Episódios

  • Son las palabras del fiscal Javier Zaragoza esta mañana. La Fiscalía incluye elementos que, hasta ahora, no había utilizado en sus escritos e intervenciones: lo que ocurrió en Cataluña en otoño del 2017 fue un golpe de Estado. Llegaron después las conclusiones de la Abogacía del Estado y, por último, las de la acusación popular. Allí estuvieron Ortega Smith y Pedro Fernández. Mientras dirigían su acusación hacia Junqueras, Romeva y compañía, otro miembro del partido era noticia por salirse de los marcos de lo políticamente correcto. Una vez más.

  • El rechazo de Ciudadanos a formar alianzas con Vox frustra los planes del PP en las comunidades autónomas y ayuntamientos donde busca formar gobiernos tripartitos. El ala socioliberal del partido de Albert Rivera advirtió sobre repetir un pacto como el de Andalucía, donde Juanma Moreno tiene cada día más difícil aprobar los presupuestos. Allí, Vox ya ha anunciado que presentará una enmienda a la totalidad de las cuentas del Gobierno.

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  • De los creadores de la multiplicación de los panes y los peces, los que dijeron que Vox iba a arrasar el 28 de abril y «dalle que libras» de esa columna del garaje, llega ahora cómo currar menos horas y pagar más impuestos. Pablo Iglesias cambia sus reproches a Amancio Ortega por las donaciones a la sanidad pública por condiciones a Pedro Sánchez para llegar a un acuerdo de Gobierno.
    Nunca quedar cuartos en unas generales y tener 42 escaños le había cundido tanto a un partido político. No se recuerda sobrada igual desde que, desde que... Nah, desde ayer, cuando Beiras llamó a Santiago «depósito de restos humanos en descomposición» tras la derrota de Compostela Aberta en las municipales. Que conste que a Podemos le salen las cuentas y propone además bajar el impuesto a las empresas pequeñas, subir el IRPF a las rentas altas y crear un impuesto a la banca.
    Todo ésto lo dijo ante 200 empresarios en el Círculo de Economía de Sitges. No se sabe cómo reaccionaron pero se rumorea que a alguno le han salido más canas de golpe que partidos importantes ha perdido el Barça este año. Iglesias defiende sus medidas porque los trabajadores tendrían más tiempo para conciliar al reducirse la jornada laboral de 40 horas a 34 y así se consumiría más reactivándose la economía.
    La teoría está guay. Para ponerla en práctica solo tiene que convencer a todos los jefes de España. Es cuestión de crear el típico grupo de WhatsApp, «Amancio Ortega, Ana Botín, los del Ibex y otros chicos del montón». A ver cómo se le da. Porque lo otro, lo de entrar en el Gobierno está más chungo que para Baltar retener la Diputación de Ourense. La portavoz Isabel Celáa se lo dijo hoy: Podemos es «acompañante preferente aunque hablaremos con todas las fuerzas».
    Al final lo de Iglesias recuerda mucho a Matías Prats en el anuncio de Línea Directa con el «permíteme que insista».No seas tan cansino. La política tiene estas cosas. Tú mismo lo has dicho hoy: «una cosa es lo que se dice en campaña, otra cosa es lo que se hace después».

