Эпизоды

  • Están persiguiéndome, así que voy por buen camino. Si no volvéis a oírme seguid buscando la verdad de La Zona.

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    ARCANHELL
    Llamadme Arcanhell.
    Ya no emito desde el Búnker.
    Tengo sólo unos minutos. Pocos.
    Menos de los que acostumbro.
    El búnker ha dejado de ser seguro.

    Sé que me habéis seguido. Que me habéis descubierto. Pero no tengo miedo.

    Tengo que seguir buscando. El chico de la moto … está muerto. Sí. Supongo. Hubo un disparo. Lo oísteis. Pero… Y no tengo más grabaciones. No me han llegado. Intuyo, no, lo sé, lo sé, sé quién me las ha enviado. Pero esa persona… se ha ido. También. Yo también tengo que irme. Hay imágenes, hay personas, hay sitios que..

  • Hay una historia que no se contará nunca de negocios y poder. Yo sé la verdad, pero no soy el único.

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    ARCANHELL
    Llamadme Arcanhell.

    Arcanhell.
    Emitiendo desde El búnker.

    Perdonadme, hoy no estoy muy bien, hoy… Había imaginado algo diferente, pero… Ni siquiera puedo…

    En un mundo perfecto.... no me estaríais escuchando, porque yo no tendría nada que decir, porque no existiría esta interferencia que me obliga y que a vosotros os quiere llamar la atención.


    En ese lugar ideal, irreal no habría bunkers ni emisiones fantasmas, ni discursos secretos con las voces camufladas, ni grabaciones enterradas con súplicas sin respuesta.

    Arcanhell no existiría en un mundo perfecto.

    En ese sitio imposible la verdad no existiría
    porque tampoco existiría la mentira.

    Ni los héroes. Porque no necesitaríamos hazañas extraordinarias.

    En ese universo paralelo tampoco harían falta periodistas porque tampoco existirían los secretos.

    Hay una historia que no se podrá contar nunca.

    Una historia de negocios.
    Una historia de poder.

    De una central nuclear enfurecida.
    De un montón de muertos sin nombre, sin cuerpo, sin lápida.
    De una zona atrincherada repleta de veneno silencioso.
    De un batallón de liquidadores encargados de dejarlo limpio a cambio de dejar su vida en prenda.
    De una fuga, otra más, en la central herida.

    De los cobardes que han aceptado todo eso, obedientes.
    De los cínicos que se han aprovechado.
    De los poderosos que los han protegido.
    Del jefe que tiene en su mano a todos.
    Del mal necesario.

    Y no os la van a contar porque todo se compra.

    Alguién llama a los jefes policiales, a los jueces, a los grandes empresarios.
    Alguién llama a quién puede borrar los textos, cegar las imágenes, acallar las palabras.

    Y el silencio se hace.
    Nada se cuenta.
    Nada se sabe.

    ¿Qué más puedo hacer? Lo siento, hoy no me encuentro muy bien. Tengo una grabación más, la… una más. Y no, no me gusta… Es, es… también es el silencio.

    CHICO DESCONOCIDO
    Me duele todo. Seguro que es por lo de la Central. Tanto reirnos y al final tienen razón los jipis de los cojones con lo de la radiación. ¿Y si pasa como con los rusos esos que de repente tenían cáncer y bultos por todos lados? Les sacaron echando leches de allí. Ciudades enteras. Pero aquí en Nogales, ¡en Nogales! Si hubieras visto aquello...

    ARCANHELL
    Hemos visto... hemos.

    Parece que sólo quedan los discursos.
    Ferreras y sus palabras huecas.

    Ni una palabra de los negocios de su amigo Fausto Armendáriz, ni las más ligera insinuación a las manos mágicas del juez Miralles. Ni la más leve referencia a las mujeres de El Balneario, ni a las piezas humanas cazadas por Lucio Braña, ni a las tropas secretas, milicianos venidos de lejos, para abrir gargantas y cerrar las bocas.

    Ni una imagen sin intención.
    Los cajones llenos de verdades y las portadas saturadas de humo. ¿Dónde se guardan esos vídeos? Inspector Uría, ¿usted lo sabe? Tiene que ser duro darse cuenta de lo fácil que es filtrar sus devaneos con las drogas y lo difícil que es encontrar las imágenes en las que lucha contra el monstruo de la Central. O ¿es eso también una leyenda?

    CHICO DESCONOCIDO
    ¡Las cámaras! Había cámaras. Tienes que arreglarlo. Tienes que decírselo. Seguro que las miran joder, como la caja negra de los aviones. Y claro… Voy preso, tío, lo sabes. Ya que más da… Voy a pedir ayuda. ¿Me oyes? Antes de que se me muera el trasto éste.

    ARCANHELL
    Había cámaras. Unas cámaras que aterran a un pequeño indeseable que se esconde en un agujero del bosque…
    Unas cámaras que delatan sus negocios extraños, sus intercambios, sus cómplices. Pero, pero si todo eso está y hay un testigo que lo dice, que se lo cuenta a alguien que puede arreglarlo, que puede borrarlas, se supone, eso significa arreglar, esas cámaras también pudieron grabar otras cosas, grabar el accidente, las horas inmediatas. Y no hay nada eso.
    Sólo queda lo que interesa.
    Ni una palabra. Ni una imagen sin intención.

    La especialidad del poder. Cada cosa en su sitio, cada pequeño desastre desconectado de los demás.

    Escuchad bien. ¿Habéis oído esa voz?

    CHICO DESCONOCIDO
    Voy a pedir ayuda. ¿Me oyes? Antes de que se me muera el trasto éste.

    ARCANHELL
    Sí, yo la oigo. Pero no sé qué dice. No lo sé. Por más que….

    CHICO DESCONOCIDO
    Ya está. Alguien viene. ¿Lo oyes? Hay varias voces, ¿o no?

    ARCANHELL
    No lo sé. Soy incapaz de descifrar esas voces, esos pasos.

    CHICO DESCONOCIDO
    Seguro que están haciendo una batida porque la gente salió horrorizada y... Van a flipar cuando me vean aquí. Yo lo arreglo, te lo juro. Y vas a quedarte de piedra cuando te cuente lo de la Central, porque yo estaba justo dentro cuando--

    ARCANHELL
    Sí.
    Un disparo.
    Y silencio.

    He leído tantas listas, sus nombres, los muertos de Nogales, los que perdieron la vida aquel día.... Me pregunto si entre ellos estarás tú.

    Me pregunto si el accidente fue sólo una excusa, si nuestro mal venía de antes. Si alguien había diseñado nuestra zona de exclusión.

    Ya sé que somos muchos. Que estas emisiones han llegado a muchos oídos y han crecido en la voluntad de muchas manos.
    Que se han transformado en acción.

    Pero también sé, también sabemos, que tenemos enemigos. Desde el primer día. Desde antes de antes de empezar a emitir estos apuntes.

    El búnker está en peligro.
    Todavía hay mucho que contar. Vigilar a Armendáriz y a su trama. No perder de vista al delegado Ferreras. A los policías blandos, a los científicos cobardes. A los héroes derrotados.

    Se que estoy vigilado. No tengo miedo. Os he visto rondando por dónde creéis que me muevo.

    Pero esto…
    Esto no se acaba aquí.

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    ARCANHELL
    Arcanhell.
    Emitiendo desde El búnker.

