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  • Este episodio haremos reflexiones y conoceremos acerca del amor espiritual, del amor religioso y escucharemos a poetas que han trascendido por expresar ese amor tan pleno y especial plasmándolos en obras inmortales. Conoceremos algo de Fray Luis de León con fragmentos a su “Oda a la Vida Retirada”. Escucharemos al hermoso poema “No me mueve mi Dios Para Quererte” y discutiremos su autoría, para después viajar al Modernismo con Amado Nervo y Salvador Díaz Mirón para escuchar “ Viejo Estribillo” del primero y el “Fantasma” y “Redemptio” del segundo. Acabaremos con un hermoso poema del cual desconozco mucho “Los tres Visionarios”.

    Sé como el Sol para la Gracia y la Piedad.

    Sé como la noche para cubrir defectos ajenos.

    Sé como una corriente de agua para la generosidad.

    Sé como la muerte para el odio y la ira.

    Sé como la Tierra para la modestia.

    Aparece tal como eres.

    Sé tal como pareces.

    Rumi

    Esto es Vidas y Poesía. Un espacio para disfrutar, conocer, sentir y reflexionar a través del arte de la palabra y el pensamiento hechos poesía. Un espacio para traer al momento presente lo valioso del existir: sus alegrías, sus tristezas, sus miserias, sus aspiraciones y sus hazañas. En otras palabras un espacio donde no suceden cosas de mayor trascendencia que las rosas

    Bienvenido seas a este sexto programa del Podcast “Vidas y poesía” en este mes de Abril del año 2020 en particular en esta la que llamamos Semana Santa o Semana Mayor. Soy tu anfitrión Jans Fromow y te agradezco que hayas decidido acompañarme estos minutos que siguen para disfrutar de la poesía.

    Si esta es la primera vez que me haces el favor de escuchar quiero ubicar brevemente acerca de este programa. Yo no soy un experto en letras. Yo soy médico oftalmólogo investigador, cirujano y activista para el desarme nuclear. Sin embargo desde hace mas de 40 años que soy aficionado a la poesía y a la declamación. Este gusto y amor por la poesía y por el arte de la declamación es algo que me fue trasmitido por mis padres, principalmente por mi papá el Doctor Don Jorge Fromow García, quién oftalmólogo como yo fue un gran declamador y el si un gran conocedor de la poesía.

    Mucho del porque de este podcast tenía la intención de recoger, grabar y documentar en audio para mi familia y amigos las poesías y declamaciones escogidas de mi padre y su voz. De hecho él estuvo directamente involucrado escogiendo muchas de las posibles poesías a ir programando. Pero cómo es costumbre a veces la vida tiene otros planes y el transcurrir del tiempo y la edad nos va poniendo límites infranqueables. En enero del 2019, después de una ejemplar vida de más de 90 años, llena de amor al prójimo, de bondad, de honestidad, de alegría, de caballerosidad, de amor a sus pacientes, de ciencia, de cultura y de poesía: mi papá regresó a los brazos del Padre rodeado de todo el amor de su familia y amigos. Asi pues yo decidí continuar con este proyecto que a él y a mi nos entusiasmaba tanto. Porque traigo esto a colación. Porque el día de hoy es uno de esos programas en que vamos a escuchar algunas poesías con la voz de mi padre en un tema especialmente cercano a el ya que era un hombre si bien absolutamente científico y que cuestionaba todo; también era profundamente devoto y creyente. El tema es de La Poesía Mística y la Poesía Religiosa.

    En los últimos dos programa iniciamos con el largo, interminable y abundante tema central del amor. Platicamos que de todas las formas que puede tomar el amor: Eros, Storgé, Philia y Agape y nos enfocamos en Eros y en uno escuchamos poesías de amor, de erotismo y en el otro del dolor del desamor. Este lo vamos a centrar en el amor Agape. Este se refiere a la frecuencia más profunda del amor. Su vehículo es la pureza, la incondicionalidad e incluso la devoción. Esta forma de amor es universal, como el amor por una deidad, por la naturaleza o por la humanidad completa. Se ha entonces relacionado con el amor entre el hombre y Dios. Para entender este tipo de poesía que apunta a este tipo de amor hay que entender primero la distinción entre espiritualidad y religión que es el binomio que se relaciona con el binomio Poesía Religiosa y Poesía Mística.

    En un texto de Frei Betto (https://www.alainet.org/es/active/51490) podemos entender, y cito “ Espiritualidad y religión se complementan pero no se confunden. La espiritualidad existe desde que el ser humano irrumpió en la naturaleza, hace mas de 200 mil años. Las religiones en cambio son recientes, no traspasan los 8 mil años de existencia.

    La religión es la institucionalización de la espiritualidad, así como la familia lo es del amor. Hay relaciones amorosas sin constituir familia; del mismo modo, hay quien cultiva su espiritualidad sin identificarse con ninguna religión. Hay incluso espiritualidad institucionalizada sin ser religión, como el caso del budismo, que es una filosofía de la vida.

    Las religiones, en principio, debieran ser fuentes y expresiones de espiritualidades. Pero no siempre sucede así. En general, la religión se presenta como un catálogo de reglas, creencias y prohibiciones, en tanto que la espiritualidad es libre y creativa. En la religión predomina la voz exterior, la de la autoridad religiosa; en la espiritualidad predomina la voz interior, el ‘toque’ divino.

    La religión es una institución; la espiritualidad una vivencia. En la religión hay lucha de poder, jerarquía, excomuniones y acusaciones de herejía. En la espiritualidad predominan la disposición de servicio, la tolerancia con la creencia (o increencia) ajena, la sabiduría de no transformar al diferente en divergente.” Fin dela cita.

    Pudiendo estar del todo o no de acuerdo con esto si podemos entrever diferencias entre estas dos vivencias. La experiencia humana desde sus inicios siempre ha tenido un componente y una necesidad de tratar de entenderse a si mismo y de conexión con algo superior a nosotros. En la antigüedad necesariamente a través de nuestra relación con la naturaleza que evolucionó a distintos tipos de creencia. Pero independientemente de esas creencias hay vivencias de conexión especial con algo que sentimos superior. Esas son las experiencias espirituales o místicas.

    Entonces nuestra creencia en un conjunto de preceptos, la religión, da pié a la poesía religiosa, en cambio la vivencia de experiencias espirituales da lugar a la Poesía Mística. Claro esto se da y converge en el poeta al fusionarse en él su necesidad de expresión de estas vivencias y su transmutación y realización en el poema.

    ¿Que es la Mística? (http://avempace.com/wiki/index.php/La_poes%C3%ADa_religiosa:_la_m%C3%ADstica_española)

    De acuerdo avempace “La mística es una experiencia religiosa de unión del alma con Dios. Se da en muchas religiones, no solo en la cristiana: hay místicos sufíes (musulmanes), tibetanos (el vuelo astral), orientales y occidentales.

    La experiencia mística es difícilmente comunicable por vía directa. Por eso, los místicos han solido buscar a la poesía como medio indirecto, literario, bello, de comunicar sus sensaciones. Y algunos han sido grandes poetas, como es el caso de san Juan de la Cruz.

    Normalmente, las Iglesias tienen que aceptar en su canon a ciertos creyentes escogidos como místicos, puesto que si la mística se da fuera del dogma (es decir, si no es aceptada por la jerarquía), acaba siendo herejía y, por tanto, perseguida.

    La poesía mística describe, como decimos, una experiencia, difícilmente expresable: la unión del alma con Dios. Esa experiencia mística:

    Exige un proceso previo de purificación, a través del cual el alma, con la renuncia, la penitencia y la oración, se desentiende del mundo y busca la perfección moral.

    No depende de la voluntad humana: es una gracia divina; solo unos cuantos elegidos están llamados a vivir la unión mística con Dios.

    Es extática (o sea, produce el éxtasis místico, un goce profundo que inunda de felicidad al creyente): el alma, al fundirse con la divinidad, se sumerge en un estado de arrobamiento, de embelesamiento en el que cesa la actividad de los sentidos y se desconecta del mundo circundante.

    Es inefable: no se puede comunicar directamente; el poeta es incapaz de encerrar en palabras el cúmulo de sensaciones vividas en ese estado de enajenación mística. Para describirlo, recurre al símbolo, la alegoría, la paradoja y la antítesis.

    En español, las grandes figuras de la mística son santa Teresa de Jesús y San Juan de la Cruz (en España)

    ¿Como se llega al Misticismo?

    Para llegar al éxtasis místico, se han señalado tres vías progresivas (a la tercera, solo llegan los elegidos):

    Vía purgativa: el creyente debe purificarse mediante el ayuno y la abstinencia y practicar continuamente la oración. En palabras de San Juan de la Cruz:

    "Hay que perder el gusto por el apetito de las cosas".

    Vía iluminativa: el entendimiento se eleva a Dios mediante la Fe.

    Vía unitiva: estadio final de unión del alma con Dios, el alma se entrega completamente a la voluntad divina. Es el famoso arrobo o arrobamiento, el rapto místico que suele dejar exhausto al creyente tras el trance místico y en el que se pueden registrar fenómenos increíbles, como levitaciones, etc. A esta fase solo llegan los elegidos por la gracia divina.

    Quedéme y olvidéme,

    el rostro recliné sobre el amado,

    cesó todo, y dejéme,

    dejando mi cuidado

    entre las azucenas olvidado.

    San Juan de la Cruz (1542-1591), "La noche oscura"

    Diferencia entre la ascética y la mística

    Hay muchos religiosos (y algunos laicos) que han querido ser místicos. Pero muy pocos lo han conseguido. Todos ellos han emprendido el camino místico. Es decir, el proceso de las tres vías. Sin embargo, o no han pasado del primer estadio (la purificación) o se han quedado en el segundo (la iluminación). Solo los elegidos pueden llegar al éxtasis místico, el rapto, el arrobamiento que produce la unión del alma con Dios.

    En la literatura española, se considera que son místicos santa Teresa y san Juan, pero a fray Luis de León se le cataloga como asceta, próximo al arrobo místico, pero incapaz finalmente de llegar a la vía unitiva. “ Fin de la cita

    Empecemos entonces para ir en modo creciente de experiencia con un ejemplo de poesía Ascética. Y para ello debemos hablar de uno de los más grandes:

    Fray Luis de León (Belmonte, Cuenca, 1527 – Madrigal de las Altas Torres, Ávila, 1591) es uno de los más altos poetas en lengua castellana. Se le ubica en la poesía religiosa renacentista, en su vertiente ascética (frente a la mística de San Juan de la Cruz y Santa Teresa, por ejemplo). La literatura religiosa ascética nos muestra un camino y una aspiración, mas bien de ámbito humano, aunque transcendido por una intensa religiosidad cristiana. Nos muestra un anhelo de vida acorde a la ética cristiana de desprendimiento, sencillez, humildad y sabiduría para saber distinguir lo importante de la vida terrenal –salvar el alma para la vida eterna— de lo accesorio –disfrutar atolondradamente de ciertos placeres mundanos, en sí mismos efímeros.

    De este tipo de poesía escuchemos a esta Oda a la Vida Retirada. ¿Porque escribió esto Fray Luis de León? Precisamente es x que en la soledad y el estar apartado del mundo el encuentra a Dios en la vida simple y cotidiana del campo. Esta oda está en español no contemporáneo que puede a algunos dificultarse un poco. Pero tiene imágenes bucólicas con alto contenido poético. Solo diré algunas estrofas por cuestión de tiempo pero que me parecen las mas hermosas

    VIDA RETIRADA

    ¡Qué descansada vida

    la del que huye del mundanal ruïdo,

    y sigue la escondida

    senda, por donde han ido

    los pocos sabios que en el mundo han sido;

    Que no le enturbia el pecho

    de los soberbios grandes el estado,

    ni del dorado techo

    se admira, fabricado

    del sabio Moro, en jaspe sustentado!

    No cura si la fama

    canta con voz su nombre pregonera,

    ni cura si encarama

    la lengua lisonjera

    lo que condena la verdad sincera.

    Despiértenme las aves

    con su cantar sabroso no aprendido;

    no los cuidados graves

    de que es siempre seguido

    el que al ajeno arbitrio está atenido.

    Vivir quiero conmigo,

    gozar quiero del bien que debo al cielo,

    a solas, sin testigo,

    libre de amor, de celo,

    de odio, de esperanzas, de recelo.

    Del monte en la ladera,

    por mi mano plantado tengo un huerto,

    que con la primavera

    de bella flor cubierto

    ya muestra en esperanza el fruto cierto.

    Y como codiciosa

    por ver y acrecentar su hermosura,

    desde la cumbre airosa

    una fontana pura

    hasta llegar corriendo se apresura.

    Y luego, sosegada,

    el paso entre los árboles torciendo,

    el suelo de pasada

    de verdura vistiendo

    y con diversas flores va esparciendo.

    El aire del huerto orea

    y ofrece mil olores al sentido;

    los árboles menea

    con un manso ruïdo

    que del oro y del cetro pone olvido.

    ——-

    Estas imágenes tan bellas de una vida alejada del bullicio y la gente pueden ser aplicadas a muchos pasajes de nuestra vida. Por ejemplo el verso que dice:

    Del monte en la ladera,

    por mi mano plantado tengo un huerto,

    que con la primavera

    de bella flor cubierto

    ya muestra en esperanza el fruto cierto.

    Mi padre la decía a menudo y sé que lo hacia en un símil de ver a su familia, a sus hijos como ese huerto que con los logros paulatinos que íbamos teniendo le daban a el la esperanza de hacernos gente de bien.

    Aprovechando que estamos hablando de Fray Luis de León quiero pasar a un poema que es considerado uno de los o el poema mas grande escrito de tipo místico religioso. En realidad este poema se debate de ser anónimo o algunos se lo adjudican a otro de los más grande poetas de este género San Juan de la Cruz.

    San Juan de la Cruz, cuyo nombre secular era Juan de Yepes Álvarez fue un religioso y poeta místico del renacimiento español. Fue reformador de la Orden de Nuestra Señora del Monte Carmelo y cofundador de la Orden de los Carmelitas Descalzos

    Junto con santa Teresa de Jesús, se considera a san Juan de la Cruz la cumbre de la mística experimental cristiana. Distintos poetas de extracción diversa como Rubén Darío, Juan Ramón Jiménez, Paul Valéry y T. S. Eliot consideraron los poemas de Juan de la Cruz no solo como la cumbre de la mística española, sino de la poesía en esta lengua. Desde 1952 es el patrono de los poetas en lengua española. Es uno de los 36 Doctores de la Iglesia, y fue canonizado por Benedicto XIII en 1756.

    Este hermoso poema prácticamente perfecto en su hechura, mi padre, que era un gran conocedor de esto, se lo adjudicaba no a San Juan de la Cruz sino a Fray Luis de León. De este poema cito lo que de él dice el F.R. Angel Martin

    “El soneto, por su perfecta factura, figura como modélico en todas las antologías que se precien, desde que lo incluyó en la suya de las Cien Mejores Poesías de la lengua castellana don Marcelino Menéndez Pelayo.

    Nunca el amor a Cristo crucificado había alcanzado tal grado de pureza e intensidad en la sensibilidad de la expresión poética. En fechas en que la superficialidad cifraba en el temor al destino dudoso del hombre en el más allá, la moción de la piedad popular, este poeta acierta a olvidar premios y castigos para suscitar un amor que, por verdadero, no necesita del acicate del correctivo interesado, sino que nace limpio y hondo de la dolorosa contemplación del martirio con que Cristo rescata al hombre. Esa es la única razón eficaz que puede mover a apartarse de la ingratitud del ultraje a quien llega a amarte de manera tan extrema”

    Esto es en voz de mi padre, No me Mueve mi Dios para Quererte

    No me mueve, mi Dios, para quererte

    No me mueve, mi Dios, para quererte

    el cielo que me tienes prometido,

    ni me mueve el infierno tan temido

    para dejar por eso de ofenderte.

