Эпизоды

  • Reseña: The Defenders Por Pada Este contenido trae spoilers incluídos. [email protected] @eseauto elinstadepada La más reciente serie de televisión de Marvel-Netflix es un premio para todos aquellos que vieron las dos temporadas de Daredevil y las primeras de Jessica Jones, Luke Cage y Iron Fist. Y es que lo primero que pensamos al presenciar los minutos iniciales es: ya extrañaba verlos. A unos más que otros. A Iron Fist no tanto, porque era la serie más reciente. Y porque Iron Fist. Sin embargo, es cierto que The Defenders busca darle más relevancia a éste último, ya que gran parte de la trama recae en éste personaje y en la historia que nos contaron en su propia entrega. Al igual que con el Diablo de Hell´s Kitchen, debido a que, gracias a la participación de Stick y de Elektra, también podemos considerar a éstos 8 episodios como una Daredevil 2.5 Prefiero por mucho a ésta Elektra. Bueno, a la versión que vemos rumbo al final y su bien manejado y no esperado plot twist. Porque en un inicio, se comporta como zombie. Y si bien estoy casi seguro de que en un futuro la veremos como parte del supergrupo, por fin me dieron una interpretación del personaje que me dejó convencido totalmente. Lástima que para que ésto ocurrriera, se tuvo que sacrificar, literal, al mejor personaje de la serie: Alexandra, interpretada magníficamente por la señora Sigourney Weaver, demostrando que si bien la industria del entretenimiento es ingrata y se mueve a una velocidad mayor que nuestra propia percepción del tiempo, cuando una lo tiene, realmente lo tiene, y no importa la edad, importa el talento y la experiencia. No hay necesidad de hablar con voz grave o enseñar los colmillos para interpretar a un villano con el cual sabes que no quieres meterte. Me gusta como, al ver a todos los defensores juntos, se destaca aún más el estilo de pelea de cada uno, muy bien definido. Son Iron Fist y Daredevil los que mejor saben hacerlo, es cierto, pero aún así, no se trata sólo de golpear por golpear. Sino que el karate de Danny es mucho más fino que el de Matt, mientras que Jessica se dedica más a cargar y azotar a sus enemigos, y a Luke le basta con quedarse parado e irlos recibiendo como vienen. Pero también en ésta coreografía de historias, participan, y mucho y muy bien, los personajes secundarios. Este baile de intercambio de parejas, no de manera literal, resulta agradable. Sabemos que aunque la publicidad y el status jamás los considerarán así, podemos por lo menos considerar a Colleen, Misty y Claire como Defenders honorarios. Y si. Insistimos: urge ya ir preparando la versión televisiva de las Daughters of the Dragon, con las dos primeras haciendo dueto para combatir el crimen. Así como The Defenders refuerza que no queremos una segunda temporada de Iron Fist o una segunda de Luke Cage y que lo que queremos es una primera temporada de Heroes for Hire, con éstos dos personajes compartiendo pantalla. Y si de desear se trata, y hablando de secuelas, pues no podemos esperar a ver la siguiente de Jessica Jones, porque así como hay aplausos y vitoreos para Weaver, lo mismo debo hacer para Krysten Ritter, quien es la que mejor ha dominado al personaje que le corresponde. Es fascinante la química que tiene tanto en solitario como para con los demás. No sólo con su círculo cercano, al cual ya conocíamos, sino con sus nuevos compañeros. Verla caminar al lado de Matt Murdock ya hace que todo valga la pena. Quiero regresar a Daredevil: en The Defenders, vemos algunas situaciones que podrían estar adelantándonos lo que pasaría en un futuro con el personaje. Durante gran parte de los primeros episodios, vemos cómo se niega a regresar al traje, y con ello, a la identidad. Apenas está recuperando su vida de civil, pero los que lo conocemos, sabemos que su historia está llena de caidas. ¿Está destinado a tocar fondo? Porque si es así, entonces lo que le ha pasado no es nada comparado a lo que podría venir. Ya existen rumores de que la tercera temporada podría basarse en la saga Born Again. ¿De qué va? Rápido: Karen Page se convierte en drogadicta y actriz de películas porno. Para costear su adicción, vende la identidad secreta de Daredevil, la cual llega a manos del Kingpin y éste le destroza la vida. Deja en la calle, literal, no sólo al héroe sino a Matt Murdock también. De hecho, la última escena de The Defenders en la que aparece, donde lo vemos acostado y muy mal herido en la cama dentro de lo que suponemos es una iglesia o un convento, está sacada completamente de Born Again. En varios puntos de ésta entrega de Netflix, se nos presenta cómo, a diferencia del resto de sus compañeros, Matt sí tiene una identidad que cuidar. Y también sabemos cómo en el universo Marvel, son menos los que tienen una. ¿Será que también veremos la adaptación de las historias del escritor Brian Michael Bendis donde, como consecuencia de lo ocurrido en Born Again, la identidad llega a un periódico y se hace del dominio público? O a lo mejor se van por la primera vez que tuvo un problema así: por una carta que escribe Spider-man, queda al descubierto su identidad, por que entonces se crea una tercera: Mike Murdock, el hermano de Matt. Este, sería mucho menos serio que el original, más bromista y más dicharachero, por lo que la gente lo asocia más con Daredevil. Este sube las patotas al escritorio y zapea a Matt. Bueno, pensándolo bien, es una mala idea hoy, así como fue una mala idea en aquél entonces, y por eso, afortunadamente, sólo fue una trama temporal. Quizás sea muy pronto para transformar así de radical al personaje de Karen Page. Pero también es cierto que no pueden darse el lujo de esperar. No sabemos cuánto pueda durar la magia, por lo que no sólo deben considerar acelerar el tiempo para llegar hasta éste punto, y quien sabe, hasta el Born Again también podría ser la caída y la redención de Karen. Y así como es necesario adelantarnos con Page, también es necesario hacerlo con Trish. ¿Van o no a convertirla en Hellcat? Pero decídanse ya. ¿Van o no a darle el traje a Iron Fist? Porque si no, entonces quítenselo a Daredevil, pues sobresalta demasiado con respecto al look de los otros tres. La razón por la cual The Defenders se siente pesada, es porque tarda en arrancar. Pero el incremento de la tensión que tiene hacia el final, me gusta más que el de las anteriores, a las cuales ya uno llegaba un poco cansado y desesperado porque todo terminara. Si, así como me ha ocurrido y lo he dicho con las pasadas, también lo diré con ésta: le sobran episodios. Aún cuando sólo son 8. Para mi, por