    He visto vuestras miradas buscándome en cada rostro. He oído mi nombre. Algunos entre risas habláis de mi locura. Os preguntáis quién es el chico de la moto, habláis de una burda invención. Que he visto demasiadas películas.

    Os propongo un ejercicio sencillo, sólo requiere un poco de imaginación. Recordar el 27 de abril de 2014, el día del accidente en la Central.

    Llegáis a casa después de un día duro de trabajo. Preparáis una cena, sin tener que mirar las malditas fechas de envasado de cada producto ni pasarlo por litros y litros de agua. Os sentáis plácidamente en el sofá, con los pies en alto, para ver el nuevo capítulo de la serie que os tiene enganchados.

    Todo es perfecto.

    Y de repente un apagón. Os acercáis al cuadro de luces para subir los plomos y en el camino os dáis cuenta de que la calle está oscura, también el edificio que se ve desde la ventana.

    Utilizáis la linterna del teléfono móvil para remover mil cajones hasta encontrar las malditas velas. Encendéis un par con la seguridad de que se solucionará pronto. Vais a por el ordenador. Un corte de luz no conseguirá que os quedéis sin terminar la temporada. Volver al día siguiente al trabajo sin saber si el Inspector ha conseguido destaparlo todo, sin conocer el origen del mal, es sin duda una lenta agonía hacia el spoiler.

    Imaginad lo cotidiano. Sin más.

    Antes de dormir, un vistazo a las redes sociales y como trending topic: #Nogales. De la sopresa, al desconcierto, de la confusión a la alarma.

    Cada noche, desde hace tres años, ese momento se reaviva como fuego en mi cabeza.

    Ahora, después de una larga jornada de trabajo asumo la falsa calma de las nuevas noches de esta tierra. Preparo mi cena radiactiva mirando fechas de envasado, descontaminando cada ingrediente. Después me siento en el sofá, con los pies bien plantados en el suelo, y...

    ...apago la luz.

    Pensar que estoy dentro de una ficción es lo único que me salva.

    Ojalá fuera así.

    Fantaseo con viajar en el tiempo a aquella noche. Presenciar el fallo que despertó a ese Monstruo que mantienen sedado.
    Escucho las grabaciones del chico de la moto para encontrar algo, ni siquiera sé el qué. Algo…

    CHICO DESCONOCIDO
    Tiré para la comarcal atravesando el bosque. Si lo he hecho mil veces. Me alejé de la gente. Caminé unos veinte minutos, no más. Media hora. Donde el hayedo más viejo. Al otro lado del arroyo, joder, donde nos bañábamos, tío. Me parece. ¿Por qué no vienes?

    ARCANHELL
    Y empiezo a creer que es a mí a quién habla. Pero no puedo descolgar, no puedo, no puedo. Y reconstruyo sus pasos, pero no hay nadie. Nunca…

    En las nuevas noches de este valle, el canto de los grillos se funde con el chisporroteo de los contadores geiger. Los vegetación salvaje se reivindica. La ruina conquista los espacios desvalijados a golpe de contrabando. Los liquidadores cargan con el agotamiento y la certeza de ser carne de cañón, víctimas de controles chapuceros, cómplices de trampas legítimas en la ciudad sin ley.

    Carne de cañón, víctimas, trampas.
    Como este. Como el chico de la moto.

    CHICO DESCONOCIDO
    Estoy acojonado. Que a lo mejor el jefe piensa que me he largado. O peor, que pensáis que me he quedado allí y hasta que se ponga orden no empezáis a buscarme. Y me pudro aquí joder. Joder, joder…

    ARCANHELL
    ¿Quién protagoniza esta ausencia? ¿Quién eres? ¿Por qué no cogiste el teléfono?

    CHICO DESCONOCIDO
    Yo soy el primero que no quiere llamar a la poli, ni a nadie. Que yo cumplo, ya lo sabes. Soy legal pero… joder… tío, es que estoy de mierda hasta el cuello…
    Me estoy quedando sin batería.

    ARCANHELL
    ¿Por qué? ¿A quién espera, quién le persigue?
    ¿Por qué? Un tipo que podría ser clave en la investigación ha desaparecido, nadie le ha buscado, y ha dejado dejado estas grabaciones ...

    Mientras nosotros excavamos en nuestros recuerdos, mientras gritamos. Algunos cierran sus ojos alejando el amanecer, y otros olvidan en el club de carretera.

    ¿Habéis estado alguna vez allí, en el Balneario? No me refiero al pequeño paraíso de aguas termales donde hoy sólo habitan los lobos. Hablo del Club Balneario que dirigía Aurelio Barrero, el epicentro de todo tipo de intercambios.

    ¿Qué hacer para sobrevivir un día más?
    Comprar un billete.
    Destino: el Balneario.

    Y los que nos manejan lo saben bien. Políticos, empresarios, jefes de todo rango, periodistas… pero así es la vida en la frontera, dicen por aquí.

    Inspector Asunción, ¿qué le pareció el lugar? ¿Encontró lo que buscaba?
    Ese antro es un nido de secretos.

    Si sus paredes hablaran, si lo hicieran sus espejos, usted ya estaría de vuelta a la capital para contarle a sus amigos la aventura de la radiación. Seguro que lo estará deseando. Lo rápido que aprendió a quitarse ese traje de protección NRBQ, por ejemplo. Dígalo así, con todas las letras, que queda muy profesional. Explique la técnica, conteste a sus preguntas. Hable de milisieverts, de lobos infectados, de cadáveres devorados por caníbales, de lluvia corrosiva, de los malditos de Nogales.

    Y cuente por favor que una nueva nube nos amenaza con su vapor radiactivo. Seguro que a usted le hacen caso. Dígales que algo sucedió en la Central hace unos días y el Monstruo ha despertado.

    Nosotros, los condenados, seguiremos preparando las trincheras. Porque también hemos despertado y la guerra está cerca.

    Soy Arcanhell.
    Soy yo.
    Soy uno de los vuestros.
    Carne de cañón.

  • Nogales, paraíso nuclear. Ya llevamos tres años de mentiras. ¿Preparados para el día de la verdad?

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    ARCANHELL
    Llamadme Arcanhell.

    Arcanhell.
    Emitiendo desde El búnker.

    Esta mañana he visto a una pareja de veinteañeros hacerse un selfie. De fondo, una pared llena de pintadas entre las que se podía leer la ya habitual consigna de «Gitanos radiactivos». Me han saludado cotidianos, livianos, sin más, como se saludaba antes por aquí. He seguido mi camino pensando en ellos, tanto, que he terminado dándome la vuelta.
    ¿Puedo ayudaros? ¿Estáis de paso? ¿Sabéis que estáis en la boca del lobo? De manadas de lobos infectados...

    Y sí, sí lo sabían. Por eso estaban aquí: un trepidante fin de semana de excursión a la zona. Piensan que dentro de poco esto se pondrá de moda. Ya hay contrabandistas que comienzan a ofrecer sus servicios como guías dentro de los límites de exclusión. Nogales digna heredera de Chernóbil, lo es también de su turismo radiactivo.

    Nogales, paraíso nuclear.

    ¿Qué le está pasando a nuestro mundo?