  • Ir al baño sin el móvil es algo que se hace muy raro ya en el 2019. Pero al final uno, perdónenme la escatología, acaba viendo más cagadas en la pantalla que en la taza.
    Twitter es más previsible que el final de Chernobyl en HBO o que el de Titanic de James Cameron. Por muy Pérez Reverte que se quiera ser en la red, al final se acaban retratando los más oscuros vicios en pocos caracteres. Hoy es Xosé Manuel Beiras, otrora referente del nacionalismo y como profesor hasta de quien les habla, quien ha hecho estragos a dos pulgares. Beiras tiene casi tan mal perder como Cristiano Ronaldo.
    Aunque por ahora no ha llegado a romperse la camiseta y a hacernos un gesto a lo Simeone en sus partes, poco le falta. Uno de sus últimos tuits viene a llamar a Santiago, tras la derrota de Compostela Aberta en las municipales, «depósito de restos humanos en descomposición». Cierto es que le da un toque cultural, detallando que fue Ramón Otero Pedraio quien le explicó la etimología de Compostela. Así, no derivaría de «Campus Stellae», que en latín viene a ser Campo da estrela, sino de «compositum», o sea, restos humanos en descomposición.
    Todo para al final decir que «as pasadas eleicións municipais confirmárono», así que al final los santiagueses seríamos... Ni lo escribo.
    Beiras, pretendiendo presumir de Pedraio al final se marca un José María Caneda. Sí, sí. El expresidente del Compos, que pasó a la historia con hits como «nadamos en la ambulancia» o «estamos entre la espalda y la pared», le espetó ese mismo «montón de mierda, montón de mierda» a Jesús Gil en la sede de la Liga de Fútbol Profesional.
    Yo, como Beiras, también tengo mi cultura y mis referencias y referentes como compostelano. Por qué no presumir de ello a lo loco y sin sentido. De lo que algunos deberían presumir más es de ser gallegos. Gallegos somos todos. Vencedores y vencidos. Gobierno y oposición. Alcalde y vecinos.
    Hacer como Fernán Vello tras la derrota en las autonómicas y decir que somos un «pobo ignorante» o marcarse un Beiras deja al novo espazo de esquerdas muy lejos de donde dicen que quieren llegar. ¿O no?.

  • Julia Roberts sonriendo, Camilo Sexto tras su enésima operación o Pablo Iglesias hablando sobre Amancio Ortega. No cabe duda, estamos hablando de bocazas. Y hoy, 29 de mayo de 2019, se ha parido al mayor bocachancla de la historia del mundo mundial. Y sí, una vez más, un español ha sido capaz de conseguirlo.
    Fran Rivera. El torero. Fran Rivera. El del Hola. Fran Rivera. El de la Griso. Fran Rivera y sus múltiples quehaceres determinantes para el rumbo de la humanidad ha dicho ésto, después del suicidio de una mujer tras difundirse un vídeo sexual en el que aparecía: «los hombres no somos capaces de tener algo así en el móvil y no enseñarlo».
    Para que luego digan que el más tonto de los hermanos Rivera era Kiko.
    En absoluto. Mi DJ favorito pudo suscitar críticas con «quitate el top», pero nada iguala a su hermano, que las únicas luces que tiene son las de su traje cuando torea. En el ruedo el animal era él, ¡qué engañados nos tuvo!. En fin Fran, a un «machote» pueden gustarle las mujeres, el porno, el porno sin mujeres, lo que se consuma con consentimiento previo del implicado o implicada es cosa de cada uno. Pero lo otro, mofarse y difundir un contenido íntimo que debe permanecer en el ámbito privado no tiene nada ver. Tus reenviados en el wasap no te los perdonaremos jamás. Se acabó Breaking Bad. También Juego de Tronos. Y tú te miras cada semana en Espejo Público. Qué injusticia. Si esto es ser un machote yo me cambio de cadena.

  • Érase una vez, no hace mucho tiempo, un partido que se decía que había surgido del espíritu del 15M y que encarnaba los valores de la igualdad y el civismo. Que pretendía incluso mejorar el sistema democrático. Acabar con el bipartidismo. Por entonces tocaba techo y conseguía en 2014 cinco eurodiputados, cuarta fuerza del país habiéndose registrado apenas unos meses antes.
    Mayo de 2019. Cinco años después. Su líder Pablo Iglesias da significado a la expresión «mezclar churras con merinas» y arremete contra Amancio Ortega por sus donaciones a la sanidad pública en equipos contra el cáncer. Faltan solo unos días para las siguientes elecciones europeas: «no se puede permitir que la salud de nuestro hijos dependa de las limosnas de un multimillonario».
    No ha sido ni la Cope, ni 13TV, ni Jiménez Losantos, ni siquiera Eduardo Inda el que le ha dicho a Iglesias que el error fue mayúsculo.
    Que ni la sanidad depende de la fortuna del fundador de Inditex, ni Ortega paga menos impuestos de los que está obligado por ley. Álex Rodenkirchen, de Podemos Dénia, se quedó sin entrar en el pleno de su municipio alicantino y culpa al líder de la formación morada: «Coletas, en Dénia íbamos muy bien, no se te ocurre otra genial idea que hacer un mítin y hablar de Amancio Ortega».
    Rodenkirchen está tras el 26M más tocado que los concejales de Vox en Galicia. Bueno, ni siquiera, porque no existen.
    Añade también, sin pelos en la lengua, lo que le supusieron las palabras de Iglesias: «antes de ese comentario me animaban por la calle, después de ese comentario me decían 'ojalá nunca tengas cáncer'».
    Pablo Iglesias quizás ya haya escuchado todo ésto en el chalet de Galapagar, cuya hipoteca paga gracias a los impuestos -pocos o muchos- que clase baja, media, alta o estratosférica aporta para sueldos de diputados y parlamentos diversos. Claro que señalar que la clase política depende de las «limosnas de un multimillonario» (y de los que no lo son) no quedaba muy guay decirlo.

