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  • Meditación guiada

    Durante las meditaciones de la tercera semana, añadirás a los pasos anteriores el paso 5: observa y recuerda, y luego el paso 6: redirige, para hacer los seis. Los pasos 5 y 6 acabarán fundiéndose en uno. Cuando a lo largo del día surjan los pensamientos y sentimientos que te limitan, obsérvalos y di en voz alta automáticamente: «¡Cambia!», o escúchalo en tu cabeza como la voz con más autoridad, en lugar de la(s) otra(s) de siempre. En cuanto lo consigas estarás preparado para el proceso de la creación.• Paso 1: empieza haciendo la inducción como siempre.• Pasos 2-5: después de reconocer, admitir, declarar y entregarte, es hora de seguir intentando advertir los pensamientos y acciones que se te pasan por alto. Observa tu antiguo yo hasta conocer al dedillo los programas que lo sostienen.• Paso 6: mientras estás observando en la meditación tu antiguo yo, elige varios escenarios de tu vida y di en voz alta «¡Cambia!»

  • Deja de ser el mismo de siempre (Segunda semana)

    *Paso 1: haz primero la técnica de inducción y sigue acostumbrándote cada vez más a este proceso para entrar en el subconsciente.

    • Paso 2: ahora que sabes lo que quieres cambiar de ti en la mente y el cuerpo, «reconoce» tus limitaciones. Es decir, define la emoción que quieras desmemorizar y observa la actitud a la que te ha conducido este sentimiento.

    • Paso 3: «admite» interiormente ante el poder superior que hay en tu interior quién has estado siendo, lo que quieres cambiar de ti y lo que has estado ocultando. «Declara» después en voz alta la emoción de la que te estás desprendiendo para que el cuerpo deje de ser la mente y romper así los vínculos con los elementos de tu entorno.

    • Paso 4: «entrega» este estado limitador a una mente superior y pídele que se ocupe de él de la forma más adecuada para ti. Practica estos pasos a diario en tus sesiones hasta conocerlos tan bien que se fundan en uno solo. Cuando lo logres, estarás preparado para seguir con los otros pasos. Ahora vas a seguir añadiendo pasos en tu proceso de meditación, pero ten en cuenta que siempre empezarás tu meditación con la serie de cuatro acciones que acabas de aprender. Prepárate para la entrega. Cierra ahora los ojos y empieza a familiarizarte con lo que le deseas decir a esta mente superior. Repasa lo que has escrito para que aparezcan tus limitaciones. Cuanto más presente estés, más te concentrarás en ello. Mientras empiezas a recitar tu plegaria en tu interior, recuerda que esta conciencia invisible te está viendo y es consciente de ti. Sabe todo lo que piensas, haces y sientes.Pídele ayuda y entrégale tu estado mental negativo. A continuación, pídele a la conciencia universal que tome esta parte tuya y la reorganice en algo mejor. En cuanto lo hagas, entrégasela a esta mente superior. Algunas personas abren mentalmente una puerta y la cruzan, otras entregan una nota o meten aquello que quieren abandonar en una caja preciosa y dejan que se disuelva en la mente elevada. No importa lo que imagines, basta con que te desprendas de ello. Lo que importa es tu intención, sentirte conectado a una conciencia universal sumamente bondadosa que te ayuda a liberarte de tu antiguo yo. Cuanto más decidido estés a hacerlo y más sientas la alegría de desprenderte de este estado, más afín serás a una voluntad superior y a su mente y amor. Da las gracias. En cuanto hayas terminado tu plegaria, acuérdate de dar las gracias de antemano a la mente universal por la realidad que se materializará en tu vida. Así envías la señal al campo cuántico de que tu intención ya ha dado fruto. El agradecimiento es el estado supremo del que recibe.

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  • Imagínate que en la habitación empieza a brotar agua templada... Primero te va cubriendo los pies y los tobillos, siente la calidez del agua que rodea tus pies sumergidos en ella...El agua sigue ascendiendo cubriéndote las pantorrillas y las espinillas, y después las rodillas; siente el peso de las piernas desde los pies hasta las pantorrillas, debajo del agua...Relájate ahora mientras el agua que te llega a las rodillas sigue ascendiendo hasta cubrirte los muslos... Mientras te rodea los muslos, siente las manos sumergidas en esta agua templada... Advierte la calidez del agua alrededor de las muñecas y los antebrazos...Sé consciente ahora de la relajante agua rodeándote las nalgas, las ingles y la parte interior de los muslos... El agua va ascendiendo hasta la cintura. Siente cómo los antebrazos y los codos están sumergidos en el agua...Mientras el agua templada sigue subiendo hasta alcanzar el plexo solar, advierte cómo te cubre la mitad de los brazos...Siente ahora el peso del cuerpo sumergido hasta la caja torácica en el agua templada, siente cómo te rodea los brazos....Deja que el agua te rodee el pecho hasta llegar a los omoplatos... El agua va subiendo hasta alcanzar el cuello, deja que te cubra los hombros... Desde el cuello para abajo, siente el peso y la densidad de tu cuerpo sumergido en el agua templada...Mientras el agua te cubre el cuello, siéntelo, al igual que la barbilla, sumergido en el agua...Deja que la relajante agua te cubra los labios y la parte posterior de la cabeza... Mientras te cubre la nariz, relájate y deja que te rodee. El agua templada te llega ahora justo por debajo de los ojos... Deja que el agua te cubra los ojos y siente la parte del cuerpo de los ojos para abajo sumergida en el agua templada. Siente el agua ascendiendo hasta cubrirte la frente y la coronilla, mientras ésta se va sumergiendo poco a poco en el agua, hasta que también la cabeza está sumergida... Y ahora abandónate a esta agua templada y relajante y siente la ingravidez de tu cuerpo rodeado de agua. Deja que tu cuerpo sienta su propia densidad, sumergido en el agua...Nota la cantidad de agua que hay alrededor de tu cuerpo y el espacio que tu cuerpo ocupa bajo el agua. Percibe la habitación sumergida en el agua. Advierte el espacio que ocupa la habitación, rodeada de agua templada... Y durante unos momentos siente tu cuerpo flotando en ese espacio...