    Águeda, la dueña del restaurante del cruce de la comarcal, dice que cada día crecen los interesados. Este año, con la noticia de los retornados a sus pueblos, son más lo que consideran que están fuera de peligro pasando una jornada en el valle. «Es difícil encontrar lugares donde la naturaleza salvaje ocupe el lugar que le arrebataron», dicen. «Es mágico adentrarse en lugares donde el tiempo se ha detenido», dicen. «Es un privilegio respirar esta calma», dicen. «¿Cuánta radiación puedo acumular? ¿La misma que un vuelo transoceánico? ¿Los niveles de una radiografía?», dicen. Águeda, famosa por su ironía, todos la conocéis, les habla de su cocina fusión nuclear y de la cantidad de platos contaminados de la carta. Ríen, intercambian chistes, después ella les escupe en el café, dice.

    Águeda cree que deberíamos aprovecharnos del estigma. Si estamos condenados, al menos que nos salga a cuenta.

    Puede que tenga razón…

    ¿Y si sacamos partido de los crímenes y las desapariciones para hacer la experiencia más completa?

    Que los aventureros de Nogales puedan revivir una historia real. Reconstruirla paso paso. Desde la tragedia de la Central hasta el bosque, paso a paso...

    ALVARITO
    Me están siguiendo. Joder, joder, joder…

    ARCANHELL
    ¿Qué opina Inspector Uría?

    Total, si algo sabemos bien los que nos quedamos es que el beneficio sin escrúpulos brota como la mala hierba.

    Tiene que ser muy complicado nadar entre dos aguas. Perseguir a los malos sin salpicar a su hija. Deje de hacerlo. Esther es mayorcita y sabe muy bien donde está metida.

    Usted quiere hacer su trabajo.
    Usted aún cree en el bien y el mal.
    Usted reconoce el mal en las fotografías de familias bien avenidas, lo reconoce en los eventos distinguidos y las cenas benéficas. Y no es el único, pero sí el que tiene la capacidad de dinamitar los cimientos de este gran teatro del submundo y de la cloaca.

    Sé lo que ha sucedido en la Asociación de Víctimas. Deje los numeritos para el circo. ¿No se da cuenta de que está en el punto de mira? Los héroes deberían estar con las víctimas, no presentarse como gallos de pelea exigiendo respeto. ¿Cree que es más valioso su dolor que el de Fabiana Garmendia? ¿Cree que ella no tiene el mismo derecho a buscar la verdad?

    La verdad, Inspector Uría, la verdad.
    Inspector, sé que está despertando, pero déjese ayudar. Confíe en quienes están de su parte.

    Y escuche.

    CHICO DESCONOCIDO
    Ahí en la fuente había un chorrito se hacía grandote, se hacía chiquito…

    ARCANHELL
    Porque todos estamos en un agujero, embarrados, calados hasta los huesos, cercados por una lluvia sucia, en medio de la noche, por lobos que aúllan dentro de nuestras cabezas, por alguien que nos persigue, lo creemos, lo intuimos, por un miedo impreciso que arrastramos desde aquel accidente de la Central.

    Todos. Sobrepasados. Agotados. En el límite de nuestras fuerzas.

    CHICO DESCONOCIDO
    Oye, dile al jefe que lo tengo todo bajo control ¿vale? Que yo cumplo. Dile que no he tocado nada, te doy mi palabra. Y que no me he escapado a ningún sitio. Y me he traído el paquete. Y que tampoco estoy herido. Porque había mucha gente herida, yo la he visto. Y peña con trajes de esos de protección y con máscaras. Parecía una película. Pero yo he salido. Todos salían, todos. El fin del mundo. Menos uno. Hay uno que ha entrado, como quien se pone el primero en una batalla. La guerra joder...

    ARCANHELL
    Sé que muchos empezáis a preguntaros qué hay de verdad en estas grabaciones. La verdad es que hay demasiados espacios en blanco.

    ¿Conoceis ¨Historia de una mentira»? Es el blog de Pablo. Otro superviviente de aquella tarde. Un chico que investiga y se cuestiona, que no se vende ni debe favores. Un chico que habla sin rodeos de los errores de las autopsias, de la bofetada que suponen los eufemismos del poder para todos los que perdimos a nuestros vecinos y seres queridos.

    La culpa nos hizo enfermar en el mismo instante en el que la Central conquistó este valle con sus estallidos y sus fugas. ¿Qué podíamos haber hecho para evitarlo?

    Cada día se me ocurre algo nuevo. ¿En qué nos equivocamos? ¿Cuál fue nuestro pecado? Y cuando todo saltó por los aires… ¿dónde estábamos?

    CHICO DESCONOCIDO
    Tenía que haberme quedado allí, echando un cable tío. Que allí daba igual quien era madero, quien era enfermero... Tenía que haberme dado la vuelta, como ese tío que te he contado antes. Al menos habría hecho algo y no estaría en este puto agujero.
    Pero qué idioteces digo.
    ¡Coge el teléfono! Por favor…

    ARCANHELL
    «Tenía que haberme dado la vuelta». Y yo tenía que haber investigado mucho antes. Tenía que haber levantado la voz desde el minuto uno.

    Ya llevamos tres años de mentiras y queremos limpiar la basura informativa que ha convertido nuestra comarca en un vertedero. Por fin sé que estáis al otro lado. He visto vuestros carteles junto a las pintadas, he visto vuestros vídeos en las redes sociales.
    Adversus Mendacem.
    Contra el confort cómplice.
    Contra los secretos de diseño.
    Contra las miradas impuestas.
    Contra los deseos empaquetados.
    Contra el futuro que promete.
    Contra la verdad nuclear.

    Ahora sabemos que no estamos solos. Que no lo estuvimos nunca.
    Soy Arcanhell y emito desde el búnker.

    ¿Y vosotros, estáis preparados para el día de la verdad?

  • Dos muertos en el camping abandonado. ¿Cuánta mierda vamos a tragar antes de derribar las puertas?

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    ARCANHELL
    Llamadme Arcanhell.
    Arcanhell.
    Emitiendo desde El búnker.

    He regresado nada más enterarme y... He corrido con todas mis fuerzas bajo esta lluvia radiactiva que no para. Manchándome de barro tóxico hasta las rodillas.

    Ya he limpiado las nuevas grabaciones, ahora… ahora las… ahora las pongo pero...

    Tengo la seguridad de que lo que ha sucedido hoy ha desatado la tormenta. Si circuláis por la carretera vieja oiréis cantos de sirena y un gran faro que indica el lugar de un nuevo crimen. Vengo de allí.

    Otra vez la noche, otra vez la muerte.
    Dos nuevos cadáveres en el camping abandonado.
    ¿Qué está pasando?
    ¿Qué nos está pasando?
    ¿Cómo hemos llegado hasta aquí?

    «Nuestro camping, de primera categoría, ofrece los mejores servicios y las más modernas instalaciones. Bungalows, piscina exterior, zona de spa y gimnasio, restaurante… un destino ideal donde niños y adultos podrán relajarse y disfrutar de momentos inolvidables mientras esperan una muerte violenta y segura.»

    Eso es lo que somos.
    La zona maldita.
    La zona muerta.

    Bajo la primera manta Manuel Montero, antiguo granjero reconvertido a liquidador, como tantos otros. Ha muerto defendiendo su caravana. Una pequeña casa caótica y desbaratada. Su hogar desde los desalojos. Le dispararon con una escopeta de caza. A bocajarro. Todos apuntan a que fue el otro hombre. Alguien a quien conocemos muy bien...

    Cuando dije que ya no tenía miedo de contar la verdad os mentí. Cuando me atreví a hablaros de Barrero y sus negocios, me temblaban las piernas, me sudaban las manos… Había deseado para él un final entre rejas, un castigo, pero jamás pensé que caería tan pronto. Jamás pensé que caería de esta manera. Dicen que Barrero acabó con la vida de Manuel Montoro, que fue él quien apretó el gatillo.

