Todos nacemos negociadores, pero a veces, nos educan para olvidarlo. De pequeño, me dijeron que ser aplicado bastaba para triunfar. Hasta que el mundo me mostró su lado B y me di cuenta de una verdad fundamental: no obtenemos lo que merecemos, sino lo que logramos negociar. En 'Negociación desde Cero', te cuento cómo recuperé mi instinto negociador. Acompáñame y te demostraré que vivir sin negociar es como vivir a medias.