    Tú me mueves, Señor, muéveme el verte

    clavado en una cruz y escarnecido,

    muéveme ver tu cuerpo tan herido,

    muévenme tus afrentas y tu muerte.

    Muéveme, en fin, tu amor, y en tal manera,

    que aunque no hubiera cielo, yo te amara,

    y aunque no hubiera infierno, te temiera.

    No me tienes que dar porque te quiera,

    pues aunque lo que espero no esperara,

    lo mismo que te quiero te quisiera.

    En el ascetismo, en la vida aislada y retirada muchos buscan a Dios. Otros lo buscamos en la vida cotidiana en la gente donde lo podemos ver y llegar a reconocer. Jesus mismo dice “lo que que hagas por el más pequeño de mis hijos lo estas haciendo por mi”. Eso significa que al ver al más sencillo y humilde, con su circunstancia, sus limitaciones, sus angustias, sus retos, allí esta Dios. La búsqueda de Dios es un camino individual que uno labra de distintas formas a lo largo de la vida. Y en esa búsqueda hay dudas, hay incertidumbres y hay espejismos de lo que puede ser o no la presencia de Dios. Claro esta que cuando Él esta presente todo cambia y es cierto. Pero de algún modo nos preguntamos de los espejismos de la vida y de dónde encontrarlo. Donde hallarlo en medio del abismo. En esas preguntas se basa el poema llamado Viejo Estribillo de Amado Nervo. Nervo uno de los más grande representantes del Modernismo, y quién en este poema busca discernir y encontrar a Dios. En este poema el poeta se preguntas de distintas cosas que ve, que capta y siente y se pregunta qué es? y si Dios esta allí para que al final, Dios nos diga dónde esta en realidad. Esto es Viejo Estribillo en voz de mi Padre Jorge Fromow

    Viejo Estribillo

    ¿Quién es esa sirena de la voz tan doliente,

    de las carnes tan blancas, de la trenza tan bruna?

    Es un rayo de luna que se baña en la fuente,

    es un rayo de luna...

    ¿Quién gritando mi nombre la morada recorre?

    ¿Quién me llama en las noches con tan trémulo acento?

    Es un soplo de viento que solloza en la torre,

    es un soplo de viento...

    Di, ¿quién eres, arcángel cuyas alas se abrasan

    en el fuego divino de la tarde y que subes

    por la gloria del éter? Son las nubes que pasan;

    mira bien, son las nubes...

    ¿Quién regó sus collares en el agua, Dios mío?

    Lluvia son de diamantes en azul terciopelo...

    Es la imagen del cielo que palpita en el río,

    es la imagen del cielo...

    ¡Oh Señor! La belleza sólo es, pues, espejismo;

    nada más Tú eres cierto: ¡sé Tú mi último dueño!

    ¿Dónde hallarte, en el éter, en la tierra, en mí mismo?

    Un poquito de ensueño te guiará en cada abismo,

    un poquito de ensueño…

    Amado Nervo

    ¿Cuando buscamos a Dios?

    En realidad la búsqueda de Dios no se da siempre y a todas horas o en todas las épocas de nuestra vida. Sin embargo las actitudes de agradecimiento a la vida, a Dios, a la naturaleza son experiencias místicas. La conciencia de agradecer lo que somos. Donde estamos. De agradecer el hecho real de que somos una manifestación única de la evolución de la vida y del universo y que tenemos la fortuna de… Ser. Pero otras veces buscamos ayuda y buscamos a Dios, solo en la miseria. En la dificultad. Y no quiero decir que eso esta mal, si no que perdemos tal vez lo más importante de la relación espiritual. Es natural que en los momentos de enfermedad, de dificultades, de muerte, de pérdida busquemos ayuda a algo más grande que nosotros. O no necesariamente ayuda pero fortaleza en esos momentos en que es natural la debilidad de espíritu, como en la cárcel.

    Salvador Diaz Mirón poeta modernista mexicano fue uno de los mas importantes representantes del modernismo. Él con una gran sensibilidad era también iracundo y a veces violento. Y esto le llevó a un homicidio y a purgar una pena en San Juan de Ulla

    En un comentario por Pavel Granados de Diaz Mirón dice (http://pavelgranados.blogspot.com/2016/06/comentario-de-el-fantasma-de-salvador.html)

    “Sucedió que una tarde de los primeros días del verano, el 25 de junio de 1892, el poeta se encontraba en el café Zamora del puerto de Veracruz. Esa tarde, Salvador Díaz Mirón mató de dos tiros a un joven de 25 años llamado Federico Wólter. Nadie sabe los detalles con seguridad, pero el escritor Antonio Castro Leal, que pasó su vida investigando al poeta, dice que habían discutido por cuestiones políticas. Al otro día, un reportero escribió: “Federico Wólter era un hombre serio, trabajador y estimado de todo mundo, pero tenía el grave defecto de perder el juicio cuando se excedía en la bebida”.

    Seguramente, excedido en la bebida, Wólter comenzó a ofender al poeta; y éste salió del café para evitar una pelea. Pero el agresor salió a perseguirlo con un bastón. Díaz Mirón sacó entonces su pistola y disparó contra el provocador.

    Aunque ningún juez dictó sentencia, el poeta permaneció en prisión durante cuatro años: de junio de 1892 a junio de 1896. En la cárcel, Díaz Mirón se dedicó a escribir, escribir y escribir. Pero sobre todo, se dedicó a perfeccionar sus versos. Él, que siempre pensó en ser leído por la mayor cantidad de personas, al encontrarse preso se había convertido en un desconocido; el encierro era comparable a escribir desde el fondo del mar. ¿Para qué hablar de la justicia si se encontraba encerrado de manera injusta?

    En medio de ese encierro, que fue como una sola noche larga, Díaz Mirón cumplió cuarenta años. Otra persona menos orgullosa que el poeta se habría dejado llevar por la desesperación; habría escrito poemas de tristeza y de soledad. Pero no Salvador Díaz Mirón, un alma de truenos y relámpagos, con la profundidad de un abismo; él no cumplió años como cualquiera: un fantasma irrumpió la noche de su aniversario, el 14 de diciembre de 1893. Esa visión fue transformada por el escritor en uno de sus mejores poemas: El fantasma; un poema difícil, pero también uno de los más bellos de la poesía mexicana.

    Salvador Díaz Mirón tenía entre sus poemas favoritos a El fantasma: es descripción de una visión salvadora en medio de la soledad. No importa tanto qué cosa haya visto realmente el poeta; no importa si fue una alucinación o un sueño: de hecho parece que es más bien una imagen literaria para significar un momento de confianza e ilusión cuando creía que todas las puertas de la libertad estaban cerradas.

    El poeta aún habría de pasar dos años y medio en prisión. Poco antes de salir, recibió la noticia de la muerte de su padre. Finalmente, en junio de 1896, se demuestra que al disparar contra Federico Wólter había actuado en legítima defensa. Una vez libre, se dedica a escribir artículos periodísticos y poesía. Con ayuda del Gobierno de Veracruz publica su primer y único libro de poemas: Lascas. Lascas son los pequeños trozos de mármol que quedan en el piso cuando un escultor está trabajando en su obra. Así llamó Díaz Mirón a su libro, pues a pesar de su orgullo, era humilde frente a su trabajo literario.

    Todo parece indicar que la influencia de esta visión le duró sólo el tiempo que estuvo encarcelado; sin embargo, en otros aspectos, el poeta se exigió una perfección que ningún otro poeta de su época pudo lograr. Por ejemplo, después de 1905 decidió que sus versos no iban a rimar terminaciones verbales, lo cual hacía más difícil la creación poética (es decir, no rimaba “cantaba” con “escuchaba” ni “vivía” con “tenía”, por ejemplo). También logró que los cuatro acentos de un verso siempre recayeran en vocales distintas.

    Pero lo más difícil de su perfección literaria lo logró en su último poema, titulado Los peregrinos al cual le dedicó cinco años. Aparte de las reglas anteriores, este texto tiene otra exigencia más: no repite ninguna palabra.

    Con toda seguridad, esta es la perfección que mas le gustaba al poeta: la perfección de la poesía. Y esa es también la que más disfrutamos sus lectores: la de sus versos perfectos que tienen sonoridad y belleza.” Fin de la Cita

    Esto es “El Fantasma” De Salvador Díaz Mirón en voz de Jorge Fromow

    El fantasma

    Blancas y finas, y en el manto apenas

    visibles, y con aire de azucenas,

    las manos –que no rompen mis cadenas.

    Azules y con oro enarenados,

    como las noches limpias de nublados,

    los ojos –que contemplan mis pecados.

    Como albo pecho de paloma el cuello;

    y como crin de sol barba y cabello;

    y como plata el pie descalzo y bello.

    Dulce y triste la faz; la veste zarca…

    Así, del mal sobre la inmensa charca,

    Jesús vino a mi unción, como a la barca.

    Y abrillantó a mi espíritu la cumbre

    con fugaz cuanto rica certidumbre,

    como con tintas de refleja lumbre.

    Y suele retornar; y me reintegra

    la fe que salva y la ilusión que alegra;

    y un relámpago enciende mi alma negra.

    Cárcel de Veracruz. El 14 de diciembre de 1893

    Que hermosa poesía! ¿Que les parece? tiene versos verdaderamente bellos y con los que podemos comulgar y como al final ve a Dios nuestro Señor como quién reúne, integra y junta nuestra alma fragmentada triste y en perdición, uniendo todo de nuevo en el Ser a través de un relámpago que nos vuelve a encender y a transformar nuestra alma negra. Hermoso.

    Y es que a lo largo de la vida siempre de forma reiterativa se presentan esos momentos de duda y temor. Esos momentos en que plantean a nuestra vida retos e incertidumbres. Temores y riesgos. Momentos en que no sabemos qué hacer, a donde mirar, de qué asirnos, y que al final solo nos queda confiar. Confiar en el momento presente que trae tranquilidad al alma. Confiar en Dios nuestro Señor o en algo, en la fuerza superior en la que creamos, para poder retomar la energía y el valor de avanzar aún en los momentos mas obscuros.

    Díaz mirón tiene en este tenor otro poema que habla de la necesidad de esa confianza en ese momento de duda. Se llama Redemptio, o Redención. Mi padre me contó un día de cómo entendió esta poesía en la preparatoria. Eso debió haber sido en el año de 1943. En plena Guerra Mundial y en la clase de literatura de la Preparatoria numero 1 de la Universidad Nacional Autónoma de México. La “prepa”, como le decimos, Numero 1 fue la preparatoria icónica en México en los primeros 60 años del siglo XX. Por ella pasaron los mas insignes maestros y los mas destacados alumnos que posteriormente se convertirían en maestros.

    Con insignes maestros a lo largo de su historia, contó con uno especial en el área de la literatura. El Maestro Don Erasmo Castellanos Quinto. Castellanos Quinto es considerado uno de los Educadores más importantes de la primera mitad del siglo XX, y es considerado el más profundo y primer cervantista de América. Don Erasmo dedicó su vida al magisterio y por sus cátedras desfilaron muchos de los poetas de la generación de Contemporáneos (Villaurrutia, Gorostiza, Cuesta, Torres Bodet, Pellicer etc) y de las generaciones subsecuentes. Murió prácticamente olvidado y solo en 1955, con los atisbos de una locura senil.

    Pues bien, en la prepara 1 en ese 1943 le dió clases a mi papá. Esa cercanía e influencia explican porque mi padre Don Jorge Fromow fue un ávido lector y gran conocedor de la literatura hispana muy particularmente del quijote del cual podía decir de memoria varios capítulos seguidos.

    Y me contaba como Castellanos Quinto hacía una explicación de esta poesía, Redemptio, haciendo un símil con la vida de cualquier hombre que sigue su curso, luchando por subir en la vida. Este subir decía Castellanos Quinto, que lo equiparaba Diaz Mirón con el subir de una cuesta, de una pendiente que a veces es generosa pero a veces se pone ruda. Y que en los momentos de mayor dificultad, en donde no se puede retroceder ni avanzar, solo queda implorar al Eterno y confiar, dando un paso exclusivamente de fe.

    Esto es Redemptio, de Salvador Diaz Mirón.

    Redemptio

    Llegue a desesperar…¿A donde iba

    por el rudo peñón cortado a tajo?

    Miré al cielo, y estaba muy arriba!

    La cima con su vértigo me trajo;

    torné la faz a la traspuesta hondura,

    vi la tierra, y estaba muy abajo!

    Y a la mitad de la pendiente dura

    do el fragoso alud bota o resbala,

    dudé entre la vergüenza y la locura.

    Y un gran buitre al pasar me hirió con su ala;

    y oré, sabiendo que el incienso sube

    a excelsitudes que el condor no escala.

    Imploré con fervor… y me detuve

    observando con pasmo que mi ruego

    se condensaba alrededor en nube

    y algo como una lagrima de fuego

    brilló en ese vapor, germen de estragos,

    y dijo a mi dolor convulso y ciego;

    “Yo soy el numen de tus sueños vagos,

    yo soy la llama de la zarza ardiente,

    yo soy la estrella de los reyes magos:

    Yo soy la Redención.” Y eco rugiente

    se levantó del valle, y parecia

    como rumor de mar… Y alcé la frente

    y puse el pie en la nube que partía.

    1891-1895

    Salvador Diaz Mirón

    Hermosa poesía que pasa de la descripción del ascenso duro de la vida, el encuentro con lo que consideramos infranqueable, la rendición o oración al altísimo y el pié y paso que hay que dar al abismo de la confianza, de la incertidumbre con la fe en Dios y en su promesa de amor. Muchas veces a lo largo de mi vida, recuerdo esa poesía en voz de mi padre y me da fuerza para creer y dar ese paso necesario con la confianza en Dios y en su plan perfecto y misericordioso.

    Para acabar este día de poesía mística y religiosa, verdaderamente interminable y que hemos tenido que dejar a fuera a muchas expresiones grandes y hermosas de este genero, quiero terminar con una gran poesía llamada “Los Tres Visionarios”

    Esta es verdaderamente una gran poesía que debo de confesar de ella algunas cosas. La primera es que por más que he buscado en todos los libros que tengo de poesía, personales y de mi padre, no la encuentro allí ni en una búsqueda exhaustiva por internet. Por tanto no puedo decirles el autor. Esta poesía es una de las decenas de poesías que mi padre me enseño de niño y que si bien la recuerdo perfectamente y estará transcrita en las notas del programa, no recuerdo el autor y pues no podré hacer mas comentarios acerca de su origen. Si tú que escuchas sabes el autor o algo más de esta poesía te invito a contactarnos en la pagina web, vidasypoesia.com y dejarnos tus comentarios. Sin embargo es una poesía muy bella que tiene una estructura. Habla de tres personajes grandes, o más bien dicho, dos grandes personajes y de Jesucristo- Dios para muchos de nosotros. Y hace referencia a cualidades únicas a cada uno y a otra que los une irremediablemente, el amor profundo Agape a los demás. El poema además nos ilumina de cómo un ser común, puede si lo elige, ser contexto y ejercer esas cualidades. Además el poema nos enseña cómo esas tres cualidades resumidas en una -el Amor Agape-, puede muchas veces generar respuestas incomprensibles y violentas en contra.

    Estos son los Tres Visionarios

    Dadme una armadura

    y un rocín que sirva de cabalgadura

    y una dulcinea toda fermosura

    y una gran locura

    y un inmenso amor

    y seré si quiero para el mundo entero

    Como Don Quijote, noble caballero,

    Loco vagabundo, triste soñador

    Dadme un lecho duro sobre la maleza

    Y una inmensa senda llena de ásperas

    y una gran pobreza

    y un inmenso amor

    y sere si quiero para el mundo entero

    Como San Francisco, Noble misionero,

    Santo peregrino, Siervo del Señor

    Dadme un alma pura

    Y un inmenso caliz lleno de amargura

    y una gran dulzura

    Y un inmenso amor

    y seré si quiero para el mundo entero

    Como Jesucristo

    Hijo del Señor

    Y las turbas crueles

    que me identifiquen

    como mensajero de la ley de amor

    gritarán furiosas, que lo crucifiquen

    por haber nacido para redentor.