  • ¿Por qué es bueno concentrarse en el cuerpo? Recuerda que el cuerpo se ha fusionado con el subconsciente. Cuando somos muy conscientes del cuerpo y de las sensaciones corporales, entramos en el subconsciente. Nos encontramos en el sistema operativo que cito tan a menudo. La inducción es una herramienta para acceder al sistema operativo. El cerebelo desempeña un papel en la propiocepción (la capacidad de sentir la posición del cuerpo en el espacio). En esta inducción, mientras te fijas en distintas partes de tu cuerpo en el espacio y en el espacio que rodea tu cuerpo en el espacio, usas el cerebelo para realizar esta función. Y como el cerebelo es la sede del subconsciente, al fijarte en la posición de tu cuerpo en el espacio accedes al subconsciente saltándote el cerebro pensante. Además, la inducción silencia la mente analítica al obligarte a entrar en el estado sensorial. Las sensaciones son el lenguaje del cuerpo, que a su vez es la mente subconsciente, por eso la inducción te permite usar el lenguaje natural del cuerpo para interpretar y cambiar el lenguaje del sistema operativo. En otras palabras, cuando estás notando o fijándote en distintos aspectos del cuerpo, piensas menos, tus pensamientos analíticos van menos del pasado al futuro, tu foco de atención se vuelve más amplio —no es estrecho y obsesivo, sino creativo y abierto— y pasas de beta a alfa.

  • Programa sugerido de cuatro semanas explicaciónPrimera semana (capítulo 10): Haz cada día el paso 1: inducciónSegunda semana (capítulo 11): Empieza cada sesión diaria practicando el primer paso y después añade el paso 2: reconoce, el paso 3: admite y declara y el paso 4: entrégate.Tercera semana (capítulo 12): Empieza cada sesión diaria practicando del paso 1 al 4 y luego añade el paso 5: observa y recuerda y el 6: redirige.Cuarta semana (capítulo 13): Empieza cada sesión diaria practicando del paso 1 al 6 y después añade el paso 7: crea y repítelo.

  • Controla la evolución en la meditación: Las prácticas contemplativas interiores hacen que la mente, el cuerpo y el cerebro estén presentes, en lugar de estar estresados anticipando alguna situación futura con la que nos hemos obsesionado. La meditación hace que el cuerpo-mente deje de estar anclado en el pasado y nos libera de las emociones que nos enganchan a la misma vida de siempre. El objetivo de la meditación es caer desde lo alto de un edificio con la lentitud y constancia de una pluma. Primero aprendes a relajar el cuerpo y a concentrar la mente al mismo tiempo. En cuanto aprendes a hacerlo, dejas que el cuerpo se duerma mientras la mente está despierta o activa. La evolución es la siguiente: si en el estado de vigilia te encuentras en ondas beta (de bajas a altas, dependiendo de tus niveles de estrés), en cuanto te sientas con la columna derecha, cierras los ojos, respiras hondo varias veces y miras en tu interior, se desactiva el sistema nervioso simpático y se activa el parasimpático. El sistema de protección del estado de emergencia (lucha/miedo/huida) se desactiva y se activa el mecanismo de protección interno para la regeneración a largo plazo (el crecimiento y la reparación). A medida que el cuerpo se relaja, tus patrones de ondas cerebrales empiezan a pasar a alfa. Si realizas bien la meditación, los patrones de onda de tu cerebro se volverán más coherentes y ordenados. Dejarás de concentrarte en los Tres Grandes para convertirte en sin cuerpo, sin espacio, sin tiempo. Ahora empiezas a sentirte conectado, completo y equilibrado, y sientes las emociones elevadas más sanas de la confianza, la dicha y la inspiración. Un cerebro coherente es el escenario idóneo para la curación Esta nueva señal ordenada y sincronizada que el cerebro le envía al cuerpo organiza los diversos sistemas en homeostasis: el sistema cardiovascular, el sistema digestivo, el sistema inmunitario, etc., también se vuelven coherentes. A medida que el sistema nervioso se reajusta a sí mismo, la enorme cantidad de energía que consumía el estado de supervivencia ahora se puede utilizar para la creación. El cuerpo empieza a curarse. Es el momento en que las ondas cerebrales se vuelven más sincronizadas y pasan de beta a alfa y zeta. Aumenta la cantidad de circuitos individuales que empiezan a comunicarse de manera ordenada y a procesar una mente más coherente. Tu mente deja de ser estrecha de miras, sobre concentrada, obsesiva, comparti-mentalizada y deja de pensar en el estado de supervivencia, para volverse más abierta, relajada, holística, presente, ordenada, creativa y simple. Es el estado natural del ser en el que se supone que deberíamos vivir. Échale un vistazo al estado de coherencia o a lo que también se denomina sincronicidad, el estado en el que el cerebro funciona armoniosamente.

  • Nos vinculamos energéticamente unos con otros en un lugar más allá del tiempo y el espacio. Como estamos enredados con los demás (para usar términos cuánticos) y con frecuencia nos vinculamos por medio de emociones que tienen que ver con la supervivencia, cuando seguimos conectados a experiencias y emociones negativas nos es casi imposible cambiar. Por eso la realidad sigue siendo la misma. Al dejar atrás el pasado empezamos a divisar el futuro: Piensa en cuánta energía creativa te está consumiendo la culpabilidad, los juicios, el miedo o la ansiedad que te causan las personas y experiencias del pasado. Imagínate cuántas cosas positivas más podrías hacer si transformaras la energía destructiva en energía productiva. Contempla lo que podrías alcanzar si en lugar de centrarte en sobrevivir (una emoción egoísta) intentaras generar intenciones positivas (una emoción altruista). Pregúntate: ¿A qué energía procedente de experiencias pasadas (en forma de emociones limitadoras) me estoy aún aferrando que refuerza mi anterior identidad y me ata a mis circunstancias actuales? ¿Podría transformarla en un estado elevado que me permitiera crear un resultado nuevo y distinto?Meditar te ayudará a eliminar algunas de las capas, a sacarte algunas máscaras que te has puesto. Ambas cosas impedían que esta inteligencia superior fluyera dentro de ti. Al sacar estas capas te vuelves transparente. Lo eres cuando la imagen que das al mundo es la de quien eres de verdad. Y cuando vivas de este modo sentirás un estado de gratitud, o una gran dicha, que es en realidad nuestro estado natural del ser. Y entonces empezarás a dejar atrás el pasado para divisar el futuro. A medida que apartas los velos que le impiden a esta inteligencia fluir dentro de ti, te vuelves más como ella. Te vuelves más afectuoso, más generoso, más consciente, más resuelto, porque ésta es su mente. El vacío se cierra. En este punto, te sientes feliz y completo. Ya no dependes del mundo exterior para que te defina. Las emociones elevadas que sientes son incondicionales. Nadie ni nada pueden hacerte sentir así. Eres feliz y quien eres es simplemente lo que te inspira a serlo. Ya no sigues viviendo en un estado de carencia o de deseo. Y lo más curioso es que cuando ya no necesitas nada ni quieres nada es cuando puedes empezar a hacer que las cosas se manifiesten de manera natural. La mayoría de la gente, cuando intenta crear algo, lo hace en un estado de carencia, de baja autoestima, de separación, o sintiendo alguna otra clase de emoción limitadora, en lugar de hacerlo en un estado de gratitud, entusiasmo o plenitud. Es entonces cuando el campo cuántico te responde mejor. Todo este proceso empieza reconociendo que existe este vacío en ti y meditando sobre los principales estados emocionales negativos de tu personalidad que lo han creado. A no ser que estés preparado para observarte atentamente y analizar tus inclinaciones con sinceridad y bondad (sin maltratarte por tus defectos), estarás siempre envuelto en algún episodio del pasado y en las emociones negativas que te causó. Obsérvalas. Entiéndelas. Suéltalas. Y crea algo nuevo con la energía que liberas al separar de tu cuerpo la mente y entregársela al campo.