ejemplo, el primero y el segundo, podrían haber sido sólo uno. O quizás simplemente estoy de acuerdo con el dibujante Kevin Maguire, quien expresó no ser fan del formato Netflix, ya que si bien el elenco y la producción lo hacen muy bien, las historias transcurren como cold molasses, una expresión utilizada, para decir, literalmente, que se mueven como melaza fría. O sea, que transcurren lento, pues. Ah, y qué bueno que hablamos de la producción, pues sí tengo algunas quejas sobre ésta y otros aspectos. La cámara. Y específicamente, la colocación de la misma. A pesar de que, como ya sabemos, son diferentes directores para cada episodio, a todos les dio por exagerar su propuesta visual. Apreciamos cuando alguien se pone creativo y no quiere ofrecer una toma limpia, sino que pone por delante un objeto, y entonces le crea un marquito natural, no completo, a el o los personajes que vemos a cuadro. Bueno, pues en The Defenders se exagera. Hay tomas en las cuales quisieras gritarle al director: quitame esa cosa de ahí que no me dejan ver. Estorban. Eso en cuanto a la presentación. Ahora, en cuanto al guión: me parecen ridículas, pero en realidad ridículas dos situaciones. Los documentos en el piano. O sea, la cosa sucede así: mi papá se sentaba en el piano. Ah, pues seguramente ahí los escondió. ¿En serio? Y por otra parte: te están diciendo que Iron Fist es el único que, con sus poderes, puede abrir el lugar que The Hand está buscando. ¿Que es lo último, pero así, lo último que debería haber hecho Iron Fist? Usar. Sus. Malditos. Poderes. Pero no, aún cuando es timado por Elektra, nada, pero nada hubiera pasado, si no hubieras iluminado tu puñito. Por eso caes mal, y porque pareces taxista contando la misma historia siempre. Siempre estás diciendo: “Pues es que allá en K`un Lun... “ ¡Si, ya sabemos! ¡Ya sabemos! ¡Ya nos sabemos toda tu historia! Basta, por favor. Y por último, a los escritores, les regalo lo siguiente. La frase que le dice Daredevil a Iron Fist, antes de separarse, fue: Protect my city. Bueno, pues no hubiera quedado mejor. Mucho mejor. Ultra mejor que le dijera: ¡DEFEND my city! Concluyo como inicié: The Defenders es una gran recompensa a la lealtad. Y si bien la puedes consumir sin haber visto las anteriores, el gran panorama y el rompecabezas completo, lo tienes sólo con el antecedente de lo que ya pasó. Y vamos, tampoco es que lo vayas a sufrir. Hemos llegado al final de la fase uno del universo Marvel Netflix, y el balance, el balance es positivo. Si quieren conocer los easter eggs de la serie, entonces escuchen ésta reseña en su formato podcast, aquí mismo

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  • Continúa la revisión de la historia de El Hombre Araña. En ésta ocasión, resalta el dibujante Erik Larsen, incluyendo una charla que tuve con él.

    Extracto Sobre la historia en particular que les mencionaba sobre los Sinister Six, a el le tocó escribir una secuela, por llamarlo de alguna manera, con el mismo espíritu de la original. Con muchos personajes y una gran aventurota. Le pregunté si en realidad tantos cameos se debieron a que no sabía si en alguna otra ocasión iba a poder dibujarlos, pues ya se estaba preparando su salida de Marvel, a lo que me respondió que en realidad la historia original se trataba de una aventura más de los nuevos Cuatro Fantásticos. Les explico: en el título de los Fantastic Four, hubo una historia de tres números en la cual se creía que el equipo original había muerto, y entonces Wolverine, Ghost Rider, Hulk y Spider-man se convierten en los nuevos Cuatro Fantásticos. Esta aventura escrita por Walt Simonson y dibujada por Arthur Adams, en realidad pretendió ser una autocrítica de que los antihéroes estaban de moda, como Wolverine y Ghost Rider, y que aparecían en todos lados. De hecho, en el capítulo final, hay un cameo bastante ridículo de The Punisher. Bueno, pues lo que Larsen quería es que estos nuevos Cuatro Fantásticos se enfrentaran a los Sinister Six, pero los editores le dijeron que no podía usar a Wolverine y entonces así ya no tenía chiste y decidió modificar la historia. Y es que en realidad ni siquiera él estaba seguro de que lo de Image fuera a funcionar. De hecho, la idea original es que, su creación, Savage Dragon, fuera una miniserie pero debido al éxito pues la historia ya la conocen y ha sido el título más estable de toda Image desde sus inicios hasta ahora. Larsen eventualmente regresó a hacer trabajo para Marvel, tanto en guiones como en dibujo, y no sólo con Spider-man sino con Thor y Wolverine, por mencionar algunos. De hecho, la historia se repitió, pues me comentó que nuevamente lo buscaron para hacer un número fill in, pero para la serie de Spider-woman de aquel entonces. Es decir, la protagonizada por la tercera en llevar el nombre, Mattie Franklin. Y en efecto, sí hizo el trabajo pero también, por fin se le hizo tener su título de Nova. Un proyecto que de hecho, en formato de mini serie, ya había sido aprobado antes de que se fuera a Image. En ésta versión, fungió sólo como escritor y como portadista. La serie sólo duró 7 númer
  • Extracto La primera escena post-créditos es muy clara. Si todo sale bien, no sólo estaríamos viendo, ahora sí y no como el intento fallido de la duología anterior, la creación de los Seis Siniestros, el equipo formado por los mayores enemigos de El Hombre Araña, sino una auténtica legión de villanos que podría adelantársele por muchos años a lo que nunca han alcanzado con Batman en el cine. Con Spider-man: Homecoming podríamos ser testigos de la Harry Potter para una nueva generación. Con el crecimiento del actor y del personaje, de la mano de su audiencia. Nada de trilogías que caen en su tercera entrega. Nada de proyectos interrumpidos. ¿Les laten 6 películas por lo menos? Texto completo en el post Podcast 227 Reseña Spider-Man: Homecoming Este contenido trae spoilers incluidos [email protected] Twitter @eseauto IG: elinstadepada Parecía que la tendencia de las películas de superhéroes era basarse en sagas de los cómics. Los fans se encargarían de llevarse las manos a la cara, llorar de emoción y contagiarle al resto del mundo el porqué era increíble ver esa historia en la pantalla grande. Spider-Man: Homecoming revira y decide seguir su camino desde cero. No le debe, ni le teme, nada a nadie. Sabe que volver a contar el origen de los superpoderes y revisar la muerte del Tío Ben sería una pérdida de tiempo y prefiere invertirlo en una aventura clásica de El Hombre Araña. Y por clásica no me refiero al aspecto del tiempo transcurrido que a