    ¡Qué les parece! una muy bella poesía en su construcción, en sus figuras poéticas, en su reflexión. Nos invita a ver cómo, parafraseando al poema, “y seré si quiero para el mundo entero” podemos elegir las formas del ser. Esto es probablemente uno de los aspectos más importantes entre el hombre y la divinidad. La libertad que Dios nos otorga en la vida. La libertad de elegir en que creer, quién ser, cómo actuar y a quien amar. El amor a Dios o el amor místico espiritual sin ninguna deidad es uno de los mas grandes sentimientos y experiencias que podemos tener. Incluso aunque sea experimentado por un ateo, la reverencia a lo inconmensurable del universo, a lo infinito del cosmos, a lo extraordinariamente raro, único y especial que ha sido la evolución de la materia y la energía cósmica en nuestro planeta para dar lugar a la vida y su evolución al hombre. Nos nos puede dejar inalterados al ver lo profundamente insignificante que somos pero a la vez lo profundamente valioso y único de nuestro existir como parte de este universo. Que este amor místico-espiritual a Dios en todas sus manifestaciones haga que nuestras acciones se hagan para ser contextos de unión, hermandad y conexión entre los hombres-mujeres, nuestra especie y la naturaleza.

    Muchas gracias por haberme acompañado hasta aquí, y que siempre tengas un espacio en tu vida para cultivar tu espiritualidad. Y eso siempre se hace mejor a la luz de la ciencia y acompañado con poesía. Hasta la próxima.

    Creditos Musicales

    Marcos Theme

    Loveshadow / CC BY-NC 3.0

    by

    Loveshadow

    http://ccmixter.org/files/Loveshadow/52221

    Scent of Mother

    Martijn de Boer (NiGiD) / CC BY-NC 3.0

    by

    Martijn de Boer (NiGiD)

    featuring

    aussens@iter

    http://ccmixter.org/files/NiGiD/49796

    Nostalgia

    Nostalgia (Instrumental) by Aussens@iter (c) copyright 2016 Licensed under a Creative Commons Attribution Noncommercial (3.0) license. http://dig.ccmixter.org/files/tobias_weber/54939 Ft: Doxent Zsigmond, Dimitri Artemenko, Peter Dragotta

    Passage of Time (Duet) by Martijn de Boer (NiGiD) (c) copyright 2016 Licensed under a Creative Commons Attribution Noncommercial (3.0) license. http://dig.ccmixter.org/files/NiGiD/52856 Ft: Doxent Zsigmond

    Tombstone by reusenoise (c) copyright 2016 Licensed under a Creative Commons Attribution Noncommercial (3.0) license. http://dig.ccmixter.org/files/reusenoise/53379

    Restrained Melodies (Instrumental) by Aussens@iter (c) copyright 2016 Licensed under a Creative Commons Attribution Noncommercial (3.0) license. http://dig.ccmixter.org/files/tobias_weber/52826 Ft: Doxent Zsigmond

    Nocturnal Improvisations (Duet) by Martijn de Boer (NiGiD) (c) copyright 2015 Licensed under a Creative Commons Attribution Noncommercial (3.0) license. http://dig.ccmixter.org/files/NiGiD/51482 Ft: Doxent Zsigmond

    Mysterium by Doxent Zsigmond (c) copyright 2015 Licensed under a Creative Commons Attribution (3.0) license. http://dig.ccmixter.org/files/doxent/50929 Ft: Mr_Yesterday

    Venus and Eros by Martijn de Boer (NiGiD) (c) copyright 2015 Licensed under a Creative Commons Attribution Noncommercial (3.0) license. http://dig.ccmixter.org/files/NiGiD/51550 Ft: The Alsajo Project

    Romance for Piano and Cello by Martijn de Boer (NiGiD) (c) copyright 2015 Licensed under a Creative Commons Attribution Noncommercial (3.0) license. http://dig.ccmixter.org/files/NiGiD/50238 Ft: AT

    Mattioli Prelude by Martijn de Boer (NiGiD) (c) copyright 2015 Licensed under a Creative Commons Attribution Noncommercial (3.0) license. http://dig.ccmixter.org/files/NiGiD/50958 Ft: Mario Mattioli (Keyborg)

    Bucolic Ambient Corsage by Speck (c) copyright 2015 Licensed under a Creative Commons Attribution Noncommercial (3.0) license. http://dig.ccmixter.org/files/speck/50618 Ft: Martijn de Boer

    Passing by Doxent Zsigmond (c) copyright 2015 Licensed under a Creative Commons Attribution Noncommercial (3.0) license. http://dig.ccmixter.org/files/doxent/49489 Ft: Kara Square

    After the rain by Martijn de Boer (NiGiD) (c) copyright 2015 Licensed under a Creative Commons Attribution Noncommercial (3.0) license. http://dig.ccmixter.org/files/NiGiD/49918 Ft: dysthymiaproject

    Struttin' with Clarence by Martijn de Boer (NiGiD) (c) copyright 2015 Licensed under a Creative Commons Attribution Noncommercial (3.0) license. http://dig.ccmixter.org/files/NiGiD/49816 Ft: Clarence Simpson

    Scent of a mother Scent of a Mother by Martijn de Boer (NiGiD) (c) copyright 2015 Licensed under a Creative Commons Attribution Noncommercial (3.0) license. http://dig.ccmixter.org/files/NiGiD/49796 Ft: aussens@iter

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  • Este episodio platicaremos de la etapa difícil del amor. La del desamor. La del dolor, la pérdida, la ausencia y el adiós.

    Hablaremos de algunos pasajes del libro “El amor, el sueño y la muerte” de Jaime Labastida y escucharemos poesías de Jaime Sabines: La Caida, No es que muera de amor, Entresuelo y espero curarme de ti. También recordaremos dos poesías de desamor de Pablo Neruda: el Poema XX y Una Canción Desesperada.

    Despedida

    Entre mi amor y yo han de levantarse

    trescientas noches como trescientas paredes

    y el mar será una magia entre nosotros.

    No habrá sino recuerdos.

    Oh tardes merecidas por la pena,

    noches esperanzadas de mirarte,

    campos de mi camino, firmamento

    que estoy viendo y perdiendo…

    Definitiva como un mármol

    entristecerá tu ausencia otras tardes.

    Jorge Luis Borges

    Esto es Vidas y Poesía. Un espacio para disfrutar, conocer, sentir y reflexionar a través del arte de la palabra y el pensamiento hechos poesía. Un espacio para traer al momento presente lo valioso del existir: sus alegrías, sus tristezas, sus miserias, sus aspiraciones y sus hazañas. En otras palabras un espacio donde no suceden cosas de mayor trascendencia que las rosas

    Bienvenido seas a este quinto programa del Podcast “Vidas y poesía” en este mes de cuarentena de Marzo-Abril del año 2020. Soy tu anfitrión Jans Fromow y te agradezco que hayas decidido acompañarnos estos minutos que siguen para disfrutar de la poesía. En el último programa iniciamos con el largo, interminable y abundante tema central para nuestra especie, y creo que para todo el universo del amor. Platicamos que de todas las formas que puede tomar el amor: Eros, Storgé, Philia y Agape nos íbamos a enfocar en Eros. Este amor que tiene puentes y transformaciones comunicantes con distintos niveles de su expresión. Como recordamos con Octavio Paz “ El fuego original y primordial, la sexualidad, levanta la llama roja del erotismo y esta a su vez sostiene y alza otra llama, azul y trémula: la del amor. Erotismo y amor: la llama doble de la vida” Y en las distintas etapas que vivimos del amor la de la búsqueda, la del amor pleno lo trajimos al momento presente con algunas poesías al respecto. Vimos el amor de deseo erótico de Salvador Diaz Mirón, y empezamos a ver distintos y grandes poemas de uno de mis preferidos Jaime Sabines. Ahora este programa lo vamos a dedicar a poesías que nos transmiten esa otra parte difícil del amor: La del desamor. La de la pérdida, la del abandono. Situaciones que dejan generalmente una herida que a veces su realidad y presencia perduran toda la vida manifestándose a través de nuestro inconsciente y modelando sin que tengamos conciencia de ello nuestra conducta y nuestras elecciones.

    En uno de los libros acerca de poesía y con poesía, mas bellos que hay en nuestra lengua es el del gran poeta Jaime Labastida llamado: El amor, el sueño y la muerte en la poesía mexicana. Se llama así porque reúne estos tres componentes reiterativos en lo que llamamos poesía mexicana. En nuestra historia, ¿cuando la poesía se vuelve o se considera mexicana? ?Cuando deja de ser de formas y motivos peninsulares y se puede hablar de una poesía nacional? Esto es un tema muy amplio que ha sido tocado y desarrollado por varios de las mas insignes poetas de nuestra lengua y no tiene una respuesta fácil y seguro será motivo de un programa dedicado a esto. Baste decir ahora que el amor, la muerte y el sueño son temas recurrentes en lo que ya consideramos nuestra poesía mexicana. Cito unos pensamientos de este libro de Labastida.

    “ El amor es histórico. Se construye y modifica por el desarrollo de los dos polos que lo integran. Es el fruto de una carencia radical, originaria. Los seres humanos no estamos completos. Necesitamos del Otro. El filósofo Empedocles narro un mito por el que nos hizo saber que en algún tiempo primitivo los humanos éramos seres integrales, aunque formados de manera caótica: el sexo estaba en cualquier parte, varones y hembras mezclados. Pero una potencia divina escindió a los humanos. Los cuerpos de los seres humanos, desde entonces separados, buscan unirse. Afrodita atrae lo que fue separado; así, la confusión, lo caótico, desaparece: el mundo humano se organiza por el amor. Pero esta carencia radical asume rasgos distintos. En el torbellino amoroso, nada permanece quieto, la imagen de la persona en la que buscamos realizarnos se altera y nos altera. Recibe nombres diversos: Julieta, Beatriz, Helena, Tania, Romeo, David o Paris. Detengámonos en este personaje. Alejandro Paris. Es hijo de Príamo y Hécuba, señores de Troya. Su madre embarazada, sueña que el hijo destruirá la ciudad con el fuego. Advertido del presagio, su padre, lo envía a las montañas para que sea pasto de las fieras. Pero el joven crece robusto, inteligente y bello. Su fama llega al Olimpo, en donde se celebran las bodas de Peleo y Tetis, padres de Aquiles. Zeus no invita a Eris (Discordia) que, abrasada por el rencor, llega al Olimpo; lleva en la mano una manzana de oro donde se lee -A la mas bella-. La arroja al suelo; la manzana queda a la misma distancia de tres diosas, Hera, Atenea y Afrodita, que la toman y disputan por ella. Acuden a Zeus para que emita sentencia; este evade la decisión (acoto yo-sabiamente-) y las envía con Paris. Las tres diosas buscan al joven en las montañas del Helicón y le piden su juicio: se despojan de sus ropas para que el joven las aprecie en todas su bella desnudez. Paris decide que Afrodita merece la manzana: la diosa le ha ofrecido otorgarle la mujer más bella de la Hélade. Las otras diosas montan en cólera. Así se decide el vínculo entre Paris y Helena… y también la suerte de Troya. Hay en el sueño de la madre, solo un presagio; tras el sueño, el desenlace inevitable, fatal, del que nadie pudo escapar. Afrodita apoyará a los troyanos; Hera y Atenea, en cambio, harán lo propio con los aqueos.

    ¿Que pone en relieve este mito? Muestra que la relación amorosa se produce por una fatalidad externa a los amantes, como si se impusiera a su voluntad. A diferencia de estos otros amores en cambio, el amor de Dante por Beatriz es de otra clase. Esta marcado por la doble presencia del espíritu y la carne, amor desgarrado donde Dante idealiza a esa mujer y que ha quedado con el nombre de Platónico. Hay otro tipo de amores desventurados en el que los amantes ponen encima de los convencionalismos sociales el puro derecho de amarse, el de Julieta y Romeo es signo de sociedad moderna y todos los ejemplos donde no importan las reglas y convencionalismos.” Fin de la cita.

    Pero a veces ese amor y esa búsqueda de la felicidad en la unión con el otro se topa con la negativa. Se topa con la no correspondencia, con la indiferencia, con el abandono, con el no. Y ese rechazo empieza a buscar, a tocar, a tratar de explicar el porque? la desesperación, el dolor y la caída. La experiencia es la de una caída a un abismo de locura y tristeza. De una caída a la melancolía, a la soledad. “La Caída” es un poema profundo, triste y que toca al corazón de Jaime Sabines.

    LA CAIDA

    Estoy como vacío.

    Quisiera hablar, hablar, pero no puedo

    no puedo ya conmigo.

    Una mujer que busco que no existe,

    que existe a todas horas, un antiguo

    cansancio, un diario despertar

    medio aburrido.

    Quisiera hablar, decir: esto que es mío,

    que nunca tengo en mí, esto que asiste

    a la noche en mis ojos, mi corazón dormido,

    y la tristeza de no saber las cosas,

    ser padre de algún hijo sin padre,

    ser hijo de unos padres sin hijos.

    Esto que vive en mí, esto que muere

    duras muertes conmigo,

    el manantial de gracia, el agua de pecado

    que me deja tranquilo,

    Fuego de la purísima concepción, poesía,

    bochorno de mi amigo,

    sálvame de mí mismo.

    Yo soy la tierra ronca, el apretado

    yunque en el que cae tu martillo,

    me soporto, te espero, ayúdame

    a hablar limpio.

    Ayúdame a ser solo,

    y a ser sólo moneda que en bolsillos

    de pobres socorra el agua fresca,

    el pan bendito.

    Dueña de la esperanza,

    paloma del principio,

    recógeme los ojos,

    levántame del grito.

    Yo soy sólo la sombra

    que madura en un vientre desconocido.

    Y estoy aquí, sí estoy,

    a pesar de mí mismo,

    alucinado y torpe,

    airado y sin memoria y sin olvido

    igual que si colgara de mis manos

    clavadas sobre un muro carcomido.

    Mira el odiado llanto,

    mira este mudo llanto embrutecido,

    sacúdelo del árbol de mis ojos,

    arráncalo del pecho sacudido,

    no me dejes raíces de congoja

    abriéndome el oído,

    no quede en mí un amante,

    ni un luchador, ni un místico.

    Señora de la luz, te mando, te suplico,

    óyeme hablar sin voz,

    oye lo que no he dicho,

    con este amor te amo,

    con éste te maldigo,

    tengo en la espalda rota,

    roto, un cuchillo.

    Yo soy, no soy, no he sido

    más que un lugar vacío,

    un lugar al que llegan de repente

    mi cuerpo y tu delirio

    y una apagada voz que nos aprende

    como un castigo.

    He aquí tu mar de ausencia,

    he aquí tu mar de siglos,

    mi sangre arrodillada

    sobre un madero hundido,

    y el brazo de angustia

    saliendo al aire tibio

    JAIME SABINES

    Este poema de Sabines me encanta como siempre por su sencillez y por esa forma de transmitir la desesperación del desamor como en una caída sin fin y sin fondo. Llorando la ausencia y reconociendo incluso el dolor físico como cuando dice “ Tengo en la espalda rota, roto, un cuchillo” Es decir el desamor se convierte en una sensación física de dolor. En una sensación de desesperación que a veces da la impresión de matarnos, de morirnos, de morirnos de amor. ¿Pero a que nos referimos cuando decimos muero de amor? ¿De que morimos exactamente? Que nos dice Sabines?

    No es que muera de amor, muero de ti.