    Menuda noche Inspector Uría, usted que rechazó aquel traslado para quedarse en un lugar apacible, ¿qué mejor lugar que esta zona asturiana para un proyecto de vida?

    No se culpe, fuimos muchos los que pensamos lo mismo.

    Inspector, usted y yo no estamos tan alejados. Es cierto que yo nunca seré un héroe, pero estoy del lado de la verdad, y por mucho que se empeñe en hacernos creer lo contrario, usted también quiere saber qué sucedió el día del Accidente.

    Su mujer, Marta se llamaba…, ha vuelto a la ciudad. Confieso que me gusta reencontrarme con rostros conocidos. Espero que ella le haga entrar en razón y le convenza para unirse a la demanda. El héroe de Nogales contra el poder, exigiendo el perdón que nos deben por los informes falsos y las ruinas. Por los sacrificios y el estigma. ¿Lo viviremos en algún momento? ¿O está esperando a que en el valle sólo queden lobos?

    ¿Quién está detrás de la muerte de Aurelio Barrero?

    ¿Lo sabe usted Inspector Uría?

    Pero algo se ha roto esta noche, el cielo nos avisa.

    ¿Y si no nos escondemos como siempre?
    ¿Y si nos hacemos dueños de la tormenta?

    ¿Cuánta mierda somos capaces de tragar antes de derribar las puertas? Algún día estudiarán nuestro conformismo como uno de los muchos efectos de la radiación. Nuestra resignación y mansedumbre al lado de la pérdida de cabello y los tumores. Puede que bauticen a la sumisión como el “Síndrome de Nogales”.

    Quedaos con este nombre, grabadlo a fuego en vuestra memoria: Fausto Armendariz. Sí, el jefe supremo, el patrón, el propietario de vuestras vidas. De noche organiza una gran cena benéfica por los niños afectados, llega el día y os explota a cambio de una miseria. Lo sé, no os descubro nada nuevo. Algunos incluso estáis agradecidos. Sólo os pido una cosa, mañana mirad las portadas, buscad su imagen en la crónica de la fiesta, clavad vuestros ojos en los suyos y pensad si por fin ha llegado la hora de no bajar la mirada.

    Rebelaos.
    Están nerviosos: delegados, jueces, empresarios, periodistas…
    ¿De qué lado estáis?

    No, no me olvidado de nuestro chico.

    CHICO DESCONOCIDO
    Se ha hundido esta mierda, el suelo, joder, la tarima. Con la lluvia. Que no llego, que no puedo salir. ¡No puedo salir! Del agujero. No puedo. Tengo las manos rotas de intentarlo. Y parece que va a caer bien, se me va a calar esta mierda...

    Joder, y por aquí hay lobos fijo, ¿no los oyes? Ven a buscarme tío, por favor, que estos no se andan con tonterías… Ven, cojones. Cuanto antes. Por favor.

    ARCANHELL
    «Por favor»
    «Por favor»

    He intentado reconstruir su camino.
    He caminado en círculos adentrándome clandestino en la Zona de Exclusión.
    He buscado en cada refugio, en cada trampa… pero la vegetación lo ha reconquistado todo. Salvaje. Es curioso, es una naturaleza atroz, indómita, absoluta, dueña de todo. No hay pistas, claro; sólo el poder del bosque.

    Cierro los ojos y lo imagino bajo la lluvia. Bajo la primera de las constantes lluvias ácidas que nos acompañan desde la tragedia. Rodeado de lobos. Sólo. Aterido. Y convencido de lo que los lobos son su peor amenaza. Sin pararse a pensar que a pocos metros, a unos cientos de metros, una nube tóxica estaba invadiendo el pueblo, los pueblos, toda la zona. Y con ella, la maldición que nos acompaña desde entonces. Lobos. Esperando un rescate, un salvador que tal vez nunca llegue. Que nunca llega.

    CHICO DESCONOCIDO
    Joder, y por aquí hay lobos fijo, ¿no los oyes? Ven a buscarme tío, por favor, que estos no se andan con tonterías… Ven, cojones. Cuanto antes. Por favor.

    ARCANHELL
    «Por favor»
    «Por favor»
    «Por favor»

    Soy Arcanhell y emito desde el búnker. Horadando un refugio para la verdad. Una cápsula del tiempo.

  • Muchos trabajadores de descontaminación han abandonado sus puestos pero nadie dice nada. ¿Qué ocultan?

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    ARCANHELL
    Llamadme Arcanhell.
    Arcanhell.
    Emitiendo desde El búnker.

    Cuando encontré este lugar supe que iba a ser mi refugio. Un búnker donde sentirme seguro, donde reunir fuerzas y argumentos.

    Las grabaciones que alguien deja en mi puerta son el reflejo perfecto. A veces su voz es tan mía. Tocar fondo, caer, no encontrarse, estar en un agujero a merced de las fieras…

    CHICO DESCONOCIDO
    Tío, que ya no sé si te llega esto… Yo que sé… Que voy a esperar a que amanezca porque no tengo ni idea de dónde estoy. Ni siquiera sé qué está pasando ahí fuera. Pero, bueno, que estoy bien… estoy… bien.

    ARCANHELL
    Él estuvo allí. En la Central. Vivió la otra cara de la historia oficial que arrasó con todo. Fue un testigo… inesperado.

    CHICO DESCONOCIDO
    Pero, bueno, que estoy bien… estoy… bien.

    ARCANHELL
    Yo también lo repito, estoy bien, estoy bien, estoy bien, estoy bien, estoy bien, estoy bien. Lo hago para conciliar el sueño…

    Esperar el amanecer es la única posibilidad. Como si esa luz pudiera traernos algo nuevo, o al menos un respiro, aire limpio. Quizá ráfagas de amnesia, justas, las necesarias para el descanso…

    No me hagáis caso, «olvidar» es el último de mis deseos, sólo es que… me puede el cansancio.

    Esa misma debilidad la veo cada mañana en vosotros. Tan frágiles, tan abstraídos.
    ¿Serán los efectos de la radiación que ya se atreven a dar la cara?
    El insomnio, las ojeras, la palidez.
    Los movimientos torpes, la desorientación.
    Después los vómitos, la diarrea… ¿la sangre?
    ¿O nos hemos convertido en visiones y todo esto es una pesadilla? Puede que una fábula. Un cuento en el que yo soy un loco en busca de la verdad imposible... quizá sea eso…

    Demasiada imaginación.

    Desde la infancia, mis hermanos, tan interesados en verme temblar de miedo con las historias de los trasgos y brujas que habitan esta tierra, me llenaron la cabeza de relatos. La mayor parte de las noches me costaba diferenciar la realidad de mi habitación y el universo de los seres mitológicos que vendrían en cualquier momento a visitarme. Me preguntaba si era un pájaro o un duende lo que caminaba sobre el tejado. Si era una lechuza o una Curuxa la que me observaba desde las ramas.

    Por si acaso siempre me protegía bajo la manta y esperaba el amanecer.
    A golpe de linterna.
    En mi refugio de telas, descifrando las sombras… En mi búnker.