  • Cuando Rajoy dijo lo de «es el vecino el alcalde y es el alcalde el que quiere que sean los vecinos el alcalde», no contaba con que en no pocas ocasiones las mayorías que salen de las urnas no van para el vecino más votado. Y eso ha dejado algunas sorpresas. En el número uno, la popular Isabel Díaz Ayuso, que será previsibemente la nueva presidenta de la Comunidad de Madrid ¡Qué digo popular! La viral Díaz Ayuso. La trending topic Díaz Ayuso. La que echa de menos los atascos de Madrid. La que tiene en cuenta a los concebidos no nacidos. La que no quiere que se hable de contratos basura porque resulta ofensivo para aquellos que pueden querer uno. Esa Díaz Ayuso que también hoy dejó una perla: «Yo soy y sería la presidenta de todos los españoles en Madrid, pero de todos los españoles».
    Gracias a todos los que votaron a Isabel. Le deseo lo mejor a los madrileños y sobre todo enhorabuena a todos los programas de humor del país que van a tener material como para llenar de guiones la Ciudad de la Cultura.
    Pero todavía más contento que Ayuso e incluso más que José Luis Martínez-Almeida, que será alcalde madrileño si como Isabel llega a un acuerdo con Ciudadanos y Vox, estaba anoche Pablo Casado. Pablo, una cosa es haber salvado los muebles tras perder las europeas y no haber ganado en ninguna autonomía, aunque con pactos pueda gobernar el PP en Madrid, Murcia o Castilla y León y otra muy distinta es beberse cinco Aquarius y venirse tan arriba como tú anoche diciendo que «el PP ha iniciado la remontada».
    Mucho más discreto y elegante, pese al arrase absoluto en Vigo, el socialista Caballero. Casi sale a voto por cada luz led que puso en Navidad. La ciudad olívica, donde Caballero tuvo casi 7 de cada 10 votos se llamaría en la antigua URSS Abelgrado. En el resto de ciudades gallegas, salvo en la Pontevedra de Lores, el alcalde puede ser socialista, casi seguro va a ser socialista. Fruto en ciudades como A Coruña, Santiago y Ferrol de unas mareas municipales en caída libre. El PP en Galicia pierde representación con respecto al 2015. En 179 municipios es la fuerza más votada, pero urbes y grandes villas le dan la espalda. Eso explica que no vaya a gobernar en las diputaciones de A Coruña, Lugo y Pontevedra. E incluso, la torre de los Baltar en Ourense puede caer. El consuelo para un Núñez Feijoo que tiene elecciones autonómicas en año y medio es haber borrado a Vox y desdibujado a Ciudadanos del mapa municipal. Así, duele un poco menos.