veces implica la palabra, sino a que tiene todos los elementos que enamoraron a los lectores de aquellos primeros números del personaje. El novato que no encaja. Que sueña con más pero la realidad lo jala de regreso. Que se codea con lo asombroso cuando porta la máscara, pero no así cuando carga la mochila del estudiante. El amedentrado por los chicos populares, el pretendiente penoso, el sobrino que ya quiere hacerse a un lado de la sombra de su madre suplente sin que este signifique que deje de quererla. Por lo menos en ésta ocasión, que retoma elementos de la versión Ultimate Spider-man del cómic, tiene 1 amigo. Porque en aquellos inicios, lo más cercano que tenía a ese concepto, se lo proporcionaba un microscopio. ID Con éstas bases, Spider-Man: Homecoming crea su propia telaraña. A partir de ahora, el crecimiento del personaje estará intimamente ligado al epicentro del Universo Cinematográfico de Marvel. Se olvida de la lapidaria frase “Así no es en el comic” para darle paso a, lo que se percibe, como algo mucho más ambicioso. Algo que inclusive, podría seguir vivo cuando el público se canse en la Avengers XXVII o la Guardianes de la Galaxia volúmen 15. La primera escena post-créditos es muy clara. Si todo sale bien, no sólo estaríamos viendo, ahora sí y no como el intento fallido de la duología anterior, la creación de los Seis Siniestros, el equipo formado por los mayores enemigos de El Hombre Araña, sino una auténtica legión de villanos que podría adelantarsele por muchos años a lo que nunca han alcanzado con Batman en el cine. Con Spider-man: Homecoming podríamos ser testigos de la Harry Potter para una nueva generación. Con el crecimiento del actor y del personaje, de la mano de su audiencia. Nada de trilogías que caen en su tercera entrega. Nada de proyectos interrumpidos. ¿Les laten 6 películas por lo menos? Pero para llegar ahí. Hay que afinar los detalles. Llega a ser igual de cansada la voz aguda fingida de Tom Holland como la voz grave fingida de Christian Bale como el Hombre Murciélago. Afortunadamente existe material en bruto dentro del joven actor que puede pulirse. Lo demuestra en los dos más grandes momentos de tensión dentro de la cinta: la conversación en el automóvil con The Vulture, y la motivación para escapar de la tumba de escombros. Los involucrados en Spider-Man: Homecoming necesitan darse cuenta de lo que ya vimos, y que no es necesario repetir. Forzar que el villano se encuentre dentro del círculo cercano del héroe siempre me ha parecido una necedad, que minimiza lo que ocurre en la vida real de cada individuo. Volver a ver una inteligencia artificial con voz, que había sido novedad con Iron Man, ahora no es más que la repetición del mismo recurso cómico. Y sin embargo, afortunadamente también le aprendió a la cinta debut del Hombre de Hierro, cómo terminar una película en un emocionante cliffhanger. Irónicamente, ambos relacionados con la identidad secreta del personaje principal. Y ya que estamos en esas, volteando a ver a aquella película del 2008, insistiré, como lo he hecho en otras ocasiones, en que nuevamente le hizo falta dirección a Robert Downey Jr. No es que lo haga sin ganas, pero a veces es más él, que el propio Tony Stark. Los directores han confiando demasiado en que domina el papel y al personaje, y en cada aparición, se siente menos cuajado, cuando debería ser al revés. Cada que escribo un texto como éstos, le doy varias vueltas en la cabeza, a veces hasta por varios días, para luego aterrizar las ideas. En aquellas horas posteriores a la salida del cine, mi objetivo era dedicarle un gigantesco bloque al porqué la película cometía un grave error en haber elegido al personaje de Zendaya, como Mary Jane. O Michelle Mary Jane. O como quiera que pensaban salirse de semejante atrevimiento. Era tal mi enojo y odio, que bien pude haber ocupado el mismo tiempo sólo en ese tema que el que llevo en ésta revisión. Afortunadamente, Kevin Feige, el presidente de Marvel Studios, salió a los pocos días, a aclarar que Zendaya estaba interpretando a un personaje completamente nuevo. Que claro, no se descarta que sea el próximo interés romántico de Peter Parker, pero que aquello de que sus amigos le decían MJ, en realidad sólo fue un guiño para la Mary Jane original, a la cual entonces, todavía estamos por ver en ésta nueva versión de Spider-Man Si, existe mucho potencial para crear un universo propio de El Hombre Araña en el cine, y éste, no es un mal comienzo. Yo sólo espero que la siguiente entrega sea mejor, mucho mejor que ésta y así entonces, tendré mi propia trilogía. Porque, a la pregunta que todo mundo se hace sobre cuál es el mejor Spider-man del cine, y sobre cuál es la mejor cinta del trepamuros, mi respuesta es: Por el momento, me quedo con las dos 2. La segunda de Maguire. La segunda de Garfield. Venga, Holland, yo sé que tu puedes


  • Podcast 226 50 años de Spider-man (1982-1992 parte X ) · Capitán Pada   En ésta entrega, el Nuevo Nuevo Duende se convierte en el Nuevo Nuevo Nuevo Duende. O mejor dicho, conozcan al Hobgoblin demoníaco. Además, les platico sobre el Hombre Araña más poderoso de todos los tiempos.   Extracto Bueno, ahora sí. Listos para los Acts of Vengeance? Les doy el antecedente. Si Inferno fue una saga centrada en los X-Men, ésta estaría enfocada en los Avengers principalmente. Vimos cómo un sujeto de nombre Lackey, que en español significa lacayo, juntó al Doctor Doom, Magneto, Kingpin, the Wizard, Mandarin y el Red Skull. Les planteó el siguiente panorama: por qué seguir enfrentando siempre a los mismos héroes si éstos ya saben cómo derrotarlos. Lo que se proponía era entonces un intercambio, para así agarrarlos de sorpresa. Lackley jugaba muy bien su papel de sirviente, pues no sólo hacia creer a cada uno de éstos villanos principales que estaba a cargo, sino que los manipulaba a su antojo. O sea era colmilludo y bueno para mentir.  Bueno, es que en realidad Lackey era Loki, el rey de las mentiras. Si. Ya les revelé el secreto muy pronto. Bueno, Loki lo que quería era, para variar, deshacerse de los Avengers, pues todavía se sentía culpable de que se habían reunido por primera vez en su intento por deshacerse de Thor.  El ego de los villanos principales y la pronta recuperación de los Avengers hizo que los Actos de Venganza no se concretaran. Prácticamente todos los demás títulos también le entraron al crossover, sin que esto impidiera que siguieran adelante con sus historias. Por ejemplo, a Spider-man no sólo le tocó enfrentar a nuevos enemigos, sino hacerlo en modalidad... cósmica.