  • El vacío: Si queremos que algo del exterior nos haga felices, no estamos siguiendo la ley cuántica. Estamos dependiendo de lo de fuera para cambiar lo de dentro. Si creemos que en cuanto tengamos el dinero para comprar más cosas seremos de lo más felices, lo estamos viendo al revés. Tenemos que sentirnos felices antes de que la abundancia aparezca en nuestra vida. ¿Y qué ocurre si los adictos no pueden aumentar su dosis? Se sienten más enojados, más frustrados, más amargados, más vacíos. Quizá prueben otros métodos: añadiendo el juego a la bebida, o las compras a la televisión y a las películas como válvulas de escape. Pero al final nada les bastará. Los centros del placer se habrán recalibrado a un nivel tan alto que cuando el mundo exterior no les provoca ningún cambio químico les parece que no pueden disfrutar con las cosas más sencillas. La cuestión es que la verdadera felicidad no tiene nada que ver con el placer porque depender de cosas tan estimulantes para sentirnos bien sólo nos aleja de la auténtica dicha. El mayor vacío: la adicción emocional: Al pensar en este vacío, seguramente te has dicho: Claro que escondemos a los demás nuestros miedos, inseguridades, debilidades y el lado oscuro. Si les diéramos rienda suelta expresándolos, seguramente nadie se ocuparía de nosotros; nos dejarían solos, cuidándonos de nosotros mismos. En cierto sentido, es verdad. Pero si queremos ser libres debemos afrontar nuestro verdadero yo y sacar a la luz este lado oscuro de nuestra personalidad. No intentes analizar los episodios del pasado validando las emociones memorizadas que ya forman parte de tu personalidad. Aunque los analices, no resolverás tus problemas mientras sigas atrapado en esas emociones. Observar la experiencia o revivir el episodio que creó el problema tan sólo te hará volver a sentir las mismas antiguas emociones y te dará una razón para sentirte igual que siempre. Cuando intentas resolver tus problemas con el mismo estado mental que los creó, te limitas a analizarlos disculpándote por no cambiar nunca. Es mejor que trates de desmemorizar las emociones que te limitan. Un recuerdo sin la carga emocional se llama sabiduría. Es entonces cuando puedes observar objetivamente un episodio del pasado, contemplarlo y ver quién estabas siendo, sin el filtro de esa emoción. Si intentas desmemorizar el estado emocional que te provocó, podrás vivir, pensar y actuar sin las limitaciones o las trabas de ese sentimiento. Reducir e incluso eliminar el vacío entre quien somos y quien aparentamos ser es seguramente el mayor reto de nuestra vida. Tanto si lo llamamos vivir con autenticidad, superar nuestras propias limitaciones o «lograr» que los demás nos acepten tal como somos, es algo que la mayoría deseamos. El cambio —cerrar el espacio del vacío— debe empezar dentro de nosotros. Como ya sabes, una de las habilidades más importantes que necesitas adquirir para crecer interiormente es la autoconciencia/autoobservación. Cuando medites observarás el estado emocional negativo que tanto te ha impactado en tu vida. Reconocerás el principal estado de tu personalidad que motiva tus pensamientos y conductas para conocer íntimamente todos sus matices. Con el tiempo, usarás este poder de la observación para desmemorizar ese estado emocional negativo. Así entregarás esta emoción a una mente superior, cerrando el vacío entre quien eres y la imagen que has estado dando al mundo. Ten en cuenta que no basta con advertir cómo has estado pensando, sintiendo y actuando. En la meditación tienes que ser más activo. También debes decirte la verdad. Sé sincero y revela lo que has estado ocultando en ese rincón oscuro del vacío. Sácalo a plena luz del día. Y cuando veas lo que te has estado haciendo a ti mismo, tendrás que contemplar ese desastre y decir: Esto ya no me beneficia para nada. Ya no me sirve. Esto no es quererse. Y decidir entonces ser libre.

  • Los tres cerebros: de pensar a actuar y a ser: Las propiedades de la neuroplasticidad (la capacidad del cerebro de renovarse y crear nuevos circuitos a cualquier edad mediante los estímulos del entorno y nuestras intenciones conscientes) son tan grandes que nos permiten crear un nuevo nivel de mente. En cierto modo, se da el proceso neurobiológico de «fuera lo viejo, bienvenido lo nuevo» que los neurocientíficos denominan poda y generación. Es lo que yo llamo desaprender y aprender, y nos permite superar nuestras limitaciones actuales e ir más allá de nuestros condicionamientos o nuestras circunstancias. Al crear el hábito de una nueva forma de ser, básicamente estamos volviendo a controlar lo que hasta ahora era un proceso inconsciente del ser. En lugar de tener la mente un objetivo (No voy a seguir enfadándome por todo) y el cuerpo otro (Prefiero seguir enfadándome e inundándome con las sustancias químicas a las que estoy acostumbrado), unimos la intención de la mente con las respuestas del cuerpo. Y para lograrlo debemos crear una nueva forma de pensar, actuar y ser. Para que nuestra vida cambie, primero debemos cambiar nuestros pensamientos y sentimientos, después hacer algo (cambiar nuestras acciones o conducta) para tener una nueva experiencia, la cual nos producirá un nuevo sentimiento, y luego memorizar ese sentimiento hasta que se convierta en un estado del ser (cuando mente y cuerpo son uno), pero al menos contamos con algunas ventajas. Aparte de la neuroplasticidad del cerebro, se podría decir que disponemos de más de un cerebro con los que trabajar. En realidad, tenemos tres. La neocorteza es la arquitecta o diseñadora del cerebro. Nos permite aprender, recordar, razonar, analizar, planear, crear, especular sobre posibilidades, inventar y comunicarnos. Como en esta región es donde se almacena la información sensorial como lo que vemos y oímos, la neocorteza nos conecta a la realidad exterior. La neocorteza procesa en general los conocimientos y las experiencias. Primero reúnes conocimientos en forma de hechos o de información semántica (conceptos o ideas filosóficas o teóricas aprendidas intelectualmente), con lo que la neocorteza incorpora nuevas conexiones sinápticas y circuitos. Cuando estás viviendo una experiencia nueva y los sentidos le envían a la neocorteza un torrente de información del mundo exterior, sus redes neurales se organizan para reflejar este acontecimiento. La experiencia enriquece incluso más al cerebro que el nuevo conocimiento adquirido. En cuanto estas redes de neuronas se activan con una determinada estructura en respuesta a la experiencia nueva, el cerebro emocional produce y secreta sustancias químicas en forma de péptidos. Este cóctel químico tiene una particular huella que refleja las emociones que sientes en el momento. Como ya sabes, las emociones son producto de las experiencias; una experiencia nueva crea una emoción nueva (que envía señales a nuevos genes de nuevas formas). Así pues, las emociones le señalan al cuerpo que almacene el episodio químicamente y empiezas a encarnar lo que estás aprendiendo. En el proceso, el cerebro límbico ayuda a formar recuerdos a largo plazo: puedes recordar cualquier experiencia mejor porque te acuerdas de cómo te sentiste emocionalmente cuando ocurrió. Cuando el cuerpo conoce una experiencia igual o más que la mente consciente, cuando puedes repetirla a tu antojo de manera automática, es que has memorizado el acto, la conducta, la actitud o la reacción emocional hasta que se ha convertido en una habilidad o en un hábito Al alcanzar este nivel de destreza has pasado a un estado del ser. Has activado la tercera región del cerebro que desempeña un papel muy importante en cambiar tu vida: el cerebelo, la sede del subconsciente. El cerebelo, la parte más activa del cerebro, está situado en la parte posterior de la cavidad craneana. Considéralo como el microprocesador y el centro de memoria del cerebro.