    Muero de ti, amor, de amor de ti,

    de urgencia mía de mi piel de ti,

    de mi alma, de ti y de mi boca

    y del insoportable que yo soy sin ti.

    Muero de ti y de mi, muero de ambos,

    de nosotros, de ese,

    desgarrado, partido,

    me muero, te muero, lo morimos.

    Morimos en mi cuarto en que estoy solo,

    en mi cama en que faltas,

    en la calle donde mi brazo va vacío,

    en el cine y los parques, los tranvías,

    los lugares donde mi hombro

    acostumbra tu cabeza

    y mi mano tu mano

    y todo yo te sé como yo mismo.

    Morimos en el sitio que le he prestado al aire

    para que estés fuera de mí,

    y en el lugar en que el aire se acaba

    cuando te echo mi piel encima

    y nos conocemos en nosotros,

    separados del mundo, dichosa, penetrada,

    y cierto , interminable.

    Morimos, lo sabemos, lo ignoran, nos morimos

    entre los dos, ahora, separados,

    del uno al otro, diariamente,

    cayéndonos en múltiples estatuas,

    en gestos que no vemos,

    en nuestras manos que nos necesitan.

    Nos morimos, amor, muero en tu vientre

    que no muerdo ni beso,

    en tus muslos dulcísimos y vivos,

    en tu carne sin fin, muero de máscaras,

    de triángulos oscuros e incesantes.

    Muero de mi cuerpo y de tu cuerpo,

    de nuestra muerte, amor, muero, morimos.

    En el pozo de amor a todas horas,

    inconsolable, a gritos,

    dentro de mi, quiero decir, te llamo,

    te llaman los que nacen, los que vienen

    de atrás, de ti, los que a ti llegan.

    Nos morimos, amor, y nada hacemos

    sino morirnos más, hora tras hora,

    y escribirnos y hablarnos y morirnos.

    JAIME SABINES

    Pero a veces ese desamor no esta en desesperación o en caida sin fin, sino en una tristeza melancólica, serena, que a veces es más profunda y se da más en silencio. Una tristeza qué se llena de recuerdos, de añoranzas, de ausencias, de espacios. Que vuelve a traer en la memoria nuestro amor y la sensación de la pérdida en una vivencia actual, para después regresar a la realidad dura de la ausencia y del desamor. Como en este poema también de Sabines: Entresuelo

    ENTRESUELO

    Un ropero, un espejo, una silla,

    ninguna estrella, mi cuarto, una ventana,

    la noche como siempre, y yo sin hambre,

    con un chicle y un sueño, una esperanza.

    Hay muchos hombres fuera, en todas partes,

    y más allá la niebla, la mañana.

    Hay árboles helados, tierra seca,

    peces fijos idénticos al agua,

    nidos durmiendo bajo tibias palomas.

    Aquí, no hay mujer. Me falta.

    Mi corazón desde hace días quiere hincarse

    bajo alguna caricia, una palabra.

    Es áspera la noche. Contra muros, la sombra

    lenta como los muertos, se arrastra.

    Esa mujer y yo estuvimos pegados con agua.

    Su piel sobre mis huesos

    y mis ojos dentro de su mirada.

    Nos hemos muerto muchas veces

    al pie del alba.

    Recuerdo que recuerdo su nombre,

    sus labios, su transparente falda.

    Tiene los pechos dulces, y de un lugar

    a otro de su cuerpo hay una gran distancia:

    de pezón a pezón cien labios y una hora,

    de pupila a pupila un corazón, dos lágrimas.

    Yo la quiero hasta el fondo de todos los abismos,

    hasta el último vuelo de la última ala,

    cuando la carne toda no sea carne, ni el alma

    sea alma.

    Es preciso querer. Yo ya lo sé. La quiero.

    ¡Es tan dura, tan tibia, tan clara!

    Esta noche me falta.

    Sube un violín desde la calle hasta mi cama.

    Ayer miré dos niños que ante un escaparate

    de maniquíes desnudos se peinaban.

    El silbato del tren me preocupó tres años,

    hoy sé que es una máquina.

    Ningún adiós mejor que el de todos los días

    a cada cosa, en cada instante, alta

    la sangre iluminada.

    Desamparada sangre, noche blanda,

    tabaco del insomnio, triste cama.

    Yo me voy a otra parte.

    Y me llevo mi mano, que tanto escribe y habla.

    JAIME SABINES

    Hay tantos poemas de desamor probablemente como tantos poetas han existido, así que la selección pues es difícil y solo se basa en las preferencias personales. Para terminar el día de hoy con Jaime Sabines. Tiene un poema igual cotidiano de que hacer cuando ya terminamos un amor. De como conjurar la separación, de como transmutar y con que artilugios lidiar con el dolor. De como curarnos de este amor.

    Espero Curarme de Ti

    Espero curarme de ti en unos días. Debo dejar de fumarte, de beberte, de pensarte. Es posible. Siguiendo las prescripciones de la moral en turno. Me receto tiempo, abstinencia, soledad.

    ¿Te parece bien que te quiera nada más una semana? No es mucho, ni es poco, es bastante. En una semana se puede reunir todas las palabras de amor que se han pronunciado sobre la tierra y se les puede prender fuego. Te voy a calentar con esa hoguera del amor quemado. Y también el silencio. Porque las mejores palabras del amor están entre dos gentes que no se dicen nada.

    Hay que quemar también ese otro lenguaje lateral y subversivo del que ama. (Tú sabes cómo te digo que te quiero cuando digo: «qué calor hace», «dame agua», «¿sabes manejar?», «se hizo de noche»... Entre las gentes, a un lado de tus gentes y las mías, te he dicho «ya es tarde», y tú sabías que decía «te quiero»).

    Una semana más para reunir todo el amor del tiempo. Para dártelo. Para que hagas con él lo que quieras: guardarlo, acariciarlo, tirarlo a la basura. No sirve, es cierto. Sólo quiero una semana para entender las cosas. Porque esto es muy parecido a estar saliendo de un manicomio para entrar a un panteón.

    JAIME SABINES

    Entonces hemos visto como el desamor transita de la muerte, la tristeza tranquila, la desesperación, la pena. Y a veces todo esto se profundiza y transforma el espíritu en abandono, en ansiedad, en dolor, en ruptura.

    Uno de los poetas mas grandes de nuestro continente es sin duda Ricardo Eliécer Neftalí Reyes Basoalto mejor conocido como Pablo Neruda. El gran poeta chileno nacido en 1904 y fallecido en Santiago el 23 de septiembre de 1973. Premio Nobel de Literatura en 1971 y de quién otro Premio Nobel el escritor Gabriel García Marquez se refiero de el como “el más grande poeta del siglo XX en cualquier idioma” y el crítico literario Harold Bloom señaló: «ningún poeta del hemisferio occidental de nuestro siglo admite comparación con él», y quien lo considera uno de los veintiséis autores centrales del canon de la literatura occidental de todos los tiempos. Neruda es un poeta también íntimo profundo y con un repertorio extenso y mucho dedicado al amor.

    En cuanto al desamor, hay dos poemas que para terminar quiero compartir con ustedes. El primero uno que seguro ya han escuchado o leído muchas veces y que tiene versos verdaderamente luminosos, ciertos que nos hacen comulgar con Neruda. Este es el Poema XX

    Puedo escribir los versos más tristes esta noche.

    Escribir, por ejemplo: “La noche está estrellada,
    y tiritan, azules, los astros, a lo lejos.”

    El viento de la noche gira en el cielo y canta.

    Puedo escribir los versos más tristes esta noche.
    Yo la quise, y a veces ella también me quiso.

    En las noches como ésta la tuve entre mis brazos.
    La besé tantas veces bajo el cielo infinito.

    Ella me quiso, a veces yo también la quería.
    Cómo no haber amado sus grandes ojos fijos.

    Puedo escribir los versos más tristes esta noche.
    Pensar que no la tengo. Sentir que la he perdido.

    Oir la noche inmensa, más inmensa sin ella.
    Y el verso cae al alma como al pasto el rocío.

    Qué importa que mi amor no pudiera guardarla.
    La noche está estrellada y ella no está conmigo.

    Eso es todo. A lo lejos alguien canta. A lo lejos.
    Mi alma no se contenta con haberla perdido.

    Como para acercarla mi mirada la busca.
    Mi corazón la busca, y ella no está conmigo.

    La misma noche que hace blanquear los mismos árboles.
    Nosotros, los de entonces, ya no somos los mismos.

    Ya no la quiero, es cierto, pero cuánto la quise.
    Mi voz buscaba el viento para tocar su oído.

    De otro. Será de otro. Como antes de mis besos.
    Su voz, su cuerpo claro. Sus ojos infinitos.

    Ya no la quiero, es cierto, pero tal vez la quiero.
    Es tan corto el amor, y es tan largo el olvido.

    Porque en noches como ésta la tuve entre mis brazos,
    mi alma no se contenta con haberla perdido.

    Aunque éste sea el ultimo dolor que ella me causa,
    y estos sean los últimos versos que yo le escribo.

    El segundo poema y último de este programa es un poema de Neruda que para mi es el poema mas gris y tormentoso, de abandono, de soledad, de despedida que jamás he leído. Que me transmite y me recuerda esa sensación de ahogo, de desesperanza, de desesperación y de pérdida como ningún otro. Esta es “Una Canción Desesperada”

    Emerge tu recuerdo de la noche en que estoy.

    El río anuda al mar su lamento obstinado.

    Abandonado como los muelles en el alba.

    Es la hora de partir, oh abandonado!

    Sobre mi corazón llueven frías corolas.

    Oh sentina de escombros, feroz cueva de náufragos!

    En ti se acumularon las guerras y los vuelos.

    De ti alzaron las alas los pájaros del canto.

    Todo te lo tragaste, como la lejanía.

    Como el mar, como el tiempo. Todo en ti fue naufragio!

    Era la alegre hora del asalto y el beso.

    La hora del estupor que ardía como un faro.

    Ansiedad de piloto, furia de buzo ciego,

    turbia embriaguez de amor, todo en ti fue naufragio!

    En la infancia de niebla mi alma alada y herida.

    Descubridor perdido, todo en ti fue naufragio!

    Te ceñiste al dolor, te agarraste al deseo.

    Te tumbó la tristeza, todo en ti fue naufragio!

    Hice retroceder la muralla de sombra,

    anduve más allá del deseo y del acto.

    Oh carne, carne mía, mujer que amé y perdí,

    a ti en esta hora húmeda, evoco y hago canto.

    Como un vaso albergaste la infinita ternura,

    y el infinito olvido te trizó como a un vaso.

    Era la negra, negra soledad de las islas,

    y allí, mujer de amor, me acogieron tus brazos.

    Era la sed y el hambre, y tú fuiste la fruta.

    Era el duelo y las ruinas, y tú fuiste el milagro.

    Ah mujer, no sé cómo pudiste contenerme

    en la tierra de tu alma, y en la cruz de tus brazos!

    Mi deseo de ti fue el más terrible y corto,

    el más revuelto y ebrio, el más tirante y ávido.

    Cementerio de besos, aún hay fuego en tus tumbas,

    aún los racimos arden picoteados de pájaros.

    Oh la boca mordida, oh los besados miembros,

    oh los hambrientos dientes, oh los cuerpos trenzados.

    Oh la cópula loca de esperanza y esfuerzo

    en que nos anudamos y nos desesperamos.

    Y la ternura, leve como el agua y la harina.

    Y la palabra apenas comenzada en los labios.

    Ese fue mi destino y en él viajó mi anhelo,

    y en él cayó mi anhelo, todo en ti fue naufragio!

    Oh, sentina de escombros, en ti todo caía,

    qué dolor no exprimiste, qué olas no te ahogaron!

    De tumbo en tumbo aún llameaste y cantaste.

    De pie como un marino en la proa de un barco.

    Aún floreciste en cantos, aún rompiste en corrientes.

    Oh sentina de escombros, pozo abierto y amargo.

    Pálido buzo ciego, desventurado hondero,

    descubridor perdido, todo en ti fue naufragio!

    Es la hora de partir, la dura y fría hora

    que la noche sujeta a todo horario.

    El cinturón ruidoso del mar ciñe la costa.

    Surgen frías estrellas, emigran negros pájaros.

    Abandonado como los muelles en el alba.

    Sólo la sombra trémula se retuerce en mis manos.

    Ah más allá de todo. Ah más allá de todo.

    Es la hora de partir. Oh abandonado!

    El desamor es el precio de la obligada búsqueda y del juego de buscar la conexión trascendental y significativa con alguien con la o el cual queremos llenar o compartir nuestra llama doble: nuestra sexualidad y nuestro erotismo que dan pie e impulsan a esa llama mas sutil y grande que es el amor. Para hallarlo en este juego de ensayo y error donde nuestros miedos, nuestra historia y nuestro aprendizaje participan; tenemos que aceptar y ojalá aprender de estos momentos tristes, melancólicos de pérdida que son parte de la hermosa vida.

    Muchas gracias por haber llegado hasta aquí conmigo en el interminable tema que seguramente en el futuro volveremos a tocar ya que el amor es lo que mas cuenta en la vida y lo que mas vale en el mundo. Hasta la próxima.

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  • El Amor

    Cualquiera que sea la pregunta, la respuesta es el Amor.

    Cualquiera que sea el problema, la respuesta es el Amor.

    Cualquiera que sea la enfermedad, la respuesta es el Amor.

    Cualquiera que sea el dolor, la respuesta es el Amor.

    Cualquiera que sea el miedo, la respuesta es el Amor.

    El Amor es siempre la respuesta.

    Porque el Amor es todo lo que existe.

    María Teresa de Calcuta

    Bienvenido seas a este cuarto programa del Podcast Vidas y poesía que estoy grabando en el mes de febrero del año 2020. Soy tu anfitrión Jans Fromow. Yo conocí el amor un día inesperado de celebración de Febrero. Este programa esta inspirado por Eros, en la Diosa Bella Princesa de Afrodita y al amor. Esta dedicado a todos los que se consideran amorosos. Yo lo dedico a mi amor y a quien ha llenado de amor mi vida y la de mis hijas, Laura Rozenstein.

    Wikipedia nos dice que “El amor es un concepto universal relativo a la afinidad entre seres, definido de diversas formas según las diferentes ideologías y puntos de vista (artístico, científico, filosófico, religioso). De manera habitual, y fundamentalmente en Occidente, se interpreta como un sentimiento relacionado con el afecto y el apego, y resultante y productor de una serie de actitudes, emociones y experiencias. En el contexto filosófico, el amor es una virtud que representa todo el afecto, la bondad y la compasión del ser humano. El amor puede ser hermoso y doloroso .También puede describirse como acciones dirigidas hacia otros y basadas en la compasión, o bien como acciones dirigidas hacia otros (o hacia uno mismo) y basadas en el afecto.

    En español, la palabra amor (proveniente del latín) abarca una gran cantidad de sentimientos diferentes, desde el deseo pasional y de intimidad del amor romántico, a la proximidad emocional asexual del amor familiar y el amor platónico, y hasta la profunda devoción o unidad del amor religioso. En este último terreno, trasciende del sentimiento y pasa a considerarse la manifestación de un estado del alma o de la mente, identificada en algunas religiones con Dios mismo o con la fuerza que mantiene unido el universo. “

    Los griegos tenían o describían 4 tipos básico de amor que nombraban de manera distinta. Pijamasurf.com

    EROS

    Un amor intenso, carnal y generalmente efímero. Algo tiene que ver con la idealización del momento, detonada por la pasión y el impulso del deseo carnal. El eros es en esencia sexual. Es el motor básico del sexo casual y las infidelidades. Bien canalizado --lo cual es muy difícil de lograr-- puede conllevar bondades místicas y espirituales.