    Vivía bajo el terror de la llegada de la Güestía. Una procesión de espectros que deambulan por los senderos nocturnos anunciando la muerte «Andad de día que la noche es mía» dicen a su paso. Una legión de almas en pena hablando de oscuridad y portando su vela. Nunca llegué a verlos pero... ¿Acaso no somos nosotros ese ejército de espíritus? ¿Qué nos diferencia?

    Nos prepararon para luchar contra ogros, culebres y chupasangres, pero no nos advirtieron del Monstruo de Nogales. ¿Quién podría fantasear con un engendro así?

    La mitología de este valle añade una nueva criatura a sus leyendas. Ojalá en el futuro sólo la recordemos en canciones. Que los nietos de nuestros nietos hablen de la radiactividad como nosotros de los demonios vencidos.
    ¿Cuánto tiempo tendrá que pasar?
    ¿Quién protagonizará esas hazañas?

    Los nietos de nuestros nietos… Si ya no nacen bebés aquí...
    Tenemos miedo.
    Nuestra penitencia.

    Mientras nos mantenemos quietos los farsantes hacen de las suyas y esconden su indecencia bajo informaciones falsas. ¿Cuántos de vosotros trabajáis en la tareas de descontaminación? ¿Cuántos estáis de baja? ¿Cuántos conocéis a algún compañero que haya tenido que parar? Las cifras de trabajadores que han abandonado sus puestos ha crecido recientemente, pero ni Delegación de Gobierno, ni las autoridades, ni la propia empresa de limpieza lo han hecho oficial. Tampoco se lo han preguntado los estómagos agradecidos que cubren las noticias. Los que tejen cortinas de humo para nublar nuestro entendimiento.

    ¿En qué cajón escondisteis esto?

    CHICO DESCONOCIDO
    Que la he liado… Pero aquí está pasando algo gordo tío… Muy gordo. En la Central. Hay unos...
    ¡Joder! Esto es un locura, esto es… Espera, te llamo.
    A ver, eso estaba lleno de gente y no sé qué ha pasado, no sé... Han empezado a llegar ambulancias, y maderos y todo el mundo loco de un lado a otro. Y había gente volada, te lo juro, como zombies. En serio.

    ARCANHELL
    ¿Qué os dieron a cambio periodistas de la zona? ¿Qué más necesitabais?

    Y tú, ¿qué obtienes a cambio de tus preguntas inocentes Marisa, la periodista cómplice? ¿Qué te ha prometido el Delegado Ferreras? Recuerdo cuando firmabas tu primeros artículos en el periódico local. Cruzabas el valle con tu R4 blanca destartalada llena de pegatinas. Bajo el brazo, lápiz y libreta. Hasta que te compraste la primera grabadora, menudo acontecimiento. Qué de voces familiares registradas. Qué de historias. Nuestra historia. En aquella época te interesaban más los testimonios de a los que poco les importaba figurar. Me pregunto dónde guardas tus viejas cintas, si las escuchas…¡Qué estúpido! Ahora estarás demasiado ocupada pensando en cómo quedarán tus iniciales grabadas en el sillón de algún Consejo Administración. ¿En qué momento ha sucedido Marisa? ¿Por qué?

    Investiga las últimas bajas, rastrea esos informes. Interroga a los que aseguran que una nueva nube radiactiva amenaza Nogales. Acude a la Asociación de víctimas. Tira del hilo. Investiga estas grabaciones… ¿Qué te lo impide? ¿Quién te maneja?

    No quiero que duermas. Deseo que seas un miembro más de la Güestía, otra sombra. Que los seais todos los que manipuláis la crónica de nuestra tierra.

    ¿Podéis dormir después de escuchar su voz?

    CHICO DESCONOCIDO
    Oye que me dejé mi móvil en el garito y en esta mierda de agenda tengo sólo vuestros números y los de…. bueno ya sabes. Llama a mi chica y dile que estoy bien, yo que sé, dile que estoy por ahí. Inventate algo. Dile que me dejé el móvil y… No le digas que fui a la Central ¿vale? Yo nunca he estado allí.

    ARCANHELL
    «Yo nunca he estado allí»
    «Yo nunca he estado allí»
    ¿Para qué investigar entonces?
    «Yo nunca he estado allí»
    Como tantos otros.
    Todos.
    Los que dicen la verdad y los que mienten.

    ¿Dónde estabas tú el 27 de abril de 2014?
    Muchos creen que la vida después del accidente consiste en comprar otro nuevo día. ¿Y vosotros? ¿De verdad no hay alternativas?
    Para mí solo queda la verdad.

    Soy Arcanhell.
    Emitiendo desde el búnker.

    La noche no aporta respuestas. Tampoco lo hará el amanecer, pero al menos en esta espera es bueno saber que no estamos solos, que cada vez somos más.

  • Los de arriba están nerviosos porque somos muchos los que queremos dejar de ser piezas en su tablero.

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    ARCANHELL
    Llamadme Arcanhell.
    Arcanhell.
    Emitiendo desde El búnker.

    CHICO DESCONOCIDO
    Me están siguiendo. Joder, joder, joder...

    ARCANHELL
    ¿Cuánto han retumbado estas palabras en vuestra cabeza desde la última vez que emití desde este búnker?

    CHICO DESCONOCIDO
    Me están siguiendo. Joder, joder, joder...

    ARCANHELL
    Y por fin veo mi mensaje en la ansiedad de los que mandan. Están nerviosos.

    En el despacho hay materiales interesantes, imprescindibles, incompletos tal vez. Pero aquí en el búnker el rompecabezas empieza a tener sentido. Observo las paredes de este lugar, el mural que he creado con anotaciones, recortes de prensa, fotografías... Los documentos que he ido recopilando durante estos años y los que sigo añadiendo cada día.
    A ti. Gracias por ayudarme. Gracias por hacerme llegar más grabaciones. Ojalá te presentaras sin miedo. Ojalá pudiera conocerte.

    Las he limpiando lo máximo posible. Las grabaciones del chico de la moto. ¿Lo recordáis?

    Se adentra más y más en el bosque porque alguien lo sigue..

    CHICO DESCONOCIDO
    Me he metido en una especie de yo que sé… Es como un agujero esto. Me han visto. Estoy seguro. He salido corriendo. Y me he medio caído. ¿Qué iba a hacer? Me lo he llevado todo, lo suyo y lo tuy... y… lo nuestro. El paquete. Que no sé qué cojones tiene esto. Si es pasta aquí hay la hostia. ¿O no es pasta? Yo qué sé. Pensé que me la habían jugado. Y me he puesto nervioso. Lo siento. Pero ven a buscarme. Te mando ubicación.

    ARCANHELL
    Lo suyo, lo tuyo, lo nuestro. Correr hacia ninguna parte, meterse en ningún sitio, transportar un paquete misterioso sin preguntar.
    ¿Es pasta? ¿No lo es? ¿Entonces qué es? ¿Qué puede ser?

    No me quiero arriesgar. Es pronto.
    Pero la falta de preguntas es la verdadera enfermedad de este pueblo.

    Os aconsejo que veáis de nuevo la rueda de prensa del Delegado de Gobierno en el hospital. Ese estúpido paripé para sacar pecho y mear en las esquinas. «Tranquilidad», «Confianza», «Seguridad», «Protección»… ¿Cuándo esas palabras dejaron de ser auténticas? ¿Cuándo pasaron a llevar el sello de los autoproclamados Mesías de Nogales?

    La tierra que pisamos es la tierra prometida de especuladores, traficantes y usureros. A veces pienso que siempre lo ha sido. Por eso nosotros. Por eso la Central Nuclear en Nogales, desde la primera piedra.