  • Podcast 225 Wonder Woman parte 3   Con este podcast, termina la revisión de la historia dentro y fuera del papel de La Mujer Maravilla       Extracto     Estamos en 1968 y si bien podríamos decir que los sesentas estaban terminando, sabemos que las tendencias van más atrasadas que el calendario, por lo que en julio del mencionado año salió a la venta el número 178 de Wonder Woman. La portada no podía dejar las cosas más en claro. Una imagen de la Mujer Maravilla y de Diana Prince estaba tachada con pintura. La responsable, era el personaje que ocupaba el resto de la portada: una chica de pelo largo, con botas negras largas y un vestido morado con una linea blanca. El texto decía: olvida lo viejo, la nueva Mujer Maravilla está aquí. El fondo verde y las mismas letras, mostraban figuras onduladas. Como si se tratara del anuncio de un festival de amor y paz. La cultura hippie en su máximo punto había llegado a los cómics y para DC, lo hacía a través de uno de ellos, Dennis O Neil, quien se encargaría de escribir las nuevas aventuras de éste personaje.   Si un libro terminó por esclavizar a la Mujer Maravilla, otro comenzaría su liberación. En 1963 salió The Feminini Mystique, de Betty Friedan. En éste, la escritora planteaba una reevaluación de la manera en la cual las profesiones, el matrimonio y las mujeres mismas eran vistas. Para el año siguiente, se acuñó el término “liberación femenina” comenzando así, una segunda ola de feminismo en gran parte del mundo.  En DC Comics, el dibujante Carmine Infantino, el co-creador de Barry Allen junto con el escritor Kanigher, y responsables así del inicio de la Silver Age of Comics, fue ascendido a Director Editorial, mientras que Jack Miller asumió el papel de editor de Wonder Woman. Ellos tendieron la cama para que O Neil llegara al título de la Mujer Maravilla, con Mike Sekowsky en los lápices.    Qué fue lo que pasó dentro del comic? Pues que Temiscira y las amazonas tenían que dejar este plano terrenal para irse a otra dimensión, pues sus poderes, que más bien podríamos decir “facultades”, estaban desapareciendo. Para renovar esa “magia”, necesitaban recluirse y esperar a que se llenara de nuevo.

  • Podcast 223 Reseña Wonder Woman Este contenido trae spoilers incluidos [email protected] @eseauto Gracias Zack Snyder. A ti y a toda la gente involucrada en el casting de Batman v Superman. Quizás a los detractores de tu trabajo, y de la cinta mencionada, no les guste, pero debemos darte las gracias por haber elegido a Gal Gadot para debutarla como La Mujer Maravilla. Una muestra más de que apostar por las caras nuevas, es importante para la industria. Si Hugh Jackman nació para interpretar a Wolverine, Gal Gadot es y será la Wonder Woman de varias generaciones. No me molesta que Tom Hardy pueda ser elegido para ser Venom en la nueva versión cinematográfica del antihéroe, pero me pregunto cuánto talento tendrá que quedar en espera por darle el papel a un actor que, además, ya interpretó a otro villano, Bane, en la tercera entrega del Batman de Nolan. Y así, podría numerar ya varios casos que pertenecen al grupo de “la gente de casting es flojita” Gracias Allan Heinberg. Hace 10 años exactamente, en el podcast tres de Capitán Pada y sus monitos, ¡el tres! recomendé tu muy corto paso por el cómic de Wonder Woman. De inmediato le entendiste al personaje, del cual sabemos eres muy fan desde siempre, y si no fuera por tus compromisos con la televisión, quizás le hubieras prestado más de tu talento a la amazona, y quien sabe, ya estaríamos hablando de una corrida legendaria. Y sin embargo, te la volviste a encontrar. En el piloto de la serie “Amazon” que contaría el origen del personaje. Pero nada pasó. Dicen por ahí que los tiempos de Zeus son perfectos, y ni en el 2007, y ni siquiera en el 2012, nos imaginamos que tendríamos una película de La Mujer Maravilla. Y mucho menos que sería escrita por ti. Lo has hecho muy bien. Esta primera aventura de la princesa Diana encierra mucho de lo que es el personaje, pero sobre todo, diste en el clavo con el mensaje que nos deja. Ya, con eso, la has diferenciado no sólo de sus compañeros que completan la Trinidad de DC Comics, sino de otros héroes que hemos visto en el cine. Wonder Woman emociona, enamora, divierte y entretiene. Y sobre todo: respeta. Respeta que no por no conocer el mundo del hombre, sea intepretada como “mensa”. El detalle del helado es lindo, es tierno. No es Thor aventando la taza. Y no que esté mal, pero después de varios chistesitos del mismo estilo, llega a cansar. Gracias Patty Jenkins. Pues dirigir la película de La Mujer Maravilla no iba a ser fácil. El mundo cinematográfico te olvidamos al desaparecer después de la grandiosa “Monster”. Y te recordamos momentáneamente cuando te ibas a encargar de la secuela de la mencionada Thor. Ahora, creo que aquellos que no estuvieron de acuerdo contigo, se arrepienten. Aunque me pregunto si no las ideas que tenías para esa cinta, las aplicaste, por lo menos en el diseño. Hay un gran parecido entre los interiores de los palacios amazónicos con los interiores de los palacios asgardianos. Sin embargo, no se si sea tu alejamiento del cine, o tu prácticamente nula experiencia en un producto de acción y fantasía. No que sea requisito indispensable, pues hemos visto a otros directores saltar de un género a otro con excelentes resultados. Sin embargo, debo anotarte una que otra falla. En edición, hay algunos saltos de eje incorrectos que distraen de la narrativa. En el uso de la música instrumental, me faltó el tema principal del personaje cuando la vemos mostrarse por primera vez con el disfraz completo, y como que se atrasa hasta minutos después. Además, hay ocasiones en el que el uso del lazo de la verdad, en escenas de acción, se ve poco natural. Se nota que fue realizado por computadora, más allá de su brillo artificial, claro. No sabría decirte si algunas fallas en la interpretación de Gadot sean culpa de ella o tuya. A veces, exagera un poco el hablar lento y entonces esta a punto de caer en lo que ya mencionaba, en hacerla ver como “mensa”. Nada que ponga en riesgo su interpretación, sólo son detalles. Pero no te