    STORGÉ

    Un amor fraternal, comprometido y duradero. Generalmente se cultiva a lo largo del tiempo y en muchos casos implica una relación filial o una coincidencia añeja con alguien más. Hasta cierto punto es el epítome de la relación empática, un sentimiento protector y que detona la lealtad.

    PHILIA

    Solidaridad, hermandad y amor por el prójimo son algunas de las premisas fundamentales de este tipo de amor. Es la máxima expresión amorosa frente a la otredad en general, y con frecuencia la philia sirve como motor para que un individuo busque el bien común (desdoblándose en aspectos como el respeto, la gentileza y la cooperación).

    ÁGAPE

    Se refiere a la frecuencia más profunda del amor. Su vehículo es la pureza, la incondicionalidad e incluso la devoción. Esta forma de amor es universal, como el amor por una deidad, por la naturaleza o por la humanidad completa. El profesar este tipo de amor suele enriquecer a la persona y quizá sea parte de la esencia misma del ser humano –aunque a veces quede sepultada.

    Entonces podemos ver que hablar de lo que en español juntamos en el solo término de “amor” pues es muy diverso. Asi que de ahora en adelante en este programa y el que sigue me centraré a hablar del amor Eros.

    Dije que Eros es Un amor intenso, carnal y generalmente efímero. Algo tiene que ver con la idealización del momento, detonada por la pasión y el impulso del deseo carnal. Que el eros es en esencia sexual. Sin embargo como se diferencian y convergen la sexualidad, el erotismo y el amor. Una luz aclaradora de esto nos la da Octavio Paz en su libro “La llama doble” y cito:

    La relación entre erotismo y poesía es tal que puede decirse, sin afectación, que el primero es una poética corporal y que la segunda es una erótica verbal. Ambos están constituidos por una oposición complementaria. El lenguaje -sonido que emite sentidos, trazo material que denota ideas incorpóreas- es capaz de dar nombre a lo más fugitivo y evanescente: la sensación; a su vez, el erotismo no es mera sexualidad animal: es ceremonia, representación. El erotismo es sexualidad transfigurada: metáfora. El agente que mueve lo mismo al acto erótico que al poético es la imaginación. Es la potencia que transfigura al sexo en ceremonia y rito, al lenguaje en ritmo y metáfora. La imagen poética es abrazo de realidades opuestas y la rima es copula de sonidos; la poesía erotiza al lenguaje y al mundo porque ella misma, en su modo de operación, es ya erotismo. Y del mismo modo: el erotismo es una metáfora de la sexualidad animal.

    Aunque las maneras de acoplarse son muchas, el acto sexual dice siempre lo mismo: reproducción. El erotismo es sexo en acción pero, ya sea porque la desvía o la niega, suspende la finalidad de la función sexual. En la sexualidad, el placer sirve a la procreación; en los rituales eróticos el placer es un fin en si mismo o tiene fines distintos a la reproducción. La esterilidad no solo es una nota frecuente del erotismo sino que en ciertas ceremonias es una de sus condiciones. Una y otra vez los textos gnósticos y tántricos hablan del semen retenido por el oficiante o derramado en el altar. En la sexualidad la violencia y la agresión son componentes necesariamente ligados a la copulación y, así, a la reproducción; en el erotismo, las tendencias agresivas se emancipan, quiero decir: dejan de servir a la procreación, y se vuelven fines autónomos. En suma, la metáfora sexual, a través de sus infinitas variaciones, dice siempre reproducción; la metáfora erótica, indiferente a la perpetuación de la vida, pone entre paréntesis a la reproducción.

    Hablando de sexualidad, hay que trazar una línea divisoria entre esta y el erotismo. Una línea sinuosa y no pocas veces violada, sea por la irrupción violenta del instinto sexual o por las incursiones de la fantasía erótica. Ante todo, el erotismo es exclusivamente humano: es sexualidad socializada y transfigurada por la imaginación y la voluntad de los hombres. La primera nota que diferencia al erotismo de la sexualidad es la infinita variedad de formas en que se manifiesta, en todas las épocas y en todas las tierras. El erotismo es invención, variación incesante; el sexo es siempre el mismo. El protagonista del acto erótico es el sexo o, más exactamente, los sexos. El plural es de rigor porque, incluso en los placeres llamados solitarios, el deseo sexual inventa siempre una pareja imaginaria... o muchas. En todo encuentro erótico hay un personaje invisible y siempre activo: la imaginación, el deseo. En el acto erótico intervienen siempre dos o más, nunca uno. Aquí aparece la primera diferencia entre la sexualidad animal y el erotismo humano: en el segundo, uno o varios de los participantes puede ser un ente imaginario. Solo los hombres y las mujeres copulan con íncubos y súcubos.

    Con todo esto podemos concluir con Paz que “ El fuego original y primordial, la sexualidad, levanta la llama roja del erotismo y esta a su vez sostiene y alza otra llama, azul y trémula: la del amor. Erotismo y amor: la llama doble de la vida”

    Una poesía maravillosa que expone estos conceptos de amor de erotismo, de fuego, de pasión de deseo… se llama Deseos. Del poeta modernista Mexicano Salvador Diaz Mirón. Diaz Mirón fue uno de los mas grandes representantes del modernismo mexicano. Como lo he mencionado en otro programa el modernismo es un movimiento literario principalmente de la poesía, nacido en america latina, que se inicia en 1880 y corre hasta principios del siglo XX por los años 20s. Este movimiento surge en oposición al romanticismo y postromanticismo y una de sus características es el culto a la belleza y la armonía logrando esta con una métrica muy cuidada y con figuras de temas generalmente considerados como cultos, por eso se le considera un movimiento un tanto clasicista o aristocrático.

    Esta poesía Deseos, aparte tiene gran significado para mi porque es la primera poesía que mi padre Don Jorge Fromow le dedico a mi madre. Esto es Deseos de Salvador Diaz Mirón.

    Reason to be awake

    Yo quisiera salvar esa distancia

    ese abismo fatal que nos divide,

    y embriagarme de amor con la fragancia

    mística y pura que tu ser despide.

    Yo quisiera ser uno de los lazos

    con que decoras tus radiantes sienes;

    yo quisiera en el cielo de tus brazos

    beber la gloria que en los labios tienes.

    Yo quisiera ser agua y que en mis olas,

    que en mis olas vinieras a bañarte,

    para poder, como lo sueño a solas,

    ¡a un mismo tiempo por doquier besarte!

    Yo quisiera ser lino y en tu lecho,

    allá en la sombra, con ardor cubrirte,

    temblar con los temblores de tu pecho

    ¡y morir de placer de comprimirte!

    ¡Oh, yo quisiera mucho más! ¡Quisiera

    llevarte en mí como la nube al fuego,

    mas no como la nube en su carrera

    para estallar y separarse luego!

    Yo quisiera en mí mismo confundirte,

    confundirte en mí mismo y entrañarte;

    yo quisiera en perfume convertirte,

    ¡convertirte en perfume y aspirarte!

    ¡Aspirarte en un soplo como esencia,

    y unir a mis latidos tus latidos,

    y unir a mi existencia tu existencia,

    y unir a mis sentidos tus sentidos!

    ¡Aspirarte en un soplo del ambiente,

    y así verte sobre mi vida en calma,

    toda la llama de tu pecho ardiente

    y todo el éter del azul de tu alma!

    Aspirarte, mujer... De ti llamarme,

    y en ciego, y sordo, y mudo constituirme,

    y en ciego, y sordo, y mudo consagrarme

    al deleite supremo de sentirte

    ¡y a la dicha suprema de adorarte!

    La verdad que gran poesía. Es una poesía que expresa los deseos de acercamiento, de sexualidad en metamorfosis a erotismo, de unión, compenetración a nivel del cuerpo y del alma, de lo íntimo. Del placer de perdernos por unos instantes en el otro y convertirnos en uno. En una unidad acompañada que nos evade momentáneamente de la angustia existencial del ser uno y solo uno en el mundo. Esta unión momentánea de fundir latidos, energías, esencia y sentidos.

    Estos deseos que hacen también consonancia con esos versos maravillosos de Octavio Paz en su gran Poema de largo aliento, Piedra de Sol:

    poema circular escrito en 584 versos y publicado por primera vez en 1957, y donde dice

    Amar es combatir, si dos se besan
    el mundo cambia, encarnan los deseos,
    el pensamiento encarna, brotan alas
    en las espaldas del esclavo, el mundo
    es real y tangible, el vino es vino,
    el pan vuelve a saber, el agua es agua,
    amar es combatir, es abrir puertas,
    dejar de ser fantasma con un número
    a perpetua cadena condenado
    por un amo sin rostro;
    el mundo cambia
    si dos se miran y se reconocen

    Amar es desnudarse de los nombres

    La búsqueda del amor es probablemente una de los impulsos básicos de nuestro ser humano. Desde que nacemos y somos niños buscamos el amor de nuestros padres y de nuestra familia. Y ya desde la adolescencia iniciamos este camino continuo de búsqueda del amor. Este continuo juego de ensayo y error. Aparece de pronto el objeto de nuestro amor y deseo, nos atraemos, nos enamoramos, buscamos, somos rechazados o correspondidos, jugamos el juego, vivimos una etapa plena de amor. Y esta etapa plena de amor se transforma con el tiempo y puede continuar de forma transfigurada o vivimos ese periodo tan duro, tan triste, tan sombrío, tan enloquecedor del desamor.

    Hay personas que encuentran el amor y lo conservan durante su vida . Otros andan en búsqueda continua de él, pero ambos están enamorados del amor. Esos son los Amorosos.

    Jaime Sabines es uno de mis 3 poetas preferidos. Nacido el 25 de marzo de 1926 en Tuxtla Gutierrez Chiapas y fallecido en Ciudad de México el 19 de marzo de 1999. El estilo de Jaime Sabines ha sido catalogado como conversacional, nunca se insertó en alguna corriente, sus poemas siempre directos y transparentes, aunque nunca renegó de la exquisitez de la poesía llamada “culta”. Su uso de un lenguaje cotidiano y sin adornos para crear composiciones que se ubican más cerca de los sentimientos que de la razón, le ganó el favor del publico de todas las esferas sociales y de todas las edades. El 27 de septiembre de 1997 Jaime Sabines se presentó en la Sala Nezahualcoyotl de la UNAM. Yo en ese entonces era profesor titular de histología de la Facultad de Medicina y tenía la costumbre de impulsar e invitar a mis alumnos de primer año acudir a eventos culturales así que los cite en el estacionamiento de la Nezahualcoyotl para que compráramos ese día boletos y fuéramos juntos a escucharlo. Iluso de mi. Llegamos hora y media antes y no solo se habían vendido todos los boletos sino muchísima gente como nosotros sin boleto llenábamos todo el espacio de afuera, hasta los estacionamientos de codo a codo. Gente de todo tipo, de todas las edades y todas las clases sociales. La turba empezó a silbar en desesperación conforme se acercaba la hora del inicio y entonces las autoridades empezaron sacar altavoces. De repente se oye por los altoparlantes “ Con ustedes el Poeta Jaime Sabines” seguido de un estruendoso aplauso que se generaba dentro de la sala. Cuando cesaron varios minutos después los aplausos se oyó la voz del poeta, esa característica voz inconfundible de Sabines “Me han dicho que hay mucha gente que tuvo a bien venir y que no pudo entrar y que esta afuera y que sacaron unos altavoces. Les diría que se sienten allí donde están y que juntos escuchemos poesía, la verdad no hay mucho que verme.” Inmediatamente se escudo otro gran aplauso y toda la gente de todas las edades y clases sociales nos sentamos en el piso a escuchar al poeta. Sabines en su poesía contempla con perplejidad y desde la más rigurosa terrenalidad el fenómeno del amor y el absurdo de la muerte. Fue un creador solitario y desesperanzado.

    En su poesía los amorosos Sabines nos lleva de la mano de la vivencia de esos que buscan, que buscamos al amor de forma continua. Del amor por el amor. Del goce maxima de la plenitud que implica y del terrible sufrimiento cuando llega el adios, la soledad. Estos los Amorosos.

    LOS AMOROSOS

    Los amorosos callan.

    El amor es el silencio más fino,

    el más tembloroso, el más insoportable.

    Los amorosos buscan,

    los amorosos son los que abandonan,

    son los que cambian, los que olvidan.

    Su corazón les dice que nunca han de encontrar,

    no encuentran, buscan.

    Los amorosos andan como locos

    porque están solos, solos, solos,

    entregándose, dándose a cada rato,

    llorando porque no salvan al amor.

    Les preocupa el amor. Los amorosos

    viven al día, no pueden hacer más, no saben.

    Siempre se están yendo,

    siempre, hacia alguna parte.

    Esperan,

    no esperan nada, pero esperan.

    Saben que nunca han de encontrar.

    El amor es la prórroga perpetua,

    siempre el paso siguiente, el otro, el otro.

    Los amorosos son los insaciables,

    los que siempre -¡que bueno!- han de estar solos.

    Los amorosos son la hidra del cuento.

    Tienen serpientes en lugar de brazos.

    Las venas del cuello se les hinchan

    también como serpientes para asfixiarlos.

    Los amorosos no pueden dormir

    porque si se duermen se los comen los gusanos.

    En la oscuridad abren los ojos

    y les cae en ellos el espanto.

    Encuentran alacranes bajo la sábana

    y su cama flota como sobre un lago.

    Los amorosos son locos, sólo locos,

    sin Dios y sin diablo.

    Los amorosos salen de sus cuevas

    temblorosos, hambrientos,

    a cazar fantasmas.

    Se ríen de las gentes que lo saben todo,

    de las que aman a perpetuidad, verídicamente,

    de las que creen en el amor

    como una lámpara de inagotable aceite.

    Los amorosos juegan a coger el agua,

    a tatuar el humo, a no irse.

    Juegan el largo, el triste juego del amor.

    Nadie ha de resignarse.

    Dicen que nadie ha de resignarse.

    Los amorosos se avergüenzan de toda conformación.

    Vacíos, pero vacíos de una a otra costilla,

    la muerte les fermenta detrás de los ojos,

    y ellos caminan, lloran hasta la madrugada

    en que trenes y gallos se despiden dolorosamente.

    Les llega a veces un olor a tierra recién nacida,

    a mujeres que duermen con la mano en el sexo,

    complacidas,

    a arroyos de agua tierna y a cocinas.

    Los amorosos se ponen a cantar entre labios

    una canción no aprendida,

    y se van llorando, llorando,

    la hermosa vida.

    En esas etapas del amor una de las primeras, que podemos llamar el inicio, el preludio se da cuando estamos cortejando, buscando, convenciendo. Llamamos a la puerta esperando nos sea abierta. Esperando una oportunidad. Claro está que todas las formas van cambiando de acuerdo al tiempo, a la época y a la cultura. En la maravillosa e imperdible colección, El Banquete de Platón de Ikram Antaki plasma con gran conocimiento y de forma amena y sintética la historia humana del Amor y la sexualidad. ¿Cómo inició? Los registros mas antiguos que tenemos son claro con los Babilonios, por la simple razón que es este el país donde se conoció y utilizó la escritura desde hace más tiempo. Pero esas formas de relación humana entrecomillas amorosa eran muy distintas a las actuales, a las romanas, a las griegas, a las dominadas por la cristiandad y el catolicismo. De hecho el matrimonio cristiano no es tan viejo como el cristianismo. Es de hecho, una invención medieval que solo se volvió práctica común en el siglo XIII. Es una lectura imperdible. De estos inicios del amor del que hablábamos ninguno mas cercano que este del gran Sabines: Tu tienes lo que busco.

    Tú tienes lo que busco, lo que deseo, lo que amo,

    tú lo tienes.

    El puño de mi corazón está golpeando, llamando.

    Te agradezco a los cuentos,

    doy gracias a tu madre y a tu padre,

    y a la muerte que no te ha visto.

    Te agradezco al aire.

    Eres esbelta como el trigo,

    frágil como la línea de tu cuerpo.