  • Supervivencia frente a creación: Cada vez que alteramos el equilibrio químico del cuerpo, se produce lo que llamamos «estrés». La respuesta de estrés es la manera innata del cuerpo de responder a lo que le hace perder el equilibrio y a lo que hace para recuperarlo. Los seres humanos, a diferencia de los animales, activamos la respuesta de lucha o huida con un simple pensamiento puede no tener que ver con las circunstancias presentes. Podemos activar la respuesta de lucha o huida al anticipar alguna situación. Y lo peor de todo es que podemos desencadenar la respuesta de estrés al recordar un episodio infeliz urdido en el tejido de nuestra materia gris. Así pues, tanto si anticipamos una experiencia que nos produce la respuesta de estrés como si la recordamos, el cuerpo está existiendo en el futuro o en el pasado. Convertimos por desgracia las situaciones estresantes breves en largas. ¿Y qué ocurre cuando sigues movilizando toda esta energía para alguna emergencia? Si estás gastando toda tu energía en algún problema del mundo exterior, te quedará muy poca para tu mundo interior. El sistema inmunológico, que controla tu mundo interior, no tiene suficiente energía para el crecimiento y la regeneración. Y acabas enfermando. Esto es una conducta desadaptativa. Cuando este estado de emergencia dura demasiado, la respuesta de lucha o huida usa la energía que tu medio interno necesita. El cuerpo le roba esta energía vital al sistema inmunológico, al sistema digestivo y a los sistemas endocrinos, entre otros, y se la envía a los músculos para que puedas luchar contra un depredador o huir del peligro. Pero en tu situación esto sólo te perjudica. Desde una perspectiva psicológica, la sobreproducción de hormonas del estrés genera emociones humanas de ira, miedo, envidia y odio; fomenta sentimientos de agresividad, frustración, ansiedad e inseguridad; y provoca experiencias de dolor, sufrimiento, tristeza, desesperanza y depresión. La mayoría de la gente se pasa la mayor parte del tiempo preocupándose con pensamientos y sentimientos negativos. ¿Es porque la mayoría de las cosas que nos ocurren son negativas? ¡Claro que no! Tienen una actitud tan negativa porque viven anticipando el estrés o re-experimentándolo con los recuerdos, por eso la mayoría de sus pensamientos y sentimientos están motivados por las fuertes hormonas del estrés y la supervivencia. Cuando se activa la respuesta de estrés, nos centramos en tres elementos muy importantes: • El cuerpo (Debo protegerlo). • El entorno (¿Adónde puedo ir para huir de la amenaza?). • Tiempo (¿Cuánto tiempo tengo para evitar esta amenaza?) Los humanos estamos tan dominados por los Tres Grandes porque vivimos en un estado de supervivencia. La respuesta de estrés y las hormonas que secreta nos obligan a centrarnos (y obsesionarnos) en el cuerpo, el entorno y el tiempo. Por eso empezamos a definir nuestro «yo» en el marco del reino físico, nos volvemos menos espirituales, menos conscientes, menos atentos y menos lúcidos. Y lo peor de todo es que vivimos temiendo que si estos problemas desaparecieran no sabríamos qué pensar ni qué sentir, ni experimentaríamos el torrente de energía que nos hace recordar quien somos. A la mayoría de personas nos aterra la posibilidad de no ser alguien. ¡Qué horrible nos parece ser «nadie», carecer de identidad!

  • ¿Puedes elegir una posibilidad del campo cuántico (a propósito, ya existen todas las posibilidades en él) y sentir emocionalmente una situación futura antes de que se materialice? ¿Puedes hacerlo tantas veces que adiestres emocionalmente a tu cuerpo con una nueva mente, enviando señales a nuevos genes de una nueva forma? Si lo logras, es muy probable que empieces a conformar y moldear tu cerebro y tu cuerpo en una nueva expresión... para que cambien físicamente antes de que la posible realidad deseada se manifieste. Cuando visualizas mentalmente una realidad futura deseada una y otra vez hasta que el cerebro cambia físicamente como si ya la hubiera vivido, y la sientes emocionalmente tantas veces que el cuerpo cambia como si ya la hubiera experimentado, no te detengas... ¡porque es cuando la situación te encuentra! Y llega del modo más inesperado, lo cual te demuestra que ha surgido de tu relación con una conciencia superior, y este descubrimiento te inspira a hacerlo una y otra vez. Ve más allá del tiempo: Has aprendido que cuando los seres humanos intentamos cambiar reaccionamos como adictos, porque nos volvemos adictos a nuestros estados químicos del ser habituales. Cuando tienes una adicción es casi como si el cuerpo poseyera una mente propia. A medida que las situaciones del pasado provocan la misma respuesta química que la del episodio original, tu cuerpo cree estar reviviéndolo. Y en cuanto lo adiestras con este proceso a ser la mente subconsciente, el cuerpo es el que lleva la batuta, se convierte en la mente y, por lo tanto, puede, en cierto sentido, pensar. El subconsciente se ocupa de la mayoría de procesos físicos y mentales que tienen lugar mecánicamente. La mayor parte de esta actividad sirve para que el cuerpo siga funcionando. Los científicos se refieren a este sistema regulador como el sistema nervioso autónomo. Es evidente lo peligroso que puede ser ceder a este sistema automático el control de las respuestas emocionales diarias desencadenadas por nuestros recuerdos y el entorno. Esta serie subconsciente de respuestas rutinarias se han comparado de formas muy diversas con un piloto automático y con los programas automáticos de un ordenador. Estas analogías intentan mostrarnos que bajo la mente consciente hay algo que controla nuestra conducta. Si esperamos que suceda en el futuro una situación previsible basándonos en un recuerdo del pasado, estamos viviendo como esos canes. Una experiencia vivida con alguien o algo en particular en un determinado momento y lugar nos hace responder fisiológicamente de manera automática (o autónoma).En cuanto abandonamos las adicciones emocionales procedentes del pasado, ya no habrá nada que active los programas automáticos del antiguo yo. Así pues, es lógico que, aunque «pensemos» o «creamos» vivir en el presente lo más probable es que nuestro cuerpo esté viviendo en el pasado. Los rasgos de nuestra personalidad suelen basarse en emociones pasadas. La mayoría de las veces la personalidad (cómo pensamos, actuamos y sentimos) está anclada en el pasado. Por eso, para poder cambiar nuestra personalidad, debemos cambiar las emociones memorizadas. Dejar de vivir en el pasado. Para abandonar tus hábitos casi automáticos y dejar de anticipar el futuro, necesitas aprender a vivir más allá del tiempo. Vive tu nuevo futuro deseado en el precioso presente: Hay otras preguntas importantes que debes hacerte: si sabes que al estar presente y eliminar tus conexiones con el pasado puedes acceder a todos los resultados posibles en el campo cuántico, ¿por qué elegir vivir en el pasado y seguir creándote el mismo futuro? ¿Por qué no hacer lo que ya está a tu alcance: modificar mentalmente la configuración del cerebro y el cuerpo para cambiar antes de que se materialice la experiencia deseada? ¿Por qué no decidir vivir ahora el futuro elegido?