voy a reprochar más. Pues debemos agradecerte muchas secuencias emocionantes. Mientras que en estas adaptaciones de historietas, en muchas ocasiones es difícil plasmar las poses extraordinarias que trazan los dibujantes sin caer en el ridículo, el porte y majestuosidad de nuestra princesa amazona está perfectamente cuidado. Muchos son paneles extraídos del medio que la vio nacer. Gracias Gal Gadot. El gran éxito de ésta película radica mucho en tí. Porque te creíste el personaje. Ahora te toca creértela que lo hiciste muy bien. Felicidades por posar al lado de Rey y Jyn de Star Wars en la fila de las más grandes heroínas que nos ha dado el cine en los últimos años. Gracias por transmitir el mensaje de amor que tiene la película, el cual se nota que sigues propagando fuera de los sets. Sólo te pido que le avises al resto de los involucrados, que no nos gustó tanto la interpretación final de Ares. Nos encanta el giro de que no fuera el obvio, o sea el soldado malote, sino más bien, como buen diablo, haciéndose pasar por un humano común y corriente, pero de aquellos que son aún más peligrosos. Sin embargo, al momento de su transformación final, no se la crees. Ahí si nos hizo falta algo más mounstruoso y no sólo una armadura y casco que escondían su bigote. Estamos esperando ya ver tus siguientes aventuras como La Mujer Maravilla. No importa que no nos hayan regalado una escena post-créditos que nos “ligara”, con Justice League, que le hizo falta a tu película. Ahi estaremos para verte. Y para la secuela, queremos verte nuevamente con el trabajo de Jenkins y Heinberg. Si ésta se desarrolla en otra década, que no me parece mala idea, aunque digan que es copia de las más recientes de X-Men, qué le hace. Si ésta se desarrolla en la época actual, y como consecuencia de lo que pase en la película de “La Liga de la Justicia”, también está bien. Bienvenida al papel de tu vida, bienvenida Mujer Maravilla. P.D.1 Si quieren conocer los easter eggs y las referencias que hay dentro de la película, entonces escuchen esta reseña pero en la versión podcast.

  • Este contenido trae spoilers incluídos. [email protected] @eseauto A unos meses de terminar lo que podríamos llamar la fase 1 del universo Marvel/Netflix, para usar el mismo término que puso de moda su papá, el cine, existe una sensación, en lo general, de tranquilidad. De que todo va a salir bien, porque existen buenos cimientos. Pero no les voy a mentir, al terminar los 13 episodios de Iron Fist, tuve el mismo sentimiento que cuando salieron los créditos en la sala en la cual vi Captain América: The First Avenger. Es decir, si éste es el último escalón, antes de subir ambos pies y verlos a todos reunidos, pues existe cierto sabor agridulce. Y no lo tenía con Iron Fist. De hecho, el dulce me lo estaba saboreando muy a gusto durante gran parte de la serie. Pero la parte agria me llegó al final como esos caramelos que tienen truco y juegan con tu paladar. Pensé que Iron Fist se salvaría del mal que le he detectado a sus antecesoras: que le sobrarían episodios. Y es que el primero planteamiento, así como el agridulce, es engañoso: Danny tendrá que pelear contra los hermanos para recuperar el legado de su padre, pero la mujer será la que más se tiene el corazón, el hermano será eliminado y el único sobreviviente de los Rand recuperará todo lo que ha perdido. Nada más falso. Afortunadamente muy pronto, como si se tratase de un móvil para bebés que cuelga sobre una cuna, cada personaje va girando, no sólo sobre su propio eje, sino sobre la órbita del microuniverso de Iron Fist. Tom Pelphrey, como Ward Meachum, es el mejor actor de toda la serie, ofreciendo un personaje que, afortunadamente, no es un villanísimo más, eso se lo deja al padre Harold, interpretado, sí, también muy bien, por el adorado David Wenham. La mencionada hermana, cuando creíamos que se convertiría en el personaje femenino principal de la serie, pronto queda en segundo plano, gracias al encanto natural de Jessica Henwick, interpretando a Colleen Wing. Tan es así, que no sólo estamos ansiosos de que se junten los cuatro Defensores, sino también ver a la maestra de artes marciales peleando al lado de la que, como en el cómic, esperemos se vuelva su mejor amiga: Misty Knight, que ya debutó en Luke Cage. De hecho, es Finn Jones el más flojo de todos los actores de Iron Fist. No le supieron quitar pronto algunas muletillas actorales, si es que me permiten el término, y entonces agarra la manía de fruncir la nariz, hacer cara de fuchi, y hablar con voz ronca, muy a la Batman de Christian Bale. Iron Fist se queda floja cuando se siente que la incorporación de Bakuto es precisamente por cubrir con la cuota del número de episodios que hay que entregar. Qué lejos se queda de ser un villano a la altura de Cornell Stokes o Willis Stryker de Luke Cage. Bueno, ni siquiera es un Shades, de la misma serie. Y no tiene nada que hacer frente al Kilgrave de David Tennant, o al Kingpin de Vincent D'Onofrio. Esos son los generales, pero ahora, si me permiten, algunos particulares. Detalles, pues. Si el día del estreno nos dimos cuenta de que era un hecho de que en ésta serie, no veríamos a Iron Fist usar cualquier tipo de uniforme que hiciera referencia a los cómics. Y lo digo porque ni siquiera soltaron una imagen como lo manejaron el día del estreno de Daredevil, pues por lo menos me hubiera gustado más verlo peleando con el tatuaje del dragón en el pecho luciéndose. Recordándonos de que se trataba de ese personaje, el del nombre de la serie, y no de cualquier karateca genérico. Lo único que tenemos cercano a ello, son los harapos que usa en la nieve, de colores verde y amarillo. Por otra parte, el sufrimiento personal de Danny Rand provocado por la pérdida de sus padres nos queda claro. Muy. Desde el primer episodio. No hay necesidad de estar recurriendo al flashback del accidente del avión casi en cada episodio. Es cansado, te hace sentir un televidente idiota y te recuerda que es como cada película en la que aparece Batman: siempre tienes que ver la escena del Callejón del Crimen. Los más grandes aciertos de Iron Fist es que, a diferencia de los otros tres Defenders, éste ya tiene ganas de ser un héroe. Este no duda o llora o se hace el que no quiere o no puede, cuando bien sabe que lo tiene todo para serlo. Si Iron Fist se convierte en un guía espiritual para Cage, Murdock y Jones, habrán dado en el clavo de lo que puede aportar para el equipo. Y sí que hará falta, porque otro de los aspectos que hay que aplaudirle a la serie de Iron Fist, es que siguen desarrollando el peligro que representa The Hand. Ahora mostrándonos que hasta pueden revivir gente, lo cual será clave para lo que venga (recuerden en qué nos quedamos con Elektra en la temporada dos de Daredevil) y que serán, ojalá, unos enemigos formidables que motivarán la creación de los Defenders. Iron Fist no se convirtió en el eslabón de hierro de las series Marvel/Netflix, pero tampoco lo consideraría el más flojo. Afortunadamente, la cadena es fuerte, y no podemos esperar a verla unida.

