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Puesto que de la nada de esa cicatriz comenzó a supurar como si se hubiese abierto por sí sola, arrojando un olor asqueroso que habíamos percibido la noche de la aparición, dado que no pudo soportar las náuseas Sonia colocó al animal sobre el almohadón y corrió al baño para vomitar pero si esto les causó asco Prepárense para lo que viene... Silvio tomó un paño húmedo y se acercó a la perrita con intenciones de limpiar aquella herida, pero ni bien presionó, Un poco una mezcla de pus y de sangre coagulada asquerosamente gedionda salió de aquel vientre del animal como si estallara desde adentro, gran parte fue la que salpicó sobre la cara de él haciéndole caer hacia atrás para de inmediato empezar a vomitar como jamás antes lo había hecho...
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Nadie puede negar que esta clase de personajes Aún existen, lo confieso yo era uno de los que admiraban el don que tenía mi primo, esa destreza Y esa facultad que tenía para convencer a las mujeres era inigualable y vaya que si era gracias a eso que conseguían novias por todos lados, porque él era para nada atractivo, pero lo que carecía de buena imagen lo suplanta con el arte de las palabras, en fin, Yo también era uno de los que siempre salían con él a los bares a los bailes y lugares donde abundaban aquellas muchachas tan hermosas junto con algunos amigos que teníamos en común procurándose...
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Eksik bölüm mü var?
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—¿Dónde está mi gato? —decía el hombre enfurecido sin dejar de atacar la puerta.
Comenzó a patear la puerta, y tras el tercer ataque fue que la señora salió con una cuchilla de carne. La familia retrocedió, pero el hombre seguía reclamando por el gato. Estuvieron intercambiando palabras con mucha tensión. No fueron palabras agradables, sino, insultos, amenazas y agresiones. Llegó la policía para tratar de media la situación, y por lo que pude entender... -
Perdóname papá ellos me obligaron, yo no quería pero me prometieron una vida mejor para todos... me quedé petrificado ante esto y la chica se bajó del taxi se acercó al tipo de túnica negra y aquí es donde viene lo realmente aterrador de esta historia, el tipo de sombrero salió de entre la penumbra sin gafas Pero esta vez pude ver dos enormes ojos brillantes que se clavaron en mi mirada la chica y el tipo de la túnica negra me miraron de igual manera los ojos rojos y brillantes el miedo me hizo reaccionar y arranqué a toda velocidad pero en el espejo retrovisor pude ver que algo me sigue produciendo pesadillas por las noches, una especie de Ave negra graznaban....
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Ahora qué tenía pensado hacer, yo estaba asustado pero ansioso por ver qué tenía planeado, en ese momento pensé en aquel vestido viejo al parecer mi padre Tenía un tipo de fetiche con vestidos de los muertos y eso ya era algo grave, me asusté y pensé en salir corriendo de ahí pero mis piernas no me respondían, de pronto dejó de cabar al parecer había llegado al final y lo siguiente que vi me dejó helado me acerqué un poco para apreciar aquel asunto y Mi padre estaba abriendo un ataúd viejo y
oxidado, las bisagras chillaban y caí en cuenta de que no le importó el ruido que hicieran o que lo pudiesen atrapar con las manos en la masa, parecía estar muy concentrado en lo que hacía su mirada se limitaba en el cuerpo... -
La cuestión es que un día mi madre desapareció. Tras varios días sin aviso de ella realizamos la denuncia en la policía. Temíamos que haya cometido alguna locura. Pero apareció un mes después. Desde ese día, mi madre era otra mujer. Cuando se metió en ese mundo de lo esotérico, mi madre tenía una actitud muy enérgica y avasallante. Siempre activa y sin poder estar en silencio más de cinco minutos. En su regreso, la paz predominaba en ella. Verla era relajante, parecía un templo. Hasta hablaba distinto.
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A veces, sentía la presencia de mi madre en la casa. Cuando estaba muy concentrado haciendo algo veía una sombra oscura a un lado de mí. Era completamente oscura, pero solo por su forma y postura sentía que era ella. Aunque, no emanaba una energía agradable. Se sentía pesado, siniestro, me recordaba más a su muerte que lo que viví con ella en vida. Durante las noches antes de dormir, o en el mañana recién despierto, podía ...
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La primera noche que dormimos en esa cama, luego de moverla hacia la ventana, sufrimos una fuerte pesadilla. Cada uno experimentó la suya. Tuvimos sueños distintos, pero de alguna manera con muchas similitudes. Yo soñé que caminaba por la nieve en plena noche mientras extrañas sombras me seguían para matarme. Mientras que mi esposa, soñó con sombras, pero que la seguían por la casa mientras se deslizaban por las paredes. Le dije de mover la cama de regreso a su lugar, pero ella no quiso...
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Al otro día, Sofía me sorprendió con otra llamada. Se escuchaba más tranquila, pero su tono de voz era apagado. Me pidió por favor que la ayudara con su padre. Que estaba un poco mejor, pero de todas maneras se quedaba sin respirar en las noches y casi no podía dormir. Le expliqué que yo no tenía la culpa, pero ella no buscaba responsables sino soluciones. Solo quería bien a su padre. Le conté que recé a la niña blanca por él pidiendo por su bienestar, pero eso no sonó bien.
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Cuando menos lo pensé se me apareció en mi trabajo. Esa visita había robado miradas y generado preguntas de más. Maribel asistió con una forma de vestir muy discreta a pesar de todo, pero, aun así, su forma de caminar y expresarse, además de sus gestos, llamaban la atención. No hacía evidente su profesión, pero tampoco le ponía ganas en esconderla.