  • Ve más allá del cuerpo: Cada vez que tienes un pensamiento se da una reacción bioquímica en el cerebro, generas sustancias químicas. Cuando el cuerpo recibe estos mensajes químicos del cerebro, responde al instante activando una serie de reacciones que coinciden con lo que el cerebro está pensando. Acto seguido el cuerpo le envía al cerebro un mensaje confirmándole que ahora se siente exactamente como el cerebro está pensando. El bucle de los pensamientos y sentimientos: cuando tienes distintos pensamientos, los circuitos del cerebro se activan en sus correspondientes secuencias, estructuras y combinaciones, que a su vez producen estados mentales afines a estos pensamientos. En cuanto se activan estas redes de neuronas en particular, el cerebro produce sustancias químicas con una huella que coincide con estos pensamientos para que te sientas de forma parecida a lo que estás pensando. Por lo tanto, cuando tienes pensamientos positivos de agradecimiento, amor o alegría, produces sustancias químicas que te hacen sentir de maravilla, lleno de amor o alegría. Lo mismo sucede con los pensamientos negativos, temerosos o impacientes. En cuestión de segundos empiezas a sentirte negativo, preocupado o impaciente. Un estado del ser significa que nos hemos acostumbrado a un estado mental-emocional, a un modo de pensar y de sentir, que se ha convertido en una parte de nuestra identidad. Describimos quién somos basándonos en cómo pensamos (y sentimos) o existimos en el momento presente. Estoy enojado; estoy sufriendo; estoy inspirado; soy un inseguro; soy negativo... Pero pensar y sentir igual que siempre durante años, y pensar de acuerdo con esos sentimientos (el hámster en la rueda), crea un estado memorizado del ser en el que afirmamos tajantemente, como si ya no pudiéramos cambiar: Yo soy. Significa que ahora ya nos definimos como este estado del ser. Nuestros pensamientos y pensamientos se han fusionado. ¿Por qué nos cuesta tanto cambiar? Imagínate que en la vida hayas tenido algunas experiencias muy duras que te han hecho sufrir. Estos recuerdos siguen provocándote una reacción emocional relacionada con una persona en concreto de un lugar y una época de tu vida. Has estado pensando en el pasado lo suficiente y estos recuerdos afloran a tu mente incluso de manera automática. Imagínate ahora que durante más de veinte años has estado pensando y sintiendo, sintiendo y pensando en el sufrimiento. Ahora, para sufrir, ya no necesitas pensar en el episodio del pasado. Te resulta imposible pensar o actuar de distinta manera a lo que siempre estás sintiendo. Has acabado memorizando el sufrimiento con tus pensamientos y sentimientos recurrentes: el relacionado con aquel episodio y con otros de tu vida. Tus pensamientos sobre ti y tu vida están condicionados por los sentimientos de victimización y autocompasión. Los mismos pensamientos y sentimientos que has estado teniendo durante más de veinte años han hecho que tu cuerpo recuerde la sensación de sufrimiento sin darte cuenta. Ahora esto te parece de lo más natural y normal. Es quién eres. Y siempre que intentas cambiar algo de ti, es como si volvieras al punto de partida. Vuelves a ser el mismo de siempre. Lo que la mayoría de la gente no sabe es que al pensar en una experiencia con una fuerte carga emocional se activan en el cerebro las mismas secuencias y estructuras del pasado. Y al activarse, las redes neurales de esos circuitos se consolidan cada vez más. También se duplican las mismas sustancias químicas liberadas en el cerebro y el cuerpo (en diversos grados), como si en ese momento estuvieran viviendo de nuevo aquella experiencia del pasado. Estas sustancias químicas hacen que el cuerpo memorice aún más la emoción. Tanto los resultados químicos de pensar y sentir, y sentir y pensar, como las neuronas activándose y conectándose juntas hacen que la mente y el cuerpo activen una serie limitada de programas automáticos.