    Pero ahora fijaos como nuestras protestas, las de los supervivientes de sus mentiras, les agitan la respiración. Los de arriba empiezan a sentirse señalados porque cada vez somos más los que queremos dejar de ser piezas en su tablero. Y además tenemos pruebas.

    CHICO DESCONOCIDO
    Me han visto. Estoy seguro. He salido corriendo...

    ARCANHELL
    ¿Quiénes? ¿Qué pasó aquel día en la Central?
    ¿Qué pasó además de un accidente nuclear que todavía no tiene explicación?

    ¿Y qué está pasando ahora, además de los datos falsificados, de las autopsias dudosas, de los despistes policiales, de los eternos negocios del contrabando?

    Nosotros no queremos ganar ni perder.
    El juego ha terminado.

    ¿Conocéis a la última víctima del asesino? A la última conocida. Porque ya sabéis, ya sabemos que hay más. Y alguna vez se atreverán a contarlo. Esa última víctima era un retornado, un hombre que soñaba con regresar a su casa, como tantos de nosotros. Un buen hombre que quizá dejó su puerta abierta, como hemos hecho siempre, que quizá invitó a su mesa a un desconocido, como hemos hecho siempre.

    Me resulta fácil imaginarlo sentado en la puerta de su casa recordando los días anteriores al accidente. ¿Los recordáis vosotros? Yo procuro no hacerlo demasiado pero la nostalgia es otro enemigo invisible y para esa no tenemos contadores…

    A menudo pienso en bajar a las entrañas de este suelo y rascar con mis propias manos como hizo mi abuelo. Liberar las raíces de nuestro pueblo de las raíces mutantes de esa maldita Central que nos ha intoxicado. Cepillarlas, frotarlas, restregarlas, arañarlas hasta que sangren. Pero… ¿después qué?

    Pocas veces me muevo por el antiguo barrio de mineros. Me enferma ese lugar. Ahora en sus bloques se hacinan los liquidadores, Ss graciosa la palabra: liquidadores. Suena como… asesinos a sueldo, mercenarios, los esclavos de Afraxa. Sí, me habéis oído bien. Eso es lo que son, mano de obra barata para beneficio de unos pocos. Cuando piso sus calles no puedo evitar imaginarme la historia detrás de cada hombre.

    ¿Qué te ha traído al infierno? ¿Por qué estás dispuesto a dejarte la vida en una tierra infecta? ¿Qué historia arrastras para vender tu futuro al peor impostor?
    ¿Quién eres?

    He preguntado en los bloques, en la avenida, en los bares, pero todos se esconden tras sus máscaras. Porque bajo la máscara de gas que protege del aire contaminado, se mantiene la máscara del buen liquidador, la que protege de la verdad. La verdad de lo que son, de lo que fueron.

    ¿Os habéis enterado de la redada en el Balneario? Ese templo intocable para la autoridad, el hogar de mandamases, mediadores y esclavos, ha sido profanado. El cerco se estrecha para Barrero. Pensaréis que estoy loco por decir su nombre, pero nunca he estado más cuerdo. Ojalá un día pueda mirarle a los ojos y decirle todo lo que sé, lo que he visto.

    Había sangre en ese santuario.
    Y si hay sangre hay víctimas.
    Y si hay víctimas hay verdugos.
    ¿Cómo te sientes Aurelio Barrero?
    Hay muertos.
    Lo que más te gusta.
    Muertos sin autopsias. O, como nos tienen acostumbrados, muertos con autopsias secretas.

    Pero… ¿cuándo comenzó todo?

    CHICO DESCONOCIDO
    Vaya basura de móvil que me habéis dado, esto chupa batería que da gusto y la mierda de la ubicación hace lo que le sale de-

    ¿Lo oyes? ¿Oyes los pasos? La he liado. ¡Diosssss!

    ARCANHELL
    ¿Quién eres? ¿Dónde estás? ¿Quién te busca? Te hablo a ti, el perseguido.Y te hablo a ti, el que rastrea. ¿Qué buscas, por qué le persigues? ¿Qué temes? ¿Qué escondes? Y, una más: te hablo a ti, quien me hizo llegar su historia. ¿Cómo acabó en tus manos?


    Si me escuchas es que buscas la verdad porque tú también sabes que ha llegado al hora de limpiar La Zona. De limpiar Nogales.

  • ¿Vosotros también habéis oído los disparos? ¿Quién vigila al que vigila? ¿Quién controla al que controla?

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    ARCANHELL
    Llamadme Arcanhell.

    Arcanhell.
    Emitiendo desde El búnker.

    Y llegó la conmemoración. El día de la vergüenza. He escuchado detenidamente el discurso del delegado Ferreras y una pregunta se repetía como un mantra en mi cabeza. ¿Quién vigila al que vigila? ¿Quién controla al que controla?

    FERRERAS
    «Hoy recordamos a todas las víctimas con este monumento. Que nadie dude que honraremos a todos y cada uno de ellos como se merecen.»

    ARCANHELL
    Las víctimas… La honra… Cómo se la merecen, cómo se les honra… ¿Cómo...?
    Ferreras sabe cómo:
    Con aplausos que silencian protestas.
    Con datos manipulados.
    Con los informes de la vergüenza.
    Con todo menos con la verdad.
    ¿Y no se les honraría mejor investigando? ¿O es que no interesa?

    CHICO DESCONOCIDO
    ¡Joder! Esto es un locura, esto es… Espera, te llamo.

    ARCANHELL
    ¡De esto no se habla! ¿Para qué? Quizá encontremos algo que no deberíamos haber buscado.

    CHICO DESCONOCIDO
    ¡Joder! Esto es un locura.

    ARCANHELL
    ¿Os acordáis? El chico de la moto. Esta grabación de alguién que estaba en la Central de Nogales el día del accidente, hace tres años.

    CHICO DESCONOCIDO
    ¡Coge el teléfono! ¡O contesta los putos audios! Que no encuentro la moto, que no sabes la que hay montada...

    ARCANHELL
    Una voz que no llegaba a ningún sitio.

    Hasta ahora.

    Las voces oficiales no nos dejaron oír las de los testigos. El impacto fue tan fuerte que nos quedamos noqueados, y confiamos en… en fieras. Pero han pasado tres años y ahora conocemos sus trampas.

    Lo habéis visto en los últimos titulares. Han conseguido que hablemos de la segunda víctima del asesino de la zona de Exclusión. Que nuestro miedo a ser el siguiente nos paralice y nos impida leer más allá. Leer los informes de las autopsias por ejemplo.

    Hace tres años se unieron las piezas de un puzzle macabro y se cubrieron de plomo. Piezas sin identidad para políticos sin escrúpulos. Nuestros amigos, vecinos, parejas, padres… calcinados, mezclados, etiquetados, radiactivos.


    FERRERAS
    «Hoy recordamos a todas las víctimas con este monumento. Que nadie dude que honraremos a todos y cada uno de ellos como se merecen.»

    ARCANHELL
    Yo lo dudo. Y desde aquí apunto a los responsables. Mi mensaje va para vosotros, para los que disteis las órdenes, para los que guardasteis silencio, para los que mirasteis hacia el otro lado, y lo seguís haciendo.

    La manada de fieras y su maquinaria de la mentira. Palabras a medida para los héroes y sus tumbas y un silencio cómplice para las víctimas de todos los días. Como tú y como yo. Como el chico de la moto. Como Esteban. Esteban el devorado. ¿Por qué en el entierro de Esteban no hubo discursos oficiales? ¿Dónde estabas Ferreras? ¿Dónde estaba tu séquito?

