Episodi
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Antes que te formase en el vientre te conocí, y antes que nacieses te san5fiqué, te di por
profeta a las naciones. Jeremías 1:5 -
Episodi mancanti?
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Sin duda, estas preocupaciones deben formar parte de la correcta administración del organismo. Hay personas que viven como si odiaran su propio cuerpo. Pero el cuidado del cuerpo es algo tan importante que en la Biblia sirve como figura del cuidado de Cristo con su Iglesia (Efesios 5:29).
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Dios te puso aquí en la Rerra para hacer algo brillante, algo que tal vez solo tú puedes hacer y que nunca estarás del todo realizado hasta que lo encuentres y te dediques a ello por completo. Lo paradójico es que casi siempre tenemos una idea de lo que es, nada más debes escuchar a tu corazón, él sabe lo que quieres.
Que te conceda lo que tu corazón desea; que haga que se cumplan todos tus planes. Salmo 20:4 NVI -
No debemos jactarnos de lo que tenemos como si fuera un premio a nuestra propia fuerza o inteligencia. Más bien, debemos reconocer con humildad que es por la gracia de Dios que tenemos todo lo que tenemos, sea mucho o sea poco.
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Realmente la vida está hecha de tiempo, si lo pensamos bien y detenidamente nos daremos cuenta que donde va nuestro tiempo es, en realidad, donde va nuestra vida.
Nuestra vida, es decir, nuestro tiempo en aquellas cosas que consideramos importantes y valiosas. -
La vida cristiana es una guerra constante. Una guerra espiritual. Como dice Ef 6:12: "no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes."
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Podemos resumir en que la pereza es el desafecto, la dejadez, por las cosas que se deben hacer. Esa falta de voluntad y esfuerzo acaba con la incapacidad del alma de llevar las riendas. Es un abandono físico y espiritual.
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La ira puede destruir la comunicación y destrozar las relaciones, y arruina tanto el gozo como la salud de muchos. Lamentablemente, la gente tiende a justificar su ira en lugar de aceptar su responsabilidad. Cada persona lucha, en diversos grados, con la ira. Afortunadamente, la Palabra de Dios tiene principios sobre cómo manejar la ira de una manera piadosa, y cómo vencer la ira pecaminosa.
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La envidia y los celos están estrechamente relacionados y a veces se utilizan como sinónimos, aunque no son del todo iguales. La envidia es una reacción a la falta de algo que otra persona posee. Los celos son una reacción al miedo o la amenaza de perder algo, o muchas veces a alguien, que nosotros poseemos.
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Como en todos los conceptos, o como todo en la vida, nunca hay categorías definitivas ni definiciones absolutas. Esto ocurre con el orgullo, que puede ser bien o mal utilizado.