  • Es la estampa soñada por cualquier político. Tu gente recibiéndote entre aplausos después de unas elecciones.
    Es lo que le pasaba a Pedro Sánchez hace solo cinco días. Ferraz recibía como un héroe al antes denostado líder socialista. Y es que, aunque parezca que ha transcurrido una vida, solo ha pasado año y medio desde que Pedro Sánchez dejase su escaño y volviese a empezar.
    Una nueva resurrección que le ha convertido en un héroe. ¿Para qué necesitas una mayoría absoluta si con 123 diputados eres dueño y señor?
    Si eran de los que pensaban que una nueva etapa empezaba el 29 de abril, estaban muy equivocados. Nos hemos quedado parados en el tiempo: la investidura no se negocia hasta después del 26 mayo. Así que sí, consideren que todo lo que pasa estos días sigue siendo campaña.
    Unidas Podemos, por ejemplo, se niega a dejarse eclipsar por el Sánchez victorioso. Quieren estar en el Gobierno. Al fin y al cabo no es lo mismo ser llave que tener un o unos ministerios.
    Pablo Iglesias también se siente triunfador. Es lo que toca transmitir de cara al 26 de mayo aunque Unidas Podemos haya caído a la cuarta posición en el Congreso con 42 diputados.
    ¿Y qué me dicen de Rivera? Pues él también se siente triunfador. Cierto que, a priori, Ciudadanos no va a pintar nada en la formación de Gobierno, pero qué mayor satisfacción que verse en el camino de ser el futuro líder del sentir de derechas.
    Estos días hay muchos sintiéndose ganadores y solo uno en el bando de los perdedores. A Pablo Casado no le ha quedado otra que intentar convencer a todos los que han dejado el PP de que no se han ido a la extrema derecha. Casado intenta contener otro desastre electoral en las municipales reubicando a su partido de forma poco creíble en el centro.
    Una evidente estrategia que le ha dado munición a sus oponentes.
    Este era hoy Javier Lambán hablaba hoy de «desesperación» y volantazo.
    Garrido, al que antes llamaron tránsfuga por dejar el PP por Ciudadanos en el último instante, ahora devuelve cuchillos asegurando que si hay un «tránsfuga» ese es Casado.
    ¿Qué le dirá Feijoo este fin de semana a Casado cuando se vean aquí en Galicia de romería? ¿Les saldrá bien el acto de unidad cuando Feijoo ha sido uno de los más críticos tras el giro a la derecha de su partido?
    Mientras tanto, Vox vuelve a dejar claro que lo suyo es mover los hilos. ¿Qué ahora sus amigos de derechas les desprecian? Pues a ellos no les tiembla el pulso y amenazan con dinamitar el Gobierno andaluz. Hasta Moreno Bonilla, que ve su finca en peligro, intenta renegar de las directrices que llegan desde Madrid.
    No se olviden: seguimos en elecciones. Todos toman posiciones para volver a convencer.

  • Cada cierto tiempo, coincidiendo con debacles electorales, asistimos a un fenómeno de la naturaleza que ni David Attenborough sería capaz de explicar. En la especie política los más veteranos de los rebaños, resurgen de cuando en vez tras hibernar largas temporadas. Obedecen, como cualquier animal, a sus instintos de supervivencia. Y actúan cuando mejor les conviene. Hablamos de Esperanza Aguirre y Xosé Manuel Beiras.
    ¿Dónde estaba Esperanza Aguirre cuando se le pedían explicaciones sobre Granados, González y corruptelas varias? Ahí a la lideresa no se la veía demasiado. ¿A qué andaba Beiras cuando muchos señalaron que la enésima división en el nacionalismo de izquierdas condenaba su representación? Entonces creía acertado «facerlle as beiras» a Podemos y a Esquerda Unida. Y ahora nanai.
    Hoy Aguirre dice que Vox no es extrema derecha. Y que con Rajoy empezó el desastre. Así de paso echa un cable a Abascal, al que Casado acusó de cobrar precisamente de los «chiringuitos y mamandurrias» que Aguirre puso a su disposición y que en Vox tanto critican. ¡Qué culebrón!
    Hoy Beiras toma parte en la guerra de En Marea después de que Podemos quiera apartar a Luis Villares de la portavocía parlamentaria. Cuando Iglesias arrasaba en el CIS allá por 2015, la tesis era otra. Ahora a «espazo común» sin votos, todo son pulgas. Dirige a Unidos Podemos un «a cobiza fura as faltriqueiras, e polo furado vaise, ademáis dos cartos, o valor da dignidade».
    Este 2 de mayo, día que conmemora el levantamiento de Madrid contra la invasión francesa, ha sido más bien el día en el que la derecha se ha alzado contra Casado. El primero Ángel Garrido, actual presidente madrileño y fichaje de Ciudadanos que no se cree el giro al centro. La segunda la ultraderecha en Andalucía, que ahora dice no serlo, poniendo Vox en peligro la coalición de gobierno. A perro flaco... lo dicho