    Algunos sabréis que ha llegado una nueva autoridad a la comarca. Un policía de la capital. Ojalá me escuche. Bienvenido Inspector Alfredo Asunción.

    Sé que usted ha venido para investigar el crimen de la Zona de Exclusión, pero en Nogales nada es caprichoso Inspector. Ya se irá dando cuenta. Eso sí, debe elegir de qué lado está.

    CHICO DESCONOCIDO
    A ver, eso estaba lleno de gente y no sé qué ha pasado, no sé... Han empezado a llegar ambulancias, y maderos y todo el mundo loco de un lado a otro. Y había gente volada, te lo juro, como zombies. En serio. Tenías que haberles visto. Ven a recogerme. Tiro para el cruce de la comarcal. Voy atravesando campo ¿ok? No tardes. En el cruce.

    ARCANHELL
    «Como zombies». Ahí empezó todo. Pronto lo verá con sus propios ojos: Nogales es una tierra de muertos vivientes.
    Y de fieras.

    Sí, de fieras. Voy a contarle algo Inspector Asunción. Hace años aquí había un zoológico. Cerca de donde el asesino que usted ha venido a cazar cometió su primer crimen.

    Había animales de todo pelaje: cebras, llamas, chimpancés, jirafas, hienas, leones, lobos… Todos dominando su lado salvaje, demarcados en parcelas, confinados en sus jaulas.

    Ordenados. Obedientes. ¿Le suena?

    No quiero asustarle. Las fieras fueron aniquiladas tras el accidente, o eso nos aseguraron, aunque yo a menudo veo sus ojos depredadores en la noche.

    Las bestias se esconden en el bosque Inspector, pero también se esconden en los despachos, consejos y comisiones. Todas viven tranquilas, todas campan a sus anchas en este nuevo Nogales.

    Y mientras nosotros hemos sido realojados en parcelas. Nosotros, los animales domesticados.

    Ordenados. Obedientes. ¿Le suena?

    Le invito a visitar nuestras jaulas Inspector. Y le invito a contarlo

    ARCANHELL
    ¿Los habéis oído? Bum. Bum. Si preguntáis os dirán la versión oficial, la de mantenernos a salvo de los animales feroces pero ¿de verdad pertenecen a los lobos todos los ojos que vigilan la noche?
    Yo digo que no.
    El bosque oculta secretos y cómplices.
    Ese muerto devorado.
    Esos disparos.
    Y los pasos de quién quizá hizo algo fuera del manual, de quien quizá vio algo que no tenía que haber visto…


    CHICO DESCONOCIDO
    ¿Dónde estás?
    La he liado y creo que me siguen. Voy por el bosque con alguien pegado al culo.
    ¡Esta mierda tenías que haberla hecho tú! ¡Y ni siquiera coges el puto teléfono!
    Y ya ni sé dónde estoy. ¿Por qué no contestas? Al menos envía un gif de esos de mierda que pones siempre.
    Me están siguiendo. Joder, joder, joder…

    ARCANHELL
    La noche del 27 de abril de 2014 la Central nuclear se adueñó del bosque, de nuestra tierra que ahora también miente. ¿Qué secretos se esconden en el valle?
    ¿Quién vigila nuestra noche?

    CHICO DESCONOCIDO
    Me están siguiendo. Joder, joder, joder...

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    ARCANHELL: Llamadme Arcanhell. Arcanhell. Emitiendo desde El búnker. Soy yo. Soy uno de los vuestros. De los que quieren vivir cada día como si no fuera el último. Una vida normal. Bajar a comprar el pan, esperar el autobús para ir al trabajo, subir al monte. Una vida normal. Como la de todos. Como la de los otros. Dar un beso. Recibirlo. Esas cosas. Esas que vivíamos antes del accidente. Esas vidas imposibles hoy.

    Ya habéis oído algo de las grabaciones. Los audios que alguien dejó en mi puerta hace unos días. Me puse nervioso al pensarlo: ¿es así cómo sonaba una vida normal?

    DESCONOCIDO: Tú, que sé que me has dicho que no te moleste, pero ya escuchas el audio éste cuando te salga de los cojones… Que ya voy de camino ¿ok? Y a ver si quitas esa musiquita de mierda que tienes de espera de llamada, hortera, o ponte un buzón de voz que eres un tío importante para andarte con audios de estos.

    ARCANHELL: Este chico. Esta grabación. Este trozo de vida. Este mensaje. ¿Nadie lo había oído hasta ahora? ¿Nadie excepto el destinatario? Me encantaría preguntarle al chico cómo es su vida ahora, en quién se ha convertido. Aunque no va a ser fácil....

    Quizá deba empezar por alguien a quién tengo muchas ganas: Inspector Uría, ¿qué tal su reincorporación al puesto?

    No me llaméis loco por hablar de tú a tú con uno de los héroes de Nogales, os puedo asegurar que es de carne y hueso. ¿Verdad Inspector? Cuénteme, ¿se puede llevar una vida normal cuando te despiertas rodeado de botellas vacías y de botes de ansiolíticos? ¿Es eso una vida normal?

    No se sienta tan especial porque con el dolor y la anestesia vivimos todos. Y con las mentiras. Lo siento. Y le aviso de que quizá esto, bueno que… Mejor escuche…
    DESCONOCIDO: Ya sé por qué no querías venir. Me la has metido doblada. Está esto lleno de perroflautas antinucleares, los niñatos, hay más gente aquí que en fiestas tío. Pero en el punto de encuentro ni dios. ¿No te habrás equivocado?

    ARCANHELL: No se enfade, ya sabe que en Nogales los activistas no estaban muy bien vistos por algunos. El poder de la Central, qué le voy a contar. Seguro que si usted me está escuchando ahora pensará lo mismo que yo: quizá este chico se cruzó con su hijo, con Federico Uría. Le doy la oportunidad de viajar en el tiempo. Perdóneme si le resulta triste escuchar estas voces, pero todo tiene un objetivo: la verdad. ¿No es ese el fin más importante?

    Quizá el chico podría contarle algo sobre Federico, ¿no cree? Aunque le repito, que no va a ser tan fácil… Perdone, creo que estoy yendo demasiado rápido con usted, pero ahora que me he atrevido a dar el paso las palabras se atropellan. Y en los manuales de instrucciones no especifican cómo dirigirse a los héroes, cómo investigar la verdad.

    DESCONOCIDO: Olvidalo. Ya está, ya estoy dentro. (Susurrando.) Me ha abierto otro diferente, a este no le conozco, pero la contraseña la ha clavado…

    ARCANHELL: Nuestro chico ya está dentro del Monstruo. ¿Lo escucha Inspector? ¿Y los demás? Ese silencio hueco tras el portazo. Escuchad. Eso es lo que hizo la Central con cada una de nuestras voces.

    La primera vez que lo escuché lo entendí todo. Ese portazo es para nosotros el comienzo de la verdad oficial. Ferreras, el delegado del Gobierno, el hombre que nos manda, el que nos cuida, el que nos guarda los secretos, el que levanta nuestros monumentos, ese hombre asegura que el aire está limpio, lo exige incluso, se lo exige al mismísimo aire. Pero luego sus aparatos de medición no funcionan. Hay piezas que no dicen la verdad. No tienen conciencia. Los aparatos no tienen conciencia.