  • Ve más allá del entorno: Quizá te preguntes: ¿Cómo puede mi mente influir en situaciones importantes para cambiar mi vida? ¿Cómo puedo yo colapsar electrones en un acontecimiento llamado la nueva experiencia futura que deseo vivir? No me sorprendería si también dudaras de tu capacidad para crear experiencias reales en el más amplio mundo de la realidad. Si tienes alguna duda, me gustaría que te plantearas la posibilidad de que tu modo de pensar afecta directamente tu vida. Si tienes los mismos pensamientos y sentimientos, seguirás creando la misma realidad de siempre Si puedes aceptar este paradigma como una posibilidad, por lógica tendrás que aceptar que lo siguiente es posible: para crear en tu mundo personal algo distinto de aquello a lo que estás acostumbrado, debes cambiar tu rutina diaria de pensar y sentir. De lo contrario, si piensas y sientes siempre igual que el día anterior y el otro que lo precede, seguirás creando las mismas circunstancias en tu vida, y te generarán las mismas emociones de siempre, lo cual te condicionará a pensar «de acuerdo con» esas emociones. Para cambiar, ve más allá del entorno, el cuerpo y el tiempo: La mayoría de la gente se centra en la vida en tres cosas: su entorno, su cuerpo y el tiempo. Además de centrarse en estos tres elementos, piensan de acuerdo con ellos. Pero para dejar el hábito de ser el mismo de siempre, debes pensar mucho más allá de las circunstancias de tu vida, trascender los sentimientos que has estado memorizando en tu cuerpo y vivir en una nueva línea del tiempo. Tus recuerdos moldean tu mundo interior: Nuestras relaciones con los demás, la variedad de cosas que poseemos y conocemos, los lugares visitados y en los que hemos vivido en distintos momentos de la vida y la infinidad de experiencias vividas a lo largo de los años han ido configurando la estructura de nuestro cerebro. Incluso la inmensa serie de acciones y conductas que hemos memorizado y realizado repetidamente a lo largo de la vida están grabadas en los intrincados pliegues de nuestra materia gris. Todas las experiencias personales que hemos tenido con la gente y las cosas en distintos lugares y momentos se reflejan literalmente en las redes de neuronas (células nerviosas) del cerebro. ¿Cómo llamamos colectivamente a estos «recuerdos» de las experiencias que hemos tenido con las personas y las cosas en distintos lugares y momentos de nuestra vida? Nuestro entorno exterior. Como tus pensamientos determinan tu realidad, si sigues teniendo los mismos pensamientos de siempre (que son producto y reflejo de tu entorno), seguirás creando la misma realidad día tras día. Tus pensamientos y sentimientos coinciden exactamente con tu vida exterior porque es tu realidad exterior —con todos sus problemas, condiciones y circunstancias— la que está influyendo en cómo piensas y te sientes en tu realidad interior. Cómo adquieres el hábito de ser el mismo de siempre: Debido a esta habituación neural, las dos realidades, la de la mente interior y la del mundo exterior, parecen volverse casi inseparables. Por ejemplo, si no dejas de pensar en tus problemas, tu mente y tu vida se fusionan. Coloreas el mundo objetivo con las percepciones de tu mente subjetiva y estás moldeando siempre la realidad. En cierto modo, has adquirido el hábito de ser el mismo de siempre, eres esclavo de tu entorno. Tu forma de pensar va a la par con las condiciones de tu vida, y, por lo tanto, como observador cuántico, estás creando una mente que solamente refuerza estas circunstancias en tu realidad. Todo cuanto estás haciendo es reaccionar a tu mundo exterior, conocido y que no cambia. La neurociencia ha demostrado que cambiamos nuestro cerebro —y por lo tanto de conductas, actitudes y creencias— al pensar de distinta manera. Por medio del repaso mental (imaginar repetidamente que realizamos una acción), los circuitos del cerebro se reorganizan para reflejar nuestros objetivos.

  • Recibimos lo que enviamos La orquestación de los acontecimientos funciona en nuestra vida de la siguiente manera: si hemos sufrido y en la mente y el cuerpo conservamos este sufrimiento y lo expresamos con nuestros pensamientos y sentimientos, estamos enviando esta huella energética al campo cuántico. La inteligencia universal nos responde enviando a nuestra vida otro evento que reproducirá la misma respuesta intelectual y emocional. Nuestros pensamientos envían la señal (Estoy sufriendo), y nuestras emociones (Estoy sufriendo) atraen en nuestra vida una situación que coincide con esta frecuencia emocional, es decir, una buena razón para sufrir. La pregunta esencial de este libro es: ¿Por qué no enviamos una señal que produzca un resultado positivo? ¿Cómo podemos cambiar para que la señal que enviamos coincida con lo que queremos crear en nuestra vida? ¿Cambiaremos cuando nos comprometamos plenamente a creer que al elegir el pensamiento/señal que enviamos produciremos un efecto perceptible e inesperado? Pide una respuesta cuánticaCuando crees algo, pídele una señal a la conciencia cuántica con la que has contactado. Atrévete a pedirle que en tu vida ocurran sincronicidades en cuanto a los resultados que deseas. Así estás siendo lo bastante audaz como para querer saber que esta conciencia es real y que es consciente de tus esfuerzos. En cuanto lo aceptas, puedes crear en un estado de felicidad e inspiración. La física cuántica es un «sinsentido» El cuanto es una realidad multidimensional que existe más allá de nuestros sentidos, en el reino de lo sin cuerpo, sin espacio, sin tiempo. Para entrar en esta esfera y crear algo desde este paradigma, debes olvidarte del cuerpo durante un rato. También debes dejar de fijarte en el mundo exterior, en todas las cosas con las que te identificas en tu vida. Tu pareja, tus hijos, tus bienes y tus problemas forman parte de esta identidad tuya, a través de todo ello te identificas con el mundo exterior. Y en último lugar, debes olvidarte del tiempo lineal. Es decir, en cuanto observes una posible experiencia futura, tienes que estar tan presente que tu mente ya no piense en los recuerdos del pasado ni en las expectativas de tu «rutina» futura. En el campo cuántico, las posibilidades infinitas para materializar una realidad existen más allá del tiempo y el espacio porque una realidad potencial aún no existe. Si no existe, no ocupa un lugar en el espacio ni una posición en el tiempo. Cualquier cosa sin una existencia material —si sus ondas de posibilidad no se han colapsado en una realidad de partícula— existe más allá del espacio y el tiempo. Como el campo cuántico no es más que probabilidades inmateriales, está más allá del espacio y el tiempo. Pero en cuanto observamos una de estas posibilidades infinitas y la materializamos en nuestra realidad, adquiere estas dos características. Para entrar en el campo, entra en un estado parecido ¡Fenomenal! Tenemos el poder de materializar una realidad elegida seleccionándola del campo cuántico. Pero es necesario entrar de algún modo en él. Siempre estamos conectados al campo cuántico, pero ¿cómo podemos hacer que nos responda? Si estamos siempre irradiando energía y enviando, por lo tanto, información al campo y recibiendo la suya. Cambia tu mente, cambia tu vida ¿Y si lograras cambiar tu mente, tus pensamientos y tus sentimientos, y tu forma de ser, más allá de los límites del espacio y el tiempo? ¿Y si pudieras cambiar adelantándote al tiempo y viendo los efectos de estos cambios «interiores» en el mundo «exterior»? Puedes lograrlo. Piensa en ello un momento. ¿Qué oportunidades están esperando encontrarte? ¿Quién estás siendo en este momento... y en cualquier otro? ¿Tu estado del ser actual atraerá todo lo que deseas? ¿Puedes cambiar tu estado del ser? Y en cuanto habites una nueva mente, ¿puedes contemplar un nuevo destino?