  • Pablo Casado dijo siendo presidente de las Nuevas Generaciones del PP, «la inmensa mayoría de jóvenes españoles son del Partido Popular y aún no lo saben». Tras el escrutinio del domingo, siguen sin saberlo, al parecer.
    Hoy, tras la mayor debacle popular de la historia, vino a decir lo mismo, dándose cuenta de que el guiño a la ultraderecha y ofrecer la vicepresidencia a Rivera, desdibujó la marca del PP más centrado. La táctica empleada es virar el timón e volver ao rego. Para eso, como suele ocurrir a mitad de temporada cuando se pierde el título de las generales y queda el de las municipales en juego, se prescinde del entrenador y del director deportivo. En este caso, García Egea, secretario general y Javier Maroto, encargado de la última campaña, se van a la grada. El presi sigue, eso sí, tremendamente cuestionado por la afición azulona.
    La derecha habría ganado con mayoría absoluta las elecciones yendo unida y bajo las mismas siglas a las urnas. Claro que así, a Vox, no le habría felicitado Jean-Marie Le Pen al grito de «¡España, una, grande y libre!». Y Rivera, no podría autoproclamarse líder de la oposición. La atomización, también es de derechas. Y aunque siempre la hubo en la izquierda, ante la duda, el rojo PSOE se impone en el voto útil.

  • Si tengo 123, más 42 de Podemos, me llevo 15 de Esquerra... Uy, espera, «no es no». Vuelve a empezar. 57 tiene Rivera. Así ya sale... Pero teniendo en cuenta el cántico unánime ayer en Ferraz, «¡con Rivera, no!», borra, borra... La cabeza de Pedro Sánchez en las últimas horas es como la de Russell Crowe en Una Mente Maravillosa interpretando al Nobel de matemáticas John Forbes Nash. Y parece que va a tirar la calculadora a la basura. Ábalos o Batet son hoy dirigentes socialistas que apuestan por gobernar en solitario. De tener la cabeza como un bombo por lo que dice el Ibex por un lado e Iglesias por el otro, a ser la bomba.
    Probar una investidura con la abstención de Esquerra y no hacer más cesiones a los nacionalistas es una opción. A menos de un mes para las municipales, autonómicas y europeas, Sánchez parece dispuesto a disfrutar de la cresta de la ola. Mientras, ve a Pablo «Capasado» hundido. Y a un Vox que no cosechó tanto como se anunció antes de la vendimia.
    Sánchez quizás piense también en Alberto Núñez Feijoo. El presidente de la Xunta no pudo hacerlo mejor cuando decidió quedarse en Galicia y no optar a presidir el PP. Ahora está en mejor posición incluso que antes. Aunque nunca tan rojo fue el mapa gallego e históricos del partido como Pilar Rojo o Juan Juncal se quedan sin asiento. Y el Bloque sin escaño cuando hasta el PRC de Revilla saca uno. El regionalismo cántabro se va a Madrid y nuestro nacionalismo no llega. Pero dobla votos y ve cómo En Marea y Podemos se escarallan aquí. Nunca llueve a gusto de todos. Pero ayer sí lo hizo al gusto de Sánchez... ¡Escuchándolo en nuestro podcast es aún mejor, dale al play!

  • Que los analistas políticos coincidan no es fácil, pero si en algo han estado de acuerdo en los últimos días es en que esta ha sido una campaña atípica, la de la crispación.
    No sabemos si ustedes están entre los indecisos a los que apelan hasta el hartazgo los candidatos, pero sí tenemos claro es que hay temas y perlas que han salido a la luz en solo 15 días que van a ser difíciles de borrar.
    Nos ha quedado claro que hay sintonía entre Pedro Sánchez y Pablo Iglesias. Son el bloque de izquierda, aunque el líder de Unidas Podemos piense que el dirigente socialista se la puede pegar con Ciudadanos.
    A Pedro Sánchez se le ha llenado la boca con la Justicia Social y con garantizar que son la opción para no retroceder.
    Además, hemos aprendido que las tres derechas se sienten una sola y único garante de la Constitución. Aunque con sus tiras y afloja en los debates se hayan esforzado por despistar.
    Mucho ojo con «separatistas», «batasunos» y otros males de la sociedad. O eso nos ha contado Abascal.
    También hemos aprendido que en España está difícil hablar en español y que dice Rivera que, si tanto se menciona la Constitución, no queda otra que estudiarla.
    Nunca habíamos pensado que un debate, o más bien dos, fuesen a ser motivo de enfrentamiento.
    ¿Y qué nos dicen del Falcon?
    Ya saben que, según Abascal, vamos a tener que hacernos mirar eso de tener armas en casa y que, aunque Sánchez repita su «no es no», algunos otros piensan que facilitará un referéndum en Cataluña.
    Pablo Iglesias se empecinó con que nos quedase claro que bajará los impuestos a los más ricos. Pero si con alguien no han podido competir los candidatos a la presidencia es con las nuevas estrellas de la galaxia política: Díaz Ayuso la lió con los atascos en Madrid, pero no la lió menos con los «no nacidos».
    Ángel Garrido se lleva el premio a la jugada maestra pasándose de las filas populares a las naranjas en el último suspiro. Pero, para estrella, la popular que más brilla en el firmamento. Cayetana Álvarez de Toledo será siempre la del «sí, sí, sí, hasta el final».
    Ni el propio Aznar se ha resistido a decir que, si se enfrenta a estos candidatos, no le durarían un santiamén.
    Ánimo con lo que queda. Ya saben, por mucho que digan ellos, solo ustedes deciden el 28 de abril.

