Folgen
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“Zeitenwende” es el concepto que define hoy a Alemania. Significa “cambio de época” y el canciller Olaf Scholz lo anunció el 27 de febrero, tres días después de la invasión rusa de Ucrania. El tercer exportador mundial, con una economía altamente industrializada, está sufriendo como ningún otro país de la Unión Europea la sacudida de la subida de los precios energéticos. En un difícil contexto nacional e internacional, Alemania y España se han propuesto trabajar codo con codo para diseñar la UE de la próxima década. Berlín y Madrid nunca habían estado tan cerca. Hablamos de todo ello con la embajadora de Alemania en España, Maria Margarete Gose.
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Con una población que no llega a los tres millones de personas y situada en uno de los confines de Europa, Lituania se ha situado en primera línea de los grandes conflictos mundiales. Conversamos con la embajadora lituana en España, Lyra Puišyté-Bostroem, sobre cómo su “pequeño” país está plantando cara, al mismo tiempo, a Rusia y a China; sobre los retos del proyecto europeo en materia de seguridad, y sobre los fuertes lazos, presentes y pasados, entre Lituania y España.
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Fehlende Folgen?
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En una Unión Europea sumida en la crisis de la deuda, con países “frugales” del norte enfrentados a los países “derrochadores” del sur, Países Bajos y España parecían destinados a chocar. Hoy la buena sintonía entre ambos países, con planes conjuntos en áreas como la fiscalidad o el medio ambiente, ha enterrado aquellos estereotipos.
Conversamos con Roel Nieuwenkamp, embajador de los Países Bajos en España, sobre las viejas y nuevas brechas en la UE; sobre los retos existenciales a los que nos enfrentamos en el continente, desde la guerra en Ucrania al cambio climático, y sobre una Holanda no tan conocida por los españoles: un gran polo de innovación. -
¿Alguien todavía piensa que un embajador es una figura decorativa? João Mira Gomes, embajador de Portugal en España, acaba con cualquier tópico sobre la equidistancia de los diplomáticos en asuntos espinosos o la ausencia de criterios propios sobre su país, la relación bilateral o el futuro de la UE.
Nos quedamos con tres ideas de una conversación sin desperdicio. Primera: existe una voz ibérica cada vez más fuerte en la Unión Europea. Segunda: España y Portugal no son países periféricos de Europa, sino que están en el centro de la UE del futuro. Y tercera: la frontera no es una división, sino un espacio de relación. Hablar con los portugueses es una forma de conocer mejor a los españoles.