    Nunca he amado a una mujer delgada

    pero tú has enamorado mis manos,

    ataste mi deseo,

    cogiste mis ojos como dos peces.

    Por eso estoy a tu puerta, esperando.

    JAIME SABINES

    Sin embargo a pesar de que los inicios del amor, del cortejo, son emocionantes, hermosos, llenos de sorpresas y de retos donde uno llega a hacer lo impensable, nada se compara con los momentos del amor en plenitud. Del amor ya en pleno curso y desarrollo donde la complicidad, el erotismo, la pasión, el entendimiento y la confianza coexisten. Es en esta etapa del amor pleno en que como dice Octavio Paz y que cite previamente: El fuego original y primordial, inicial de la sexualidad, levanta la llama roja del erotismo y esta a su vez sostiene y alza otra llama, azul y trémula: la del amor. Erotismo y amor: la llama doble de la vida” Ese amor que madura de forma distinta, mas madura y menos tormentosa.

    Jaime Sabines tiene dos hermosos poemas que hablan de esta etapa. A ver que les parece, El primero es Tu cuerpo esta a mi lado

    Tu cuerpo está a mi lado

    fácil, dulce, callado.

    Tu cabeza en mi pecho se arrepiente

    con los ojos cerrados

    y yo te miro y fumo

    y acaricio tu pelo enamorado.

    Esta mortal ternura con que callo

    te está abrazando a ti mientras yo tengo

    inmóviles mis brazos.

    Miro mi cuerpo, el muslo

    en que descansa tu cansancio,

    tu blando seno oculto y apretado

    y el bajo y suave respirar de tu vientre

    sin mis labios.

    Te digo a media voz

    cosas que invento a cada rato

    y me pongo de veras triste y solo

    y te beso como si fueras tu retrato.

    Tú, sin hablar, me miras

    y te aprietas a mí y haces tu llanto

    sin lágrimas, sin ojos, sin espanto.

    Y yo vuelvo a fumar, mientras las cosas

    se ponen a escuchar lo que no hablamos.

    JAIME SABINES

    Que poema tan hermoso! Poesía que parte de la observación de la amada al final del amor y en el momento de reposo de la faena que trae descanso, reflexión y conexión. Ternura y pasión. La sencillez de como lo dice es lo que hace de Sabines un poeta nuestro, cercano, íntimo. Aún sin vivir esa experiencia nos hace participar de ella y vivenciarla.

    La última poesía que compartiré con ustedes hoy también de Don Jaime, habla de una carta. Otra carta más que escribe a su amada. Sin embargo el amor que expresa, la necesidad de su amada, es distinta. Es global. Si bien se nutre del erotismo Trasciende al lecho y se vuelve complicidad, se vuelve cotidiano pero sin ser aburrido. Una cotidianidad que es agua, que es pan del cuerpo y del alma.

    Siempre estás a mi lado y yo te lo agradezco.

    Cuando la cólera me muerde, o cuando estoy triste

    —untado con el bálsamo para la tristeza como para morirme—

    apareces distante, intocable, junto a mí.

    Me miras como a un niño y se me olvida todo

    y ya sólo te quiero alegre, dolorosamente.

    He pensado en la duración de Dios,

    en la manteca y el azufre de la locura,

    en todo lo que he podido mirar en mis breves días.

    Tú eres como la leche del mundo.

    Te conozco, estás siempre a mi lado más que yo mismo.

    ¿Qué puedo darte sino el cielo?

    Recuerdo que los poetas han llamado a la luna con mil nombres

    —medalla, ojos de Dios, globo de plata,

    moneda de miel, mujer, gota de aire—

    pero la luna está en el cielo y sólo es luna,

    inagotable, milagrosa como tú.

    Yo quiero llorar a veces furiosamente

    porque no sé qué, por algo,

    porque no es posible poseerte, poseer nada,

    dejar de estar solo.

    Con la alegría que da hacer un poema,

    o con la ternura que en las manos de los abuelos tiembla,

    te aproximas a mí y me construyes

    en la balanza de tus ojos,

    en la fórmula mágica de tus manos.

    Un médico me ha dicho que tengo el corazón de gota

    -alargado como una gota- y yo lo creo

    porque me siento como una gruta

    en que perpetuamente cae, se regenera y cae

    perpetuamente.

    Bendita entre todas las mujeres

    tú, que no estorbas,

    tú que estás a la mano como el bastón del ciego,

    como el carro del paralítico.

    Virgen aún para el que te posee,

    desconocida siempre para el que te sabe,

    ¿qué puedo darte sino el infierno?

    Desde el oleaje de tu pecho

    En que naufraga lentamente mi rostro,

    te miro a ti, hacia abajo, hasta la punta de tus pies

    en que principia el mundo.

    Piel de mujer te has puesto,

    Suavidad de mujer y húmedos órganos

    en que penetro dulcemente, estatua derretida,

    manos derrumbadas con que te toca la fiebre que soy

    y el caos que soy te preserva.

    Mi muerte flota sobre ambos

    y tú me extraes de ella como el agua de un pozo,

    agua para la sed de Dios que soy entonces,

    agua para el incendio de Dios que alimento.

    Cuando la hora vacía sobreviene

    sabes pasar tus dedos como un ungüento,

    posarlos en los ojos emplumados,

    reír con la yema de tus dedos.

    ¿Qué puedo darte yo sino la tierra?

    Sembrado en el estiércol de los días

    miro crecer mi amor, como los árboles

    a que nadie ha trepado y cuya sombra

    seca la hierba, y da fiebre al hombre.

    Imperfecta, mortal, hija de hombres,

    verdadera,

    te ursupo, ya lo sé diariamente,

    y tu piedad me usa a todas horas

    y me quieres a mí, y yo soy entonces,

    como un hijo nuestro largamente deseado.

    Quisiera hablar de ti a todas horas

    en un congreso de sordos,

    enseñar tu retrato a todos los ciegos que encuentre.

    Quiero darte a nadie

    para que vuelvas a mí sin haberte ido.

    En los parques, en que hay pájaros y un sol en hojas por el suelo,

    donde se quiere dulcemente a las solteronas que miran a los niños,

    te deseo, te sueño.

    ¡Qué nostalgia de ti cuando no estás ausente!

    (Te invito a comer uvas esta tarde

    o a tomar café, si llueve,

    y a estar juntos siempre, siempre, hasta la noche)

    Jaime Sabines

  • HOMENAJE A JORGE FROMOW GARCIA

    La memoria de mi padre está envuelto en papel blanco

    como trozos de pan para la jornada de trabajo

    Como un mago, sacando conejos y torres del sombrero,

    así sacaba de su pequeño cuerpo - amor

    El cauce de sus manos
    vertido hacia sus buenas obras.

    Yehuda Amijai

    Esto es Vidas y Poesía. Un espacio para disfrutar, conocer, sentir y reflexionar a través del arte de la palabra y el pensamiento hechos poesía. Un espacio para traer al momento presente lo valioso del existir: sus alegrías, sus tristezas, sus miserias, sus aspiraciones y sus hazañas. En otras palabras un espacio donde no suceden cosas de mayor trascendencia que las rosas Bienvenido seas a este tercer programa del Podcast Vidas y Poesía. Mi nombre es Jans Fromow Guerra y quiero agradecerte muchísimo el que me escuches para juntos compartir de algunas ideas hechas poesía. Explicación porque ha tenido el podcast un lapso de casi un año sin actividad- Porque decidí hacer un podcast inicialmente: “Porque hacer un podcast de poesía y declamación? Declaración aclaratoria. Yo no soy un experto en letras. No tengo una formación académica en letras. Yo soy un médico oftalmólogo, activista a favor del desarme nuclear que su día a día lo vivo en la práctica médica, docencia, investigación y el activismo en el desarme nuclear etc. Pero lo que tengo a mi favor es que desde hace 43 años empecé mi acercamiento, gusto e inicio y práctica de este viaje con la poesía y la declamación. Además de un gusto y afición por la tecnología y ahora el aprendizaje de lo relacionado con el audio. Llevo aproximadamente dos años aprendiendo más o menos de cómo hacer esto que se llama podcast. Por tanto decidí empezar este proyecto que reúne dos cosas que me encantan. La poesía y la tecnología. Este gusto y amor por la poesía y por el arte de la declamación es algo que me fue trasmitido por mis padres, principalmente por mi papá el Doctor Don Jorge Fromow García, que es un hombre multifacético, extraordinario ser humano, que aunque médico oftalmólogo como yo es un hombre increíblemente culto y profundamente conocedor de la poesía. No solo eso. Si no su gran capacidad de claridad en la transmisión de ideas y conocimientos que ha tenido y desarrollado a lo largo de su vida en la medicina se fusionó con su cultura y su gusto por la poesía y con la capacidad de impregnarle el sentimiento necesario para su expresión haciendo de el un gran gran declamador. De él aprendí el gusto y el conocimiento amateur no solo de la poesía en letras hispanas, sino de forma especial por lo bello de la declamación. Tengo la fortuna de tener varias grabaciones de mi padre declamando y seguro va a ser el invitado principal en varios programas a través de estas grabaciones.En otras palabras mucho del porque de este podcast tenía la intención de recoger, grabar y documentar en audio para mi familia y amigos las poesías y declamaciones escogidas de mi padre y su voz. Poesías, declamaciones y voz que nos han acompañado toda la vida. De hecho el estuvo directamente involucrado escogiendo muchas de las posibles poesías a ir programando. Pero cómo es costumbre a veces la vida tiene otros planes y el transcurrir del tiempo y la edad nos va poniendo límites infranqueables. En enero de este año 2019, después de una ejemplar vida de más de 90 años, llena de amor al prójimo, de bondad, de honestidad, de alegría, de caballerosidad, de amor a sus pacientes, de ciencia, de cultura y de poesía: mi papá regresó a los brazos del Padre rodeado de todo el amor de su familia y amigos. Así a pesar de que familia, amigos y pacientes con sus múltiples manifestaciones de amor y celebración de su vida amainaron un poco el dolor de su partida, pues imaginarán que no tenía ánimo o fuerza interna para retomar este proyecto. Y aunque todavía es muy reciente creo que a él le hubiera encantado continuar con esto ya que es una manera de crear cosas de valor en un mundo y en un México tan faltos de cosas buenas de la humanidad. Esta circunstancia del porque la pausa me da píe al tema de hoy que es un Homenaje a Don Jorge. Pero para la gran mayoría que probablemente escuche este podcast y que no lo conoció debemos orientarlo y pensarlo como el homenaje que queremos dar a los grandes hombres y mujeres que pasan por esta vida siendo y haciendo la diferencia. Mujeres y hombres que dejan huella de lo grande de la humanidad y de esas características universales de nuestra especie que evolucionan nuestro caminar en la Tierra. Para hacer un homenaje con poesía primero quisiera traer algunas ideas de como son o vemos a esas personas. Cuando mi padre cumplió 80 años le hicimos una comida y quiero compartir algunas palabras que le di en esa ocasión a manera de aterrizar lo que mas adelante con poesía vamos a escuchar. En esa ocasión -entre otras cosas- le dije una serie de pensamientos que estan en el programa de audio que no retranscribiré. En estas palabras que le día a mi padre al cumplir 80 años cite un poema que a él le encantaba y que recitaba de forma maravillosa. La Elegía del órgano del Peruano José Santos Chocano. La ultima vez que él la declamó en público fue en San Luis Potosí, en una sesión solemne que mi padre presidía como Presidente del Colegio de Decanos en Oftalmología y que se daba en honor al Doctor Salvador Nava, un oftalmólogo Potosino luchador social demócrata en México. Sesión donde sin estar planeada y solo de memoria la dedicó y recitó al Doctor Nava y su familia con la presencia del Gobernador y autoridades de salud y de la Universidad Potosina. La respuesta del auditorio fue apoteósica y tanto las autoridades como la familia del Doctor Navas se le volvió en aplausos y felicitaciones. Hay muchos motivos que creo eran los que hacían que fuera este uno de sus preferidos. Primero por la circunstancia especial en que el poema fue escrito. Sucedió que Jose Santos Chocano, uno de los grandes del Modernismo, estaba en Madrid. Esta estancia en 1905 obedecía a la actividad diplomática que había estado teniendo años previos y que tenía el encargo de participar como Secretario de la misión especial de una delegación Peruana que iba a dirimir sobre limites territoriales con Ecuador bajo un arbitraje llevado por el Rey de España, Don Alfonso XIII, llamado el Africano. Estando en Madrid en la bohemia madrileña, conoce, convive y se integra al círculo de los ya afamados: Emilia Pardo Bazán, Rubén Darío, Amado Nervo, Miguel Unamuno, Marcelino Menéndez Pelayo, Benito Pérez Galdós. Pues bien resulta que estando en Madrid muere el presidente de la sección de literatura del Ateneo de Madrid, Don Francisco Navarro Ledesma en Septiembre de 1905. Navarro Ledesma era un joven periodista, crítico literario y cervantista español. No hay muchas referencias de la verdadera trascendencia y carácter personal de Navarro Ledesma salvo referencias aisladas de haber sido un gran conferenciante y crítico literario. La cuestión es que la Sección de Literatura del Ateneo de Madrid organiza el 9 de noviembre de ese año (hoy hace casi 114 años) una velada literaria en memoria de Don Francisco Navarro muerto mes y medio antes. En la primera parte de la velada intervienen D Luis de Terán como Vicepresidente de ella, D Mariano de Cavia, D José Martinez Ruiz (Azorín), D Enrique de Mesa y D José Francos Rodriguez. En la segunda parte se invitaron a poetas e intelectuales a participar donde se escucharon poesías y discursos de D Manuel Bueno, Manuel de Sandoval, Virgilio Colchero, Antonio Palomero, Amado Nervo, Machado, Ruben Darío, Ortega y Gasset y claro esta Jose Santos Chocano. Nota Aclaratoria: El personaje que cita aquí Don Luis Alberto Sánchez y quien es el que refiere y mencionaré adelante como fue la intervención de Chocano en esta velada fúnebre en honor a Navarro Ledesma es Don Cipriano Rivas Cherif. Don Cipriano fue un director de escena, escenógrafo, dramaturgo, poeta, periodista, traductor y crítico español muy reconocido en su época. Nacido en 1891 era el hermano mayor de 4: Cipriano, Manuel, Adelaida y Dolores. Uno de los amigos íntimos de Don Cipriano, Manuel Azaña se enamoraría de la hermana menor Dolores casi 25 años menor y se casarían en 1929. Siete años después Manuel Azaña se convertiría en el Presidente de la II República Española de 1936 a 1939 en que ganan los Franquistas y ambos salen al exilio en Francia. Cipriano estaría preso muchos años y terminaría exiliado en México al igual que sus hermanos Dolores, la viuda del Presidente Azaña y Manuel de Rivas Cheriff. Este hermano Don Manuel fue un distinguidísimo Oftalmólogo que se sumó a la pléyade de intelectuales y científicos que enriquecieron la vida en México. El trabajó hasta sus últimos días en 1967 por un lado en el Servicio de Oftalmología del Hospital Centro Medico La Raza del Instituto mexicano del Seguro Social donde es compañero de trabajo de mi padre Don Jorge Fromow y de mi madre la Doctora Ana Maria Guerra quienes estaban también en dicho servicio. Don Manuel también trabajó en la Asociación para Evitar La Ceguera en México, hospital donde yo trabajo. Por último decir que la trascendencia de Don Manuel fue tanta que la Sociedad Médica Oftalmológica del Servicio de Oftalmología del Centro Medico La Raza se llama Manuel de Rivas Cherif. Continuamos con lo que presenció Don Cipriano de la participación de Chocano y su poema. El segundo motivo que considero era el porque admiraba tanto mi padre ese poema es porque el decía, no sé de donde tenia esta referencia, que la invitación a Chocano había sido un día antes y que su poesía la Elegía del Órgano la había escrito la noche previa. Independientemente de que haya sido escrita en una noche o no, nada mengua o añade a lo portentoso de su composición poética y a la forma en cómo va construyendo las ideas que dan sustento al poema. ¿De que trata la Elegía del Organo? La elegía es un subgénero de la poesía lírica que designa por lo general a todo poema de lamento. La elegía funeral adopta la forma de un poema de duelo por la muerte de un personaje público o un ser querido. La poesía española cuenta con varios clásicos del género, entre los que destacan en primer lugar las “Coplas por la muerte de su padre” de Jorge Manrique, del siglo XV. El “Llanto por Ignacio Sánchez Mejías” de Federico García Lorca y la “Elegía a Ramón Sijé” de Miguel Hernández, son dos clásicos modernos de este tipo de lamento fúnebre. Otras obras menos conocidas del género incluyen la Elegía ininterrumpida de Octavio Paz y Algo sobre la muerte del mayor Sabines de Jaime Sabines. Pero si bien todos estos poemas son verdaderamente bellos ninguno alcanza el nivel de síntesis y análisis de las características que tuvo en vida quién perdimos. La Elegía del Organo habla del dialogo que tienen las flautas de un órgano en una iglesia solitaria. Voces de las flautas que tocan, se quejan y lloran por un hombre que murió y que tenía 3 características: El trabajo, la energía y el ensueño. El trabajo que ejemplifica con la vida de un herrero, la energía con la de un soldado y el ensueño con la de un poeta. Estas tres cualidades son llevadas en una realización superior y a orquestar una sería de figuras y entramados que terminan siendo un homenaje, un memorial de honra y celebración de una vida ejemplar y digna. La tercera razón por la que pienso mi padre amaba este poema, es porque por un lado siempre admiró en algunos seres excepcionales esas características. Por otro, porque creo que a nivel de su subconsciente, y esto dado así por su profunda humildad, se reconocía así mismo como poseedor y ejecutor diario de las mismas. Esto es dedicado a el y a todos los grandes hombres que tocan nuestra vida con su vida la Elegía del Organo:

    La Elegía del Órgano

    Suena el órgano,

    Suena el órgano en la iglesia solitaria.