  • No nos extraña que a Soraya Rodríguez le haya costado entonar con ímpetu el «Vamos Ciudadanos» de Albert Rivera. En realidad es comprensible cuando ahora eres de Ciudadanos, pero hace poco más de un mes eras una líder socialista.
    En poco más de 24 horas termina una campaña para recordar. Seamos francos: la de los despropósitos, la de los ataques en las redes, pero sobre todo, la de no saber quién se va a casar con quién. Del hoy visto esta camiseta, pero mañana me la cambio.
    Nuestra memoria no es tan corta como para no recordar que los ahora enemigos Rivera y Casado fueron los mejores socios junto a Vox en Andalucía.
    Tampoco olvidamos que a pesar de este enfrentamiento abierto existen los momentos de mimos entre los bloques de derecha.
    Ciudadanos y PP quieren ser la auténtica derecha, pero no se sueltan la mano para un pacto de Gobierno. Un grupo en el que incluyen a Vox que, como siempre, va a lo suyo.
    ¿Por qué les decimos todo esto que ya saben? Pues porque una cosa son las sobreactuaciones de esta campaña loca y otra será el momento de la realidad que llegará el 29 de abril. ¿Creen que en ese momento nadie se casará con nadie? Prepárense para conocer a las nuevas y extrañas parejas.

  • ¿Lo escuchan? Es el silencio. Fuera bromas. Es el silencio de verdad. El silencio en el que Albert Rivera no insulta a nadie en un debate. En el que Pablo Iglesias no lo llama maleducado. ¿Lo oyen? Es el silencio cómplice en el que no se escucha a Casado contra Sánchez, ni a Sánchez contra el mundo. Estamos huérfanos de dialéctica política tras dos debates que nos han dejado repletos de titulares y con memes para asfaltar Twitter hasta que lo compre Zuckerberg.

    ¡Pero no pasa nada! Quien tiene un político en campaña tiene un tesoro lleno de joyas que tarde o temprano salen a la luz. Siempre hay una pintada en un muro para hacerse una foto y quedar en ridículo. Un megáfono que coger al revés. Una frase con la que meterse en un jardín a cuenta de Camela, las pistolas, el aborto o la mili.

    Pero el árbitro, cumplido ya el 45 de la segunda parte ha salido con la cartela y solo añade tres (días) al partido. No va a volver a pasar lo que le dijo Rivera a Sánchez en Atresmedia: «ya acabó usted de mentir, ahora me toca a mí».Como queda un mes para las municipales pueden probar a decir verdades. Aún quedan títulos en juego en la temporada política... ¡Escuchándolo en nuestro podcast es aún mejor, dale al play!