  • Una extraña ciencia: ¿podemos influir en el pasado? Como todos estamos interconectados más allá del espacio y el tiempo, ¿nuestros pensamientos y sentimientos pueden influir en las situaciones del pasado y en las que deseamos del futuro? La ley cuántica dice que todas las posibilidades existen simultáneamente. Nuestros pensamientos y sentimientos afectan todos los aspectos de nuestra vida, más allá del espacio y el tiempo. Nuestro estado del ser o estado mental: cuando mente y cuerpo son uno. Un pensamiento en forma de intención necesita un elemento energizador, un catalizador: y esta energía es una emoción elevada. El corazón y la mente actuando como uno. Los sentimientos y los pensamientos unidos en un estado del ser. Si un estado del ser puede desenrollar hebras de ADN en dos minutos, ¿qué nos está mostrando sobre nuestra capacidad de crear una realidad? El experimento del HeartMath demuestra que el campo cuántico no responde simplemente a nuestros deseos: nuestras peticiones emocionales. Ni tampoco a nuestras intenciones: nuestros pensamientos. Sólo nos responde cuando estos dos factores son afines o coherentes, es decir, cuando emiten la misma señal. Cuando combinamos una emoción elevada con un corazón abierto, y una intención consciente con un pensamiento claro, hacemos que el campo nos responda de forma asombrosa. ¡El campo cuántico no responde a lo que queremos, sino a quién estamos siendo! Los pensamientos y sentimientos: enviando nuestra señal electromagnética al campo cuántico Nuestros pensamientos envían una señal eléctrica al campo. Y nuestros sentimientos atraen magnéticamente situaciones en la vida. Al unirse, lo que pensamos y lo que sentimos produce un estado del ser que genera una huella electromagnética que a su vez influye en cada átomo de nuestro mundo. Este hecho hace que nos preguntemos: ¿Qué estoy transmitiendo (de manera consciente o inconsciente) en la vida cotidiana? Si al cambiar tu estado del ser crearas un nuevo campo electromagnético que coincidiera con este potencial en el campo cuántico de la información, ¿es posible que te toparas con esta situación al ser atraído por ella o que la situación te encontrara a ti? Para experimentar un cambio, conserva un nuevo resultado con una nueva mente Es muy sencillo, nuestra rutina cotidiana y los pensamientos y sentimientos de siempre perpetúan el mismo estado del ser, el cual crea las mismas conductas y la misma realidad. Si queremos cambiar algún aspecto de nuestra realidad, tenemos que pensar, sentir y actuar de nuevas formas, tenemos que «ser» distintos en cuanto a cómo respondemos a las experiencias. Tenemos que «convertirnos» en otra persona y crear el nuevo estado mental necesario para observar un nuevo resultado con esta nueva mente. Desde un punto de vista cuántico, debemos crear un estado distinto del ser como observador y generar una nueva huella electromagnética. Así haremos que la realidad que queremos materializar coincida con la que existe en el campo como una posibilidad electromagnética. En cuanto coincide quien estamos siendo (lo que estamos transmitiendo) con la posibilidad electromagnética en el campo cuántico, esta realidad potencial nos atraerá o nos encontrará a nosotros. El cambio requiere coherencia: alinea tus pensamientos y sentimientos Las ondas de una señal están alineadas o desalineadas, son coherentes o incoherentes. Con tus pensamientos y sentimientos ocurre lo mismo. ¿Cuántas veces has intentado crear algo, creyendo en tu mente que lo lograrías, mientras el corazón te decía lo contrario? ¿Qué resultado produjo aquella señal incoherente/desfasada que estabas enviando? ¿Por qué no se manifestó nada en tu vida? Cuando tus pensamientos claros y centrados en tu objetivo van acompañados de una apasionada implicación emocional, transmites una señal electromagnética más potente que te atrae hacia una posible realidad que coincide con la que tú deseas.

  • Primera parteLa ciencia de tu ser ¿Puedo crear con mi mente mi propia realidad? De ser así, ¿es una habilidad que puedo aprender y usar para convertirme en quien quiero ser y crear la vida que quiero vivir? Cuando acostados en la cama repasamos por la noche los acontecimientos del día y nuestros esfuerzos para ser más tolerantes y menos reactivos, no estamos viendo tan sólo el padre o la madre que le ha gritado a su hijo por no hacer sin rechistar y deprisa lo que le pedía. Nos vemos como una persona angelical a la que le han agotado la paciencia o como un ogro horrendo que destruye la autoestima de un niño. ¿Cuál de estas imágenes es la real? La respuesta es: ambas lo son. Y no sólo lo son estos dos extremos, sino también un espectro infinito de imágenes que abarca desde las positivas hasta las negativas. ¿Cómo puede ser? Para que entiendas mejor por qué ninguna de estas versiones tuyas es más o menos real que las otras, tendré que destruir la idea más común de la naturaleza de la realidad y reemplazarla por otra. Tus fallos del pasado vienen de un error: no te has comprometido a vivir asumiendo la verdad de que tus pensamientos tienen consecuencias tan importantes que crean tu propia realidad. Todos podemos crear nuestro propio destino, todos cosechamos los beneficios de nuestros esfuerzos constructivos. No tenemos por qué conformarnos con nuestra realidad actual, podemos crear otra nueva cuando queramos. Todos tenemos esta capacidad, porque para bien o para mal, nuestros pensamientos influyen en nuestra vida. Estoy seguro de que ya lo habías oído antes, pero me pregunto si la mayoría de nosotros hacemos nuestra esta afirmación. Ya que si aceptáramos realmente que lo que pensamos crea unos efectos tangibles en nuestra vida, no permitiríamos que nos viniera a la cabeza ningún pensamiento negativo. Y nos fijaríamos en aquello que queremos, en lugar de estar siempre obsesionados con nuestros problemas. Piensa en ello: si supieras que este principio es cierto, ¿acaso dejarías pasar un solo día sin crear el destino que deseas? En el modelo cuántico, el universo físico es un campo de información inmaterial, interconectado y unificado, que en potencia lo es todo, pero físicamente no es nada. El universo cuántico está esperando a que un observador consciente (tú o yo) llegue e influya en la energía en forma de materia potencial con su mente y su conciencia (que son en sí mismas energía) para que las ondas de probabilidades energéticas se manifiesten en materia física. Al igual que la onda de posibilidad del electrón se manifiesta como partícula en un hecho momentáneo en concreto, nosotros, los observadores, podemos hacer que una partícula o grupos de partículas se manifiesten en experiencias físicas en forma de acontecimientos en nuestra vida.Esto es crucial para entender cómo puedes producir un efecto o hacer un cambio en tu vida. Cuando aprendes a mejorar tu capacidad de observación para afectar tu destino, ya estás en camino de vivir la versión ideal de tu vida al convertirte en la versión idealizada de ti.