En esa penosa visita, dejó claras sus intenciones. -
A la hora de dormir, mi madre le explicó que somos tres mujeres, y le pidió por favor que durmiera en el granero, si no se ofendía. El hombre se mostró más que agradecido, y aceptó dormir allí. Entendió que no sería prudente un hombre desconocido en la casa de tres indefensas damas. Se retiró con el sonido de sus botas imponiendo presencia. No pude olvidar la forma en que se fue. Su presencia era marcada, y ciertamente, me tenía fascinada. Cuando se retiró, mi madre se mostró acalorada. Entre las tres hablamos sobre lo galán que era. Luego, recordé la orden de mi padre. Mi madre nos hizo prometer que no dijéramos nada por las dudas, solo para no ponerlo nervioso si tenía que salir de la casa de nuevo.
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Me obsesioné buscando respuestas. Y entre tantas vueltas que di terminé con una adivina. Yo no lo encontré a ella. Ella me encontró a mí. Según explicó esta mujer, cuando me vio me sintió perturbada. Primero creí que era alguna clase de estafadora, porque lo de perturbada sé que se me notaba en la cara. Pero, en fin, decidí darle una oportunidad. La mujer tomó mi mano y deslizó sus dedos sobre la palma.
Lo primero que dijo es que estaba de duelo. Sentí un escalofrío por todo mi cuerpo cuando lo mencionó. -
Mi madre era una mujer imposible, pero tratar de comprenderla era una pérdida de tiempo. La última discusión que tuvo con mi padre fue un día en que él vino a casa. Le dejó el dinero de la cuota alimentaria, y le pidió que jamás lo buscara, que se olvidara de él, y que hiciera de cuenta que estaba muerto. A partir de ese momento, un sentimiento de despecho y rencor nació en mi madre. Le prometió que lo iba a pasar tan mal que iba a desear estar muerto. Mi padre se fue de la casa sin darle importancia, pero dentro de mi corazón, me latía que algo malo iba a pasar.
Con el correr del tiempo, mi padre comenzó con una serie de... -
Un coche pasó por la calle cubriendo el campo visual por un instante, y en ese milisegundo, piernas de nieve desapareció. El corazón me comenzó a latir a mil. Creí que estaba dentro de una pesadilla. Ella desaparecía como si nada, mientras las calles permanecían vacías sin un alma. Comencé a evaluar para retirarme a casa a pesar de no hacer el billete del día. La calle se sentía insegura, y de alguna manera comencé a sentirme observada. De la nada, empecé a sentir...
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Desde ese día, todo comenzó a irme mal en casa. Mi salud empeoró, el dinero no me alcanzaba, y siempre tenía algún incidente que arruinaba el día. Me sentía totalmente bloqueado. La peor parte fue cuando me despidieron de mi trabajo. Una noticia que jamás esperé. Simplemente, llegué a la oficina y tenía el aviso de despido sin más explicaciones. De alguna manera, doña Marta se enteró de esto. Hasta el día de hoy no tengo idea de cómo supo que me despidieron de mi trabajo, pero allí llegó ella, a ofrecerme su mano tramposa. Doña Marta, dijo que estaba dispuesta a ayudarme si yo...
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Tras varias visitas y comenzar a notarlo con cierta distancia, sentí que lo perdía. Guillermo me generaba algo especial que mi esposo jamás generó en mí, y no quería perderlo. Un día, cuando en casa todo estaba en orden fui a verlo. No dudé en confesarle mis sentimientos. Me declaré ante él y le dije todo lo que sentí en mi corazón por años, pero...
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Con mi esposa tomamos la decisión de irnos, y allí todo se arruinó. Mi suegra nos exigió que permaneciéramos allí, que se iba a quedar sola en la casa y que si le pasaba algo sería nuestra culpa, pero esas amenazas solo sirvieron para huir de allí. Queríamos una vida normal. Un matrimonio solo, en intimidad, como corresponde.
Y aquí viene lo extraño. Con mi esposa siempre tuvimos una buena relación, y si peleábamos era por tonterías, nada que no se resolviera en el día. Pero desde que nos fuimos a vivir solos... -
Hubo una ocasión que mi padre estaba en cama por un dolor en la espalda. Apenas podía caminar. Era sábado, y me pidió por favor que me encargara de cocinar. Le dije que sí, pero para Corcho no. Mi padre lanzó una expresión sin igual, como si le estuviera robando o traicionando. Me exigió que me callara y que cocinara para tres. No le contesté, y lo ignoré. En ese momento, la puerta sonó. Yo, todo un rebelde a la orden de mi padre, abrí la puerta para ver a Corcho, pero le dije que mi padre no estaba y le cerré la puerta en la cara. Regresé a la sala, y tenía a Corcho sentado en la mesa. Parecía un truco de magia. Me observaba sonriente, como si fuese
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Así fue como mi relación se fue deteriorando poco a poco. Las discusiones eran parte del día a día. Vivíamos a los gritos con mi novio. Cualquier evento era suficiente para comenzar con una discusión. Tras esto, mi salud empezó a empeorar. Perdía el apetito, o lo poco que comía lo devolvía al baño. En un inicio, uno asocia que estos malestares se deben a los nervios, porque así lo entendí yo. Pero lejos de eso, era la brujería que me estaba haciendo mi cuñada, y no me di cuenta hasta que
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Le conté la situación a mi tía, y me dijo que era extraño. Que por mis palabras el agua de calzón funcionaba. Pero que, quizás, él no se había divorciado. Según mi tía, el agua de calzón es fuerte, pero si el hombre tiene voluntad de hierro y está enamorado de su pareja, no hay agua de calzón que lo haga caer. Le dije que no, que se había divorciado. Y eso era algo que todos lo teníamos bien en claro.
Un día, perdí la paciencia. Mandé todo al demonio. Me crucé con Manuel, y en la primera sonrisa le robé un beso...
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