Centroamericanos es columna de nuestro proyecto y en este programa, junto a Javier Suazo Mejía y Roberto Carlos Pérez, hablaremos qué es.

  • Más que un conjunto de poemas agrupados azarosamente por el autor, Huésped de tu sombra es una bitácora poética que registra el inexorable paso del tiempo: continuidad  y discontinuidad, polvo y viento, son algunos de los temas con los que Bans irá construyendo esta su biografía espiritual, que es a la vez un homenaje a los amores perdidos,  la música y la literatura. Con este libro Bans se coloca como una de las voces más originales de la poesía nicaragüense actual.

    Víctor Ruiz


    Berman Bans convoca en este libro los espíritus de la soledad, el sufrimiento y la búsqueda de la trascendencia a través de una asamblea de voces que convergen en su acervo poético. Podemos decir que se trata del testamento de un náufrago que ha aprendido a contar el ritmo de las mareas y le ha dado un nuevo nombre a las constelaciones de la compasión, la frugalidad y la esencia humana.

    Juan Carlos Olivas

  • Vidaluz Meneses es una de las poetas más importantes de la generación de la revolución sandinista, a través de su obra conocemos el proceso de lucha que llevó al derrocamiento de Somoza en Nicaragua, pero también el desasosiego que trajo luego la democracia en los 90. La doctora María Roof en su libro analiza la vida y obra de Vidaluz en este libro del cual hablamos en este programa. 

  • Javier Suazo Mejía es uno de los autores más prolijos de la literatura hondureña contemporánea. Su carrera como guionista, cuentista y novelista reafirman su pasión por las historias, sin importar el soporte con el que se cuenten. En este programa hablamos de sus tres libros "Entre escila y casibdis", "El fuego interior" y "Quetzaltli, la lágrima del creador", pero esas no son las únicas obras que mejía tiene. Hay en proceso varios libros más, que marcarán su carrera un hito importante. 

    Los invito a escuchar esta conversación sobre literatura y cultura hondureña.

  • Con pulso adolorido, el nicaragüense Roberto Carlos Pérez asume el difícil reto de encarnar la  psiquis perturbada de su compatriota, el poeta F. No cabe duda de que Roberto Carlos acertó al elegir el monólogo interior, el soliloquio, para recorrer, sin prisa, los últimos momentos de un escritor cuyo inmenso talento literario le había labrado, en pocos años, una sólida reputación, considerándosele una de las voces más sobresalientes de su  generación. Elogio poco común que nos dice mucho, sobre todo en una tierra como Nicaragua, que ha dado a la lengua española escritores de la talla de Rubén Darío, José Coronel Urtecho, Pablo Antonio Cuadra, Joaquín Pasos, Claribel Alegría y Ernesto Cardenal. Víctima de la orfandad desde el momento mismo de su nacimiento, F. crece entre latigazos y ofensas de una mujer que apenas le da pan y techo para subsistir en un Hogar de Acogida durante la Guerra  de los Contras. Infame escenario para cualquier ser humano y peor aún para quien tuvo el talento y la sensibilidad de este escritor  nicaragüense.

    El libro Un mundo maravilloso, pleno de tormento e ironía, debe leerlo todo aquel que  haya auspiciado por codicia, participado como aliado y sobrevivido los horrores y desastres de una guerra, no importa el escenario. Las consecuencias de agitar el odio y empuñar un arma son inexcusablemente trágicas. Hoy acerco mi voz a la de quienes, como Roberto Carlos, otra víctima inocente de la guerra, abatidos han gritado ¡Nunca más!

    Gloria Guardia Novelista, ensayista y académica de la lengua

  • En este episodio de Cartas de la diáspora, hablamos con el autor de la novela Instantánea, un mosaico de imágenes hiladas por la vida y creencias de sus personajes, quienes tratan de convivir en un contexto plagado de despotismo, crímenes y corrupción. Isaac reúne los rostros de las víctimas y victimarios, que suelen pasar desapercibidos gracias a la cotidianidad y ajetreo diarios. 

    Esta novela es un esbozo de lo que hemos logrado hacer como sociedad y abarca la historia recién pasada, que en momentos parece solo puede ser contada a través de una lente y el ojo experto de un fotógrafo. Cuenta la historia de Marcos Lara, un fotógrafo forense, abrumado por la reciente ola de asesinatos en su país. Marcos, sin proponérselo, descubrirá a los asesinos de varias personas que aparecen luego encostalados a orilla de la calle. Él no lo sabe, pero su ojo experto y audaz atraerá la atención de la muerte.

  • En este capítulo hablamos sobre el poemario  "El árbol hace casa al soñador" con el autor historiador Albany Flores Garca. Nos acompaña el guionista y escritor Carlos Ordónez desde Tegucigalpa. Hablamos de poesía, de los símbolos que Albany usa en su libro y sobre ese ejercicio tan necesario como soñar. 