  • Dejar lo viejo y acoger lo nuevo parece fácil, pero como señalé en Desarrolla tu cerebro, la mayor parte de lo que hemos aprendido y experimentado se ha incorporado a nuestro «yo» biológico y ya se ha convertido en nuestra segunda piel. Pero también sabemos que lo que hoy es cierto podría no serlo mañana. Al igual que hemos empezado a cuestionarnos que los átomos estén hechos de materia sólida, la realidad y nuestra interacción con ella es una progresión de ideas y creencias. También sabemos que dejar la vida a la que nos hemos acostumbrado y pasar tan campantes a otra nueva es como un salmón nadando a contracorriente: exige esfuerzo y francamente resulta incómodo. Y por si esto fuera poco, los que se aferran a lo que creen saber nos reciben ridiculizándonos, marginándonos, atacándonos y menospreciándonos. ¿Quién con unas inclinaciones tan poco convencionales está dispuesto a afrontar tales adversidades en nombre de algún concepto que no puede percibir con los sentidos por más que crea en él? ¿Cuántas veces en la historia personas tachadas de herejes e insensatas que sufrieron el menosprecio de los demás acabaron convirtiéndose en genios, santos o maestros?¿Te atreves a ser original?

  • Enunciado aclarador PROCESOS VERBALES DE DINEROCOMO USAR EL ENUNCIADO ACLARADOR?Para usar el Enunciado Aclarador primero haces una pregunta. Cuando haces una pregunta, eso hace que surja una energía. Incluso podría traer pensamientos particulares, sentimientos o emociones o quizá no. Entonces pides que se elimine esa energía al decir el Enunciado Aclarador. En una clase, el facilitador hace preguntas y después te pregunta “Todo lo que eso traiga ¿estarías dispuesto a destruirlo y des-crearlo todo? Y dice el Enunciado Aclarador. La razón por la que lo hacemos de esta forma es porque depende de ti cuánto estás dispuesto a soltar y a cambiar. El Enunciado Aclarador no eliminará nada que está funcionando para ti, o en donde no deseas cambiar. Solo eliminará lo que estés dispuesto a soltar y lo que deseas dejar ir.La siguiente lista de procesos de dinero son los que puedes decir para eliminar la energía que te detiene de tener posibilidades más grandiosas. Entre más uses estos procesos, más cambio recibirás. Puedes incluso escucharlo de modo casi inaudible mientras duermes. Funcionarán de forma más dinámica sin tu mente cognitiva entrometiéndose en el camino.¡Diviértete!

  • ¿Cómo creas una nueva realidad financiera inmediatamente?¿Luchar o no luchar? PREGUNTAS¿Estoy pretendiendo que no tengo elección con esto?¿Qué elecciones tengo aquí?

    ESTAR DISPUESTO A HACER LO QUE SE REQUIERAComprometerte a nunca renunciar a ti. “No importa lo que tome, no importa como se vea, voy a crear mi vida. No voy a vivir bajo el punto de vista o realidad de nadie más. ¡Voy a crear la mía!PREGUNTAS¿Estoy dispuesto a demandar de mí el crear lo que deseo en la vida, sin importar qué?

    Estar dispuesto a perder, crear y cambiar cualquier cosa

    PREGUNTAS¿Qué he decidido que es incambiable?¿Qué no he estado dispuesto a perder?¿Qué más podría elegir si estuviera dispuesto a perder estas cosas?¿Qué puedo ser y hacer diferente para cambiarlo?

    RENUNCIANDO A TUS RAZONES LÓGICAS E INSANAS DE NOTENER DINERO¿Es el momento de renunciar al abuso financiero de ti?

    PREGUNTAS¿Qué historias me estoy contando a mí mismo respecto al dinero? ¿Qué tal que no fueran ciertas?¿Estoy permitiendo que el abuso financiero del pasado esté al mando de mi futuro?¿Qué puedo elegir diferente aquí? ¿Estás usando la duda, el miedo o la culpa para distraerte de crear dinero? Cada vez que dudas, tienes miedo, culpa o vergüenza con respecto al dinero, o te obsesionas, o te enojas respecto a tu situación financiera, te estás distrayendo de estar presente con diferentes elecciones. PREGUNTAS¿Qué distracciones estoy usando para impedirme crear dinero?¿Qué más es posible que aún no he considerado? SIENDO BRUTALMENTE HONESTO CONTIGO¿Estás dispuesto a no tener barreras? CAMBIA LO INCORRECTO DE TI A TU FORTALEZA -POTENCIA ¿Qué tal que lo que juzgas de incorrecto en ti, es en realidad tu fortaleza/potencia? En donde sea que pienses que estás equivocado es en donde estás rehusando ser fuerte. Mira lo que has decidido que es incorrecto de ti. Escríbelo. Voltea a ver y pregunta “¿Qué fortaleza/potencia es eso que no estoy reconociendo?” Tú siendo tú eres una de las cosas más atractivas en el mundo. Cuando te juzgas, no estás siendo tú.PREGUNTAS¿Si estuviera siendo yo, qué elegiría?¿Si estuviera siendo yo, qué crearía? ¿QUIÉN ESTOY SIENDO EN ESTE MOMENTO? ¿YO, O ALGUIEN MÁS?¿Qué es lo que realmente te gustaría tener? ¿Estás dispuesto a ser tan honesto contigo mismo como para admitir qué te gustaría tener en tu vida, incluso si no le hace ningún sentido a nadie más? Escribe una lista de todo lo que quisieras tener en tu vida (usa las preguntas de abajo para ayudarte). Si nada fuera imposible ¿qué elegirías? Ve tu lista y pregunta ¿Qué tomaría para generar y crear esto con facilidad?”PREGUNTAS¿Qué me gustaría crear en mi vida?Si pudiera ser y hacer y crear todo ¿Qué me gustaría elegir?¿Qué he decidido que es imposible que realmente me gustaría tener?¿Cuál es la cosa más ridícula e inconcebible que pudiera pedir?¿Qué es lo que me gustaría solicitar del universo y demandar de mí mismo? CONFIANDO QUE SABES PREGUNTAS¿Qué es lo que yo sé respecto al dinero que nunca me he dado el permiso de reconocer o lo criticaron como incorrecto?Si el dinero nunca fuera un problema ¿Qué elegirías? PREGUNTASSi el dinero no fuera un problema ¿Qué elegiría?¿Qué es lo que quisiera crear en el mundo?¿Cuáles de ellos podría instituir en este momento?¿Con quién tendría que hablar?¿Qué tendría que hacer?¿A dónde tendría que ir?¿Qué elecciones podría tomar hoy para empezar a crear mi propia realidad financiera? Diez cosas que harán que el dinero venga (y venga y venga)1. Haz preguntas que inviten al dinero2. Investiga exactamente cuánto dinero requieres para vivir: gozosamente3. Ten dinero4. Reconócete5. Haz lo que amas6. Ten conciencia de lo que piensas, dices y haces7. Deja de esperar un resultado específico8. Renuncia a creer en el éxito, el fracaso, las necesidades y lo que quieres9. Ten permisión10. Mantente dispuesto a estar fuera de control.