  • Albert Rivera ganó el primer round. Se le nota formado en concursos de debate durante su juventud. Ante el guión que llevaba preparado Sánchez, la cerrazón de Casado y lo encasillado del discurso de Iglesias, se vino arriba. Se le da bien la entrada que embarulla la jugada para después salir airoso teniendo prevista la reacción del rival. Si la campaña electoral se les estaba haciendo larga a los naranjas, ahora parecen pocos los días que les quedan por delante.
    Aunque el discurso final, llamado minuto de oro, le quedó un poco de bisutería. Hay que ser más uno y menos creerse Barack Obama o Nelson Mandela. Esto no es Chicago. Y no vamos a ser el primer presidente escogido por sufragio universal en un país. Teniendo en cuenta que además había una sintonía de fondo to' el rato no nos pidas la frikez de oír el silencio. Cuando en este país, desde siempre, calladitos hemos estado más guapos. Lo que habría que hacer, más bien, es ruido contra muchas cosas. Pero claro, a tus asesores les quedaba mejor «silencio» porque casi siempre rima con «cómplice». Y a partir de ahí, es llenar huecos (el fill the gaps de los workbook de inglés del bachillerato). Torra, separatismo, romper España...
    Al final, como en una justificación que no venía al caso, hoy Rivera tuvo que decirle a Susanna Griso en una entrevista que no se ha drogado en vida (Hulio, diría Joaquín). Y todo lo que había ganado, lo pierde cuando de la hemeroteca le sacan archivos diciendo lo contrario.
    De fumarse un porro se recupera uno, de mentirle al electorado ya es otra cosa. Los tuyos te recibieron anoche tras el debate con cánticos de «tú si que vales». El resto a ver si al final no te acabamos diciendo aquello de «comodín, comodín». A ver hoy. Y sobre todo el domingo. Hablamos el lunes.

  • Si los debates son un síntoma de calidad en una democracia la nuestra debe ser de 10. Este lunes asistimos al décimo de la historia.
    Antes se llamaban debates, pero eran cosa de dos. Más que protagonistas, tenían antagonistas. González contra Aznar. Aquellas mesas kilométricas con el candidato tras ellas y una realización audiovisual a lo Nixon vs. Kennedy que hoy provocaría estupor a cualquier espectador con menos de 30 tacos.
    Rajoy y Zapatero tomaron el testigo. Y Mariano nunca defrauda. Entre bloque y bloque dejaba alguna anécdota, un lapsus que aligeraba la densidad del formato campovidalesco. Aún hoy me pregunto si en parte lo hacía de manera consciente, algo que lo encumbraría a mi lista de actuaciones favoritas, justo por detrás de un piscinazo en el área de Cristiano Ronaldo.
    La niña de Rajoy quería unos padres con trabajo, que «los chuches» fueran baratos, lo imprescindible en la vida, claro que sí.
    De eso hemos pasado al Casado que representa a la España que madruga, a un Rivera que solo ve españoles -y nada más-, al Pablo Iglesias de los tres sueldos mínimos -con chaletazo- y a un Pedro Sánchez que no entiende que debatir es intercambiar ideas, no imponer tus normas. Y para ésto, «se non queres caldo, toma dúas tazas». Solo les falta la banda sonora de Maluma y serán felices los 4... ¡Escuchándolo en nuestro podcast es aún mejor, dale al play!

  • Ser pionero en el envío de mensajes a través de móvil está muy bien. Vox quiere mantener contacto directo con sus votantes y ofrece comunicación a través de WhatsApp. Estar dentro del grupo de difusión tiene ventajas. Te enteras antes que nadie de lo del muro en Ceuta y Melilla, el pistolas para todo quisqui, lo de que las más guapas son las suyas, que quieren abaratar el coste del despido, la derogación de las leyes de violencia de género... Y viva España, claro. Lo típico que interesa al millennial de hoy en día en su smartphone FullHD con tarifa te entierro en tropecientos gigas sin posibilidad de exhumación.
    Por eso, ante tanta modernidad, sorprende que Vox reenviara por error un mensaje privado a un grupo compartido con decenas de periodistas. Una conversación en la que Kiko Méndez Monasterio, asesor de Abascal y el vicesecretario de comunicación del partido, Manuel Mariscal, se quitaban la careta. Lo de que la Junta Electoral eliminase a Vox del debate previsto para el martes, en el fondo, molaba más que plagiar una canción de Juanes y convertirla en himno: «cuando nos pregunten por el debate trasladamos nuestro gran cabreo, nada de decir que nos venía bien». Como diría Mariano Rajoy, la segunda ya tal... ¡Escuhándolo en nuestro podcast es aún mejor, dale al play!