  • #219 Reseña: Guardians of the Galaxy Vol. 2 Por Pada Este contenido trae spoilers incluídos. [email protected] @eseauto No había visto “Super”, la película escrita y dirigida por James Gunn en el 2010 y que se cree, fue la que hizo que los productores lo consideraran como un candidato serio a encargarse de la primera entrega de Guardians of the Galaxy, que ahora sabemos, se convertirá en una trilogía completada por él. De aquella cinta de corte independiente, me quedo con la ya demostrada y confirmada capacidad de Gunn para elegir y meter una fina selección de canciones pero no mucho más. Y es que Gunn nació para encargarse de películas espectaculares, como nuevamente lo demuesta en el volumen dos de los personajes galácticos del universo cinematográfico de Marvel. Le agradezco mucho que no se permitiera ser seducido por la gran aceptación que tuvo Groot y su versión baby entre el público y que abusara del personaje. Algunos, temerosos como yo, ya lo estaban proyectando como el próximo Jar Jar Binks. La primer secuencia de ésta película acrecentó mi miedo, cuando el protagonista, literal, es éste personaje. Pero afortunadamente, no se trató solamente de una escena gratuita. No sólo acabó pronto con el tramite de darle luz a éste, sino que además, lo hizo de manera muy inteligente, pues para los que nos interesaba tener algo más, nos ofreció un bello plano secuencia que, además, nos hacía imaginarnos lo que ocurría fuera de la pantalla, mientras Baby Groot corría de un lado para otro. Y por si fuera poco, también le dio su espacio y tiempo a otro que se lo merecía y del cual nos había faltado mucho más en la primera entrega: Rocket Racoon. La secuencia de noche en el bosque es maravillosa. Con Drax lo intentó, ahora que lo vimos más desenfadado. Aunque si le cortáramos un poco de esa risa que lo hace parecer más tonto que amigable, hubiera quedado mejor. Y sin embargo, en lo que parecería una contradicción, quisiera que Gunn no se olvidara de “Super” en cuanto a que se trató de un trabajo arriesgado y propositivo. Si tengo una queja de Guardianes de la Galaxia Volumen 2, es que hay diálogos, varios de ellos, que son predecibles, que son de cajón. Que puedes terminarlos en tu mente, una vez que sucede la también esperada pausa dramática. Del tipo: “Entonces no nos queda de otra más que salvar... el universo”. Guardians of the Galaxy demostró que el cine de superhéroes no es un género, sino que puede convertirse en una película de cualquiera de los géneros ya establecidos, incluyendo la comedia. Y debemos reconocer que de no ser por aquella primera película del 2014, quizás una “Deadpool” no podría haber existido. Pero entonces esto ya lo sabemos, y ahora necesita dar el siguiente paso. No me quejo del humor, no me quejo de las puntadas y el buen tino para soltar el chiste o la referencia. Pero me preocupa que entonces, fríamente, no exista una diferencia marcada entre lo que funcionó de la primera, y lo que hace especial a esta segunda. Porque, como lo he dicho en diferentes ocasiones, ya ese primer volumen envejeció muy rápido. Una vez que recuerdas dónde están acomodadas las puntadas divertidas y la trama de la cinta, entonces deja de sorprenderte al verla por segunda vez. Y seguramente ocurrirá con ésta secuela. Así que antes de que ello suceda, prefiero quedarme con el buen sabor de boca al salir de la sala cinematográfica. Me quedo con otro agradecimiento que le tengo a Gunn, el de saber aterrizar conceptos que, hasta para el comic son complejos, como el de Ego, un planeta viviente. Lo repito: un planeta viviente. Sí, es ridículo. Y también el de hacer de personajes de banca, como en su momento lo fueron todos y cada uno de los Guardianes, en algo más interesante que su contraparte en el comic. Si de por si ya le teníamos cariño a los mencionados Rocket y Groot, y a los “adultos” como Gamora, Star-lord y Drax, pues ahora también recordamos con una sonrisa la inocencia de Mantis, de la cual ya también queremos ver más para el volumen 3. Guardianes de la Galaxia volumen 2, es la película que necesitaba para ya olvidarme del volumen 1 y dejarlo descansar para siempre. No volverlo a tocar para que no se siga minando el primer gran recuerdo. Así, ni siquiera me veo en la necesidad de comparar ambas cintas y tener que decidir cuál es mejor. Porque sería injusto para ambas. Es básicamente la misma película, pero con otras canciones y más personajes. Con un villano que más o menos endereza el camino de los fallidos y tristes villanos del MCU, pues si bien no supera, pero ni cerca, a Loki, tampoco es el cansado estereotipo del Yellowjacket de Ant Man. Mira, a mi que ni siquiera me interesaba que develaran quién era el papá de Star-Lord, ahora hasta resultó ser una trama interesante. Sólo le pido al señor escritor y director, que así como se trajo a varios de los actores con los que trabajó en "Super", como es el caso de Michael Rooker- Yondu-, Gregg Henry-el abuelo de Peter Quill-, Sean Gunn-Kraglin-, Stephen Blackheart-Brahl-, Steve Agee EI GI-Gef-, y hasta Rob Zombie, que no pierda ese espíritu de dar el paso siguiente, de atreverse a más, para que no me pase lo que me pasó con la primera, donde hasta el "aaahhh ahhh ah ahhh" de Hooked on a Feeling, terminó por enfadarme. P.D. Si quieren conocer los easter eggs y las referencias que existen dentro de ésta película, entonces escuchen la versión en podcast de ésta reseña