    Suena el órgano en el fondo de la noche;

    Y hay un chorro de sonidos melodiosos en sus flautas,

    que comienzan blandamente ... blandamente...

    como pasos en alfombras, como dedos que acarician, como sedas que se arrastran

    y, de súbito, se encrespan

    y se hinchan y rebraman,

    a manera de ancho río que sepulta

    en su lecho rocalloso la solemne pesadumbre de sus aguas...

    Una flauta cuenta historias increíbles

    De las épocas pasadas,

    Otra flauta dice cosas que debieran ser verdades

    Y que apenas son ensueños y delirios y fantasmas;

    Una ríe y otra llora; una ruge y otra canta;

    Una es macho que persigue

    Y otra es hembra que se escapa;

    Y entre tantas variaciones de sonidos melodiosos

    Hay un cuerpo y hay un alma;

    Que se juntan, se penetran, se confunden,

    Y, a los soplos animados de una gracia,

    Van cantando por los aires que Toledo viste el luto

    De sus pompas funerarias,

    Para gloria de su iglesia de doscientos cincuenta años,

    Y más gloria de su estirpe que esa iglesia levantara...

    Suena el órgano,

    Suena el órgano en esa iglesia solitaria,

    Suena el órgano en el fondo de la noche

    Y hay un chorro de sonidos melodiosos en sus flautas...

    ¿ Por quién doblan?

    ¿ Por quién doblan y se quejan y suplican las campanas?

    Una flauta lo pregunta y otra flauta lo contesta:

    - Por un hombre que fue herrero, fue soldado, fue poeta... y eso basta

    Por un hombre que tenía tres estrellas en el alma:

    El trabajo, la energía y el ensueño;

    El trabajo que da fuerzas, la energía que da audacias

    Y el ensueño que da glorias:

    ¡Las tres gotas de la sangre!

    ¡Los tres sellos de la herencia!

    ¡Los tres gritos de la raza!

    Suena el órgano, suena el órgano en la iglesia solitaria.

    Suena el órgano en el fondo de la noche:

    Y hay un chorro de sonidos melodiosos en sus flautas...

    Un herrero

    Con sus manos de coloso forja espadas;

    Y con toda la destreza y el cariño de un artista,

    Les da filo suavemente, las repuja y acicala,

    Y clavándolas al suelo, las encorva, las encorva, las encorva...

    Y hunde el puño con la punta sin quebrarlas,

    Él es joven, él es fuerte:

    Como el cuerpo tiene el alma;

    Y sus manos que se crispan contra el yunque,

    Acarician a la madre, resbalando blandamente por encima de sus canas...

    Cada golpe de martillo de ese atleta

    Representa, cuando estalla,

    En los montes, en las nubes y en el pecho de la anciana...

    Una tarde,

    Desde lo alto de una cresta de montaña,

    El herrero, sobre el yunque crepitante,

    Trabajaba... trabajaba... trabajaba...

    Y la noche,

    Protectora del trabajo que descansa,

    Fue tendiendo por encima de esa frente,

    Por detrás de esas espaldas,

    A manera de una túnica de ensueño

    Sus tinieblas silenciosas y estrelladas...

    Y el herrero

    Su martillo resonante contra el yunque descargaba...

    ¡y fue aquella la apoteosis del trabajo!;

    porque, encima de la cumbre desolada,

    eran chispas solamente

    del martillo contra el yunque las estrellas que brincaban

    Suena el órgano, suena el órgano en la iglesia solitaria,

    Suena el órgano en el fondo de la noche

    Y hay un chorro de sonidos melodiosos en sus flautas...

    Un guerrero

    Que se ciñe su tizona, que se ajusta su coraza,

    Que se cala su cimera, que se fija su penacho,

    Monta un potro de repente; lo espolea... y anda...y anda.

    ¿hacia donde va el guerrero?

    ¡Va a la Atlántida!

    En la corte del glorioso Carlos V,

    oye un día que Pizarro se entusiasma,

    relatando sus primeras aventuras y ofreciendo las primicias

    de esas tierras fabulosas ante el trono del Monarca;

    y él, entonces, como siente

    que en su sangre la energía se hace audacias,

    pide en breve su cimera, su penacho,

    su tizona, su coraza,

    y, empuñando su bandera

    desplegada,

    se confunde con el grupo que en la senda taciturna

    de Toledo va alejándose entre el polvo que levanta...

    y, en su mano la bandera

    se desdobla, se sacude, se envanece de sus alas;

    y, en el viento, es como un signo que retorna los adioses

    que les hacen los pañuelos de las madres que se quedan a los hijos que se marchan...

    Suena el órgano,

    Suena el órgano en la iglesia solitaria,

    Suena el órgano en el fondo de la noche;

    Y hay un chorro de sonidos melodiosos en sus flautas...Un poeta

    De los tiempos de Cervantes comparece, comparece; y así habla:

    -Yo quisiera de mis versos

    hacer músicas extrañas;

    pero músicas vacías, sin conceptos ni pasiones,

    con palabras, y palabras y palabras...

    ¡Oh¡ las veces en que siento

    el tirano pensamiento que me abruma con su carga,

    ¡cual quisiera sacudirlo...sacudirlo!...

    y hacer versos sin ideas como pájaros que cantan!

    ¡Oh las veces que en el pecho me rebosan

    decepciones o esperanzas!,

    ¡cual quisiera sepultarlas en el fondo;

    sepultarlas...sepultarlas!...

    y hacer versos sin pasiones,

    como rugen los pamperos, como ríen las cascadas!

    ¡Pensamientos que me abruman!

    ¡Sentimientos que me engañan!

    Piensen otros, sientan otros;

    ¡yo no quiero pensar nada! ¡yo no quiero sentir nada!

    ¡yo no quiero decir nada!, ¡nada!... ¡nada!...

    ¡ay! ¿y el ritmo de los astros en sus orbitas eternas?

    ¿y la música celeste de las noches estrelladas?

    Todo vive, todo piensa, todo siente,

    En la vida de mi mente, de mi pecho, de mi alma...

    Por doquiera me persiguen,

    Por doquiera se levantan

    pensamientos que me abruman, sentimientos que me engañan;

    y es en vano que repita:

    ¡yo no quiero pensar nada! ¡Yo no quiero sentir nada!

    ¡yo no quiero decir nada!; ¡nada!, ¡nada!...

    ...y las voces del poeta se confunden

    con las risas y suspiros de las plantas...

    y la música del órgano, en que truenan las estrofas,

    va subiendo, va subiendo por escalas;

    y, de pronto, llena el bosque de columnas de las naves;

    y estremécese en los vidrios de las góticas ventanas;

    y retumba sobre todas las tinieblas,

    con el ruido estrepitoso de una épica batalla,

    entre ángeles terribles y demonios irritados,

    que estuviera disputándose en el fondo de las tumbas el imperio de las almas...

    ¿Por quién doblan?

    ¿Por quién doblan y se quejan y suplican las campanas?...

    Una flauta lo pregunta y otra flauta lo contesta:

    Por un hombre que fue herrero, fue soldado, fue poeta...

    y eso basta. Por un hombre que tenía

    tres estrellas en el alma:

    el trabajo, la energía y el ensueño;

    el trabajo que da fuerzas, la energía que da audacias

    y el ensueño que da glorias:

    ¡las tres gotas de la sangre!;

    ¡los tres sellos de la Herencia!

    ¡Los tres gritos de la Raza!

    Suena el órgano,

    Suena el órgano en la iglesia solitaria,

    Suena el órgano en el fondo de la noche;

    Y hay un chorro de sonidos melodiosos en sus flautas...

    Este poema es verdaderamente un tributo a esas vidas ejemplares, limpias y trascendentes como la de mi padre. De esas vidas que hacen que al final de ellas exista una cierta dosis de tranquilidad por haber honrado la vida con nuestras acciones, con nuestros pensamientos con lo que elegimos traer de contexto a este mundo. El tipo de vidas que nos hace en el ocaso de ellas estar en paz. En paz con nosotros, con Dios, con nuestros semejantes “En paz” es uno de los mas famosos poemas del escritor mexicano Amado Nervo, como ya lo hemos platicado una de las principales figuras del modernismo hispanoamericano. Fue publicado en 1916 en el libro Elevación en lo que se considera una de las etapas plenas o maduras del poeta. Es un poema que tiene en su centro un canto, la gratitud y celebración de la vida. En este sentido, es considerado un poema que entra en el aspecto místico de reflexión existencial. Amado Nervo, si bien es mas conocido como un célebre poeta de lo amoroso, es también conocido como uno poeta que canta a la vida y de cierto modo al misticismo religioso. Esto es “En Paz” de Amado Nervo

    Muy cerca de mi ocaso, yo te bendigo, Vida,

    porque nunca me diste ni esperanza fallida,

    ni trabajos injustos, ni pena inmerecida;

    porque veo al final de mi rudo camino

    que yo fui el arquitecto de mi propio destino;

    que si extraje las mieles o la hiel de las cosas,

    fue porque en ellas puse hiel o mieles sabrosas:

    cuando planté rosales, coseché siempre rosas.

    Cierto, a mis lozanías va a seguir el invierno:

    ¡mas tú no me dijiste que mayo fuese eterno!

    Hallé sin duda largas las noches de mis penas;

    mas no me prometiste tan sólo noches buenas;

    y en cambio tuve algunas santamente serenas...

    Amé, fui amado, el sol acarició mi faz.

    ¡Vida, nada me debes! ¡Vida, estamos en paz!

    Mi padre murió no solo en paz sino profundamente satisfecho y tranquilo. Murió con la paz que da saber que cada cosa que tuvo en la vida fue producto no de un castigo o premio divino sino del azar, de las consecuencias de nuestra conducta y del quien elige uno ser en las distintas circunstancias que la vida plantea. Cuando la vida le jugó la carta de enfermedad de una hija, el jugó la carta de responsabilidad-cuidado-atención directa y amor; cuando fue atacado con el peón de la traición, él respondió con el alfil de la responsabilidad y de educar en el paradigma de la bondad y la confianza y no en el resentimiento. Cuando Dios le premió con el amor de su vida, él le agradeció con la creación de una familia unida, armoniosa y de bien, educada en el servicio a los demás, en la ciencia y la cultura. Cuando sobrevinieron pérdidas filiales, él, con el dolor que implica, alabó a Dios por el regalo de su presencia y de los años vividos. Cuando fue objeto de la envidia, del engaño y de la traición profesional, él respondió con la dignidad del maestro que enseña con el ejemplo, no solo medicina, sino las formas éticas del ser, poniendo antes a sus alumnos y a su institución que a su bienestar profesional. Cuando era buscado por gente importante que le procuraba y buscaba y departía, él por igual aceptaba el agradecimiento e invitaciones de gente profundamente humilde y les transmitía el genuino sentimiento que vivía de ser honorado al entrar en sus casas y de compartir la mesa. Cuando tenía enfrente a un enfermo sin recursos, honró su vocación de médico y nunca dudó en poner de sus recursos, esfuerzo diario de su trabajo y modus vivendi- para apoyar al que no podía hacerlo. Cuando la salud empezó a mermar y su fortaleza física a reducirse de forma progresiva, eligió ser contexto de aceptación filosófica y amorosa de los cambios que habrían de conducirlo a su transición final. Cada uno de estas formas que eligió del ser a lo largo de su vida, desde su mas temprana juventud, las envolvió siempre con un ropaje brillante. Ropaje hecho de la combinación rara de cultura profunda, de buenos y caballerescos modos, de alegría y buen humor diario, de amor y preocupación por todos, de asombro por lo nuevo y de una confianza y amor profundo en Dios. Si le hubiera preguntado qué es lo que siempre le hizo estar en paz y en agradecimiento con la vida. Qué es lo que hizo que nunca levantara la voz ni fuera rudo ni grosero con nadie nunca. No dudo por un instante que me hubiera respondido con un poema. Con un poema que tiene la clave para esta respuesta. Con un poema, otro de sus favoritos, otro del Modernismo, que da la guía para tener una vida así. Una vida como la del Doctor Jorge Fromow. Me hubiera respondido con los versos de Enrique Gonzalez Martínez y me hubiera dicho con una certeza absoluta que la clave de la felicidad en esta vida se da cuando sepamos hallar una sonrisa en todo. Esta es su respuesta. Esta es su voz.

    Cuando Sepas Hallar una Sonrisa

    Enrique Gonzalez Martinez

    Cuando sepas hallar una sonrisa

    En la gota sutil que se rezuma

    De las porosas piedras, en la bruma,

    En el sol, en el ave y en la brisa;

    Cuando nada a tus ojos quede inerte,

    Ni informe, ni incoloro, ni lejano,

    Y penetres la vida y el arcano

    Del silencio, las sombras y la muerte;

    Cuando tiendas la vista a los diversos

    Rumbos del cosmos, y tu esfuerzo propio

    Sea como potente microscopio

    Que va hallando invisibles universos,

    Entonces en las flamas de la hoguera

    De un amor infinito y sobrehumano,

    Como el santo de Asís, dirás hermano

    Al árbol, al celaje y a la fiera.

    Sentirás en la inmensa muchedumbre

    De seres y de cosas tu ser mismo;

    Serás todo pavor con el abismo

    Y serás todo orgullo con la cumbre.

    Sacudirá tu amor el polvo infecto

    Que macula el blancor de la azucena,

    Bendecirás las márgenes de arena

    Y adorarás el vuelo del insecto;

    Y besarás el garfio del espino

    Y el sedeño ropaje de las dalias...

    Y quitarás piadoso tus sandalias

    Por no herir a las piedras del camino

    Estamos ya al final de este programa. Quiero agradecerte que hayas elegido escucharme y esperar no solo que te unas y subscribas a este podcast sino que si conoces a alguien que le guste la poesía lo invites a conocernos el programa y a subscribirse, Para ello es muy fácil desde cualquier aplicación de podcast de tu preferencia en tu teléfono o tableta o en nuestra pagina web del podcast que esta en las notas del programa.