  • La definición básica de ciencia política la aprendí en un manual de Josep María Vallés y vendría a ser, simplificando, la gestión del conflicto social. En un inesperado giro de guión los políticos protagonistas de la campaña se han cargado de golpe toda la teoría, simplificando, son ellos los que generan la confrontación en busca de votos. Así, con Casado, ETA vuelve a los entrecomillados. Con Abascal, los muros a las fronteras. Con Juan José Cortés, los asesinos y violadores a las calles.
    Se le preguntó por las posibles alianzas del PSOE con fuerzas nacionalistas tras las elecciones, y se despachó a gustísimo.«Pedro Sánchez no solo se sienta a la mesa con separatistas, también con asesinos, criminales, violadores y pederastas», dijo el cabeza de lista por Huelva del PP.
    ¡Bienvenidos a gestionar el conflicto al revés! ¿Acaso ETA puede volver a matar? ¿Merece un emigrante, como tantos que tuvimos entre nosotros, ese trato? ¿se le puede negar la reinserción a quien ya ha cumplido una condena? Todo es debatible y el dolor de un padre que ha perdido a su hija, irreparable. Pero comparar la derogación de la prisión permanente revisable con ser cómplice de los más nauseabundos crímenes es un pelín arriesgado. La lista de presidentes anteriores y de otras potencias mundiales cómplices de delincuentes sería un pelín larga. Va a ser curioso que al final el partido de Juan José pacte con el que quiere democratizar las pistolas. Igual entonces se vuelve a hacer un lío y dice aquello de «la gente quiere un cambio, quiere a Pedro Iglesias en la calle». Ese sí, pero el resto de condenados, no... ¡Escuchándolo en nuestro podcast es aún mejor, dale al play!

  • Al PP hay que reconocerle el don de la oportunidad. Está guay sacar el mismo día del estreno de la última temporada de Juego de Tronos un vídeo que compara a sus rivales políticos con las sagas familiares protagonistas.
    Pero que el uso del 3D no nos lleve a engaño. El trono de hierro lo quieren todos, Casado el primero. Reducir a una lucha épica con tintes medievales la carrera hacia las generales en esta época de política de bloques y líneas rojas, no se va a llevar el premio al mejor guión original. España tiene mucho de Poniente. Reclamar el poder y ejecutar al adversario, entiéndase sin derramamiento de sangre, no es algo que veamos raro en boca de Pablo Casado cuando dice, por ejemplo, que «Sánchez es el presidente más radical de la historia». Abascal, como ya tiene el caballo y eso que se ahorra, podría tirar de patriotismo exacerbado y soltar un «la unidad de España -o de Invernalia, si se prefiere-, se defiende con todas las consecuencias». Los Lannister o los Stark. El tripartito de derechas o la izquierda con sus sumas y restas. Ni siquiera Albert Rivera podría poner unidad con su ya célebre: «yo no veo rojos y azules, yo veo españoles».
    Hablar más de la plebe y menos de conflictos de poder quizás acercaría a los aspirantes al trono a la realidad. De ficción van sobrados.,, ¡Escuchándolo en nuestro podcast es aún mejor, dale al play!

  • Las vacaciones de Semana Santa empiezan de maravilla. Suben los combustibles en las gasolineras y los candidatos a los atriles ¿O era a la parra? Porque de momento el upload más comentado es un vídeo de las Nuevas Generaciones del PP. Nace la primera agencia high cost del mundo: Falcon Viajes. Viaja Sánchez. Pagamos todos.
    Bien tirada la crítica a los gastos del presidente en el Air Force One patrio ¿Qué será lo siguiente? Universidad Pablo Casado, especialistas en másters. Exilio Iraní, tu banco y cada día el de más ultraderecha. Urnas Ciudadanos, no te la juegues en tus primarias. Estoy por dejar el currículum en las sedes a ver si me llaman para futuras campañas. Claro que el «fachaleco» no me queda bien, y eso reduce el mercado drásticamente. Hoy en día no eres nadie, pasando el PSOE y hasta Vox, sin este chaleco acolchado de plumas. Cón él parece que eres moderno, intrépido, capaz de hacer cualquier actividad al aire libre, si hace fresco por la noche tú sigues haciendo tus cosas de Indiana Jones igualmente... después ves que lo lleva Moreno Bonilla y Ángel Carromero y claro, el facepalm adquiere dimensiones del tamaño de la Ciudad de la Cultura.
    Hoy todo tiene que llevar etiquetas, uniformes, que se sepa en esta política de bloques de qué lado estás. No me imagino a González subiendo una foto al «insta» poniendo #chaquetadepanaconcoderas. O a Aznar usando el hashtag «bigotito». Igual antes, no habiendo debates a cinco y siendo a dos, se hablaba más de ideas y menos de looks. Será que me invade la morriña.