  • Este contenido trae spoilers incluídos. [email protected] @eseauto La televisión ha cambiado. Cada vez tenemos más productos dignos del siglo XXI y no por su tecnología, sino por su contenido, su narrativa y su manera de contar historias. El gran boom que comenzara con producciones como 24, Lost o Prison Break y que continúa hasta nuestros días con House of Cards, Game of Thrones o The Walking Dead sólo ha provocado que, quizás, ahora sí, la gente deje de asistir al cine pues en su habitación frente a pantallas de diferente tamaño, encuentre lo que le gusta, con una calidad que no le pide nada a otros medios de entretenimiento. Mientras que Agents of S.H.I.E.L.D se ha convertido en una obra pesada, que ya sólo siguen aquellos que no se atrevieron a soltarla en sus momentos más débiles, y el llamado “Arrowverse” de DC Comics no satisface a muchos por sentirlo, aún, un producto demasiado colorido, con sabor a “superhéroes”, FX pide permiso para pasar al frente y robarnos 5 minutitos de nuestro tiempo para presentarnos Legion, la primera serie de televisión de la 20th Century Fox, ubicada en el universo cinematográfico de los X-Men. Y entonces, nos enseñaron que todavía hay mucho que contar. Y diferentes maneras de hacerlo. Lo que en los cómics ya sabíamos: ser un mutante no significa en automático usar un disfraz y un nombre clave que no sabes si se refiere a un superhéroe o a un nuevo automóvil. No todos los mutantes salen a salvar al mundo, y si son muchos para los que sus capacidades diferentes, son en realidad una pesadilla, una tortura, una carga. Es lo que nos presenta Legion en sus primeros minutos. Un joven de nombre David cuya vida está arruinada desde hace muchos años. Que, al igual que el espectador, no logra distinguir lo que es verdad de lo que es mentira. Porque tiene un cerebro muy juguetón, al igual que todos los realizadores de la serie, encabezados por Noah Hawley, el mismo responsable de la serie de televisión de Fargo, también para FX. Legion es una clase de herramientas visuales. Es la serie que ojalá un profesor universitario avispado les esté encargando ya a sus alumnos ver y observar, para que aprendan de narrativa y de cómo una sóla situación, se puede contar de diferentes maneras. Con la cámara de cabeza, con un cuarto lleno de piezas blancas, con un musical de Bollywood o con una animación en pizarrones de gis, mi secuencia favorita de toda la serie, por cierto. Sí. Tantas piezas te pueden volver esquizofrénico, irónicamente, debido a la condición de nuestro protagonista, y supongo que si no estás en el mood correcto, posiblemente acabes por no terminar el episodio que te corresponde. Porque si Legion ya nos hizo el favor de, en su primer temporada sólo contar con ocho episodios, lo menos que podemos hacer es regresarle la cortesía como para darle una segunda vuelta. Para encontrar eso que se nos pasó la primera vez, ya sea porque no contabamos con la información que se nos revelaría tiempo después, o porque apenas nos estábamos recuperando de la volada de cabeza que nos habían provocado tan sólo segundos antes. Legion es magistralmente interpretado por Dan Stevens, quien me recuerda a Hugh Laurie (House) gracias a su magnífica capacidad para expresar tanto el inglés británico como el inglés norteamericano. Quien es adorable cuando debe de serlo, pero también temible cuando la situación lo amerita. Me cuesta trabajo creer que se trata del mismo actor que interpretó a Bestia, en la adaptaciòn más reciente de Beauty and the Beast. En ésta, el papel no le exige nada, y se queda muy pero muy corto, comparado con todo lo que le demanda entregar cada episodio de Legion. Que por cierto, en cada uno de los ocho nos sorprende hasta con créditos de presentación diferentes. Cada uno, bello por sí solo. Como lo es también todo lo relacionado con el oído. Tanto los efectos estridentes y seguramente creados en exclusiva para la serie, como también la selección de las canciones. Sí. Les digo que también sirve como clase de diseño de audio y diseño visual. Y hasta de diseño de producción, porque yo sólo espero que en los extras que se incluyan en el formato casero de la serie, nos den una probadita de cómo se realiza cada episodio. No me quiero ni imaginar su escaleta, sus requerimentos, la sala de props. “Muy bien, muchachos, para hoy vamos a necesitar el traje blanco como de villano de James Bond, la botarga del personaje cabezón, los extras que están siendo maquillados como zombies y la estancia con la equis en la ventana”. Wow. Alucinante A Legion no le preocupa, por el momento, gritarle a todos que pertenece a los X-Men. Los que llegamos ahí por ésta relación, bien hecho. Los que no, son también bienvenidos. Por eso se tarda en aclararnos, sin ser tan obvios, que en efecto, se trata del hijo biológico del Professor Xavier. Pero insisto, en que eso es lo de menos. Esta no es una Smallville o Gotham que quiere terminar en cuanto el protagonista se ponga el traje de superhéroe. Legion quiere demostrar que dentro del abanico de seres superpoderosos, apenas y se han explorado una que otra opción, dentro de las muchas que se pueden explotar. Cuando se anunció Legion, no podría haberme importado menos, pues lo tenía catalogado como el típico personaje de los comics que, al ser hijo de un ser humano con superpoderes, pues este iba a ser más fuerte que el padre o la madre, y que está destinado a convertirse en un peligro para el mundo. Cuando se estrenó Legion, la serie me demostró que ahora no sólo contarán conmigo para la segunda y las temporadas que vengan, sino que es el pretexto que necesitaba para, ahora sí, leer uno de los títulos infravalorados del primer Marvel Now!, X-Men Legacy, protagonizado por Legion. De Legion vamos a estar hablando en febrero del 2018, no sólo cuando se estrene la segunda temporada, sino porque, si este mundo es justo, estará nominada y será acreedora a varios premios, merecidos, por cambiar, como lo hicieron las que vinieron antes, las reglas de lo establecido de la televisión.