    ¿Y nosotros? Nosotros queremos una vida normal. Ayudadme. Por ahora tenemos… Un chico, probablemente de la zona, acude en moto a una cita en la Central. La noche del accidente. Rinde cuentas a un tipo al que considera «importante». Un tipo que debería haber estado allí, en su lugar. Tienen una relación cercana, parecen colegas. Socios. O quizás, jefe y subordinado. Al llegar allí se encuentra con la manifestación antinuclear y se desmarca. Él no es de esos, él es diferente. Los planes parecen no salir como esperaba, no hay nadie en el punto de encuentro pero termina entrando gracias a un extraño. Hay, además, es decir, hay secreto, seguridad, claves de reconocimiento.

    ¿Por qué no se ha investigado Inspector Uría? ¿Porqué no se han aceptado estas pruebas? ¿Por qué no se ha buscado a ese posible testigo? ¿Por qué alimentamos el secreto? ¿Qué nos hace mantener la distancia?

    La culpa... esa amiga íntima. Esa hermana. Eres un policía, Héctor. Eres un héroe. Nos salvaste. A muchos. A algunos. Pero no a todos. No, no a todos. Te paraliza. ¿Verdad?

    La culpa. Por eso acudes de madrugada al panteón de los honores. Al monumento de la vergüenza, esa piedra tosca que sólo sirve para enterrar la verdad y disfrazarla de homenaje. Para borrar del mundo que el monstruo sigue matando. Hay médicos que lo saben, que lo hacen, que conocen la verdad y no se atreven a decirla a la cara. A decirsela a ellos mismos. Pero… ¿por qué?

    Para vivir una vida normal, supongo.

    Yo también tengo preguntas Inspector. De entonces y de ahora: ¿Qué pasa de verdad en ese Pabellón K? ¿Por qué no se hacen públicos los datos? ¿Qué hay detrás de las indemnizaciones? ¿Cuál es el número exacto de muertos? ¿Por qué sólo les salen las cuentas a algunos?

    No saben contar. Solo saben mentir y mirar para otro lado. Para no ver los camiones que entran y salen cargados de trofeos y de tierra. Todo es negocio. También la tierra sucia. El contrabando de quien asalta las casas vacías y se lleva lo poco que queda. Tampoco nos cuentan eso. ¿No hay testigos?

    Pero espere, tengo más… ¿quién es el muerto de la Zona de Exclusión? Un muerto devorado allí donde nadie puede estar. Un muerto devorado por un vivo. Por uno de nosotros. De los que esperamos al autobús para ir al trabajo, de los que compramos el pan y dejamos a deber en el bar.

    Escuche Inspector. Esto debería de interesarle.

    DESCONOCIDO: Joder, que la he liado. Te juro que… ¡Joder! Pero pensaba que… Me cago en… ¿quién me manda? Que la he liado… Pero aquí está pasando algo gordo tío… Muy gordo. En la Central. Hay unos…

    ARCANHELL: ¿Conocía las grabaciones? ¿Por qué no han salido a la luz? Inspector, en Nogales no necesitamos pastillas para dormir. Necesitamos pastillas para despertar. ¿Cuántas pastillas va a tener que tomarte esta noche?

    DESCONOCIDO: Joder, que la he liado. Te juro que… ¡Joder! Pero pensaba que…

    ARCANHELL: Llamadme Arcanhell. Soy uno de los vuestros. Uno de nosotros.

  • No quieren que cuente lo que sé: secretos y mentiras. Pero hay una amenaza nueva en La Zona y tengo que contarla.

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    ARCANHELL: Tenemos que hablar de esto. Esto es nuevo. No lo ha escuchado nadie. No lo han querido hacer público.

    Me gustaría… Me gustaría primero decir mi nombre. Mi nombre verdadero. Lo he hecho siempre. Lo hago cada día cuando hablo con vosotros, cuando nos cruzamos en la calle, cuando nos saludamos por la zona.

    Pero ahora no puedo. No para esto. Así que… Llamadme Arcanhell.

    No sé si alguien me escucha. No lo sé. Pero confío en que alguien lo hará pronto. Al menos tú, sí, el que me ha impulsado. Quien ha conseguido que hoy decida dar el paso. Tú que has puesto frente a mi puerta una voz silenciada.

    DESCONOCIDO: Pero aquí está pasando algo gordo tío…

    ARCANHELL: ¿Reconocéis esta voz?

    DESCONOCIDO: ...está pasando algo gordo tío…

    ARCANHELL: ¿Quién es? Lo sé. No es fácil. Porque hay quien nos quiere callados. Mudos. Alguien no quiere que se escuchen nuestras voces. Alguien no quiere que cuente lo que sé. Pero yo tengo que seguir adelante. En el despacho están los documentos embargados. Pero en el búnker… Este búnker es nuestra tabla de salvación.

    El 27 de abril de 2014 cambió nuestro mundo. Ese accidente maldito de la Central Nuclear de Nogales, ese ¿accidente? se lo llevó todo. El aire se volvió fétido. El oxígeno y el ambiente entre nosotros, entre las personas, se hizo puro veneno. El agua ya no nos limpia, no nos quita la sed, nos quema la garganta, nos da miedo.

    La vida, la vida tal como la conocemos, ya no es lo que era.

    Y algo raro está conviviendo entre nosotros. Algo que nos ha hecho... distintos.
    Es algo que nos paraliza, que nos liquida como seres humanos. ¿Sabéis lo que es?

    Que en este pueblo, en esta zona maldita y radiactiva de Nogales… nos hemos acostumbrado. Pero, ha llegado la hora de hablar de algo. Escuchad. Escuchad con atención.

    ¿Reconocéis este momento? Algunos quizá estuvisteis allí. Otros lo habéis imaginado millones de veces. Otros os habéis creído lo que dicen pasó. Así suenan los momentos posteriores al Accidente de la Central de Nogales del 27 de abril de 2014.

    Y tengo más. Tengo mucho más. Porque quiero rellenar los espacios en blanco que nos impuso el discurso oficial. Hace unos días llegaron a mis manos unas grabaciones. Las que hemos escuchado. Falta poco para el tercer Aniversario del Accidente de la Central Nuclear de Nogales, todo está preparado para el Día de la Conmemoración.

    Y por fin parece que alguien está tan harto como yo de las mentiras. Si me escuchas, quiero darte las gracias por hacerme llegar estos audios.

    DESCONOCIDO: Pero aquí está pasando algo gordo tío… Muy gordo. En la Central.

    ARCANHELL: ¿De quién esta voz? ¿Es uno de vosotros? No lo sé. Sólo sé que es una voz que tiene mucho que decir.

    DESCONOCIDO: Pero aquí está pasando algo gordo tío… Muy gordo. En la Central.

    ARCANHELL: Está pasando algo. Lo dice, claramente. Estaba allí. «Está pasando algo», dice. Lo habéis oído. Como ahora. Ahora está pasando algo. ¿No os habéis dado cuenta? Hay que escuchar las voces. Yo quiero escucharlas con vosotros. Saber qué nos quieren decir y por qué fueron enterradas. Espero que tengas más. Sí tú. Confía en mí.

    Las estoy descifrando. Y las voy a dejar oír. Porque tenemos que reventar la espiral de silencio. Hagamos estallar sus máscaras y sus juguetes. El tiempo hace crecer los secretos en Nogales, pero ha llegado la hora de la verdad.