    "En los territorios de la poesía, chinesca es la sombra que nos delata el entreacto, el paso sigiloso por la filigrana, el paisaje. Esa

    curaduría de asumir mundos lejanos o posibles en el verso nos deja un deseo de reencontrarnos, de existir contra viento y marea. Así nos propone Albany Flores Garca estas parcelas; a manera de arbolario, de casa soñada, de espacio vital para desdibujar otras puertas, otros horizontes.

    El tiempo vuelve en estas páginas a la raíz platónica y constantemente nos afianza la casa, la evocación del poeta, el amor supuesto. Cada árbol es un puente sobre otro árbol, y la figuración logra viajar en el tiempo y volver al tiempo recobrado: el árbol es el tiempo recobrado.

    Esa magia se nos hace realidad cuando el escriba sabe de tales presunciones. Es necesario que alguien recobre la memoria, nos ilusione, nos convenza de que esta es su casa y no otra, que todo es posible en estos límites, que lo sustancial es soñar.

    El poema es entonces la mejor casa para morar en estos tiempos: el poema se hace árbol para escapar del cansancio y juzgar así lo que acontece. El poeta se ha convertido en soñador del viaje que le queda, en un augur de esos horizontes.

    La contraposición de un tiempo con otro, visto entre los textos que se sostienen sin título (sólo con una enumeración posible), es también una suerte de divertimento para alcanzar lo sagrado, lo que el poeta reconoce para continuar el camino.

    Albany Flores Garca ha logrado, con una sabiduría milenaria, al estilo del autor de El Profeta —a quien cita a manera de pórtico—, enmendar ese paisaje para reconocerse como un soñador, como un ente dispuesto al oficio.

    No se trata de un arbolario donde el escriba detal- la en latín sus conocimientos sobre botánica. No se trata de un poemario más en el espectro de los li- bros que se publican por doquier. El árbol hace casa al soñador nos enjuicia la sed del amanuense, y nos reconstruye el horizonte a manera de casa posible, de sueño para el que edifica tantas verdades juntas.

    Luis Manuel Pérez Boitel
    (Premio Casa de las Américas)
    Isla de Cuba, bajo el interminable verano de 2018

  • La buena poesía siempre ha surgido en tiempos de crisis. A tan dolorosa verdad se le puede añadir La suma de los daños, primer poemario del nicaragüense Andrés Moreira (1991). La mayoría de los poemas de este libro son apóstrofes, quejidos, severos cuestionamientos de un país que el autor hereda en pedazos. La humillación del exilio y la angustia de si habrá o no pan para comer lejos del suelo natal, o la incertidumbre de no saber si volverá a ver a sus compatriotas, están grabados en los haikus con los que da inicio este poemario. Llano, sencillo, alejado de las grandes ideas y de sus puntas locuaces, Andrés disputa a quemarropa las premisas que sostuvieron a los nicaragüenses durante la segunda mitad del siglo XX. La supuesta Arcadia nicaragüense se vino abajo luego del inaudito abril de 2018 en que cientos de estudiantes fueron masacrados, torturados y encarcelados, y miles tuvieron que salir al exilio. Andrés crítica a un país que sólo ofrece sangre y muerte. Es la irresponsabilidad de sus mayores lo que lleva a cuartear los ideales nicaragüenses de antaño. ¿Para qué? Quizás para que nunca más un poeta joven tenga que componer versos como los de «Plegaria» (Poema para leer durante un genocidio), publicado en diversas revistas y tal vez ya parte del acervo poético nicaragüense. Dice así: Dios, te ruego que sus armas se atasquen /y sus manos se cercenen,que el francotirador pierda la vista y una pierna,cegalo con la luz que no tenemos.Apagá la existencia de quien da la orden de fuego.Dador de vida,encendé brasasentre las vísceras del tiranuelo que dejaste nacer.No quiero un Moisés, ni otro mesías.Dios de amor, tené piedad de mis madres,ellas aún te rezan arrodilladas por saber /a mis hermanos a tu lado.Dios, soy aquel que ayer y hoy reniega de tu existencia.,

  • El amigo, historiador y poeta hondureño Albany Flores Garca me escribe para invitarme a compartir algo para la revista Caligrama, a propósito del 90 aniversario del nacimiento del poeta hondureño Roberto Sosa, uno de los representantes más importantes de la poesía centroamericana del siglo XX.

    Siento que para publicar algo sobre el poeta Sosa necesitaría de un estudio más profundo de su obra y vida, algo que honestamente no he hecho hasta el día de hoy. Más allá de conocer y haber leído sus libros y respetar profundamente el aporte que su trabajo trae a las letras hondureñas.

