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Desarrolla en tu vida una actitud de gratitud, que la gratitud reemplace al lamento, cuando lo haces dejas la puerta abierta para que Dios actúe en tu vida. Dale gracias a Dios por todo, por más sencillo que parezca, por la vida, porque puedes ver, porque tu familia está contigo. Cada vez que le damos gracias a Dios, estamos alejándonos del egoísmo.
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Dios es un Dios que te corona de favor, aun así, hay muchas personas vienen cargando coronas de dolores, corona de espinas, corona de malos pensamientos… ¡Jesús cargó una corona de maldición sobre sí para darte una corona de favores a ti!
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Fehlende Folgen?
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La preocupación es autodestructiva. Lo que temes del mañana todavía no ha llegado. ¿Conoces a alguien que ha estado paralizado por el miedo y el pensamiento negativo? ¿Qué nos receta nuestro médico de cabecera? Salmos 91:5 NBV “No tienes que temer al terror de la noche, ni asustarte por los peligros del día”
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Dios es nuestro refugio cuando no tenemos dónde ir, es nuestra protección cuando nadie más nos protege. No hay mejor lugar para esconderse que en las alas de Dios, cuando no tenemos fuerzas, tan sólo hablar con Él y sentirnos revitalizados, mejor que cualquier energizante… Su fuerza nos ayuda a continuar.
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Cada día es un regalo único e irremplazable. Sus horas pueden ser utilizadas o mal utilizadas, invertidas o desperdiciadas. Dios por favor, enséñanos a pensar cómo vivir.
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Cada mañana es una buena oportunidad para alegrarnos porque estamos vivos, porque tenemos su misericordia, porque los días de tristeza se acabaron. Alégrate por lo que Dios va a hacer en tu vida.
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Lo mejor de nuestro día empieza en la presencia de Dios. Nunca es tiempo perdido el que se pasa conversando con Dios. Me encanta Martin Lutero cuando dijo “Tengo tanto que hacer hoy que voy a pasar las primeras tres horas en oración”
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No tengas miedo, todos los días tomamos decisiones y enfrentamos opciones. Debemos elegir vivir con seguridad y no vivir con temor. No podemos tener las dos. Tú eliges: Ser decididos en vez de indiferentes.
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La angustia jamás arregla nada. Más bien, ataca el miedo con acción.
En medio de tu angustia, no alimentes tu ansiedad. Deja de cultivar los temores que causan tus circunstancias.
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La vida está llena de situaciones que no nos gustan: nos decepcionan, vemos mal algunas cosas, pensamos que nuestras oraciones no están siendo escuchadas. No obstante, Dios no permitirá que pasemos por alguna dificultad a menos que Él la use de algún modo para nuestro bien.
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¿Qué hacer cuando sentimos que nos hundimos? ¡No hay dónde apoyar el pie! Sentimos que todo se tambalea y nos arrastra hacia la corriente. ¿Te cansaste de pedir ayuda? El salmista decía v.17 “No me des la espalda, pues estoy en problemas; ¡date prisa!”
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El amor de Dios es incondicional y siempre está disponible. Él te extiende su amor y quiere que lo recibas y que seas bendecido. Después quiere que tú se lo des a otros.
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Hay bendiciones que vendrán a tu vida envueltas en un papel de regalo llamado problema. Confía en lo que dice el Salmos 65:11 “Llega el año a su fin y está lleno de bendiciones; por dondequiera que pasas dejas gran abundancia.”
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Formúlese la siguiente pregunta ¿A qué estoy apuntando en esta nueva realidad? Lo cierto es que hay demasiadas personas yendo a muchas direcciones pero no llegan a ningún lado. No podemos darnos el lujo de malgastar el tiempo. Pablo decía. “una cosa hago… prosigo a la meta” Filipenses 3:13
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Recuerda, cuando las dificultades lleguen, enfócate en el hecho que Dios te da tranquilidad y confianza. No permitas que el temor te paralice; mejor pon tu fe y esperanza en Dios. Esas cosas que tus enemigos hicieron para tu mal, Dios las convertirá para tu bien.
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Necesitamos respirar ESPERANZA para esta nueva normalidad a la que ingresamos después de la cuarentena. La falta de esperanza afecta toda nuestra vida, afecta cómo vemos el pasado, cómo enfrentamos el presente y cómo nos proyectamos al futuro.
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La única manera de conquistar el temor es confrontarlo y hacer aquello que te da miedo. Cuando confrontamos cosas, siempre descubrimos que la peor parte del temor estaba en nuestra mente.
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Cuando te encuentras afrontando una crisis es fácil renunciar a tu felicidad, tener temor y desmoronarse, pero tienes que entender que esa crisis no es una sorpresa para Dios. Puede que para nosotros sea inesperado, pero Dios conoce el fin desde el principio.
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Dale las gracias a Dios por ser tu divina protección, y por ser un refugio para nosotros. Me encanta esta parte que dice Dios mismo vendrá en tu ayuda al comenzar el día. A veces pensamos que andamos desprotegidos, o que Dios envía sus ángeles para acompañarnos, que no somos tan importantes para que Él mismo nos cuide.
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Para Dios es tan importante que DESCANSES que hasta lo puso en uno de los mandamientos.
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