  • #212 Reseña: Logan Por Pada Este contenido trae spoilers incluídos. [email protected] @eseauto En julio del año 2000, se estrenó X-Men, y el mundo de los superhéroes en el cine, no volvería a ser mismo. En parte gracias a la interpretación del mutante más querido y popular de las dos décadas previas a su debut cinematográfico, por parte de un actor australiano que apenas y tenía dos películas en su currículum, a sus 32 años. 17 años después, se ha cerrado un ciclo, pero queda en buenas manos, gracias a Daphne Keen Fernández, de 12 años. Logan, es su primer película. El cariño que se le tiene a Wolverine en el cine, es gracias al tino perfecto que se tuvo, en su momento, para elegir a Hugh Jackman, a pesar de ser la tercera opción. Y ahora a Keen, como Laura Kinney, para continuar con el legado. Porque la popularidad que tiene el mutante de las garras de adamantio en los comics, esa ha llegado por otros factores: por el pasado misterioso, por los poderes y extras que lo vuelven cercano a lo inmortal, por ser el antihéroe por excelencia, el que marcó la pauta para muchos que le siguieron. Por ser el héroe con su amor platónico pelirrojo viviendo bajo el mismo techo, y por ser un bebedor, y un fumador, bueno, ex-fumador porque en los comics de Marvel desde hace tiempo ya no se muestra a nadie fumando, por órdenes del editor y ahora jefe creativo de Marvel Entertainment, Joe Quesada. Y sin embargo, con todas las de ganar, las dos películas de Wolverine en solitario, no funcionaron como hubieramos querido. Quizás podríamos decir que se trataba de otro caso del tipo “ten cuidado con lo que deseas” y es que desde aquel 2000, no dejamos de gritar, pedir y hasta exigir, más material de Jackman como Wolverine. Sin embargo, jamás fue culpa del actor, sino de una primera película que nunca estuvo al nivel de la primer trilogía de los Hombres X, y que a final de cuentas, provocó que se detuviera todo el proyecto del sub sello “X-men Origins”, las películas en solitario de los integrantes más interesantes, incluyendo a Magneto. Por eso, entonces el nuevo rumbo comenzó con First Class, haciendo un soft reboot de la franquicia. Pero estábamos dispuestos a darles chance una vez más. Y fuimos a ver The Wolverine. Y mientras que la primera era tonta, ésta era demasiada seria. Y la seriedad es prima cercana del aburrimiento. Y creíamos que no queríamos nunca más una película de Wolverine si no era al lado de sus compañeros. Hasta que llegó Logan. Y ah como cuesta trabajo creer que se trata del mismo director en ambas películas. Vivimos en días de absolutos. En los cuales un tuit “nos hace el día” o un meme “es lo mejor que hay en internet”. Guardianes de la Galaxia es la mejor película de superhéroes. O eso dijeron, hasta que llegó Deadpool. Deadpool es la mejor película de superhéroes. Eso todavía hasta el año pasado. Hasta que llegó Logan. Y entonces todos dicen que es la mej.... bueno, ya saben. Evitaré el absoluto. Porque no quiero jamás ver la mejor película de superhéroes. Prefiero ver aquellas que de vez en vez elevan la barra, y las siguientes tienen un reto por superar. Logan, sí, eleva la barra, pero también abre otra cancha. Como lo hizo GOTG y como lo hizo la trilogía de Nolan de Batman. Es liberar un mapa nuevo, para explorar más posibilidades. La película que nos entregó el director James Mangold es fina. En sus locaciones, en su ambientación, y en su estructura. Tiene muy poco de fantasía colorida y sí mucho de una desolación obscura y llena de polvo, de calor que cala. Fino en mostrarnos cómo el otrora mutante más poderoso de la Tierra ahora pasa sus últimos días víctima de esas mismas facultades. No recuerdo una visualización así de interesante del Profesor Xavier. Fino en hacer una gran película que en paralelo, pasa la estafeta a la nueva generación. Que no pudo ser posible, insisto, sin la atinada elección de Keen. No sólo ofrece una actuación magnifica, sino que, durante la mayor parte de la película, lo hace sin usar a uno de los más grandes recursos actorales: la voz y los diálogos. Para ello, entonces usa los demás: todo lo expresa por medio del rostro, de las manos y del resto de movimientos corporales. No olvidemos que es una niña de 12 años. Ya quisieran muchos. Mientras que la película cuatro de Indiana Jones, y la cuarta y quinta entregas de Duro de Matar fracasaron rotundamente en hacernos encariñarnos con los supuestos sucesores de los héroes principales, Logan triunfa y nos provoca la misma sensación que tuvimos allá en el mencionado año 2000. En el camino rumbo a Logan, no faltaron las voces preocupadas que decían que no se podía hacer una adaptación de Old Man Logan sin la presencia de otros personajes de Marvel, comenzando por Hulk. Ahora les pregunto ¿Con cuál versión se quedan? Más que una reseña, también sirvan estas palabras para hacerle la despedida y agradecimiento a Hugh Jackman por todas las veces que interpretó a Wolverine. Desde los simpáticos cameos hasta las secuencias en las cuales se llevó a todos de calle, literal y figurativamente. Lástima que, si tengo alguna queja de Logan, es que durante gran parte de la recta final de la cinta, sólo lo vemos quejarse, cojear, pujar y hacer carita de dolor. Esto le resta dolor e impacto a su muerte, pues ya venía dosificada, avisada y repartida. El Wolverine ha muerto. Larga vida a Logan. Bienvenida Laura. Se convierte ya en un nuevo clásico. En la cinta a vencer.