    Así y para dar mi aporte a esta edición de Caligrama, en homenaje al nacimiento de uno de los grandes de nuestra poesía, he decidido compartir con ustedes, a través de este podcasts, la conferencia Sociedad y poesía: los enmantados, publicada por el Centro Cultural de Banco Interamericano de Desarrollo en su revista Encuentros: edición número 20 de Mayo de 1997.

    La conferencia: Sociedad y poesía: los enmantados fue dedicada a la memoria de Roberto Armijo y dice así:

  • Para quienes estudian la Biblia reconocerán en el Nuevo Testamento, en el libro de San Marcos, versículos 4 al 6, la narración del regreso de Jesús a la tierra en donde se crío, podemos resumirlo con el viejo adagio de “No hay profeta en su tierra”.

    Esta frase se vuelve lapidaria cuando hablamos de arte y artistas hondureños.

    Ya sea por la pobreza que vivimos en nuestros países, por la falta de acceso a oportunidades de formación o de empleo, lo cierto es que muchos de los grandes artistas hondureños han tenido que buscar suerte en otras tierras, a veces vuelven y cuando lo hacen su retorno recuerda aquel versículo del que hice referencia al inicio: recuerdo aquí ejemplos como Pablo Zelaya Sierra; otras no vuelven y quedan deambulando por el mundo con esa nostalgia de la tierra.

    No conozco personalmente a Óscar Rosignoli, este joven jazista de 33 años, originario de San Pedro Sula que vive en New Orleans desde hace 10 años. Conozco sí a algunos de sus amigos músicos en Tegucigalpa, que cuando hablan de él lo hacen siempre con esa resignación de haber perdido un talento.

    “Ya no volvió” —dicen, quizás con pesar, pero también con el entendimiento de saber que para un artista que quiere llevar su talento al máximo de sus posibilidades, pronto queda pequeña.

    Hace unos cinco años contacté a Rosignoli para hacerle una entrevista para El Pulso. Esa entrevista nunca se hizo. Pero le he seguido la pista y he visto su desarrollo musical y hoy, él y yo, como ustedes que nos escuchan, estamos pasando la misma suerte de encierro. Y cómo Óscar dice en esta conversación, si algo ha desnudado esta pandemia, es nuestra necesidad humana de contacto social, sin quiera por las redes sociales, siquiera por un podcast.

    En este programa de hoy en Cartas de la diáspora, hablamos con el músico hondureño, jazista de New Orleans y pianista Óscar Rosignoli. Con él conversamos sobre su llegada a Louisiana, su desarrollo como músico y la costo que la pandemia trae para artistas cómo él que viven del turismo en una de las ciudades más ricas en arte y cultura en el mundo.

  • Hoy es lunes 6 de abril de 2020, iniciamos la semana santa. Seguramente muchos habían ya hecho planes para estas vacaciones, en las playas o en los pueblos, pero aquí estamos usted y yo, en esta extraña circunstancia que me recuerda tanto a una novela de José Saramago.

    Si no ha leído a José Saramago, le recomiendo que lo busque y lea, mis favoritos son El evangelio según Jesucristo, La balsa de piedra y El ensayo de la ceguera.

    Dos mil millones de personas están en una situación similar a la nuestra en este preciso momento. Hagamos el esfuerzo de imaginar cuánto es dos mil millones de personas, encerrados en sus casas, haciendo un esfuerzo para así romper la cadena humana que el Covid 19 necesita para vivir. Nunca antes en la historia de la humanidad había pasado algo como esto. Hemos tenido muchas epidemias, muchas pandemias algunas mucho más mortales que esta, en contextos históricos muy distintos, pero nada en la Historia de la humanidad podría parecer a esto que estamos viviendo usted que me escucha y yo, junto con dos mil millones de personas.

    Ahora, esta realidad está comenzando a pasar factura. Esta semana esperamos se de el pico en infecciones detectadas y muertes en toda la región, países como Nicaragua que han reportado muy pocos casos, se enfrentarán esta semana con la realidad y podremos ver en tiempo real, qué ha funcionado y qué no ha funcionado en la región.

    Ya para esta altura también el encierro comienza a afectarnos mentalmente. Las publicaciones en las redes sociales y otras noticias que seguimos nos lo confirma: lo que antes asumimos como una especie de vacaciones del trabajo y la rutina, hoy nos asfixia, ya para esta altura seguramente conoce grietas en las paredes de su casa que antes no sabía que existían. Los matrimonios comienzan a sufrir el precio del encierro, las relaciones con sus familiares o con quien sea que le tocó pasar estos días. Pero es en esta semana en donde debemos ser más firmes y seguir adelante, no podemos caer en la desesperación de ir a la calle pensando que no nos vamos a infectar o que si lo hacemos no importa. El virus sigue afuera y nosotros debemos seguir adentro y seguramente las autoridades se encargarán de reforzar eso, al costo de los derechos individuales.