    La vida, la muerte, la gratitud, el renacer son aspectos maravillosos y cotidianos de la vida que valen la pena vivenciarlos en conciencia y que recordamos aquí en este programa en donde no suceden cosas de mayor trascendencia que las rosas.

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    Marcos Theme

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    Martijn de Boer (NiGiD)

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  • La Muerte

    Déjame reposar,
    aflojar los músculos del corazón y poner a dormitar el alma
    para poder hablar,
    para poder recordar estos días, los más largos del tiempo.

    Algo sobre la muerte del Mayor Sabines. Jaime Sabines

    Vidas y Poesía. Un espacio para disfrutar, conocer, sentir y reflexionar a través del arte de la palabra y el pensamiento hechos poesía. Un espacio para traer al momento presente lo valioso del existir: sus alegrías, sus tristezas, sus miserias, sus aspiraciones y sus hazañas. En otras palabras un espacio donde no suceden cosas de mayor trascendencia que las rosas Reflexiones y datos acerca de Mexico en el Dia de Muertos: (http://www.dias-festivos-mexico.com.mx/dias-feriados/dia-muertos/) Reflexiones acerca de la muerte. La muerte es un tema universal de la humanidad como especie. Es una transmutación mágica y maravillosa y a la vez, dolorosa e incierta. Por un lado la muerte es lo que da significado a la vida. Su temporalidad es lo que la hace valiosa y única. Si lo vemos desde el punto de vista científico la maravilla de la evolución del cosmos cristalizada, materia y energía cósmica disgregada en materia y energía consiente capaz de crear tanta maravilla, arte, música, obras para después la final volver a su sitio de origen. Regresa sus elementos prestados del cosmos para reintegrarse a el y si se tiene suerte tal vez en otra manifestación de vida. La perpetuación de la vida es un mandato de la naturaleza indomable y fuerte. Cada especie tiene un especial cuidado siempre por la cría joven. Como si supiera que de ella depende la perpetuación de esa flama de vida. Pero no para un individuo particular de la especie sino para la perpetuación de la vida como tal. Si lo pensamos bien desde que apareció la vida en el universo, en la Tierra hace 3500 millones de años esta vida se ha relevado por distintos mecanismos en un punto especial de la vida del organismo padre/madre de relevo donde se genera un nuevo individuo joven y el padre o madre continua su viaje inexorable hacia la muerte. Claro aquí me refiero a la definición biológica de la vida. Si quisiéramos definirla en esos términos la mejor definición de vida que he leído es del maestro Don Ruy Pérez Tamayo eminentísimo médico mexicano que dice “Que la vida es un proceso que se lleva a cabo en un sistema complejo de macromoléculas organizadas en diversas jerarquías, de patrones estructuralmente discontinuos, termodinámicamente poco probables, y mantenidos gracias a la inversión continua de energía. El proceso se caracteriza por un recambio más o menos rápido de casi todos sus componentes, y por su capacidad para autorregularse y autorreplicarse.” Fin de la definición del Maestro. Pero entonces que es la muerte? Poeta Mexicano Manuel Acuña Poema “Ante Un Cadaver”

    Manuel Acuña fue un poeta mexicano, Coahuilense que vivió solo 24 años a la mitad del Siglo XIX. Acuña murió en su habitación de la Escuela de Medicina el 6 de diciembre de 1873.

    Ante un Cadaver. Manuel Acuña

    ¡Y bien! Aquí estás ya..., sobre la plancha

    donde el gran horizonte de la ciencia

    la extensión de sus límites ensancha.

    Aquí, donde la rígida experiencia

    viene a dictar las leyes superiores

    a que está sometida la existencia.

    Aquí, donde derrama sus fulgores

    ese astro a cuya luz desaparece

    la distinción de esclavos y señores.

    Aquí, donde la fábula enmudece

    y la voz de los hechos se levanta

    y la superstición se desvanece.

    Aquí, donde la ciencia se adelanta

    a leer la solución de ese problema

    que solo al anunciarse nos espanta.

    Ella, que tiene la razón por lema,

    y que en tus labios escuchar ansía

    la augusta voz de la verdad suprema.

    Aquí está ya... tras de la lucha impía

    en que romper al cabo conseguiste

    la cárcel que al dolor te retenía.

    La luz de tus pupilas ya no existe,

    tu máquina vital descansa inerte

    y a cumplir con su objeto se resiste.

    ¡Miseria y nada más!, dirán al verte

    los que creen que el imperio de la vida

    acaba donde empieza el de la muerte.

    Y suponiendo tu misión cumplida

    se acercarán a ti, y en su mirada

    te mandarán la eterna despedida.

    ¡Pero no!..., tu misión no está acabada,

    que ni es la nada el punto en que nacemos,

    ni el punto en que morimos es la nada.

    Círculo es la existencia, y mal hacemos

    cuando al querer medirla le asignamos

    la cuna y el sepulcro por extremos.

    La madre es solo el molde en que tomamos

    nuestra forma, la forma pasajera

    con que la ingrata vida atravesamos.

    Pero ni es esa forma la primera

    que nuestro ser reviste, ni tampoco

    será su última forma cuando muera.

    Tú sin aliento ya, dentro de poco

    volverás a la tierra y a su seno

    que es de la vida universal el foco.

    Y allí, a la vida, en apariencia ajeno,

    el poder de la lluvia y del verano

    fecundará de gérmenes tu cieno.

    Y al ascender de la raíz al grano,

    irás del vergel a ser testigo

    en el laboratorio soberano.

    Tal vez para volver cambiado en trigo

    al triste hogar, donde la triste esposa,

    sin encontrar un pan sueña contigo.

    En tanto que las grietas de tu fosa

    verán alzarse de su fondo abierto

    la larva convertida en mariposa,

    que en los ensayos de su vuelo incierto

    irá al lecho infeliz de tus amores

    a llevarle tus ósculos de muerto.

    Y en medio de esos cambios interiores

    tu cráneo, lleno de una nueva vida,

    en vez de pensamientos dará flores,

    en cuyo cáliz brillará escondida

    la lágrima tal vez con que tu amada

    acompañó el adiós de tu partida.

    La tumba es el final de la jornada,

    porque en la tumba es donde queda muerta

    la llama en nuestro espíritu encerrada.

    Pero en esa mansión a cuya puerta

    se extingue nuestro aliento, hay otro aliento

    que de nuevo a la vida nos despierta.

    Allí acaban la fuerza y el talento,

    allí acaban los goces y los males

    allí acaban la fe y el sentimiento.

    Allí acaban los lazos terrenales,

    y mezclados el sabio y el idiota

    se hunden en la región de los iguales.

    Pero allí donde el ánimo se agota

    y perece la máquina, allí mismo

    el ser que muere es otro ser que brota.

    El poderoso y fecundante abismo

    del antiguo organismo se apodera

    y forma y hace de él otro organismo.

    Abandona a la historia justiciera

    un nombre sin cuidarse, indiferente,

    de que ese nombre se eternice o muera.

    Él recoge la masa únicamente,

    y cambiando las formas y el objeto

    se encarga de que viva eternamente.

    La tumba sólo guarda un esqueleto

    mas la vida en su bóveda mortuoria

    prosigue alimentándose en secreto.

    Que al fin de esta existencia transitoria

    a la que tanto nuestro afán se adhiere,

    la materia, inmortal como la gloria,

    cambia de formas; pero nunca muere.

    Poeta Mexicano Guillermo Prieto Poema “Día de Muertos” 1881

    Un personaje fundamental en México del siglo XIX fue el gran Poeta Guillermo Prieto. Su poesía natural y bella resalta de la vida diaria en México como una reafirmación de nuestra identidad. Prieto escribió en 1881 un Poema que describe un Dia de Muertos en México. Recordemos que en México el día de muertos en muchos sitios públicos y casi todas las casas colocamos altares para honrar a nuestros muertos. Altares donde colocamos fotos, flores y cosas y alimentos del gusto de los difuntos y convivimos para recordarlos. Claro esta que nuestra forma de ser pues fácilmente se va a la fiesta y a veces al exceso y como lo escucharemos en este poema también pasaba así a finales del siglo XIX

    DIA DE MUERTOS. Noviembre 13 de 1881.

    Eran lindos mis abriles
    y eran divinos mis tiempos,
    á la mala con los vivos,
    á la buena con los muertos.

    Hablando como al presente

    ¡huy! y qué holgorios aquellos!

    Todos-santos, las reliquias

    y un jervidero de huesos,

    de ángeles y serafines

    de los del mérito cielo;
    muelas de Santa Poloña,

    y cobijas de Juan Diego.

    Pero lo fino y refino
    era llorar á los muertos
    con chito, con barbacoa,
    con cabezas de carnero

    y con un chile borracho

    para chuparse los dedos.


    Se animaba la contesta,
    el amor echaba el resto,
    y un poquito de cantido,
    y tras otro trago, un pleito

    que á veces como de leva

    se llevaba cuatro muertos

    cargados de indulgencias

    por morir de retebuenos.

    Al doblar de las campanas

    y de par en par el cielo,
    San Lázaro, Santa Paula
    y San Fernando y San Diego,

    aquellos eran responsos,

    ya en cantido y ya con rezos;

    mesa negra, calaveras,
    de agua bendita regueros,
    un cantante como un Judas,

    y un bajón como un ropero;

    y á llorar, que aquellos ojos

    redamaban aguaceros;
    y los probes que encontramos

    subiendo el codo-consuelo.

    Ibamos á la Retama

    a tomar algún refresco.

    Todo en la calle eran piras,

    alfeñiques como huesos,

    y el purgatorio atestado
    de ánimas echando pesos.
    Hoy el wagón y la dieta,
    muncho gorro y muncho aquello,

    yerba hasta el cincho y coronas,

    flores y ramos por ciento,
    como si fueran los padres

    marchantes de jardinero.'

    Como si algo cobijaran
    á las ánimas en cueros!

    Estos serán muy catrines, muy picos, muy de progreso,

    pero ellos y sus parientes

    van que vuelan al infierno.

    Tia Chofi. Jaime Sabines

    Amanecí triste el día de tu muerte, tía Chofi,

    pero esa tarde me fui al cine e hice el amor.

    Yo no sabía que a cien leguas de aquí estabas muerta

    con tus setenta años de virgen definitiva,

    tendida sobre un catre, estúpidamente muerta.

    Hiciste bien en morirte, tía Chofi,

    porque no hacías nada, porque nadie te hacía caso,

    porque desde que murió abuelita, a quien te consagraste,

    ya no tenías qué hacer y a leguas se miraba

    que querías morirte y te aguantabas.

    ¡Hiciste bien!

    Yo no quiero elogiarte como acostumbran los arrepentidos,

    porque te quise a tu hora, en el lugar preciso,

    y harto sé lo que fuiste, tan corriente, tan simple,

    pero me he puesto a llorar como una niña porque te moriste.

    ¡Te siento tan desamparada,

    tan sola, sin nadie que te ayude a pasar la esquina,

    sin quien te dé un pan!

    Me aflige pensar que estás bajo la tierra

    tan fría de Berriozábal,

    sola, sola, terriblemente sola,

    como para morirse llorando.

    Ya sé que es tonto eso, que estás muerta,

    que más vale callar,

    ¿pero qué quieres que haga

    si me conmueves más que el presentimiento de tu muerte?

    Ah, jorobada, tía Chofi,

    me gustaría que cantaras

    o que contaras el cuento de tus enamorados.

    Los campesinos que te enterraron sólo tenían

    tragos y cigarros,

    y yo no tengo más.

    Ha de haberse hecho el cielo ahora con tu muerte,

    y un Dios justo y benigno ha de haberte escogido.

    Nunca ha sido tan real eso en lo que tu creíste.

    Tan miserable fuiste que te pasaste dando tu vida

    a todos. Pedías para dar, desvalida.

    Y no tenías el gesto agrio de las solteronas

    porque tu virginidad fue como una preñez de muchos hijos.

    En el medio justo de dos o tres ideas que llenaron tu vida

    te repetías incansablemente

    y eras la misma cosa siempre.

    Fácil, como las flores del campo

    con que las vecinas regaron tu ataúd,

    nunca has estado tan bien como en ese abandono de la muerte.

    Sofía, virgen, antigua, consagrada,

    debieron enterrarte de blanco

    en tus nupcias definitivas.

    Tú que no conociste caricia de hombre

    y que dejaste que llegaran a tu rostro arrugas antes que besos,

    tú, casta, limpia, sellada,

    debiste llevar azahares tu último día.

    Exijo que los ángeles te tomen

    y te conduzcan a la morada de los limpios.

    Sofía virgen, vaso transparente, cáliz,

    que la muerte recoja tu cabeza blandamente

    y que cierre tus ojos con cuidados de madre

    mientras entona cantos interminables.

    Vas a ser olvidada de todos

    como los lirios del campo,

    como las estrellas solitarias;

    pero en las mañanas, en la respiración del buey,

    en el temblor de las plantas,

    en la mansedumbre de los arroyos,

    en la nostalgia de las ciudades,

    serás como la niebla intocable, hálito de Dios que despierta.

    Sofía virgen, desposada en un cementerio de provincia,

    con una cruz pequeña sobre tu tierra,

    estás bien allí, bajo los pájaros del monte,

    y bajo la yerba, que te hace una cortina para mirar al mundo.

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  • En la Poesía como en todo gran arte, La belleza artística no consiste en
    representar una cosa bella
    sino en la bella representación de una cosa
    Emanuel Kant

    En la primera parte del programa explico porque iniciamos este podcast, que nos llevó a hacerlo y aclaro mis credenciales para ello. Posteriormente explico como dentro de la declamación existen múltiples estilos y como podemos sentirnos mas familiarizados o gustarnos mas uno que otro.
    José Santos Chocano- “En mi arte caben todos los estilos, como en un rayo de sol todos los colores”
    En la segunda parte explico y leo que es la declamación según wikipedia

    La Poesía es el eco de la melodía
    del Universo
    En el corazón de los humanos
    Rabindranat Tagore

    La tercera parte del podcast hablo de la relación entre poesía, poema y poeta. Para ello baso todo y leo parte de la introducción de “El Arco y La Lira” de Octavio Paz.
    Una vez entendida esta distinción entre poesía, poema y poeta, declamó la poesía “¿Que es poesía? de Salvador Díaz Mirón con una muy breve introducción al modernismo.

    Salvador Diaz Mirón “¿Que es Poesía?”

    Que es Poesía

    La poesía! Pugna sagrada,
    radioso arcángel de ardiente espada,
    tres heroísmos en conjunción:
    el heroísmo del pensamiento,
    el heroísmo del sentimiento
    y el heroísmo de la expresión.

    Flor que en la cumbre brilla y perfuma,
    copo de nieve, gasa de espuma,
    zarza encendida do el cielo está,
    nube de oro vistosa y rauda,
    fugaz cometa de inmensa cauda,
    onda de gloria que viene y va.

    Nébula vaga de que gotea,
    como una perla de luz, la idea;
    espiga herida por la segur,
    brasa de incienso, vapor de plata,
    fulgor de aurora que se dilata
    de oriente a ocaso, de norte a sur.

    Verdad, ternura, virtud, belleza,
    sueño, entusiasmo, placer, tristeza;
    lengua de fuego, vivaz crisol;
    abismo de éter que el genio salva,
    alondra humilde que canta al alba,
    águila altiva que vuela al sol.

    Humo que brota de la montaña,
    nostalgia obscura, pasión extraña,
    sed insaciable, tedio inmortal,
    anhelo tierno e indefinible,
    ansia infinita de lo imposible,
    amor sublime de lo ideal.

    Salvador Diaz Mirón

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